One Shot 12: Montaña Rusa.

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     Dicen que una de las etapas de quemar un relación consiste en que llega el punto en que no puedes verlo, escuchar su voz, oler algo que te recuerde a esa persona, porque lo odias, lo odias infinitamente, porque no lo soportas, porque te parece falso, mentiroso, traicionero.

En esa etapa ando ahora.

Mis lágrimas están a punto de salir y trago hondo pasando el nudo fuertemente. Es como si me ahogara, pero no lo hace.

Sigo sentado casi a unos metros cerca de los controles en el estudio, sigo escribiendo en aquella libreta con el impreso de Selena que él me regaló.

Arranco la hoja y la aplasto cuando escucho a Chris cantar aquella parte de la canción que le insistía a Joel que cantara hace años, pero por alguna razón jamás quiso.

—Dímelo Eri, ¿qué e' lo que hay de nuevo pol aquí?

—Pues... Yo —Titubeo y al ver la cara de espera de Zab río con nerviosismo, pero sigo riendo cuando veo a Richard entrar con ganchitos de varios colores en sus trenzas.

—Me estaba tomando una foto, que me veo Fashion, dice Aaliyah.

Vuelvo a reir y siento a Zabdiel aun mirándome con intensidad.

—No no sé, ¿les apetece salil hoy a tomal algo?

Richard se tumba a mi lado derecho en el mueble mientras saca una barra de chicle y nos ofrece, yo me niego —Sísi, no tengo nada qué hacer en la noche.

Juego con mis manos que están encima de la libreta sintiendo miedo de que, no sé, que alguien sepa cómo me siento, que alguien sepa todas las cosas horribles que han pasado por mi cabeza. Comienzo a transpirar.

Escucho el sonido de la puerta pero mi mirada sigue baja.

Últimamente siento que no encajo en ninguna parte, ni con ellos. Es como si la razón por la cual mi paz mental se acababa me hubiese mantenido allí, y ahora que se fue, y se supone que debo estar tranquilo y feliz, no lo estoy.

—Saben que yo no me puedo anotar.

—Compramos las bebidas y las llevamos al apartamento de Richard, o vamos al parque, tú tranquilo —Dice Christopher.

—¿Y a ti quién te invitó?— le pregunta Zabdiel seriamente, pero después ríen.

—Me apunto—Digo sonriendo de medio lado, pero apretando la libreta.

Todos me miran un instante.

Lo saben.

🤧🤧🤧

     Fue mala idea colocarme suéter sin sudadera abajo, me estoy muriendo del frio.

—Chamaquito veni —Me grita Richard desde el colchón inflable

—No, gracias —Digo haciendo ademán de irme, pero siento unas manos rodeando mi cintura y luego otras tomando mis pies.

Son Christopher y Zabdiel. Comienzo a patalear pero me sostienen muy fuerte así que en lugar de resistirme al secuestro río ante él.

Caigo dentro del colchón inflable y los chicos, a excepción de Zabdiel quién vigila todo, me animan a saltar.

Muchas veces cuando las personas comenzaban a hacer suposiciones sentía que estaba brincando en una cuerda que además de floja, estaba sosteniendo mi paciencia, mi paz y mis miedos. Era así, como en este momento, mientras simulo que me estoy divirtiendo, que simulaba ante todos que mi cuerda no era floja, que estaba bien atada, que nadie podría hacerme resbalar o saltar de ella para caer en la verdad, esa que me consume diariamente, y que jamás he podido soltar.

Dejo de brincar y comienzo a sentir mi pecho doler, pero la mano de mi amigo Richard me toma de sorpresa y hace cosquillas para terminar haciéndome reír, mientras Chris me sigue animando a gritos para saltar.

Salto, salto, río, salto, salto, miro a mis amigos, salto y lloro, salto y vuelvo a reír, salto y...

Ya no puedo más.

—hey hey, what's up?

No respondo nada, solo siento la fría brisa rozando mi piel mientras me alejo de todo, y el amargo en el centro del estómago al oler su perfume.

Su perfume ¡Demonios!

Cierro los ojos con fuerza mientras me abrazo a mi mismo. Tiene que ser mi imaginación, él no puede estar aquí, Joel no...

—Erick.

Mi piel se eriza.

Joder, joder, joder.

Suspiro al verlo.

Está con alguien, no lo veo pero lo conozco y sé que no está solo.

Lo sé porque no deja de ver a los lados, quizá ve la montaña rusa, o el carrito de hot dog, pero simula prestarme atención a mí, y a mi silencio.

—¿Qué tal? —Digo con una media sonrisa, pues intento no ser mal educado.

Aunque mi corazón se sigue rompiendo poco a poco. Aunque sé que si esta conversación avanz, perdere el control.

—Qué casualidad —Me dice con una gran sonrisa —¿estás solo?

Comienza a mirar hacia detrás de mis espaldas, pero tras un instante vuelve a verme con otra sonrisa gigante en su rostro.

Claro, es que para él todo fue más fácil, hasta sonreír así.

Él pudo decir lo que sentía, él pudo transmitir lo que sentía, él siempre tuvo opción, yo no, pues siempre parecía que Joel era mejor enfrentando todo. Y fue por eso que nos dejó. Siempre se sintió capaz de todo, y aunque sé que no se propuso enamorarme, lo hizo.

Lo sabe. Sabe que desde que me enteré de todo no he dejado de llorar, y no ha hecho nada; sabe que hiervo cada que está con alguien que no soy yo, y no hace nada, como también sabe que lo odio, y está aquí diciendo que busquemos algo para tomar, que no debería andar solo por allí.

Suspiro, como siempre: cuidándome como si fuera realmente su hermano menor.

Estaba cansado de su actitud cuando estábamos juntos y ahora que se fue también. 

Sinceramente, no lo soporto.

Mi corazón sigue rompiéndose, con cada mirada siempre, con su voz, con su olor, con cada risa y sonrisa. Me mata lentamente, lo odio, lo odio, lo odio.

—Lo siento —Logro decir, aunque puta madre, con voz temblorosa —Me tengo que ir, vine con los chicos, han de estar como locos buscándome.

Él ríe, y lo odio por hacer que ese sonido se revuelva en mi corazón.

—Ya, quédate conmigo un rato ¿sí? Ya estás grande —Me palmea la espalda —Aunque para mí seguirás siendo el hermoso niño que cantó frente a muchas personas vestido como si fuera a su primera comunión.

No puedo evitar sonreír ante eso, pero la palabra "hermoso niño" me ronda en la cabeza.

Gracias por hacerme las cosas más fáciles para odiarte.

—Un millón de gracias —Le sonrío ladeadamente sintiendo mi sangre hervir —Pero no... no quiero estar aquí ¿contigo? ¡Menos! En serio, te lo agradezco, pero no —Tomo un respiro y lo miro fijamente. Parece sorprendido —¿Tienes algo que decir?

Joel alza los hombros y baja la mirada, aunque luego vuelve a verme y su cara se ha transformado, de sorprendido, a... ¿decepcionado? Oh, vamos, siempre he querido ver su furia, siempre he querido que explote y que me diga en la cara todo lo que tiene para decir. Porque sé que tiene mucho que soltar, como yo, y tal vez, no todas son mentiras.

—No, pequeño, no tengo nada que decir... —Dice alzandose de hombros nuevamente, por lo que asiento y me doy la vuelta, alejandome de la tormenta.

Mis pasos son lentos, aunque también temblorosos y cansados, estoy cansado de todo esto, es una pelea que al parecer jamás tendrá fin.

—Aunque... —Escucho su voz. Me detengo, con la esperanza de que... —¡No entiendo! —Casi grita, luego hay un largo silencio, así que doy vuelva y camino hasta él —¡No te entiendo nada y parece que no te importo!

Una chispa de victoria nace en mí, pero al mismo tiempo me invade y abruma la nostalgia.

—No me gusta cómo me has tratado últimamente ¿feliz? —Pasa sus manos por su barba y me señala —Te he escrito para saber cómo estás, nos hemos visto en el hotel y me esquivas, es como si no existiera para ti, ¡Es como si estuviera borrado de la fas de tu mundo! —Susurra lo último acercándose con la respiración agitada.

Demasiado para mí.

—¿A qué te refieres, Joey? —Alzo una ceja y siento ira en la punta de mi dedo gordo del pie, y va subiendo, como lava, segura, ardiente —¿Por qué importa el cómo te trato ahora? A ti nunca te importó cómo me trataste, ¡Hiciste que me montara en una maldita nube y cada que se te presentaba la oportunidad ibas bajandome! Y por si fuera poco, ¡seguías haciéndolo después de que lo negaras! Subiendome, bajandome, ¡Como si fuera una maldita montaña rusa o tu juguete! —Sonrío con amargura —¿feliz ahora? ¿Entendiste por qué mi odio o te lo explico con muñequitos de plastilina?

No estoy llorando. Oh por Dios, no estoy llorando. Me pongo muy firme, no me importa que algunas personas estén mirando. Quiero y necesito saber qué tiene para decir.

—Nunca tuve la intención de herirte, ni estando en CNCO ni después, es solo que... ¡Me molesta demasiado! ¡Me molesta como te comportas! Porque no puedes pretender hacer las cosas! ¡Tratarme así! y que luego yo lo acepte porque sí, aunque me hieras, porque eres tú y nadie tiene el derecho de hacerte cambiar, ¡Las cosas no son así!

—¡Mira quién habla! —Le sonrío con falsedad —La persona que me trataba como si fuera el amor de su vida ¿si te acuerdas verdad? —Le pregunto, estoy comenzando a temblar —Porque ambos sabemos lo que... sentías por mí, y no te importaba demostrarmelo, y jurarme un millón de cosas que jamás cumpliste.

—Erick, yo no... por favor, cálmate...

Su voz me hiere.

—¡Tú! —Lo señalo una y otra vez con mi dedo índice —No vengas a decirme que no puedo actuar como quiero cuando tú me enamoraste y cuando quise arriesgarme ¡Por ti! me dijiste que no —Inhalo sintiendo que mi corazón se va a desprender —¿Estoy loco verdad? Solo eran ideas mías, perfecto, ¡Lo acepto! yo solito me ilusione contigo y yo solito me hago daño aún, está bien, ¡Ahora deja de joderme! ¡Sal de mi puta vida!

Joel retrocede un paso mientras llora pero sigue allí, lo cual aumenta mi ira.

Él jamás lo admitirá, y todo el amor que sentí y siento por él se morirá hoy.

—¡Largo! No quiero tu amistad, no quiero tus mentiras, no quiero tu lástima ¡Vete!

Él se va, finalmente se va y yo... Comienzo a sudar frío.

Veo la montaña rusa, las personas gritando por la euforia de diferentes juegos, los niños riendo, los gritos de los padres llamando a sus hijos, el choque de labios de algunas parejas y el sonido de la montaña rusa deteniéndose.

Corro para ser uno de los siguientes en subir.

Algunas veces las mejores decisiones las tomo lleno de ira, otras estando muy feliz, pero ahora decido hacer algo dejándome arrastrar por mi corazón roto.

Ya no puedo más.

N/a: escrito desde lo más profundo de mi corazón. Son tantos sentimientos encontrados y... siempre he escrito el porqué de Joel, pero esta vez, necesito que esto quede así. Gracias por leer.

¿Postdata?: Perdón si repito esas imágenes, pero son dos de mis favoritas 🥺

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