CAPÍTULO 3: PARQUE

Uno de los proyectos más entretenidos que tenían ese semestre era el de formación humana, el cual constaba de ir todos al parque durante las dos horas de la respectiva clase porque debían de prepararlo para pintar los juegos y rejas. Al parecer, la escuela tuvo la "fantástica" idea de unirse con el alcalde del pueblo o algo así, como para tomar esa decisión. Todos y cada uno de los grupos tendrían que apoyar de una u otra forma, en el caso del suyo y el de Jung era esa acción; mientras tanto, otros solo debían comprar focos navideños para los árboles o grandes botes de pintura. El instituto lo llamaba "la acción social del año", aunque para los alumnos y sus padres solo era una forma más de gastar más dinero en cosas que debería de hacer el colegio (o, en este caso, las organizaciones sociales del gobierno). Al menos saldrían del aburrido y pequeño patio que tenían para tomar el sol.

Mientras esperaban con paciencia a que la maestra llegara por ellos, todos estaban levantados de sus asientos o en otros lugares que no eran los suyos. Hablaban, oían música, veían cosas en sus celulares y, en el caso de los amigos de YoonGi, disfrutaban de una buena partida del juego de cartas Uno. Como siempre (y quién sabe cómo), este mismo iba ganando de nuevo, con el pecho recostado en el escritorio del profesor y sus amigos a su alrededor, hasta que JiMin y TaeHyung entraron al salón en compañía de otros (cada que podían se salían del aula). El rubio bajito se veía un tanto frustrado con el ceño fruncido, pero llegó directamente al escritorio y se plantó a un lado del pálido para tomar un conjunto de cartas, importándole poco que la partida ya hubiese comenzado desde hacía rato y haciendo que el resto lo viera mal; por su parte, el moreno restante tan solo llegó hasta ellos y más allá de saberlo por el claro aroma de su perfume, YoonGi lo supo al sentirlo rodear sus hombros desde atrás, dejándolo congelado en su lugar y sin siquiera tener la posibilidad de respirar.

—No te muevas —advirtió, pero claro que no lo haría. No quería rozar nada con ese tipo. Sin más, asintió y volvió su mirada hacia las cartas para prestar atención a lo que estaba pasando en la partida; no le molestaba su cercanía, a pesar de la situación tan extraña que era, pero sí le ponía algo nervioso. Sabía que no lo hacía con malas intenciones, incluso se le veía con una cara de pocos amigos.

—¿Y este qué? —Preguntó EunHa, señalando a TaeHyung al verlo así con su amigo—. Y este igual —hizo lo mismo con el enojado Park JiMin cuando dejó caer una carta de más cuatro—. ¿Estaban en el salón del "A"?

—Sí. JiMin y yo estábamos con Manoban —se refería Lalisa (Lisa para los más cercanos), la mejor amiga de HoSeok y JungKook—, como siempre, y oímos a JungKook mencionar algo de un tal YuGyeom.

—He escuchado de él —habló sin interés Min, dejando caer una de sus últimas cartas—. ¿Qué tiene de especial?

—Creo que quiere coquetearle a Kookie —respondió Park con un mohín en los labios y refiriéndose al implicado con su apodo—. Es decir, ya sé que terminamos hace unos meses, pero me molesta porque no terminamos exactamente por dejar de gustarnos.

—¿Entonces? —Preguntó NaYeon. Su ruptura era un enigma para todos, menos para sus mejores amigos.

—"Entonces", ¿qué? —Repitió. Se notaba que no era su intención hablar al respecto, al parecer. No valía la pena indagar—. En fin, pasó eso y TaeHyung está molesto porque perdió una apuesta con Lisa.

—¿Y cuál es la necesidad de que se pegue como chicle a Yoon? —Jackson carcajeó.

—¡Parecen novios! —EunHa le siguió, imitando su acción y echando para atrás la cabeza al reír—. ¿No ve que está incómodo? —No lo estaba, pero quizá comenzaba a estarlo por sus comentarios. Ninguno de los dos implicados tenían dobles intenciones, solo eran amigos que se llevaban algo pesado—. Tiene la cara roja, como tomate.

—¡Eso no es cierto! —Se defendió el más bajo, frunciendo la nariz y casi soltando sus cartas por cubrir sus mejillas. Notó cómo el peso de Kim se retiraba lentamente de él y se posicionaba a su lado con intenciones de verlo con sus propios ojos, pero, cuando estuvo apunto de hablar, la profesora entró al aula con una sonrisa.

Salvado.

—Bueno, muchachos, hoy nos toca ir al parque a nosotros. Los del grupo "A" han hecho un buen trabajo hace unos minutos, así que debemos de continuar con lo que comenzaron —dijo la mujer de piel aperlada y cabello recogido. Casi todos odiaban esa clase, pues era una materia de relleno donde supuestamente les enseñaban a ser mejores personas pero parecía que solo daban catecismo, ¡hasta los creyentes se hartaban!—. Si tienen agua, llévenla porque hace calor —sí, en pleno invierno hacía calor. El calentamiento global era un caso serio.

Así es como todos bajaron desde el tercer piso del edificio para adentrarse a un autobús que los llevaría a su destino. JinYoung y él fueron juntos, pese a no ser mejores amigos o muy cercanos solían hacer casi todo con el otro porque confiaban en sus habilidades; por su parte, NaYeon y Mina iban juntas y escuchando música con los nuevos audífonos de la segunda, JiMin y TaeHyung iban hasta atrás con NamJoon y Jackson, y así sucesivamente cada quien con su pareja.

El sol les quemaba y los pocos que llevaban chaquetas o suéteres acabaron dejándolos en el transporte. El metal de los juegos estaba ardiendo y era muy difícil quitar la pintura seca que estaba en ellos; algunos frotaban con todas las fuerzas que tenían y otros solo estaban sentados, viéndolos trabajar o comiendo cualquier cosa que se hayan comprado en la tienda del parque (a YoonGi estúpidamente se le olvidó traer su dinero, pues pensó que solo irían a hacer el proyecto, no a flojear y tragar como holgazanes).

Estuvieron oyendo música durante su tiempo ahí y los que sí trabajaron se quejaron de lo inútiles que eran sus compañeros que no hacían nada más que jugar, pues ellos acabaron con las manos rojas y algunas ampollas, mientras que los otros no hicieron nada.

Los que trabajaron obtuvieron un merecido descanso antes de irse, permitiéndoles ir a divertirse un rato cerca de donde los profesores que los acompañaban pudieran verlos. Algunos aprovecharon para comprar algo de beber o comer, mientras que otros solo estaban disfrutando de la sombra, todos sentados sobre otros porque las bancas eran un asco y habían muy pocas buenas. YoonGi en esa ocasión estaba junto a Jackson, EunHa y HyeJin.

—Tengo sed —se quejó, pues se había acabado el agua de su botella—. ¿Alguien trae dinero? Se lo pago mañana —prometió, pero todos se negaron.

—Creo que vi a TaeHyung haciendo fila para comprarse un refresco hace rato, quizá traiga algo de sobra, pero se fue y lo perdí de vista —respondió Jackson, haciendo que el chico se pusiera de pie para ir a buscarlo.

—¡Que sirva de algo tener un novio falso! —EunHa canturreó, alzando su brazo y sacudiendo el puño. El otro chico se rio cuando Min volvió a sentarse con mala cara. ¿Por qué debían de hacer eso? Lo estaban avergonzando y se le olvidaba cómo insultar.

—¿Cómo que "novio"? —Repitió HyeJin al ver a sus amigos en un colapso por la risa al grado de ser regañados por una maestra—. ¿Andas con Kim? Pero creí que estabas con...

—¡No! —Negó al instante con la voz un poco más fuerte de lo que debía y apartando la mirada—. Es una broma que me hicieron hace rato, antes de venir.

Su amiga asintió no del todo convencida antes de levantarse y acudir con NamJoon para pedirle un poco de sus chocolates. Ellos sí parecían novios a veces, pero HyeJin era demasiado extrovertida para alguien tan tranquilo como Nam, solo eran amigos desde la primaria (una diferente a la que estuvo Min).

—¡Me cagó un pájaro! —Exclamó asqueada EunHa, apunto de llorar y yendo hacia uno de los profesores más cercanos, lloriqueando.

—¿Me puedes acompañar al local que está cruzando la calle? Quiero comprarme un raspado de fresa —Jackson, siendo el único en quedarse a su lado, preguntó tras haberse burlado de la joven que se marchó. YoonGi alzó los hombros y asintió con una sonrisa.

Juntos cruzaron la calle con cuidado, pues en esa ciudad parecía que todos manejaban con los pies. El lugar estaba un poco lleno por el resto de estudiantes; JinYoung, Mina, NaYeon, JiMin y TaeHyung estaban ahí. Algunos se metieron a la fila, como siempre, haciendo que YoonGi se enojara y protestara, lo cual generó descontento de su parte pero él no estaba siendo ordenado como para que el resto llegara e hiciera lo que quisiera.

—A veces me cae mal —se quejaron algunos de sus compañeros a sus espaldas, indiscretos, sin decir alguna grosería tan solo por el respeto al hombre mayor que estaba haciendo todos los pedidos. Él les restó importancia, aunque no le sentaron del todo bien. No era su culpa que fuesen maleducados y aprovechados.

—¿Te comprarás algo? —Preguntó JinYoung, ajeno al desorden y con una sonrisa. Él negó con pena, viendo cómo Mina y NaYeon dejaban el local con su respectivo raspado.

—¿Lo ves, TaeHyung? —Jack señaló—. ¡Sé buen novio y cómprale algo!

—Por favor, no digas eso en voz alta —susurró el castaño, sintiendo las mejillas ardiendo. No quería que pensara cosas que no iban ni al caso, pues el moreno no le gustaba.

Tae sonrió, negando con la cabeza, siguiendo la broma y pagándole al hombre por los pedidos de JiMin y él antes de tirar el recipiente vacío del refresco que mencionó su amigo minutos atrás.

—¿Quieres que te invite uno? Solo puedo pagar dos pequeños —Jin ofreció al notar la mala cara de su amigo, a lo cual asintió. Pidió uno de cereza y otro de coco para el pálido—. No les hagas caso.

—No lo hago —susurró, aceptando su vaso y esperándolo para comenzar a caminar juntos de regreso a donde estaban los maestros. Jackson se había quedado hablando con quién sabe quién. Una amiga que se topó y que no fue a clases, al parecer.

Cuando llegaron al lugar acordado para marcharse, muchos de sus compañeros ya estaban arriba del autobús, compartiendo audífonos, bebidas y sus postres helados. Con los labios azules por el color de su raspado, Yoon tomó asiento en donde había estado con Jin y escuchó la voz de Mina detrás suyo.

—Escuché que eres novio falso de Tae —suspiró, negando con la cabeza. ¿Por qué ahora todos hacían eso? ¿Es que acaso le gustaba y le intentaban mandar indirectas? Por favor, hasta la idea daba risa. Lil meow meow no era para nada su tipo—. ¿Él te lo compró? —Se refería a lo que tenía entre las manos.

—De hecho, no —respondió—. Ha dicho que no cuando Jackson se lo dijo, así que JinYoung me lo invitó.

—¿¡Yo!? —Exclamó en un asiento no muy lejano Kim—. ¡Pero si no me lo has pedido!

—Es tu novio. No debes de esperar a que él te lo pida, solo lo compras —NaYeon rio, ignorando la falsa molestia que Min fingió.

—Bueno, te compro una nieve de las que están afuera del instituto —ofreció, viéndole negar.

—Mejor págale a Jin lo que gastó en mi raspado y así será como si me lo hubieras invitado tú —fue lo único que dijo, antes de volver su atención a la bola de hielo color azul que tenía entre sus manos. Era tan dulce que incluso lo distraía de la asombrosa actuación que hacía.

—Yo no le pagaré nada a nadie. Si te compraré algo será directamente contigo.

—Ridículo —oyó susurrar a su compañero de asiento, haciéndole asentir.

Al final de cuentas, TaeHyung y YoonGi acabaron anunciándose como "novios falsos" a partir de ese día. Era divertido porque podía aprovecharse de eso y pedirle algún favor, pero igual era vergonzoso cuando sus amigos hacían un escándalo incluso con profesores cerca, ¡hasta el de física les hacía burla! Era un señor, pero se adaptaba muy bien a las charlas juveniles y, al ser el asesor del grupo, pasaba mucho tiempo con ellos. Los conocía muy bien.  

Desde entonces, Yoon comenzó a permitirle a Tae acercarse más y bajó un poco la guardia con él. Después de todo, ¿qué tenía de malo? Era entretenido, como perros y gatos.