Soy un mar lleno de miedo, un túnel del cuál no hay regreso.

Un mundo irreal y mágico.

Un telón a medio bajar e una ruta sin reparo.

Soy lo qué quedo de esos sueños del pasado,
palabras qué nunca se dijeron, abrazos qué se ausentaron.

Soy lo qué muestro, nunca lo que realmente soy,
soy cómo la luna entre fases
y el sol entre sus amaneceres.

Soy lo qué los libros no llegan a explicar, cómo

también soy ese remolino qué nunca causa daño al pasar.

Reparo almas a cambio de sonrisas,
tengo por meta lograr mil alegrías,
vivo a medias buscando sanar mi alma rota,
soy lo qué dejan de lado,
lo qué olvidan,
lo qué me hace ser más fuerte a cada paso.

Soy mucho y nada.

Soy un abismo cómo también aquella estrella qué brilla en la oscuridad qué guarda su desgracia.

Soy lo qué no se puede acoger en versos, ni acomodar en papeles, soy eso imposible de descifrar pero fácil de olvidar.

Soy lo qué deseo ser, puedo ser lo qué no quiero y aún más.

Soy sólo un enigma que jamás revelarás.