~CAPÍTULO 32~

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Shanea

Mi familia y yo habíamos decidido olvidar todo lo que tenía que ver con Jeison. Al principio se negaron a dejar la vida a la que ya se estaban acostumbrando, pero después de contarles lo sucedido con mi bebé, el cambio en su actitud y el engaño con Aurora, no dudaron ni un segundo en tomar la ropa vieja que aún conservabamos y volver a nuestra humilde casa de la que nunca debimos de haber salido. La casa había estado desocupada por algunos meses, se habían caído algunas partes y el olor a humedad y viejo era casi insoportable, pero no dejaba de ser nuestro hogar.

Los días se convirtieron en semanas y las semanas se convirtieron en meses, durante todo ese tiempo, jamás había vuelto a saber de Jeison, habían días en los que me preocupaba y pensaba que lo habían lastimado por lo de su padre, pero luego habían días en los que recordaba lo que me había hecho y la ira volvía a renacer en mi corazón. Después de pensarlo por mucho tiempo y hablarlo con mis padres, decidí volver a trabajar en aquel bar del que me habían sacado como un objeto inservible, era como cavar mi tumba, pero no tenía de otra.

—¿Y si consigues otro trabajo? —preguntó mi madre al mirar la ropa que llevaba puesta.

—Ya lo intenté mamá, pero las personas no quieren a alguien sin experiencia. —respondí sin ánimos.

—Este país cada vez se pone peor ¿Cómo quieren que los jóvenes tengan experiencia si no les dan trabajo? Es estúpido. —musitó mi padre con enojo.

—Tranquilos, solo cuiden muy bien a mi hermana y cuídense ustedes, volveré pronto. —Besé sus frentes y salí rápidamente de allí. Tenía que hacerlo por ellos, me necesitaban.

Volví a tomar la misma rutina de siempre, aquel callejón solitario y oscuro que siempre parecía estar observándome, era realmente aterrador. No sabía por cuantas horas había estado rogando para que me dejaran entrar al bar, aquel viejo asqueroso no quería verme ni en pintura, pero por una extraña razón, a la final terminó accediendo. Empecé a atender a los clientes con una sonrisa coqueta demasiado fingida, pero ellos parecían no notarlo, casi siempre tenían sus ojos pegados a mi trasero el cual se veía por la falda tan corta, odiaba esto.

La noche seguía pasando rápidamente, las propuestas indecentes no pararon ni un segundo, siempre buscaban la maneta de cómo llevarme a la cama, pero por dinero, joyas y regalos que me ofrecieran, mi respuesta seguía siendo yo. A la final de la noche, al jefe del lugar me llamó a su oficina ¿Había hecho algo mal? No lo creía, solo había rechazado a los clientes, pero el trabajo de prostituta no me pertenecía, solo era una camarera.

—¿Qué se le ofrece señor? —pregunté con mi mirada baja.

—Necesito que mañana vengas más temprano y te quedes toda la noche. —comentó mientras prendía su tabaco.

—¿Hay algún espectáculo? —cuestioné ingenua.

—Algo mucho mejor y ganarás mucho dinero. —dijo con una sonrisa que no supe describir, pero algo me decía que no era nada bueno.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro