Capítulo 12

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


—Así que un grupo de estudio, ¿eh? Guau, vas bastante bien. ¿Camilo también se unió?

—Sí, los dos.

Mi madrina me dedicó una de sus sonrisas cómplices.

—Bueno, ya estás logrando una de tus metas, me siento orgullosa de ti.

Asentí.

Una parte de mí todavía seguía pensando que todo lo que estaba pasando no era más que una fantasía. Es como si tuviera algo metido en la cabeza que no me permitía disfrutar de las cosas sin sobrepensar todo lo que sucedía a mi alrededor. Pero digamos que estaba luchando conmigo mismo para vencer a esos demonios. El primer paso ya estaba dado.

En ese momento, mi teléfono empezó a vibrar. Mariana me estaba llamando.

¡Hola, hola! —su voz chillona me hizo cosquillas en el oído—. Escucha, creé un grupo de whatsapp para que estemos todos comunicados, pero tú no me apareces.

—Oh, no uso whatsapp, no lo tengo instalado.

Escuché un breve silencio, luego una risita.

¿Quién no usa whatsapp estos días, Antoni? ¿Cómo haces para comunicarte?

—Solo hablo con mi madrina y nos enviamos mensajes de texto, o nos llamamos. La tengo en favoritos.

Otra risita.

De acuerdo, pero ahora pasaste a ser un chico social, con un grupo de amigos, así que ¿podrías descargártelo?

—Sí, supongo que sí. Todavía me queda mucho espacio en el teléfono.

¡Perfecto! Cuando te lo descargues escríbeme. Bye!

Cortó la llamada antes de que pudiera contestar.

Me quedé mirando la pantalla durante un par de segundos, y mi madrina interrumpió mi laguna mental con un comentario.

—¿Pasó algo?

—Mariana quiere que me descargue whatsapp para agregarme al grupo de estudio.

—Vaya, ¡eso es genial! ¿Y por qué tienes cara de que te acaban de dar la peor noticia del mundo?

Me reí sin ganas.

—No sé, nunca usé whatsapp, no era necesario porque, bueno... No tenía amigos con los que hablar.

—Pero ahora los tienes. Así que es hora de que le des un buen uso a tu teléfono.

Así fue como terminé descargándome whatsapp por primera vez en mi vida.

Apenas estuvo instalado y listo para usar, busqué el número de Mariana. Mientras estaba escribiéndole un mensaje, me llegó otro, era Camilo.

Me entretuve conversando con Camilo y olvidé por completo escribirle a Mariana. Cuando me acordé ya habían pasado como dos horas.

Ella me agregó, y aprovechó para pedirme el número de Camilo.

Luego de eso, mi teléfono no paró de sonar, y yo por primera vez me vi completamente enfrascado en una conversación sin pies ni cabeza. Mi galería acabó llena de fotos de los gatos de Mariana, de Benjamín, de Bianca y de Camilo haciendo morisquetas. Nunca pensé que una simple app de mensajería fuera tan divertida.

Todos terminamos acostándonos pasadas las dos de la mañana. Y al otro día. cuando me desperté, al revisar mi teléfono tenía más de cien mensajes del grupo, al que Mariana había llamado "Los locos de la filo".

Intenté ponerme al corriente y cuando pasé la parte de los saludos y la charla trivial, llegué al motivo de tanta cháchara.

Mariana estaba planeando una salida para las vacaciones de invierno. Su familia tenía una cabaña cerca de la playa y quería que fuéramos todos juntos a pasar unos días.

Nunca en mi vida me había quedado a dormir en la casa de otra persona. De solo pensarlo comencé a ponerme un poco ansioso. Mi primer pensamiento fue que definitivamente no iría, pero sabía que eso significaba retroceder y pisotear todo lo que había logrado hasta ahora.

Aparté la vista del teléfono y tomé una gran bocanada de aire.

Nada iba a pasar si me alejaba de casa por unos días.

Ya era un adulto responsable y capaz de cuidar de mí mismo. No es que fuera a pasarme algo terrible si me alejaba de mi madrina y de mi zona segura. En algún momento tenía que despegar y animarme a hacer algo distinto. 


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro