Después de la pequeña discusión entre Luna y Klaus, la familia Mikaelson se unieron a Emily en la biblioteca con el fin de ayudarla en la búsqueda de una cura para Kol.

―Gracias por dejarme usar sus libros, me serán de mucha ayuda―dijo Emily.

―Cualquier cosa para hacer que Kol vuelva―respondió Elijah.

Todos los demás también estaban tratando de encontrar una manera de despertar a Kol.

Como si un interruptor se hubiera accionado dentro de ella y la obligara a desearlo. Al principio, Emily solo veía a Kol como un paciente, pero ahora sentía que podía confiar en él. Lo cual es increíblemente raro, basado en el secreto que le conto.

―Entonces, ¿qué crees que nosotros podemos encontrar exactamente?―preguntó Klaus.

Todavía estaba escéptico sobre el hecho de que tenían que pedirle ayuda a Emily. Klaus ya tenía problemas de confianza y ahora tenía que poner toda su fe en una bruja para salvar a su hermano.

Para Klaus, las brujas son un dolor de cabeza. Siempre le habían causado problemas, nunca se habían ganado su respeto y era muy raro si alguna se ganaba su respeto.

―Espero encontrar una indicación sobre lo que está pasando con Kol―respondió Emily.

No estaba de humor para preguntas. Estaba tratando de leer las páginas de cada grimorio lo más rápido que podía, para poder pasar al siguiente. El hechizo que necesitaba estaba más allá de sus capacidades, era algo de lo que no había oído hablar en mucho tiempo, e incluso entonces no sabía por dónde empezar. Eso era evidente por lo rápido que Emily pasaba las páginas. Solo pasa unos segundos, o incluso un minuto, leyendo cada página.

Quería que Kol estuviera despierto. Quería que ese abrazo fuera real, quería que él le sostuviera la cara con una mano, y que al alejarse fuera real.

Sabía que todas sus visitas solo estaban en su cabeza, pero quería sentir esas cosas en la vida real. A pesar de que sus intenciones puedan ser un poco egoístas, no lo veía de esa manera.

―Por cierto, ¿de qué hablan mi hermano y tú exactamente?―preguntó Klaus.

Las preguntas de los hermanos la estaban poniendo ansiosa; y no solo por la duda de Klaus, sino por las dudas que tenían Mikaelson respecto a sus poderes.

La duda sobre sus habilidades era lo que más enfurecía a Emily, pasó mucho tiempo protegiendo y perfeccionando sus poderes, solo para complacer a alguien que nunca estaría complacido ni se enorgullecía de ello.

―No es asunto tuyo―finalmente respondió la bruja.

Cuando levantó la vista del libro, sus ojos brillaron de color azul, enojada por la desconfianza y la falta de respeto que estaba recibiendo por parte del hibrido.

✧─── ･ ｡ﾟ★: *.✦ .* :★. ───✧

No se olviden de votar y comentar (es gratis)

DI NO A LOS LECTORES FANTASMA.

Todos los derechos y créditos reservados a la autora original: --mikaelson

+5 comentarios para actualizar.