—Da la cara, maldito desgraciado, ven y pelea conmigo —gritó a todo pulmón, varios vampiros salen de los escondites, todo no eran capaces de acercarse a mí, sonrió de medio lado, es como ese cobarde.

Iba a ingresar a la casa de los Reed hasta que varios vampiros por fin reaccionan y se lanzan contra mí, Tomoyo y Meiling comienzan a atacarlos, mientras tanto, aprovecho para ingresar a la casa.

Veo que otros vampiros que estaban dentro de esta casa, se tiran encima mío, por mi parte la furia se había apoderado de mí, esto no es un juego y estoy cansada de jugarlo, no más.

Paralizó a los vampiros y les sacaba el corazón sin piedad alguna, quien los manda escoger el bando equivocado y más  de un imbécil que solo actúa sin pensar.

Le di la oportunidad de vivir una vida sin el idota de su padre, pero no, no contento, se aprovecha de nosotros llevándose a mi hijo con él.

¿Quién en su sano juicio hace tal cosa?.

Después de acabar con todos esos vampiros, mis manos estaban bañadas de sangre, paso mi fina lengua por estas, la saboreo y, agh ¡Qué asco!.

Susupiro, comienzo a subir las escaleras, todavía tengo el estúpido olor de esas tonta en mi nariz, era fácil llegar donde estaban ellos.

Escondo mi presencia con un hechizo así no les alertó mi llegada y ellos no huyen.

Con lo cobardes que son...

Llegó a la habitación del fondo e ingresó a esta azotando las puertas.

—Devuélveme a mi hijo —gritó a todo pulmón. Comienzo a escuchar el llanto de mi hijo, era la primera vez desde que nació qué llora, mi pulso se acelera y la cólera invade mi ser.

Camino hacia el centro de la habitación, llegando a las ventanas de aquel despacho, ahí estaba sentada ella con mi bebé y Kimihiro al lado de ellos dos con una estaca de plata, empuño mis manos, si él llega atravesar el corazón de mi hijo con eso, no habría salvación alguna.

Estoy furiosa como se puede desquitar con un infante, ¡¿qué carajos les pasa a esos idiotas?!.

—¡Pasame a mi hijo! —exijo.

—¿Qué carajos te crees para pedir algo, no estás en posición, no crees? —trato de acercarme y el posiciona la estaba en el corazón de mi bebe, mi corazón se acelera — No te acerques hermosa Sakura o tu bebé muere —él suspira con fastidio — ¡Aunque debe morir! — frunzo mi ceño — Te puedo hacer el favor y gratis.

—Cállate, ¡maldito desgraciado! — explotó — QUITA TUS JODIDAS MANOS DE MI BEBÉ, PASAMELO O SUFRIRÁN LAS CONSECUENCIAS.

Él ríe a  carcajadas — ¡Qué tonta! —se acerca a mi pero le deja la estaca a esa estúpida — ¿Crees que no escuche lo  que esa bruja te dijo mientras te salvaba? ¿Quién más estuvo contigo cuando te envenenaron? Lo que hace el hambre ¡Verdad! Me facilitaste toda mi venganza, hermosa bruja — acaricia mi cara, quitó su mano de un solo golpe

—¡No me toques!

—Depende de ti para salvar a tu demonio —me tomo de la cintura y me pega contra su cuerpo. Gruño

—No le digas así, él no es..

—Es un maldito demonio y punto. Hay que ser sinceros —me tomó del cabello con fuerza — Ahora que sigue, el rey demonio, la nueva era de tus creaciones, Sakura .

—Callate, callate, no sabes lo que dices, eres un ignorante, un niñito que jamás supo nada, que solo se dejó manipular de su padre a diestra y siniestra. Te di la oportunidad y te importo poco. —colocó una mano en su abdomen — Mumifiering (momificaicom— y rápidamente y le hago el mismo hechizo a esa perra quita maridos, tumbó de un golpe a Kimihiro alejandolo de mi. Y  corro donde está la tonta esa y  tomo a mi bebé.

Salgo de ese despacho rápido, y se lo llevó a Meiling, la veo que termina de matar a un vampiro y me mira. Corre hacia mi.

—Mei, te lo encargo por favor, alejate lo que más puedas de este territorio, después nos contactamos. —ella asiente y sale corriendo de la mansión Reed, veo que unos vampiros  quieren ir detrás de ella pero... Levanto mi mano —Smärta (dolor) — después cierro mi mano — gå död (Muere) automáticamente los diez vampiros mueren. Los otros 10 me miran con miedo y se arrodillan ante mí, sonrió de medio lado, les perdonaré  la vida, aunque... Me parece que deberían recibir un castigo. Ya que 20 de ellos iban a perseguir a una mujer con un bebé en sus brazos, que poco caballeros de su parte.

Suspiro con cansancio, mejor luego veo eso, subo rápido al segundo piso. Tengo cosas por que saldar aquí con ciertas personas.

Retiro mi hechizo y los dos comienzan a respirar, me siento en una silla esperando a que ambos se repongan, sería de muy mala educación aprovecharme de este par sin que ellos se defiendan, no me gusta pelear así.

—Aunque los dos no sean de mi nivel les daré una ventaja, pueden venir atacarme o salir corriendo por esa ventana. Ustedes deciden. —ambos me miran mal, sus colmillos salen y sus ojos se ponen rojos.

La primera en lanzar encima mío fue ella... La verdad no recuerdo su nombre. Así de importante es ella en mi vida.

Me da un fuerte puño en mi cara mandándome contra la biblioteca, rio suavemente  y lamo mi herida, me había reventado el labio, le sonrió.

—¿Eso es todo? Te di ventaja y así la desaprovecha? No cariño —me acerco a ella a una velocidad que ni ella se imagina — No solo soy una bruja. También soy vampiro —acerco mis labios a su oreja — Shaoran me convirtió — sus sangre se calienta, que emocionante se va poner esto.

Ella comienza a lanzar varios puños, que muy fácil se los esquive. Salimos disparadas al ante jardín de la mansión, varios de nuestros vampiros  habían llegado y en esos veo a Shaoran.

—Oh, llegó mi esposo —la miró a ella con una sonrisa socarrona, cosa que afectó más su ira. Pues ahora sí la chica pelea de verdad y eso es impresionante.

A los minutos, ella se cansa —Sabes algo, espero que lo hayas disfrutado ante mi ausencia, no creo que haya sido lo mismo pero... Fuiste su momentito. Algo rápido y sin importancia, eso fuiste para él —ella me mira con sus ojos bastantes rojos. Sus colmillos rechinan —Sabes también, te apuesto que no has disfrutado a Shaoran tanto como lo he hecho yo. La manera en cómo él me toca, me besa, me mira. Jamás serás yo, por qué el a quien ama es a mi

—CALLATE.

—Osea que PERDISTE tu  tiempo convirtiéndote en vampiro. Aliándose con estúpidos y matando a los que sí te querían. Pobre estúpida.

—CALLATE

—Pues no me callo, sabes algo zorrita, eres un desperdicio de persona —se me lanza encima y me comienza a golpear, detengo esta vez sus golpes, ya me había divertido mucho, me rio en su cara y la mandó lejos de mi de un solo golpe.

—MALDITA — grita —EN VERDAD YO LO AMABA Y TÚ ME LO QUITASTE, TE ODIO SAKURA, TE ODIO.

me acerco rápido a ella y la levantó del cuello — Me importa poco tu odio contra mi, si tu me odias no sabes como te repudio yo. Y más que te llevaste a mi bebe, por eso —metí mi mano en su pecho directo a su  corazón, ella pierde el aliento y me mira con sus ojos llenos de terror y lágrimas a la vez — Sabes algo, me divertí esta noche. Gracias — le saco su corazón, la tiro lejos de mi al igual que su estúpido corazón.

Mi mano está llena de sangre, cuando la iba a lamer sentí un fuerte golpe.

—Hijo de tu... —eso sí me había dolido.

—Esto también me lo pagas, ¡como pudiste matarla!

—¿No viste como la mate? Me da pereza explicar, pensé que lo habías visto —mi sarcasmo es mi mejor arma — ¡No  me digas que te enamoraste de las sobras de Shaoran?. —él empuña sus manos —Siempre en los puestos inferiores a los demás.

—Sakura, ya basta deja de decir eso, no alimentes su irá.

—Es lo que quiero, quiero que él sufra por poner a llorar a mi hijo. Quieres ver a una madre malditamente enojada aquí me tienes idota. Vamos acabar con esto. —Kimihiro me da un fuerte puño y me envía lejos, me paro rápido y veo que Shaoran se le va encima.

—¡NOO! — él no debía meterse en mi pelea, ambos se daban bastante duro, uno contra el otro, Yuna se acerca a mi  para evitar que me meta en esa pelea y el gran problema es que, estoy cansada y Yuna tiene mucha fuerza, ¡No me podía  soltar!. —aflojó un poco mi cuerpo, ya me había calmado.

—Yuna, busca la estaca por favor, no me quiero llevar ninguna sorpresa ... BUSCALA. —le ordenó.

—Si iré a buscarla pero Sakura, por favor, no te metas en eso.

Asiento en afirmación y comenzó a caminar hacia donde estaba Eriol; Shaoran tenía a Kimihiro en el piso dándole un golpe tras otro. Ese era su momento y debo reconocer que Kimihiro esta vez se lo tiene merecido.

—¿Para dónde vas, estúpida? —me toman del cabello y me clavan una estaba en la espalda, me habían perforado un pulmón, toso la sangre acumulada en mi boca.

—Cof, cof.. Quien... Eres... —Artículo un poco mis palabras.

—Tu peor pesadilla,   corazón — miró que Shaoran deja de golpear a Kimihiro lo suelta ante la mirada de esta persona que todavía no se quien era, pero que su voz es de hombre.

—Primito. Si no vengo te matan —se ríe a carcajadas —¿Qué carajos haces?, nuestro objetivo no son los Li, es esta bruja, ella es la que nos hizo todo  esto —trato de negar pero él no deja, sigo torciendo sangre, me duele esa herida.

—¡Casi que no llegas! —por fin habla el idiota.

—Suelta a mi esposa en este instante Yurey — Shaoran está apunto de acercarse, pero  este idota hunde más la estaca.

—Ahhh... —grito — No... Shao... Aaagg

—Hazle caso, la está pasando mal —suspira con cansancio —Estaba haciendo unos trabajos apartes. Ya sabes que debía acabar con la familia —abro mis ojos — Sí, sí. Las hijas de Sakura Amamiya han muerto y podré estúpido que esta con  ellas, también murio por meterse en mis planes.

Mis lágrimas comienzan a salir, trato de acercar mi mano a mis collares, Shaoran negó con suavidad, pero no había de otra, siento la furia de Sakura Amamiya y como madre la entiendo hasta yo... Lo mataría.

—Ahora a matar a tu demonio por hijo y… —saque mis últimas fuerzas y tire de mi collar.

—JAJAJAJAJAJ... —rio sin control alguno.

....

Creo que Sakura tira con fuerza sus collares, eliminando el sello de Sakura Amamiya. Comienza a reír como loca y el dolor que tenía... Ya no se le veía dolor.

—Tontos vampiros, que no se dan cuenta que yo soy su creadora, ustedes son mis marionetas, mis juguetes de diversión, pero veo que no se portaron bien, como debía de ser..

—¡Pero que!

Veo que a ella se le ilumina la mano, coloca esta en su pecho y de  un fuerte poder sale de su manos  enviándolo lejos a ese idiota.

—¿Qué dijeron? ¡Qué podían matarme!, pues no. Volví y ahora destruiré lo que con mis manos cree... Ustedes —señala para todos los lados — Todos deben morir ahora mismo.

Un fuerte escalofrío recorre mi espina dorsal, ¿que carajos acabas de decir  Sakura?

Continuará...