Misterios Enterrados

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No había mucho tiempo más para continuar con mi visita, el hechizo de Lisa tenía un tiempo de caducidad. Por lo que una vez arrojada mi tapadera con mis padres, era hora de salir de ahí.

Y lo deseaba con locura, sentía que cada rincón olía a Rose, pero ella no estaba allí. No estaba por ningún lado y nunca volvería.

-Es bueno que ahora puedas viajar gracias a tu trabajo -exclamaba mi padre sacándome de mis pensamientos.

La mejor mentira que inventé fue: Viajar en busca de diferentes historias, todo patrocinado por El Daily Web News. Parecía irreal que un trabajo tan soñado que había anhelado por mucho tiempo ahora me importaba una mierda. No había un rastro del SeokjIn periodista que había comenzado este camino con ganas inmensas de crecer, de ser reconocido en lo que deseaba. De sobresalir y sólo superar una antigua relación que pareciera ser de otra vida. Esos eran mis problemas antes. Pagar el alquiler, tener una buena historia y olvidar un ex novio imbécil, lo que deseaba que fuera tan simple de nuevo.

Conocer a TaeHyung dió a mi vida un giro de ciento ochenta grados, y creo fervientemente ahora que si no llegaba a conocerlo, todo hubiera sido peor. Habría sido peor definitivamente. Jae Joong me buscaba antes de siquiera cruzarme con TaeHyung, cuando era una simple criatura que se cagaba rn los pañales, podría haberme cazado en cualquier momento y tenerme encerrado como lo había hecho en el pasado, pero sin tener un TaeHyung que quisiera dar su vida por mi.

Era tanto una bendición como una maldición, y ahora que era esta nueva bestia indómita intentando encajar en un mundo en el que no había lugar para mí, TaeHyung era lo único bueno y positivo . Y era todo mío.

Aunque habían pequeños retazos de su rechazo inminente a mi nueva naturaleza. Para mí seguía siendo mío.

-Sip, viajaré mucho. No podré verlos seguido y de hecho ya debería de irme. Tengo un artículo que terminar para mañana a primera hora -exclamé con una sonrisa fingida que me hacía doler hasta los huesos.

-Oh, pensé que podían quedarse a cenar -decía mi madre mirando entre Lisa y yo.

-Lo sentimos mamá, pero Lisa tiene trabajo pendiente también y como dije, tengo un artículo que entregar a mi jefe George -parecía estar hablando de otra vida.

Una vida que parecía haber dejado atrás hace mucho tiempo, pero en realidad no era así. Haber llegado a dónde estoy había sido terroríficamente veloz. Las cosas buenas se hacen desear y las miserias no tardan en llegar.

-De acuerdo, entonces... Esperamos tu siguiente visita, mi cielo -decía acercándose y acariciando mi mejilla.

El toque de mi madre era cálido y lleno de amor. Me hacía mierda por dentro.

-Antes de irme -exclamé con la garganta cerrada-. Quisiera llevarme algunas fotos que tienes de-... -relamiendo mis labios agachaba la cabeza.

-Si, cariño. Llévate lo que desees. Su habitación está tal cual la última vez que salió de aquí -susurraba con ojos húmedos.

Dios, no podía verla sin sentir que quería desgarrarme mi propia garganta, como había hecho con la de mi hermana.

-Me llevaré una foto que he estado extrañando ¿Puedo subir a buscarla? -pregunté.

-No me pidas permiso. Ve, te guardaré una carne al vino tinto que hicimos con tu padre para que tengas. Ya vuelvo -me decía amorosamente.

-En el trabajo nos regalaron una buena botella de vino añejo. Déjame dártela, tu madre y yo no bebemos -decía mi padre yendo en busca del vino que jamás beberé mientras mi madre guardaba comida que jamás probaría.

Cuando subía, podía sentir el aroma de Rose en el pasillo, era una locura, habia pasado mucho , mucho tiempo pero muy por debajo del aroma de mis padres estaba el de ella. Los recuerdos de su aroma se mezclaban con el recuerdo del sabor de su sangre que podía sentir en mi boca cada noche desde que caía el sol. Yo no dormía, mi consciencia menos. Entrando rápidamente en mi vieja habitación, todo estaba igual. Mi madre se había negado a cambiar algo cuando me mudé.

Todo estaba allí, parecía otra vida y cuando miraba las fotos que adornaban mi espejo, veía toda una vida que había dejado atrás. Miraba mis fotografías donde yo salía en ellas y ya no me veía así. El chico de las fotografías había sido alguien ruidoso, caprichoso y con rabietas emocionales que lo ponían al borde. Un chico al que lo habían roto de múltiples formas para llegar a ser lo que era ahora.

Ni siquiera me veía igual, ahora mi piel estaba mas pálida, labios demasiado rojos... Unos ojos antinaturalmente celeste pálidos y luego, cuando la bestia se dejaba ver eran negros como alquitrán, un demonio en toda su maldita expresión. Una cosa aberrante que no debería de existir.

Yo no tenía derecho a seguir caminando entre los vivos, pero aquí estaba, pretendiendo ser algo que ya no era para no seguir arruinando a mis padres. Tomando las fotos que necesitaba iba escaleras abajo, pero no podía evitar frenar y meterme en la habitación de Rose. Los colores rosa y amarillo pastel seguían predominando en su habitación. Todo el espacio cuadrado olía a ella y cuando llegaba a la punta de su cama su bandana favorita de color violeta estaba allí.

Tomándola con mano temblorosa la llevaba a mi nariz y sentía su aroma fresco allí, como si ella siguiera con vida. Haciéndome desear que apareciera por esa puerta gritando mi nombre y esperando un abrazo. Pero eso no iba a suceder porque estaba muerta. Y yo había sido su verdugo. Mi garganta estaba pesada, cerrada, mis ojos ardían y mi puño apretaba la bandana que luego guardaba en mi bolsillo y tomaba la foto más recientes de su espejo y la llevaba conmigo.

Cuando estaba a punto de salir, un aroma diferente entraba por la ventana abierta. Acercándome miraba hacia afuera. La ventana de Rose daba hacia la parte trasera de la casa, a la distancia no notaba nada extraño, fuera del aroma de los guardias (muy humanos) que TaeHyung había mencionado le había puesto a mis padres. Pero había un aroma más, estaba a punto de saltar por esa ventana para seguirlo, pero mi madre entraba a la habitación.

- ¿La extrañas demasiado, no? -susurraba con ojos húmedos.

Su frágil imagen y su voz temblorosa me provocaban un nudo en mi garganta y solo me acercaba en silencio para apretar en un fuerte abrazo a la mujer que arriesgó demasiado al quedarse conmigo, sabiendo lo peligroso que era. Ella me amó sin condiciones, nunca me hizo sentir menos. Nunca marcó una diferencia entre su hijo adoptivo y su verdadera hija, la que ahora no tenía. No tenía a ninguno, porque yo solo era una pequeña porción de alguien que ya no existía ni volvería a existir.

Y no me gustaría saber el colpaso que mis padres podrían llegar a tener si supieran que sus dos hijos estaban muertos. Tomando coraje y reteniendo a mi madre un poco más, decidíamos bajar finalmente. Ambos tenían una canasta para mí preparada, volvía a despedirme con el corazón roto y salía de allí con un dolor sordo. Lisa estaba parada a mi lado en silencio una vez que la puerta se había cerrado detrás nuestro.

-Sé que tú lo tomas como una despedida. Pero no tiene que ser así ¿Lo sabes, cierto?

Apartando la humedad de mis ojos amielados (completamente falsos) la mirada fijamente. Su rostro era una mezcla de compasión y otro poco se rehusaba a verme de esa forma sabiendo de antemano que me molestaría. Aunque nunca podría enojarme con esta mujer. Gracias a sus habilidades, mis padres seguían cuerdos y en cierta forma anestesiados a la realidad de aquí afuera.

-Sería peligroso volver... Es peligroso seguir parados aquí -susurré. Mirando hacia adelante, veía el auto de TaeHyung estacionado, estaba afuera, sentado en el capo esperándome, pero nuevamente ese aroma que había sentido mientras estaba en la habitación de Rose, volvía de nuevo, mezclado en el aire.

- ¿Jin? ¿Sucede algo? -preguntaba Lisa, de inmediato le daba la canasta para seguir el rastro, venía de detrás de la casa de mis padres, otra vez.

-Aguarda aquí -eran mis últimas palabras para seguir ese aroma desconocido y desaparecer de al lado de Lisa inmediatamente gracias a estas habilidades.

-Pero ¿Jin?-...

Cuando notaba la velocidad con la que SeokJin salía corriendo, mis pies arrancaban de inmediato en dirección a Lisa.

- ¿A dónde fue? -pregunté de inmediato-. ¿Qué te dijo? -la ansiedad y desesperación se escuchaban en mi voz.

-No lo sé. No me dijo donde iba solo me dió las cosas y se fue.

De la calma a la ansiedad hay un sólo paso, mi olfato no era tan bueno como el de los vampiros, pero la brisa ayudaba y notaba que SeokJin de hecho no estaba lejos, así que me echaba a andar en dirección a la vuelta de la casa de sus padres. Y allí estaba, parado frente a...

- ¿Hyungsik? -susurré ante la imagen de su ex compañero de trabajo.

Parpadeando veía al tipo mirarme fijamente y por la mirada que me daba, me recordaba que yo no era exactamente su persona favorita.

- ¿Hay espacio para uno más en tu auto? -decía SeokJin sin verme, sus ojos estaban fijos en su ex compañero de trabajo.

Había algo ligeramente diferente en ese hombre.

- ¿Jin? -pregunté confundido.

Sus falsos ojos amielados se posaban en mí-. ¿Hay lugar? Sino tendré que hablar con Hyungsik en otro lugar.

Había algo cauteloso en la voz y apariencia de SeokJin y Hyungsik se veía constantemente atento y en guardia. Pero la cabeza de SeokJin estaba vacía, sin darme indicio de nada.

-Por supuesto -respondí.

Cuando estábamos camino a lo de Tae, había optado por sentarme atrás junto a Hyungsik quien no dejaba de mirarme con su ceño fruncido.

- ¿Dónde has estado? -preguntaba.

Volteando mi cabeza para verlo, notaba como me veía, él sabía que yo no era el mismo y yo podía sentir que había algo diferente en él.

- ¿Por qué estabas merodeando la casa de mis padres? -pregunté sin vueltas.

Él apretaba sus dientes-. Porque hace años y medio recibimos la llamada de tu madre anunciando el fallecimiento de tu hermana y reportando tu ausencia, por este motivo estaba allí.

Entre cerrando mis ojos lo miraba con cautela.

-El puesto de trabajo sigue vigente ¿No volverás? -preguntaba intentando parecer relajado-. Te ves tan diferente -susurraba.

Por el espejo retrovisor mis ojos se encontraban con los de TaeHyung.

-Creo que por alguna razón, tú ya sabes que no soy el mismo que conociste -susurré sin quitar mis ojos de él.

Podía sentir la ansiedad, nervios y un sutil aroma a temor debajo de su piel.

-Hueles diferente... También te ves diferente -mencioné.

TaeHyung fruncía el ceño desde el asiento del conductor.

- ¿Por qué estabas afuera de la casa de los padres de Jin? -le preguntaba.

Hyungsik cambiaba su mirada hacia TaeHyung-. Soy un fotógrafo periodista. Rose murió hace año y medio, sus padres apenas tenían fuerzas de justificar la ausencia de su hijo al que no se lo encontró por ningún lado luego de la perdida de su hermana menor, quien por cierto tenía gran potencial para ser un escritor periodista de los buenos... Y luego nadie supo nada de él. Algo andaba mal y quise ave-...

-Husmear dónde no te corresponde -dije seriamente a su lado.

Hyungsik cambiaba su mirada hacia mí, yo ni siquiera estaba mirando-. Estoy seguro que habrás leído la cantidad de emails y los llamadas perdidas de Recursos Humanos del Daily. El mismo George te llamó más de una vez. Yo lo hice...

- ¿Y? -dije mirándolo finalmente-. Apenas y me conocían ¿Que importaba?

Hyungsik fruncía su ceño-. ¿Cómo hiciste para pararte frente a tus padres con esa apariencia y que no notarán el cambio?

Su voz era grave y había cierta cautela, incluso estaba sintiendo temor, lo estaba mirando fijamente y no había notado que TaeHyung había detenido el auto.

- ¿A qué te refieres exactamente? -pregunté con una sonrisa ladina.

Una actitud que definitivamente no tenía cuando estaba vivo.

- Sabes a qué me refiero -decía apretando sus dientes.

- Iluminanos -decía TaeHyung desde el asiento delantero.

Hyungsik estaba tenso-. Tener acceso a lo que sea con mi carrera laboral, se pueden descubrír muchas cosas. Un poco de investigación por aquí y un par de preguntas por allá... Y te das cuenta que este mundo es una mierda y que no sabes cuándo podría ser tu turno para ser el siguiente en morir o unirte al lado oscuro.

Frunciendo mi ceño me le quedaba viendo un momento. Había algo muy diferente en Hyungsik ahora.

-Eres un licántropo -susurraba TaeHyung.

Dejando a Hyungsik helado.

Los pensamientos ruidosos y desordenados de Hyungsik, eran insoportables.

- ¿Qué soy qué? -decía con nerviosismo.

«¿Qué mierda eres?» escuchaba que se preguntaba en su cabeza.

-Soy un dhampir -respondí sin inflexión en mi voz-. Y al parecer nunca viste uno.

Los ojos demasiado abiertos del tipo, eran algo casi cómico.

-Se supone que no hay muchos de tu especie -susurraba.

-No la hay. Los mestizos como yo han sido cazados los últimos tiempos -respondí observándolo con calma.

El me sostenía la mirada y luego miraba a SeokJin-. ¿Por qué tú puedes salir de día? -le susurraba.

SeokJin suspiraba-. Soy un caso especial, la pregunta es ¿Cómo supiste al respecto? Oh, ya sé -su forma pacífica y algo burlona a la hora de mantener esta conversación con Hyungsik, me demostraba lo mucho que a SeokJin le incomodaba ser lo que era con personas que lo habían visto y conocido como el ser humano ruidoso que solía ser-. Por tratar de averiguar qué carajos pasaba conmigo te viste involucrado el lugares complicados, con gente que no era de confianza y ahora eres esto. Me pasó exactamente lo mismo. Ahí tienes tu respuesta -cuando se acercaba a Hyungsik tan repentinamente, mi corazón se detenía.

Lamentablemente sigo sin soportar que su atención sea de alguien más. Carajo, los celos burbujeando en la boca de mi estómago me hacían sentir como si tuviera dieciséis otra vez, y ya había pasado mucho tiempo de eso.

-Fuiste tan imbécil que al buscarme terminaste en tierras desconocidas y alguien te mordió por accidente... ¿Cierto?

Hyungsik fruncía su ceño-. Ser un vampiro te volvió un insoportable y para que conste, no fui una víctima. Fue una transformación consensuada -su rostro se volvía rojo de la vergüenza.

-Oh, interesante -mencionaba SeokJin. Era muy insensible al respecto.

-Él entregó su humanidad para saber de ti. Estaba realmente preocupado -me encontré diciendo, sin embargo.

Los ojos de SeokJin se encontraban con los míos y podía notar la marca de tensión en su mentón.

-Exacto. Saben mucho de ti, pero a la vez nada. Y se dice que hay dos de tu especie. Excepto que uno es sumamente peligroso y tú su neofito. Su creación... Muchos le temen al otro vampiro, pero tú también infundes temor -susurraba.

-El otro es mi hermano -exclamé llamando la atención de Hyungsik hacia mí una vez más.

-Así es. Lo mío no fue un simple ataque, estaba más que planificado desde mi nacimiento. Su hermano mordió a mi verdadera madre cuando estaba embarazada de mí -el tono duro de SeokJin y las palabras que había empleado me recordaban que me había cruzado con él en el momento justo.

Pero aún así, no lo pude salvar. Hubiera sido mejor que mi hermano me tomara a mí en su lugar, como siempre lo había deseado, pero yo siempre me escurría de él como agua entre los dedos.

- ¿Cómo hiciste con tus padres? Recién ¿Se los dijiste? -preguntaba Hyungsik y SeokJin resoplaba.

-Tae, avanza. Charlaremos de lo que tú desees una vez que tenga el ánimo para hacerlo y para eso, necesito beber un poco antes -decía con un tono frío que me ponía los pelos de punta. Especialmente porque era seguro que se alimentaría de Jimin-. Y tú también vas a decirnos todo lo que sabes -decía a Hyungsik.

Indirecta recibida: Necesita a Jimin.

- ¿Qué tan seguro es que te lleve conmigo? -pregunté a Hyungsik, intentando no pensar en lo que SeokJin haría una vez que lleguemos.

-La manada de la que soy parte no busca pleito alguno. Es pequeña y apartada de las más grandes. Hay un acuerdo de paz con los nocturnos de todas formas -mencionaba con calma.

-Bien -exclamé andando de nuevo.

La pesada mirada de lástima de Hyungsik me tenía al borde de perder la paciencia. No podría haber sido más estúpido de entregarse solo por un poco de información sobre mí.

- ¿Podrías dejar de mirarme? Está comenzando a molestarme -dije secamente.

-Lo siento. Es que se rumoreaba que tienes "Labios rojos como la sangre y a causa de ella. Cabello negro como el ébano y piel blanca como la nieve con hermosos ojos color cielo y hombros anchos"... Pero tus ojos están iguales.

Sin decir nada y de forma rápida me quitaba las lentillas para tirar las sin apuro por la ventanilla del auto. Si quería ver qué realmente no era yo, lo iba a complacer, así que cuando lo miraba notaba su expresión.

-Mejor desilusionar al público de entrada ¿No? -dije desviando mis ojos de él.

La forma en que todos me miran la primera vez que se cruzan conmigo (y especialmente aquellos que vieron mi lado humano) siempre están entre el asombro, el rechazo y la lástima.

-Sí, te ves tal cual como te detallan -susurraba-. ¿Qué se siente ser una bestia con ojos de cielo?

- Porque no me respondes mejor ¿Qué se siente ser un perro?

La indignación en la cara de Hyungsik había valido la pena de mi comentario. Sus bonitos ojos negros incluso habían centelleado en un color verde esmeralda que repentinamente me recordaba una de mis pesadillas de cuando estaba cautivó y mi sonrisa de culo engreído se desvanecía.

- ¿Qué sucede? -me preguntaba Lisa mientras TaeHyung estacionaba.

Habíamos llegado y ahora tenía seis pares de ojos sobre mi esperando una respuesta.

-Cuando estuve cautivo y Jae Joong usaba a su bruja, Astrid, para que no me dejara descansar en paz, una de mis pesadillas incluía a Hyungsik siendo un licántropo -respondí. Y de repente recordé otra cosa, frunciendo mi ceño-. Ese mismo sueño incluía a Rose.

Lisa me miraba con suma seriedad-. Soñaste que él era un licántropo y ahora lo es... ¿Cómo era ese sueño con exactitud?

Suspirando rascaba mi nuca-. Si es de suma importancia te lo diré, pero luego -dije mirando a Hyungsik.

«No sé si Hyyngsik es de fiar como para decirle que yo fui el animal que atacó y mató a mi hermana»

TaeHyung me miraba y asentía-. Bajemos, es hora de hacerle unas preguntas a nuestro fotógrafo metiche -decía con su voz grave.

Cuando entrabamos, encontrábamos a Jungkook sentado en el centro de la sala con un rostro consternado. Y a decir verdad, debería de estar descansando no estar sentado solo y en silencio en el medio del comedor. Su ceño se fruncía cuando veía que entrabamos con Hyungsik.

- ¿Es un perro? -cuestionaba Jungkook, señalandolo.

-Carajo, soy un licántropo. Si fuera un perro me orinaría con sumo placer en tu pierna, quien quiera que seas -decía.

Jungkook encendía sus ojos rojos mostrando sutilmente sus dientes-. Quiero verte intentarlo.

Hyungsik se escondía detrás de mí mientras yo sacudía mi cabeza.

-Descuida, si no tienes motivos para que te ataque, no hará nada -decía TaeHyung mirando a Hyungsik pegado detrás de mí con ceño fruncido-. ¿Sucede algo Jungkook?

El vampiro relajaba sus rasgos y suspiraba-. Tengo tres noticias para ustedes-...

-Kook, esto no es sangre de animal -decía una voz viniendo de la cocina.

Jungkook resoplaba-. Bueno, tengo dos noticias para ustedes -añadía.

La voz pertenecía a Lucas, el dhampir amigo de TaeHyung que trabajaba para el V'okkultizme y a quien no veía desde mi primera transformación aquí. El mismo que me había defendido cuando era un simple bebé al que Jae Joong quería secuestrar para sus planes enfermos.

-Oh, woah... Te ves diferente a lo que recuerdo de la última vez aquí -balbuceaba en mi dirección.

- ¿No parezco una bestia irracional? -murmuré-. ¿Cuáles son las otras noticias? -pregunté a Jungkook antes que TaeHyung.

Jungkook se ponía de pie-. Eh... Nos contactó por primera y única vez la Legión Sangrienta.

"¿Qué?" Mi asombro verbalizado al mismo tiempo que TaeHyung quien me miraba justo en ese instante.

-Sip, ellos quieren verte. Saben que estás aquí con TaeHyung -mencionaba Jungkook.

Justo lo que deseaba, como por arte de magia la Legión Sangrienta, sede inmensa llena de los mejores brujos, quienes no tenían, ni gastaban tiempo extra en nadie, querían verme. La pregunta real era ¿Que tan jodido estaba? Porque no era por arte de magia simple que supieran dónde encontrarme. Sino que la pregunta era ¿Que deseaban ellos de mí? Yo sabía lo que quería de ellos.

- ¿Cuál es la tercer noticia? -preguntaba TaeHyung, sacándome de mis pensamientos.

-Oh, esa. Se me olvidaba. Tu mascota se fue -soltaba para mí.

- ¿Jimin... Qué? -era todo lo que lograba articular.

Demasiado en un día. Jodidamente demasiado en un maldito día.

Dos personajes viejos volvieron, espero los recuerden 😅 siempre trato de repetir igual quienes eran y que hacían.

¿Qué querrá la legión con SeokJin? Recordemos que él necesitaba de la ayuda de TaeHyung para llegar a ellos y sin embargo ellos vinieron a él. Y ¿JIMINAAAH?

Lxs leo ❤️

Con amor niñita Nanykoo 💜

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