Giorgis_Tapia Eres la única que pidió etiqueta. Muchas gracias por quedarte hasta el final y darle una oportunidad a mi historia. Besos 😘😘💜💜

Shanea

Habían pasado dos día desde que me enteré que Jeison me había dejado por Aurora, porque ella le iba a dar el hijo que yo nunca pude por culpa de su padre. Nuevamente mi corazón estaba destruido y todo, mis ojos hinchados y rojos de tanto que había llorando en esos días, ni siquiera había querido ir a trabajar, me sentía demasiado débil como para fingir una sonrisa ante los clientes, por suerte, mis padres habían sido los de la idea, así que todo estaba bien, si es que podía decir eso.

Me encontraba sentada en el balcón admirando la luna que se encontraba más hermosa que nunca, las lágrimas habían parado por unos segundos, no quería seguir lamentandome por algo que realmente no valía la pena. Pasaron algunas horas y decidí entrar cuando sentí el peso del cansancio atacando mis ojos, pero antes de que pudiera hacer algún movimiento, mi celular sonó con un número desconocido en mi pantalla, rápidamente lo tomé y contesté.

—¿Hola? —pregunté sintiendo una presión en el pecho.

—Buenas noches señorita ¿Es usted la esposa del joven Jeison? —saludó una voz ronca al otro lado.

—¿Esposa? —dije con ironía recordando su nueva relación con Aurora—. Se ha equivocado de número, ese hombre no es nada mío.

—Per... —no seguí escuchando y colgué.

Salí del balcón directo hacia mi cama, aunque aquella llamada no paraba de dar vueltas en mi cabeza ¿Quién era ese hombre? ¿Por qué estaba preguntando por su esposa? Entre tantas preguntas y pensamientos, me fui quedando dormida hasta perder la noción del tiempo. La mañana había llegado demasiada rápido para mi gusto, pero decidí retomar mi vida y salir a caminar para despejar mi mente. Busqué en mi armario algo deportivo que me ayudara a estar más cómoda y salí sin hacer ruido, pues mis padres y hermana, aún se encontraban dormidos.

Habían pasado algunas horas y el sol empezaba a hacerse presente, decidí volver a casa para darme una ducha y volver al restaurante. Mientras caminaba de vuelta, vi a Aurora salir de una clínica extraña la cual no parecía un hospital para saber de un embarazo. No sabía por qué lo estaba haciendo, ni tampoco sabía la razón del por qué mi cuerpo no reaccionaba a lo que yo le pedía, pero antes de que pudiera detenerme, ya me encontraba entrando a aquella clínica para preguntar por Aurora, por alguna extraña razón, sentía la necesidad de preguntar la razón de su visita a ese lugar.

—Buenos días señorita ¿En qué le puedo colaborar? —preguntó una chica joven con una sonrisa noble.

—¿Me podría decir la razón por la que una chica llamada Aurora vino a aquí? —pregunté devuelta rezando para obtener la información.

—Lo lamento, pero esa información solo se la podemos dar a familiares. —respondió haciendo una mueca de disculpa.

—No hay problema, yo soy su hermana. —mentí— ella huyó de casa y estoy preocupada por ella.

—Bien. —musitó alargado sus palabras mientras buscaba los documentos— aquí está —susurró sacando una carpeta azul—, su hermana vino para un chequeo de su embarazo.

—Oh, ya veo. —murmuré sintiéndome tonta, era obvio que solo era para saber de su embarazo.

—Sí, los embarazos con inseminación artificial son muy riesgosos. —comentó ella guardando nuevamente la carpeta.

—¿Disculpe? —pregunté acercándome a ella— ¿Dijo usted inseminación artificial?

—Sí, su hermana dijo que no tenía esposo, pero quería un hijo e hizo el procedimiento. 

Fin.