INFERNO

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Historia dedicada a: Majesuswriter

La humanidad no era algo que en él se conociera, ya no quedaba nada, únicamente una gran sed por matar.

Era un monstruo.

Un monstruo que asesina sin piedad por la ciudad de Volkova, que deja su inigualable marca diabólica.

Sobre el pecho de sus víctimas se puede leer la palabra, tanto ímpetu le pone a la escritura que se pueden percibir los órganos que sobresalen de los cadáveres.

Y siempre el rojo carmín que predominada en los labios de los muertos, pintados con suma precisión y paciencia.
Demostraba que el asesino no tenía prisa ninguna.

Un día, Scott Rogers vagaba por la ciudad en un solitario paseo nocturno.

Era un detective que trabajaba para la policía de su pequeño pueblo, pero por el asesinato de su mujer decidió abandonar el puesto.

Ahora, caminaba perdido en sus pensamientos, hasta que paró en seco.

Sus ojos percibieron algo extraño en un callejón sucio y apestoso, y cuando vislumbró un cadáver que teñía de sangre el suelo a la luz de la Luna, levantó la mirada alarmado, encontrándose con una figura oscura y delgada que no se movía de su sitio.

La capucha tapaba su rostro, no fue capaz de saber quién se escondía detrás de ella.

Cuando se dispuso a avanzar hacia aquel sujeto después de salir del shock inicial, ya había desaparecido entre las sombras de la noche, dejándolo solo con el cuerpo desangrado.

En él estaba escrita una palabra, le causó escalofríos.

INFERNO.

En ese momento suponía que esa no fue la primera vez que había matado, su instinto se lo decía a gritos.

Los labios carmesí del hombre muerto llamaron su atención y su mente buscaba explicaciones lógicas a todo lo que estaba viendo delante de sus narices.

Tanta tranquilidad, tanta organización, tanta minuciosidad, sin prisas, sin temor a ser descubierto, incluso permitiéndose el lujo de observarlo a él durante un instante para luego huir, lo dejaron atónito.

Un nuevo escalofrío recorrió su cuerpo.

Miró al joven varón que permanecía con la mirada fija en el firmamento, se acercó a él y le cerró delicadamente los ojos susurrando unas oraciones con la cabeza gacha, posteriormente, llamó a la policía con una leve tos al emitir el comunicado.

Sabía que volvería a ver a aquella calculadora e indescifrable persona, estaba más que seguro.

Pero lo que Scott no sabía, era que su esquizofrenia embustera y demencia eran las responsables del olvido de que la identidad del asesino de su mujer era él mismo.

De que la búsqueda de INFERNO era perseguir su propia sombra.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro