Capítulo 9: ¿Te gusta?

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CAPÍTULO 9: ¿TE GUSTA?

Era un jueves de enero y faltaba poco más de dos semanas para San Valentín. Hacía un frío horrible que dejaba reseco los ojos a cualquiera y las manos heladas como témpanos de hielo, pero todos los alumnos debían de seguir yendo a la escuela porque estaban cerca de la época de exámenes. Para su fortuna, los proyectos no habían sido tan complicados como otros debido a las complicaciones climáticas.

YoonGi había estado pensando demasiado en cómo diablos ocurriría su confesión hacia TaeHyung, pues no tenía ni la menor idea de qué canción elegir, mucho menos las palabras que quería escribir. Era como si su mente se quedara congelada cada que pensaba en lo que podría ocurrir, el evidente rechazo que recibiría (porque sí, lo sabía incluso en ese momento); pero no era ningún cobarde y odiaba a la gente que guardaba sus sentimientos hasta que no puede más, hasta que los ahogan y se extinguen las posibilidades de estar con su amado por esperar tanto tiempo.

Sin embargo, pese a no tener ni idea de qué escribir, en ese momento tenía dos cosas muy en claras: no haría el ridículo en San Valentín y no quería ninguna pareja, incluso si era correspondido por TaeHyung. Era extraño, tal vez. Le interesaba mucho aquel moreno y le daba curiosidad cómo podría funcionar algo entre ellos, pero no se sentía listo para un noviazgo (o, simplemente, no quería atarse de nuevo en esa época de su vida); se conformaba con conocerlo mejor y, si es que él quería y todo iba como le gustaría, a lo mejor compartir abrazos de vez en cuando o tomarse de la mano. No era del tipo de ir muy rápido con todo, era lento.

Eso igual le aterraba.

Tae parecía todo lo contrario a él durante un amorío. Más intenso, más rápido. Le daba miedo que se decepcionara si aceptaba sus sentimientos.

Lo habló varias veces con sus amigos, principalmente con NaYeon, pero ella solo le decía que esas mismas diferencias los harían una bonita pareja. Uno introvertido y el otro extrovertido funcionaría para sacarlos mutuamente de su zona de confort, en especial a YoonGi para que se divirtiera mucho más y, por otra parte, para que el otro viese las cosas con mayor seriedad y no fuera siempre un inmaduro.

Es que creo que le gusta WheeIn... Susurró un día en el que estaba con la morena. Su amiga le palmeó la cabeza con ternura y luego soltó una pequeña risita que casi no logró percibir. Parecía encantada ante la idea de que el joven estuviera interesado en otra persona que no fuese ese estúpido que le hizo perder más de un año de su vida—. Y aún si no le gustara... Ya sabes, él es así de cariñoso y encimoso con todos. No me trata de una forma especial, como para confirmar que siente algo por mí.

Eso nunca lo sabrás hasta que le digas. ¿Qué pierdes si te declaras? —Quiso responderle que su dignidad y orgullo, pero fue más rápida en hablar—. Dignidad no tienes después de andar con alguien como Jun y rogar por restos de amor... Lo siento, bro. Es la verdad —carcajeó al verle fruncir el ceño—. Ya hallaré la forma de preguntarle lo de WheeIn para deshacernos de esa idea tonta que tienes en la cabeza, ¿bien? De todos modos a ella no le gustan los muchachos como él.

A mí tampoco...

Bah —hizo un gesto de desinterés con la muñeca y negó con la cabeza tantas veces que Min perdió la cuenta—. Si realmente le gustara ya estuvieran juntos, ¡te lo voy a demostrar!

Al parecer, la muchacha durante ese jueves había planeado averiguar todo para que su amigo se sintiera más seguro de lo que haría un día de esos al confesarse; aunque este mismo tuviese que cargar con el peso de su "investigación".

Era receso y estaban reunidos al rededor del escritorio del profesor, como siempre, jugando cartas y contando los mejores chismes que tenían; realmente no había casi nada nuevo que contar, solo chistes y cosas tontas sobre las parejas de la escuela.

—En verdad necesito ir para verla —Jackson habló tras rogar a gran parte de su círculo social que lo acompañaran a un puesto de comida callejera el día de los enamorados, pues quería ver a una muchacha que lo tenía loco desde hacía meses—. Es al aire libre y está cerca de la casa en donde los bisabuelos de YoonGi vivían. ¡Les juro que la comida estará buenísima!

—Está bien, está bien —JiMin rio al notarlo tan desesperado. Todos habían acordado salir con él siempre y cuando los dejaran sus padres, así que el joven se quedó mucho más tranquilo. Min, Park, TaeHyung, Nam, NaYeon y HyeJin pedirían permiso para asistir.

—Con que pueda comer algo sabroso yo voy —Tae aseguró mientras veía a su mejor amigo separarse del grupo para responder una llamada de su mamá. Estaba igual de empalagoso con Lil meow meow como siempre, nada nuevo para nadie, con la diferencia que ahora le estaba quitando poco a poco de su jícama picada con chile en polvo—. Además de que será divertido. Todos estamos solteros y nos juntaremos como amigos después del intercambio de regalos escolar.

—¡Ay, sí! —HyeJin chilló de la emoción—. Ya quiero hacer el sorteo y saber a quién le regalaré. Espero que no me den el mismo mugrerío de nuevo. El año pasado fue decepcionante.

—Pero bien que aprovechaste a tu novio ese día —NamJoon bromeó. Eran tan cercanos que parecían hermanos, se conocían hasta el secreto más oscuro y recóndito; sus madres eran mejores amigas y sus papás ni se digan—. ¿O te recuerdo cómo los hallé en el salón de inglés...?

—Cállateee —Le golpeó el hombro entre risas y negó—. Ya quisieras haber sido él.

—Quisieras tú —Contraatacó el más alto, ganándose un nuevo golpe en el estómago y que hizo reír a todos en la mesa por la mueca de dolor que hizo.

Sí, bueno, tal vez "hermanos" no era la mejor comparación... Almas gemelas, sí. Eso.

Al castaño siempre le parecieron que harían una pareja curiosa y dispareja.

—Y ustedes —HyeJin habló de pronto, deteniendo las risas de forma abrupta y volviéndose hacia el par que no tenían ni un centímetro de distancia entre ellos. El bajito alzó los ojos hacia ella, aún sonriendo por el momento—, ¿planean formalizar algo?

—¿Qué? —El más bajo de los Kim frunció el ceño y desvió sus ojos al paliducho que ahora se retorcía de la pena entre sus brazos, tratando de zafarse al creer que estaría molesto por la pregunta de su amiga; sorpresivamente no le permitió retirarse ni siquiera cuando NaYeon tomó la palabra e hizo helar a Min por su comentario.

—No seas tonta, HyeJin. A él le gusta WheeIn y a ella igual, ¿no es así? —La de tez morena fue la siguiente en fruncir el ceño, pues estaba hablando de su mejor amiga y parecía saber mejor que nadie que esa era la mentira más grande del mundo.

—¿Qué? —Repitió el mismo joven, dejando libre al inquieto muchacho que ahora parecía estar tan pálido que pudo haber dicho que vio un fantasma y le creerían. No esperaba que NaYeon fuese tan imprudente, como para decir eso de aquella forma en frente suyo y corriendo el riesgo de verse más afectado de lo que realmente estaba frente a todos sus amigos—. No... Digo... Me gusta, sí, obvio. Es mi amiga.

—¿Pero no como algo más? —Oh, ¿por qué hacía eso justo cuando estaba enfrente él? Aún si le decía que no le gustaba la joven, era demasiado incómodo y penoso que todos vieran su reacción. Supondrían cosas, harían más bromas, comenzarían a sospechar y él quería guardar todo hasta la confesión y saber la respuesta final.

—Ay, ya deja de joder, NaYeon —HyeJin intervino justo cundo Jackson y NamJoon habían estampado la mano contra su rostro. Visiblemente todos, a excepción del implicado, sabían lo que estaba ocurriendo y el propósito de la castaña. Notaron la clara incomodidad de Min y la confusión del Kim por lo repentino que fue el tema—. Si ellos tuvieran algo yo sería la primera en haberme enterado. Ya echaste a perder el ambiente por tus cosas tontas, tonta.

—¿Queeé? ¡No hice nada malo! Solo quería saberlo porque siempre están juntos cuando están disponibles y...

—Creo que iré a ver a Hobie —intervino Yoon para interrumpirla y que dejara de decir estupideces—. Debo de ver qué necesitamos para la exposición de mañana en la clase de nutrición.

Lil meow meow, hace frío. Te presto mi celular para que le hables —intentó llamarlo el aturdido Tae, tratando de obtener su atención antes de que saliera y cerrara la puerta tras sus espaldas.

El castaño suspiró, agotado mentalmente y dándose cuenta de que su corazón latía como loco justo en ese momento. Las manos le temblaban al igual que sus labios, pero no sabía si era por el frío o los nervios que tuvo cuando el guapo moreno volteó a mirarlo para intentar comprender la primera pregunta que había sido lanzada. ¿Se habría dado cuenta él también de su incomodidad y de las visibles ganas de lloriquear que sintió en ese instante? Sabía que no debía de confiarle algo así a una persona como NaYeon, ya que era demasiado imprudente. Hablaba más de lo que daba.

Dentro del salón vecino y con el cuerpo temblando por el frío y la angustia, buscó con la mirada a Jung, quien apenas lo vio entrar ya había saltado de su asiento y se hizo espacio entre Lisa y JungKook para acercarse con su amigo. Lucía alterado y eso a su vez lo alteraba a él.

—Hobi —habló con un hilo de voz, aceptando la chaqueta de su compañero. Tenía frío, ¡y eso que solo había salido por unos segundos entre un salón y otro! La sensación térmica era aún más baja de lo que realmente debería de estar debido a la ligera llovizna que comenzó y la falta del sol—, ¿podemos hablar?

—Supongo que no has venido aquí solo para vernos a la cara en silencio —el chico de rostro alargado y sonrisa en forma de corazón le hizo reír un poco entre su desesperación. Ambos se sentaron juntos en unos asientos desocupados y HoSeok le esperó para saber qué era lo que pasaba—. ¿Algo con TaeHyung? —Supuso, haciéndole menear la cabeza.

El pelirrojo se había hecho una clase de confidente junto a NaYeon para él, solo que era mucho más precavido y delicado con su forma de ser que la muchacha. Estaba al tanto de todo y solía hacerle bromas porque ahora le gustaba el tipo que tanto criticó en primer semestre.

—Más o menos —respondió antes de comenzar a relatar todo lo que sucedió minutos atrás de forma breve y clara, por lo menos lo mejor que pudo porque el tiriteo de sus dientes le impedían hablar muy rápido.

—Oh... Eso... —Jung meneó de lado a lado la cabeza, aturdido por no saber qué decirle al pobre de Min. Rascó la parte trasera de su cuello, oculta bajo la gran bufanda con temática de Hufflepuff, su casa de Harry Potter—. Tuvo que haber sido muy vergonzoso. Yo igual estaría así de frustrado y angustiado.

—Debí de suponer que haría una cosa así —Ho alzó los hombros, apretando los labios. Se sentía algo impotente por no saber cómo calmar al chico, por lo que solo apretó suavemente su hombro—. Es decir, no estoy molesto porque quería ayudarme y todo eso, pero... Mierda... No sé. No tuvo que haberlo hecho así.

—Estoy seguro de que no fue su intención, pequeño chapulín —se burló de él, dando un suave roce a su nariz de botón—. Mira, ahí viene —señaló la puerta cuando la misma fue abierta poco a poco, dejando ver la imagen de la muchacha que parecía un esquimal por todas las chamarras que llevaba. Apenas veía sus ojos arrepentidos escondidos en el espacio entre su gorro y la bufanda—. Acércate y ya, bro. Solo te pedirá disculpas y, de todos modos, falta poco para que timbre y regresemos a clases.

Yoon soltó un sonido gracioso de reproche, lo cual le hizo reír. Le devolvió la chaqueta que le prestó minutos atrás y sonrió sin mucho ánimo antes de acercarse a su amiga, la cual con algo de pena lo abrazó.

—Lo siento. Debí haberlo hecho con más tacto, ¿verdad? —Susurró cuando sintió al joven ocultar el rostro en la curvatura de su cuello. Acarició su cabello con pena—. Me tuviste la confianza de contarme tu inseguridad y lo eché a perder por hablar sin pensar y creyendo que te ayudaría. Pensé que si lo hacía frente a ti creerías más en que no hay nada entre ellos dos...

—No me gusta pelearme contigo, así que no te preocupes —murmuró el joven. Odiaba discutir con amigos de la escuela porque todo se volvía demasiado incómodo. Ya le había pasado con Mina y con ella, algunas veces con NamJoon, pero este último solía ignorarlo y le restaba importancia a su molestia, lo cual le enojaba aún más; pero eso era otro tema aparte.

—Bien —dijo un poco más tranquila—, pero debemos volver ya. Jackson pasará a nuestros lugares para saber a quiénes les regalaremos en San Valentín.

Inseguro, se dirigió junto a ella al salón de clases porque sabía que tenía razón. Wang les dijo que unos minutos antes de que comenzara la siguiente clase se juntarían los del intercambio para ver quiénes serían sus afortunados a los que les regalarían un obsequio bonito y al otro uno chusco.

Tomó asiento junto a TaeHyung debido a que este movió su banco hacia el de él para que le ayudara en la siguiente materia, por desgracia o buena suerte. Lo miró brevemente en silencio antes de sonreírle como si no hubiera pasado nada hacía minutos... Porque, claro, no sabía lo que había pasado en su cabeza y corazón con el tema de WheeIn. Lo rodeó con un brazo por los hombros y apoyó su frente a la de este, haciéndole quejarse casi al instante por lo helado que estaba. Intentó quitárselo de encima, pero se dio por vencido rápidamente cuando se dio cuenta de que era inútil.

—Estás helado —le dijo, intentando apelar mediante palabras.

—Tú lo estás más, así que te calentaré —respondió sin vergüenza y soltando una risita—. Ahora no traigo mis audífonos para oír música de encueramiento, pero haré lo que pueda para que entres en calor.

—Oh, por favor, Kim —se quejó entre risas, empujándolo y logrando que se retirara apenas unos centímetros antes de que volviera a atraerlo hacia él—. Te voy a dar una pisada en tus tenis nuevos, carísimos de París.

—¡No te atreverías! —Retó pero, cuando notó a su amigo con visibles intenciones de alcanzar a uno de sus pies para hacer lo que dijo, no dudó en soltarse, apartándose casi al instante y haciéndole reír mientras mostraba su dedo central—. A veces me caes mal.

—Tú también me caes mal.

—Jodes mucho.

—Tú lo haces más. Ridículo.

Dispuesto a continuar con su discusión improvisada, entreabrió la boca antes de sentir cómo Jackson tocaba su hombro para que tomara un papelito con el nombre de uno de los chicos del salón. Hizo lo mismo con YoonGi a los pocos segundos, siendo la mejor versión de jefe de grupo que había podido adoptar desde primer semestre.

—¿Este es el del regalo bonito? —Oyó a Tae preguntar, por lo que hizo una respuesta afirmativa sin formular ninguna palabra y comenzó a abrir su papelito a la par que este—. ¡Eso! ¡Es demasiado fácil! —Dijo, pero eso ya no lo había oído del todo bien debido a que se encontraba releyendo por quién sabe cuál ocasión el nombre que indicaba su papel.

Kim TaeHyung.

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