Wiss desaparecido.

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Por obvias razones, no sería nada fácil contactar a Wiss, y mucho menos llegar hasta donde él está. Debía encontrar la forma para ir a ese planeta, y la respuesta estaba en una simple persona.

-¿Ángel? –El cabello de Trunks lucía despeinado. Me miraba confundido en el umbral de su puerta.

-Ah, me gustaría hablar con tu madre. –digo avergonzada. Había dejado atrás a Kyle y a Goku en el coche, ambos cuidando a Renka.

Espero que no se maten.

-¿No crees que es un poco tarde? –Trunks se recarga en la puerta y cierra los ojos. Le empujo el hombro para que despierte.

-Realmente lo necesito.

-¿Qué está pasando? –Vegeta había bajado desde su cuarto al escuchar tanta bulla. Es que mi esposo y Kyle estaban haciendo mucho ruido, aquellos dos no se llevan nada bien.

-Hola Vegeta. –saludo desde afuera. Vegeta me mira ceñudo.

-¿Qué haces en mi casa a estas horas? –se queja. Hace a un lado a su hijo con la mano y se cruza de brazos frente a mí.

-Vine a buscar a tu esposa. Necesito una nave que viaje por el espacio. –digo como si nada. El ceño de Vegeta se hace más profundo.

-¿Para qué necesitas una nave?

-Es una situación delicada, Vegeta. –rasco mi nuca con nerviosismo. –Necesito encontrar a Wiss antes que nadie, o realmente estaré en peligro.

Vegeta suelta un chasquido con la lengua.

-Adelante, entra. –me invita a pasar.

-¿Puedo meter a Goku y a Kyle? Puedo jurar que están a punto de matarse en el automóvil.

-Haz lo que quieras.

Regreso al vehículo con rapidez, y abro la puerta del automóvil. Ambos hombres se miraban con odio.

-Chicos, entremos a la Corporación. –tomo a Renka en mis brazos y me la llevo. Al momento en que Renka vio a Vegeta, se comenzó a remover y a estirar sus pequeños brazos hasta él.

-¡Vetaa! –balbucea la pequeña pelinegra con cabello como el mío, pero mínimo sacó mis ojos.

Podría decir que Vegeta era su persona favorita después de su padre.

-Trunks. Despierta a tu madre. –ordena Vegeta mientras toma a Renka en sus brazos para cargarla.

Sí, aunque no lo crean. Vegeta se ha vuelto un consentidor de primera de mi hija. Cuando tengo cosas que hacer, a él es a quien le encargo a mi hija, y ella es muy feliz con ese príncipe.

Creo que a ella le gustan los príncipes azules, si supiera lo amargado que es este.

Un brazo rodea mi cuello. Goku me mira desde arriba con cansancio, sé lo mucho que odia que le interrumpan el sueño, pero esto es algo grave.

-Hola Vegeta. –saluda Goku.

-Kakaroto. –es lo único que dice, luego vuelve su atención a Renka quien estaba jugando con su cabello.

-Dios. ¿Cómo logras soportar a ese tipo de novio? –se queja Kyle entrando a la corporación, cierra la puerta detrás de sí y coloca sus brazos en su espalda.

-Por primera vez estoy de acuerdo con tu hermano. –señala Vegeta.

-¿Por qué son tan malos conmigo? –se queja Goku. Me río con ganas ante tal escena.

-No les hagas caso. –le digo. Goku me sonríe.

Los pasos de Bulma se escuchan por las escaleras, ella llega al piso de abajo con una bata puesta, Trunks venía detrás de ella, ya no se veía con tanto sueño.

-¿Kanon? ¿Pasó algo? –la mirada de Bulma se dirige a mi hermano por unos segundos. No la culpo. Es atractivo. -¿Necesitas algo?

-Sí, Bulma. Quisiera pedirte ayuda, pues necesito hacer un viaje por el espacio y necesito una máquina. –le pido.

-¿Vas a viajar? –pregunta Trunks, ahora sí estaba despierto.

-Algo así, es cosa urgente. Necesito encontrar a Wiss. –le pido. Bulma asiente con la cabeza.

-Claro. Tengo una a medio hacer, digo... podría terminarla en unos tres días. –me explica. Muerdo mi uña con nerviosismo.

-Está bien. Goku esperará por ella. –me decido.

-¿Eh? ¿Qué harás tú Ángel? –pregunta Trunks.

-Iré por mi cuenta junto a Kyle. Goku podrá alcanzarnos allá.

-¿Eh? No, me niego. –Goku se cruza de brazos. –Ángel, quedamos en que haríamos esto juntos.

-Sí, pero esto es urgente, Goku... necesito que comprendas que me están buscando todos los universos. –dramatizo. No era mentira, lo más seguro es que si algún personaje del espacio que se dedique a contrabandear cosas, me ve. Pueda acusarme.

-No quiero dejarte sola. –Goku toma mis manos con nerviosismo. Otra vez su orgullo. Esto es pesado.

Le miro a los ojos con súplica, pero él no accede, sino que me ruega aún más.

-P-podemos dejar a Renka con Vegeta. –digo de repente. Kyle rueda los ojos.

-Eres una débil.

-¡Cierra la boca pelirrojo del demonio! –quería golpearle la cabeza, pero no podía, pues era más alto.

-¿Me ven cara de niñera? –se queja Vegeta con Renka en los brazos. Siempre decía esa frase, pero sabemos que en el fondo le gustaba convivir con ella.

-Por favor, Vegeta. Esto es un asunto muy delicado. –le pido. Vegeta frunce el ceño.

-¿Qué está pasando?

Suelto mi típico suspiro.

-Me han vuelto a buscar los dioses de los otros universos. Esta vez vienen por mí directamente, ellos y mis progenitores, quienes se han unido a ellos. –Goku entrelaza su mano con la mía para darme apoyo. Le sonrío levemente.

-¿Por qué te buscan? –pregunta Trunks.

-Quieren matarme. Pues los he humillado de diferentes maneras, aparte de que rompí más de una regla. –me encojo de hombros. –Necesito llegar. Kyle, quiero que te quedes aquí.

-¡Eh! ¿Por qué?

-Pueden venir a atacar a Renka. Y no me la puedo llevar, no me moveré con agilidad si la tengo conmigo. –explico.

-Pero...

-Yo me encargaré de ir a buscar a Wiss. Por favor, quédate con Vegeta. –suplico. Kyle me mira a los ojos, después de unos segundos suelta un bufido.

-Está bien. Me quedaré aquí. Pero no tardes.

-Gracias. –le sonrío con ganas. –Eres un lindo hermano, después de todo.

-Cierra la boca.

-No sé si ponerme celoso de esto. –susurra Goku confundido. Me pongo de puntillas para robarle un beso corto de los labios.

-Vamos Goku. No te sueltes, pues iremos a buscar a Wiss. –coloco dos dedos en mi frente y me concentro en el Ki de Bills.

Yo fui un dios, y puedo sentir el Ki de los dioses. Puede que ya no tenga mis alas, pero todavía tengo el poder.

-Lo encontré. Cuídense. –es lo último que digo.

Ambos nos tele transportamos al palacio donde vive Bills. Busco con mi mirada la figura de Wiss, pero no está por ningún lado.

-Yo vine a entrenar con Wiss aquí. –dice sorprendido. -¿Vivías aquí ángel?

-Sí. Aunque yo lo tenía más cuidado y más bonito que Bills. –me burlo. Tiro de la mano de Goku para entrar a aquel palacio.

La oscuridad estaba presente, parecían unas ruinas todo el lugar. Muy descuidado, no importa, mi mirada buscaba a aquel sujeto. Pero por más que veía el lugar, no estaba.

-¡Oráculo! –llamo. El pez llegó arrasando con todo, por poco y no se detiene y choca con Goku. Pero logré detenerle.

-¿Señorita Kanon?

-Hola. ¿Cómo estás?

-B-bien. –me sonríe. -¿Qué necesita?

-¿Sabes dónde está Wiss?

El pez oráculo mira hacia el techo, recordando algo, mientras su aleta toca su barbilla.

-Recuerdo que estaba aquí esta mañana. –murmura. –Pero desde hace un par de horas no le veo.

Mierda.

-¿No te dijo a dónde iba?

-No.

-Bueno, entonces tendré que preguntarle al gato pelón. –suspiro.

-¿Estás segura Ángel? –pregunta Goku con precaución. Lo más seguro es que Wiss le puso alguna tarea relacionada con Bills dormido. Pobre de mí Goku.

-Cien por ciento.

Aparezco junto a la cama de aquel gato morado, dormía plácidamente sin saber que Wiss estaba desaparecido.

-¡Despierta! –pateo el cuerpo del gato logrando que se caiga de su cama a unas cuantas piedras más abajo.

-¡Quién se atrevió a despertarme de esa manera! –grita Bills con furia.

-Fui yo. –aterrizo a su lado. -¿Dónde está Wiss?

-¿Cómo te atreves a hablarme así? ¡Soy el dios de la destruc...!

-Sí, sí. Ya sé. –ruedo los ojos. –Wiss está desaparecido desde hace dos horas. ¿Sabes dónde está?

Bills termina de despertarse por completo.

-No. ¿Fue a algún lado sin avisarme?

-Ese es el problema. –digo de mal humor. –No creo que se haya ido.

-¿Entonces?

-Tal vez... y lo secuestraron. –muerdo mi labio inferior.

-¿Bromeas?

-No. Bills, escúchame. Esto es grave, los dioses de los otros universos lograron encontrar una forma de joderme. –explico. –Lo más seguro es que vinieron por Wiss para evitar que yo llegara primero... Tal vez y lo torturen.

-No creo que sean capaces. Además de que Wiss sabe defenderse. –Bills rasca su oreja como el gato que es. –Ahora que lo pienso. Creo que Champa mencionó algo parecido a tu captura.

-¿Eh? ¿Tu hermano gemelo? –un gato igual a Bills pero gordo y fastidioso.

-Sí. Hace poco vino a este universo, no recuerdo por qué. –ahora estaba de mal humor.

-¡Vados! –digo de repente.

-¿Qué tiene que ver ella en esto?

-Vados es la hermana de Wiss. Ella sabrá algo de él. –digo con esperanza.

-¿Cómo piensas llegar a ella? –se queja.

-A través de ti. –le sonrío tierna. –Sé que puedes llevarnos a otros universos, por favor.

-¿¡Qué!? –Goku había llegado desde hace rato a nuestro lado, solo escuchando la conversación.

-¿Te das cuenta que en el momento en que salgas de este universo, todos tendrán el derecho de arrestarte, o incluso matarte? En mi universo estás protegida por mí y los Kaio Shin.

-No me puedo quedar de brazos cruzados, menos si Wiss fue raptado.

-No sabemos si fue así. –se queja.

-¡Cuando encontremos su cuerpo muerto será tu culpa! –exagero. Bills mira a Goku.

-¿Siempre es así?

-A veces, cuando se pone nerviosa. –Goku se encoje de hombros.

-¡Oye! –me quejo.

-Está bien, hagamos algo. Esperemos unas cuantas horas más, a ver si Wiss llega. Si para mañana no está aquí, iremos con Vados al sexto universo a buscarlo. Pero, no aseguro la seguridad.

-Por mí está bien. –digo yo.

-Entonces... pues esperemos.

24horas, 24 son las que necesitas para ir con la policía ¿No? Pues Wiss está completamente desaparecido.

Mientras pasaban esas 24 horas, me dediqué a ir con algunas personas importantes en el universo que podrían saber de su paradero.

Todos ellos negaron, nadie vio a Wiss salir de aquí.

Ni siquiera sé si está en el mismo universo que nosotros.

Wiss ¿Dónde estarás?

-Oye, Ángel. Tranquila. –Goku se sentó en la misma roca que yo. Ambos observábamos el cielo estrellado de ese planeta.

-Cuando me volví dios, me entregaron este lugar. –sonrío de lado. –Me encantaba venir a ver este cielo, pues se me hacía el más hermoso de todos. Era una de las cosas que me gustaban por ser dios.

-Supongo que debió de ser fantástico. –dice sonriente. Yo niego con la cabeza.

-Duré millones de años destruyendo planetas. Odiaba dormir durante mucho tiempo, pues aquellos gritos de la gente a quién le quité la vida, me perseguía todo ese tiempo. –Frunzo los labios. –Llegué a llorar a escondidas de Wiss, pidiendo perdón. No a un dios, pues yo ya era uno. Pero sí a mi alma, ya que la estaba manchando de sangre.

-No sé qué decir, Ángel. –susurra Goku. Le sonrío a medias.

-No digas nada, solo... piensa. –le miro a su rostro. –Hay mucha gente que confía en un dios perfecto, pero si existe un dios perfecto, entonces no puede ser del todo bueno. Y si es del todo bueno, entonces no puede ser un dios.

Goku refugia su nariz en mi cuello, depositando ligeros besos en éste.

-Lo más importante es que reuniste el valor suficiente para dejar ese camino. –susurra en mi cuello.

-Sí. Deje ese camino para seguir el tuyo. –con mi mano levanto la barbilla de mi chico y beso sus labios con delicadeza. Goku toma mi nuca para profundizar el beso, pues ambos ya sabíamos cómo le gustaba al otro que lo besaran. Goku rodea con su brazo mi cuello y me atrae más a él, no puedo evitar sonreír, pues me encanta cuando hace ese tipo de cosas. Sobre todo si entre ellas me deja manosear sus pectorales.

-¿Podrían dejar de hace cosas sucias en mi planeta? –se escucha la voz de Bills. Ambos nos separamos de un salto. –Es hora de irnos.

-¿Iremos con Vados? –me incorporo de aquella roca.

-Sí. Iremos a preguntarle de Wiss. –Hasta Bills se veía preocupado. –Pero tengo una petición. –exige.

Yo le miro confundida.

-Dime.

-Él no puede venir con nosotros. –señala. Miro a Goku.

-¿Por qué no?

-Iremos a un Universo que no es nuestro. Hay gente que tiene permiso para ir como yo, o gente importante como Kanon, que es pasable, pero no puedo llevar a un Saiyajin cualquiera. –explica. Asiento con la cabeza.

-Tiene razón. Estaremos en territorio ajeno, no sería conveniente que vengas. –me giro a ver a Goku. Tenía una expresión de enfado.

-No quiero dejarte sola. –murmura.

-Estaré con Bills.

-Eso no me tranquiliza. –suelto un suspiro.

-¿Qué dices de Kyle?

Goku asiente al instante.

-Vamos a la tierra, si él te acompaña me sentiré más seguro. –dice de mala gana. Pues él quería venir.

-Prometo que regresaré en el menor tiempo posible, no notarás que me fui.

La estancia en la tierra duró solo un par de minutos, dejamos a Goku y nos llevamos a Kyle sin explicarle nada. Bills no tenía ni idea de cómo viajar sin Wiss de por medio, así que tomamos una nave, parecía una caja de cristal. En ella nos iríamos al sexto universo.

-Hermanita. ¿Podrías explicarme ya?

-Wiss no está. Desapareció. –explico con nerviosismo. –No sabemos dónde está, así que iremos al sexto universo a preguntarle a Vados.

-¡Vados! –dice él emocionado. Ahora que recuerdo, fue ella quien lo entrenó a él. -¡Hace mucho que no la veo!

-¿Nunca le confesaste tus sentimientos? –me burlo. Y por primera vez en mucho tiempo, veo a Kyle sonrojado. -¡Oh! ¡Dios! ¡Kyle se ha sonrojado!

-Hija de tu mamá, te ahorcaré. –Kyle intenta alcanzarme pero doy un salto dentro de esa misma caja de cristal para evitarlo.

-¿Enserio te gustaba Vados? Creí que solo fue un amor de adolescente. –le sonrío.

-¡Cállate! ¡O sino le diré a tu esposo que besaste a Vegeta! –amenaza.

Entonces cierro la boca.



Je je. ¡Hola! XP Se supone que todavía no iba a subir de este fic, pero decidí dar un regalillo. Ya saben... :3 ¡OMG! Goku. Le amo tanto <3

Gracias por leer  y escribir sus comentarios. Les quiero tanto. Si les gusta 

a) Bill Weasley de Harry Potter.

b)Gohan.

c) Alquien de Kuroko no basket. 

Entonces ahí tengo mis fics. Gracias por todo...

¡Amemos a Goku!

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