𝐀𝐫𝐨𝐦𝐚 21

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Esto, todo esto y para siempre... Estoy demasiado confundida, no se que hacer. ¿Por qué esta situación?

—Sakura, Sakura, Sakura. —muchos murmullos, mi cabeza está que  estalla, caigo de rodilla y cierro mis ojos y me tapo mis oídos, ¡no quiero escuchar más!.

—Sakura, Sakura, Sakura

—¡Ya basta! Déjame en paz.

—Sakura mi niña, ¡por fin has vuelto! —seguían murmurando.

—Noooo, ya basta — estoy desesperada.

Los murmullos no cesan, me paro con dificultad, es como si toda mi energía se hubiera agotado en ese instante.

—¿Qué pasa? —susurro.

Me acerco a la mesa y leo donde el libro quedó abierto.

*La familia Li, como todos los vampiros que he convertido, son mi ejército, todos me pertenecen, este es mi legado, el legado de mi familia Amamiya *

Esto me comienza asustar.

Habían párrafos escritos en aquella letra rara que una vez leí, ¿ella sabe varios idiomas? O ¿Éste era su lenguaje?

Tome uno de los libros, el de  tapa negra, pero, al abrir la primera página, leí aquella hoja  por encima, abro mis ojos por lo que acabo de describir, me he asombrado al saber que eran sus primeros diarios de vida.

La verdad tenia mucho miedo, la habitación cobró vida y no solo eso, el ambiente estaba bastante denso, comenzó a salir  una niebla blanca entre gris, es como si yo estuviera en un bosque, no parecía de  día, ni mucho menos  de noche, es como si el reflejo de las ventanas fuera una mentira, hace unos instantes  estaba de día, y ahora la luna llena se refleja en el cielo, y brilla a través de esta…

Comenzó a leer.

....

(1520)

—"Mi vida era un caos, mis padres se estaban divorciando(o bueno, eso aparentar hacer), como siempre mi madre sufría cada vez que mi padre llegaba ebrio de los clubes nocturnos. Ella decidió con todo el dolor de su alma, separarse de él. Pero... Él no quería, la comenzó a maltratar, mi madre le tomó mucho miedo y a mi me comenzó a dar demasiada rabia, una mujer tan cobarde como ella no merecía ser admirada, tenía rabia, mucha rabia. Me daba lástima verle así, pero se lo merece, ella no es capaz  de volar sola, por miedo de ese señor que dice ser nuestro padre. De paso,  no solo maltrataba a mi madre, también a mi y a mis hermanas, ¡maldita sea!, no me gusta ser mujer, si ser mujer es estar aquí y seguir órdenes de un hombre que no te ama y se la pasa maldiciendo su hogar, maltratando  a su supuesto amor y a sus hijas, no quiero ser amada, prefiero ser odiada.

De mis hermanas, soy la mayor de todas, somos tres, tengo 20 años de edad y se como moverme, pero  el idiota de mi padre nos deja enjaulados, como si fuéramos animales, como si fuéramos sus presas.

Muchas veces escapé al bosque con tal de no escuchar sus sermones. Debía planear escapar con mis hermanas, pero ellas no desean dejar a mi madre sola, me da rabia eso.

Decido salir por la ventana, corro un rato por el bosque, debía huir de día, si lo hago de noche, no se que pase a kilómetros más  de profundidad, conozco parte de este, y el bosque ya sabe quien soy, pero no sé qué más animales me pueda encontrar si me voy a lo más profundo.

Decido sentarme cerca  de un riachuelo, lo más hermoso, me quito la ropa y me lanzo a este, no importaba lo fría que estaba  el agua, quería olvidar aquellos ratos amargos.

Me sumerjo dentro del agua, dejó que  el agua haga de las suyas en mi cuerpo, al sentir que me  faltaba el aire, decidí salir.

Me tiro a la fina hierba del bosque desnuda boca arriba, total quién más podría verme, solo la naturaleza y...

—Puede que te resfries si continuas así, no sería nada bueno — me paro enseguida de la hierba y comienzo a vestirme rápido consiguiendo caer, debo estar totalmente roja, nadie me había visto desnuda, a parte de mi madre y ahora ¡Él!

—¿Usted qué hace aquí?, ¿cómo es que llegó aquí? —él ríe  a carcajadas.

—Quién sabe, en este mundo las cosas son diferentes, las maravillas de la naturaleza. —me mira con picardía. Bufo

—No me digas. —le hablo con ironía —¡Dime otra para creerte!.

—Jaja, eres ruda, calma, no pienso hacer nada y tampoco comentar.

—No pues gracias —pongo mis ojos en blanco —Ahora responde, ¿qué haces aquí y a esa hora?.

—Pues, eso también me pregunto, y más una dama como usted.

—No me interesa en lo absoluto. Ya se puede largar, ya vio lo que querías ver.

—No he visto nada, vuelvo a repetir. vine porque quería caminar un rato, la luna está bastante hermosa  esta noche.

Miro hacia el cielo, si la luna estaba llena. Estaba muy hermosa.

—OK. mejor me voy.

—Por qué estabas tú ahí tirada y sin ropa, ¿alguien te ha hecho algo? —me suelto de su agarre de forma bastante brusca, él se asombra.

—Eso, no  te debe importar imbécil, ahora si bye.

—Deberías tener cuidado, en estos bosques no sabes lo que encuentres.

—Si ya lo note. —continuó caminando, mi peor pesadilla.

Había pasado una semana y decidí no salir por un tiempo, era lo mejor, también para  alejar de cualquier persona, o si esa persona desearía que yo fuera. Pero era una tortura cada noche y día en esta casa.

La semana se completa y volví a mi escondite, me siento yo cuando estoy ahí sola, era tarde la noche, la luna estaba en su punto más alto.

—Pensé que no volverías más.

Pego un brinco, estaba por quitarme la ropa. Resoplo de fastidio.

—Ahora me espías, no es muy bueno  de un caballero.

—Da igual— se encoge  de hombros.

—Y ahora ¿Qué haces aquí?

—Se ha convertido en mi lugar favorito de todo el bosque — me mira serio — También soy de aquí del bosque.

—Pero eso. No es... Nosotros no..

—Ustedes viven aquí porque se esconden de la humanidad, ellos algunas veces son malos.

—Tú como...

—Tu padre se cansó de esconderse y tu madre no sabe cómo escapar, tu vida es un asco, pequeña bruja.

—¡¡Oye!!.

—¿No es verdad? He mentido.

Caigo de rodillas en la hierba, tomó el pasto Con fuerza, tenía rabia, mucha rabia; cómo es que este  desconocido sabía tanto de mí vida.

El se acerca a mí y se arrodilla frente mío. Tomó mi mentón para levantar mi cara. Me sonríe.

—No te preocupes, no soy ese tipo de persona  y tampoco quiero hacerte daño, además, si lo llegara hacer sería peor para mi.

—¿Por qué sabes tanto?.

—Por qué en este mundo, existe de todo, sólo que fingimos no saber nada.

—Pero..

—Eres la última bruja más poderosa, por eso el encierro y es normal, tu familia teme morir quemados, además, ¿porque tus hermanas se rehúsan escapar contigo?, por eso mismo.

—Pero, yo ya no quiero — lloro como una niña pequeña gritando, estoy desesperada.

Aquel joven desconocido me abraza con fuerza.

Me calme después de un rato, tenía muchas dudas al respecto pero... Ya no me siento tan sola como antes.

—¿Tú quién eres? —- él sonríe de medio lado.

—Alguien como tú, solo que yo...

—No importa que eres, creo sentirme bien y después de esto se que, serás un gran apoyo para mi.

—Soy Lang Howl

—¿Que eres y qué quieres de mi?, se que si hablaste así de la nada y me estuviste esperando, es por algo.

—Siempre tan directa

—Puede ser.

—Soy un hombre lobo, soy el sucesor de mi manada, mi padre es Lang Moss, casi parecidos  pero no, soy un poco más amable.

—Entiendo

—¿Asustada?.

—¿Por qué debería estarlo?, soy bruja, creo en todo.

Ambos nos sonreímos, nuestra amistad floreció desde ese momento.

Había aprendido muchas cosas y las fuerzas de la naturaleza, él me enseñó muchas cosas de las que yo carecía así que... Decidí aprender más de mi, mis poderes como sacarlos a flote, quería volverme poderosa, tener mi propio ejército pero... No podía dominar a los lobos, ellos son una raza bastante difícil de domar, pero amable, además, me acogieron y no soy tan diferente.

Comencé a crear nuevos encantamientos, nuevos hechizos, por sí necesitaría un día mis poderes.

Así que... Lang me enseñó su territorio, y ahí me quedé, no me volví a ir, había escapado de casa y no volví a saber más de mi hogar, tampoco quería, este hogar me gustaba más.

Dos años después, comencé a reflejar más poder en mi. Ayudaba a curar a los lobos, ellos eran acechados por los humanos. Había una semana de temporada de caza y no solo cazan zorros, osos, gacelas, venados, también cazaban lobos en las noches, los humanos sabían de la  existencia de los lobos, y sabían que ellos algunas veces se comían a sus familias, así que ellos también decidieron atacar.

Con los años, me enamore de Lang y correspondí sus sentimientos, ambos estábamos muy bien, creí en él y lo mismo él en mí, él continuó ayudándome a incrementar mis poderes, todos mis hechizos los Comencé a escribir en mi libro de hechizos así sabría que hacer.

Cada página era un caos, pero yo entendía mis mamarrachos, mis hojas sueltas era la explicación del por qué y de que hice con esos hechizos.

Le dije a Lang que quería experimentar con humanos lo que tenía en mente pero... Había quedado embarazada, era nuestro primer bebé.

Lang tomó el cargo como alfa y muchos no querían que yo estuviera a su lado, pero, venía un hijo de Lang así que todos les tocó  aceptar nuestro amor, era puro y verdadero.

Pasado el tiempo, había llegado al mes sexto, el mes crucial en nuestras vidas, nuestro bebé está experimentando la luna llena dentro de mí cuerpo, pero además de eso tenía mi sangre.

Tenía miedo de perder a mi bebé, pero me llené de fuerzas y no permití  que eso pasara.

Abrí mis ojos del dolor, pero también al recordar aquel momento en mi vida, donde maldije mi generación femenina, me había llenado de odio por ver a mi madre sufrir

Y mis hermanas aceptaron  aquella vida, las maldije y ahora tengo miedo de que aquello se cumpla, pero no me arrepienta, se los merecían por cobardes.

Por  idiotas.

Ahora mi bebé lucha por su vida, pero se que vivirá.

—Från liv till död återupplivar min nya varelse, utan tillstånd att binda till denna varelse.(De la vida a la muerte resucita mi nuevo ser, sin permisos que se ligue ante este ser)

El bebé se comienza a calmar, mi primer hechizo me tocó explorarlo con el que menos debía hacerlo, pero... Era eso, perder a Lang, no quería que él se fuera de mi vida.

Además quería una familia a su lado.

Al noveno mes, nació nuestro primer bebé, es una  hermosa niña, divina de ojos verdes y cabello castaño , se veía hermosa, encantadora.

Sus bellos cabellos brillaban, era como ver la luna y el bosque al mismo tiempo.

Eukarina fue su nombre, ella se convirtió en la consentida de la manada, Lang vivía para la bebé, no consentida ni que ella se cayera.

Con el tiempo volví a quedar embarazada, pero... Había pasado lo mismo, y al llegar al noveno mes, nació otra niña, era nuestra segunda hija.

Rukia fue su nombre, ella tuvo el  color de cabello de su padre, pblanco con finas hileras de plata  y los ojos azules de su padre.

—Sakura, deseo un varón, necesitamos tener un varón, será mi sucesor.

—Pero no importa que sea mujer

—Lo sé, pero es la ley.

—Que leyes tan absurdas, ahora eres su alfa, tu mandas, tú puedes cambiarlas.

—No se puede Sakura, es la ley de nuestra manada.

Aquella noche, fue la primera vez que Lang y yo peleamos, Eukarina tenía ya un año y Rukia apenas un mes de nacida.

Además debíamos esperar a que ellas cumplieran sus cinco años para saber si son  mujeres lobo o si llegarán a ser brujas.

La combinación de poderes es chocante para sus vidas, va en contra de la vida, no estaba bien y lo entendía pero... Nosotros queríamos cambiar el rumbo de esa ridícula leyenda, pero... Comienza a pasar factura.

Volví a quedar embarazada pero nada, volví a tener una niña, y esta se llama Amelia, es hermosa,  ella también  sacó todo de su padre, cabello semi planteado y sus ojos, si los sacó de mi, solo que este verde es un verde menta muy hermoso.

Con el tiempo nuestras peleas eran más bruscas, sus noches de apareos eran más fuertes, él deseaba su varón, pero no podía dárselo y tampoco le iba a decir que hay una maldición en mi familia, creo que las niñas sí serán brujas o tal vez no.

Quién sabe.

Al año decidí no tener más hijos, no quería más, me cerré con un hechizo del no nacimiento, ya no deseaba más hijos, con mis tres niñas estoy bien.

Al pasar el tiempo, un año más, yo a mis 25 años había experimentado tanto, que me sentía asfixiada, quería huir de nuevo.

Tomó aire profundo

Debía hacer algo; las noches se tornan extrañas, Lang no volvió aparecer, habían noches enteras, hasta meses en que él ni aparecía por estos lados.

Me era raro

Después de un año de estar con mis hijas y tener que salir a rebuscar alimento para ellas porque ni la manada me ayudó, me habían dado la espalda, era... Una terrible pesadilla.

A los meses de que Lang volviera me corrió de su  casa pero luche por llevarme a mis hijas, él se quedó con una ya que las dos mayores se acercaron a mí y le gritaron que no iba estar con él.

Lang llegó con su primogénito y su nueva alfa.

Mi corazón se endureció, no lloré, ni lloré y jamás lloré.

Me volví más  fuerte para mis hijas, escapamos a Inglaterra a retomar nuestras vidas.

Este era nuestro nuevo comienzo y era lo que yo estaba esperando.

La perfecta oportunidad.


Continuará...

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