four ──── strange choice

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─────────── CHAPTER FOUR,

STRANGE CHOICE ───────────



Un jadeo de sorpresa salió de todas las bocas de los áureos, sorprendiéndose de quién fue elegido para una de las misiones más importantes que Áureos podía tener. Los aplausos no se dejaron esperar de los habitantes y algunos de los cercanos, aceptando lo que acababa de suceder.

Sahily dirigió su mirada al líder Izan que hablaba en voz baja con el mayor augur, sus labios moviéndose tan rápido que fue incapaz de poder adivinar sus palabras.

Frunció sus labios, teniendo el presentimiento de que algo más estaba sucediendo. No quería a Ezer involucrado en una misión que fuera a dañarlo de alguna forma.

Sabía que tenía razón cuando la mirada del mayor augur se conectó con la suya, resistiendo por unos segundos hasta que respondió al líder Izan. Sintió como el enojo comenzó a surgir, no pudo creer que meterán a Ezer en la misión teniendo tantos secretos.

El golpe en su brazo hizo que pusiera atención a su alrededor, Ithiel la miró con curiosidad de saber que tanto pensaba, pero ella solo negó, parpadeando varias veces para alejar esos pensamientos.

Tal vez solo estaba pensando de más por lo que era la primera misión de Ezer y su lado protector salía al querer que su hermano lo hiciera tan bien que pudiera hacerse su espacio entre los grandes.

Sahily se unió a los aplausos, dándole una sonrisa de apoyo al áureo que todavía no podía aceptar que fue su nombre el que salió de la boca del líder Izan.

──── ¿Sabías sobre esa decisión? ──── oyó el susurró de su madre, tan poco sutil que, si no fuera por los aplausos, sería escuchado hasta por Ezer.

──── No ──── negó su padre, manteniendo la tranquilidad entre su familia ──── Estoy tan curioso como tú, cariño.

──── Espero, por el bien de todos, que tenga una buena razón ──── finalizó la áurea.

Sahily solo rodó sus ojos sabiendo como era su madre con cada misión, siempre deseando lo que no debía y más cuándo no era ella la que se enfrentaba al peligro. Recorrió los rostros de los habitantes hasta llegar a sus primos que no pudieron esconder la estupefacción que les dejó la repentina decisión.

Y no podía juzgarlos cuándo ella tuvo exactamente la misma y probablemente más.

Terminó su exploración en Ezer, tenía una pequeña sonrisa que trató de esconder, incluso sus ojos verdosos brillaban de la satisfacción y estaba segura que todavía no podía aceptarlo.

Ella no sabía si sentirse feliz porque su hermano consiguió una increíble misión dónde podría destacarse de diversas formas, incluso crear una pequeña huella en la historia de Áureos.

Por otra parte, sentía tristeza por que estaría rodeado de humanos que podían llegar a ser los más fastidiosos e insolentes que haya conocido. A pesar de que ella era una protectora─ fue creada con ese propósito─ era muy difícil que aceptará como eran esas criaturas con su naturaleza destructora.

Con el pasar de los años, había tratado de cambiar ese concepto tan cerrado, pero Sahily fue adquiriendo conocimiento y desde los cielos, le llegó la destrucción que ellos mismos crearon, se había cuestionado incontables veces qué era lo que el Señor veía en ellos hasta que encontró su respuesta.

Existían algunos áureos, los pocos que podían llegar a tener ese don tan importante, eran llamados guiadores de almas humanas. Tal como su nombre, tenían el trabajo más difícil que era guiar a las almas al cielo para que no quedarán estancados en el mundo.

Sahily tenía ese don, su voz suave daba la suficiente confianza en las almas para que fueran con ella y así llegar al cielo dónde debían de estar. También eran limpiadas solo si el Señor decía que lo fueran, tenían una gran conexión que no podía ser descrita.

Pero su parte preferida era cuándo se convertían en niños, tan inocentes y libres de pecado.

Cuando los aplausos empezaron a césar, el líder Izan se adelantó, hablando directamente a Ezer.

──── Sé que todo saldrá bien, áureo. Confío en que superarás toda prueba que el mundo humano interponga y cumplirás la misión. Para finalizar, espero que todos estén bien, áureos y Ezer, hablemos en privado.

Ezer se giró para mirar a los gemelos quienes le dieron una resplandeciente sonrisa, dándole ánimo.

──── Estaremos esperándote ──── Ithiel le dijo, apretando su hombro ──── Y vas a contarnos todo.

──── Dalo por hecho ──── aceptó Ezer antes de irse tras el líder Izan y el mayor augur.

Sahily se acercó a su gemelo, manteniendo sus brazos cruzados y la mirada puesta en la parte trasera de Ezer. Después se giró a Ithiel, compartiendo su pensamiento de que necesitaban buscar información para saber que estaba sucediendo.

Ninguno de los dos quería a Ezer involucrado en una misión que lo llevará a algún mal.

──── Supongo que será momento familiar ──── él murmuró, tomando el camino contrario a ella.

Sahily decidió acercarse a sus primas mayores las cuáles creía que tendrían respuesta a lo que sucedió.

Siguió manteniendo sus brazos cruzados y aparento tranquilidad aun cuando no lo sentía.

──── ¿Saben por qué eligió a Ezer? ──── ella preguntó sin perder tiempo.

──── De eso estamos hablando ──── respondió Charmeine, negando ──── No tenemos ni idea, padre siempre nos menciona las misiones, pero está vez solo nos dio la sorpresa.

──── Además de que el mayor augur paso escondiéndose de nosotras ──── contó Haile, frunciendo sus cejas tupidas ──── Al igual que los menores, no quisieron ni respirar el mismo aire que nosotras.

──── Probablemente porque saben cosas que padre no quiere decirnos ──── respondió el hijo mayor del líder Izan, frunciendo sus delgados labios ──── No sé qué está pasando por la cabeza de nuestro padre.

──── No es por ofender ──── dijo otra de sus primas, mirando a Sahily ──── Pero tenemos mayor entrenamiento en todos los ámbitos de una misión tan importante como está, la búsqueda de lo que cambiará a Áureos.

──── Y son siglos, hermana. Siglos que me he roto la espalda para tener una gran misión y se la dan al menor, me parece injusto.

Sahily abrió la boca, intentando justificar a su hermano, pero simplemente no tuvo nada que decir, sabía que todos sus primos pasaron entrenando, no tenían una vida más allá de las misiones y Ezer solo llegó, con la menor preparación, a quitárselas.

Ella suspiró, rascando su barbilla en un intento de tranquilizarse y no dejar que esos pensamientos la inundaran. Él también merecía tener una gran misión, tal como todos.

──── Vamos, áureas, no sean malas ──── les habló la mayor áurea ──── Nuestro padre y tío sabe lo que hace, tendrán su gran misión muy pronto, solo tengan paciencia. Además, Ezer es familia, lo apoyaremos, se lo merece.

──── Bueno ──── susurró su hermana, torciendo los labios en una mueca que decía que no estaba de acuerdo ──── La mayoría de las misiones de Ezer tienen buenos finales por que los gemelos van con él.

──── No es cierto ──── negó Sahily, mirándola fijamente ──── Él es quién nos salva de nuestros desastres, sabes cómo es Ithiel...

──── Si, pero jamás deja sus misiones ──── la interrumpió ──── Y sus juegos solo son una manera de distraer, quitar la tensión entre los áureos más jóvenes.

──── Ezer hará lo que pueda ──── justificó ──── Tendrá buenos resultados, sin o con nosotros.

──── Eso espero ──── sentenció, entrecerrando sus ojos con dudas ──── Si llega a defraudar, es mejor que se convierta en un habitante y la ley lo proteja de salir a misiones, será mejor para nosotros y hasta él mismo.

──── Que poca fe tienes, hermana ──── replicó la mayor de las áureas, negando con un brillo divertido ──── Todos comenzamos por ahí, incluso tú. Estoy segura que Ezer lo hará bien, después de todo fue elegido por el mayor augur.

──── Y él lo sabe todo ──── concordó.

──── Además, por supuesto que llevará a un buen equipo ──── secundó su prima, dándoles una sonrisa ──── Todos de la primera defensa, claro.

De reojo, Sahily observó cómo Ezer salió de la casa del líder Izan así que se excusó sobre ir a verlo, dejando a sus primas preguntándose a quiénes elegiría. Ithiel espero a su hermana, dándole una sonrisa tranquilizadora y entrelazando sus dedos, llevándola dónde Ezer que empezó ser rodeados de áureos.

──── ¿Algo bueno? ──── Ithiel comentó, mirando sobre su hombro a Sahily.

──── Nada, estaban sorprendidas de la decisión ──── contó, caminando con lentitud ──── El mayor augur hizo que los menores no hablaran, supongo que también quisieron saber qué sucedía antes que avisaran.

──── Tal como los otros ──── acordó, frunciendo sus labios ──── Supongo que tampoco están de acuerdo en que sea Ezer el que lidere.

──── Cambiarán de opinión cuando Ezer regrese con la misión completada ──── Sahily prometió, dándole una sonrisa ──── Vamos, no queremos perdernos la noticia.

Empujó a su hermano haciendo que la siguiera aun cuando él mantuvo su ceño fruncido. Los dedos de Sahily pasaron por su frente, quitando todo rastro de enojo tal como lo hacían de pequeños.

Ezer parecía feliz con la atención obtenida, habló e intercambió ligeras risas con habitantes que pocas veces se atrevieron a hablarle por la presencia de los gemelos, llegaban a intimidarlos cuando habían mostrado ser diferentes a lo que suponían que eran.

Los gemelos llegaron al mismo tiempo que los habitantes fueron dejando a Ezer. Ellos se juntaron a un lado de Ava quién no ocultó su expresión irritada al notar a la única áurea que parecía negarse con el mandato silencioso de irse y dejar que los hermanos se juntaran además que de ser una de las compañeras de Ava con las que había tenido roces y por supuesto, también Sahily.

Nirelle era una áurea que había demostrado a la mayoría que podía ser lo suficiente fuerte para ser parte de los áureos que iban a misiones. Al igual que Ava, le faltaba poco tiempo para graduarse, solo necesitaba llenar sus requisitos para tener la aprobación de salir al exterior.

Ella había tratado de abrirse paso a las misiones, pidiéndole al líder Izan oportunidades para demostrar que sí podía luchar y aquellas en las cuáles había podido entrar, tuvo buenos resultados.

Para los novatos era común tener pérdidas de armas, necesitar ayuda extra de áureos más experimentados e incluso llegaban a encontrarse con alguna muerte de algún áureo, pero Nirelle no había tenido ninguna falla, dándole una buena reputación.

Aunque la áurea empezó a tener un hueco para destacarse, no era lo único. Para los áureos, Nirelle era una belleza entre tantos por sus peculiares rasgos que no se veían a menudo.

Ella poseía unos atrayentes ojos azulados rasgados que parecían hipnotizar a cada habitante, incluso, llegó a intimidar por el peculiar color similar al cielo además de su largo cabello oscuro que enmarcaba su rostro redondeado.

A pesar de tener una belleza inigualable, Nirelle siempre había querido destacarse por lo que podía hacer y no por su apariencia.

La áurea notó a los gemelos, parados y manteniéndose juntos tal como siempre lo hacía. Pasó su mirada de Sahily a Ithiel para dejarla nuevamente a Ezer.

──── Sé qué harás lo correcto ──── le murmuró mirándolo fijamente ──── Elegirás a los indicados para que te ayuden y no te dejaras guiar solo por los conocidos.

Ava abrió su boca, dispuesta a hablar cuando sintió la mano de Sahily rodear su delgada muñeca, dándole una declaración silenciosa de que no lo hiciera. Conocía los impulsos imprudentes de su amiga y su relación problemática.

──── Lo haré ──── Ezer asintió sin notar la tensión.

Nirelle palmeó el brazo del áureo, esperando que comprendiera la importancia de sus palabras antes de irse. En el camino, se colocó su chaqueta azulada y dio un último vistazo a los áureos, sintiendo las miradas encima de ella.

──── Así que, hermano, primera misión solo ──── celebró Ithiel, pasando su brazo por encima de los hombros de Ezer, apretándole tanto como pudo.

──── Déjalo, eres grosero cuando te emocionas ──── Sahily lo regañó, dándole un fuerte pellizco para que lo soltara.

──── ¿Y bien? Cuéntanos lo que el líder Izan te dijo ──── habló Ava, dándole una gran sonrisa ──── ¿Te dijo quién es? ¿Cuándo bajaras?

──── No, nada de eso ──── negó, rascándose el mentón con nervios, tal como siempre lo hacía ──── Apenas me dieron información.

──── Siempre hacen lo mismo ──── chistó Ithiel ──── Imagino que te pidieron estrategias.

──── Si, tengo varias en casa y solo las modificaré ──── explicó con rapidez, moviendo sus manos al aire ──── Probablemente para seis o sietes áureos.

──── Espera ──── lo detuvo Sahily sin poder seguir lo que Ezer habló ──── ¿Seis o siete? ¿Eso es todo lo que llevarás?

──── ¿Es demasiado? ──── interrogó él, alzando sus cejas con dudas ──── Si, creo que lo son. Solo es una criatura, a menos que tengamos problemas puedo llamar...

──── No, no ──── lo detuvo, dándole una sonrisa que pueda calmarlo ──── Es lo suficiente.

──── Deja de ponerles dudas, Sahily ──── la regañó Ithiel, dándole un ligero empujón que aligero el ambiente ──── ¿Ya tienes pensando quienes irán?

──── Todavía no, quiero elegirlos de diferentes campos ──── contó, pensativo ──── No sé qué me encontraré ahí abajo o los problemas que pueda dar.

──── Así que nada de información, sin saber quiénes irán contigo o la criatura ──── Ava resumió, enumerándolo con sus dedos ──── Fantástico, Ezer, parece que lo tienes controlado.

De inmediato, Ava se encogió de dolor con el pellizco que Sahily le dio en su brazo, tornándose rojo por la fuerza.

──── No hables ──── ella susurró ──── Solo lo asustas.

──── ¡No estoy asustado! ──── se defendió Ezer, poniéndose más recto y fingiendo desinterés ──── Toda la información me la darán cuando esté listo con mi equipo, no me tomará mucho tiempo.

Ithiel compartió una mirada con Sahily con un claro mensaje, él estaba más que asustado, solo quería aparentar lo contrario. Ella se acercó, dándole un apretón en su brazo.

──── Felicidades, Ezer, te lo tuve que decir desde un principio ──── la áurea comentó ──── Solo te advierto que está misión debería de tomarse tal como es: peligrosa. La simplicidad que te están dando no me gusta.

──── Creo que piensas de más ──── Ithiel la interrumpió, poniéndose al lado de Ezer ──── No sabrán qué hacer hasta que tengan las piezas principales

──── ¿Y esos son? ──── Ava preguntó con interés recibiendo miradas irritadas del resto.

──── ¡Los que irán a la misión! ──── replicó el áureo ──── Definitivamente necesitas salir de aquí ──── murmuró con preocupación, desordenando el cabello de la áurea.

──── Espera, ¿por qué sientes eso? ──── Ezer preguntó directamente a Sahily con las dudas carcomiendo su cabeza.

──── Solo es un sentimiento ──── ella justificó, encogiéndose de hombros ──── No te puedo dar una clara respuesta.

──── ¿Por qué la oyes? ──── Ithiel masculló, tratando de desviar la conversación a otro punto ──── Si me lo preguntas, solo está algo paranoica por dejarte ir a tu primera misión solo.

──── Técnicamente no irá solo ──── murmuró Ava, bajando la mirada a sus manos como si fuera lo más interesante ──── Irá con seis áureos más.

──── ¡Cállate! ──── siseó él ──── Ninguna de las dos ayuda, ¿por qué no van a dar una vuelta?

Sahily bufó divertida ──── Si, claro, espera que te haga caso.

──── Pero tuviste que tener algo más que un sentimiento ──── Ezer habló sin querer terminar la conversación ──── Por favor, dime.

Sahily titubeó por unos segundos hasta respirar profundo. Sabía que para Ezer era importante lo que ellos sintieran o dijeran, aunque sea la menor cosa relevante además que Sahily siempre había tenido mejores instintos que Ithiel, algo que había ayudado a muchas misiones.

──── El hecho de que esa criatura haya sido encontrada hasta ahora me parece algo... inusual ──── le dijo, frunciendo sus cejas ──── ¿Por qué hasta ahora? Si es una mezcla de ambas razas, desde un principio tuvo que ser peligrosa.

──── A menos que no lo fuera ──── Ava aportó, cruzando sus brazos ──── Tal vez era inofensiva, lo suficiente para no ser detectada.

──── Nada pasa por arriba del Creador, Ava ──── le recordó Ithiel ──── Tal vez le dio la oportunidad para vivir...

──── Hasta que se convirtió en una amenaza ──── finalizó Ezer rascando su barbilla con más fuerza.

──── Hasta que hicieron que la criatura fuera una amenaza ──── replicó Ithiel mirando a su hermano ──── Nadie nace siendo malo, recuérdalo.

──── Solo lleva a áureos que te ayudarán y que estén preparados ──── Sahily aconsejó ──── Los más grandes servirán, supongo.

──── Pero, sobre todo, en quienes deposites tu confianza ──── los cuatros áureos se sobresaltaron con la voz del líder Izan, ninguno se dio cuenta de su aproximación ──── Recuerda el límite de tiempo para que elijas sabiamente.

──── No se preocupe, mañana podré dárselo ──── asintió el áureo.

──── Si estás indeciso, puedo ayudarte. Tengo grandes áureos, algunos viejos, otros jóvenes pero que tienen los mismos resultados ──── comentó, pasando su mirada sobre los gemelos ──── O nuevos que están llenos de energía y son frescos así que no temen exponerse.

──── Gracias, pero quiero que sea mi decisión ──── acordó Ezer, bajando su cabeza unos centímetros en respeto ──── Pero agradezco su preocupación.

──── Me gusta estar al tanto de todo. Llega a la casa cuando estés preparado ──── dijo ──── Nos vemos, áureos.

Cada uno se despidió, manteniendo sus rostros inexpresivos menos Ava quién le dio una resplandeciente sonrisa que el líder Izan tuvo que ver dos veces para asegurarse.

──── ¿Mi decisión? ──── Ithiel bromeó después de unos segundos recibiendo un empujón de Ezer.

──── ¡Cállate! ──── replicó divertido ──── ¿Y ahora qué hacemos?

──── Tú tienes un trabajo importante ──── Ava le recordó.

Un canto detuvo la réplica divertida de Ithiel haciendo que los áureos se tensaran menos Sahily, la única que se giró con total naturalidad y una pequeña sonrisa curveando en sus labios.

Ziz era una criatura que Sahily adoptó cuándo se encontraba en un pequeño huevo, salvándolo de una prematura muerte y eso llevó a que tuviera un lazo especial, uno que se fue fortaleciendo con los pasos de los años.

Su apariencia era lo más llamativo ya que era una mezcla entre un águila y un dragón, sus resplandecientes plumajes rojizas brillaban y servían de escudo contra ataques, pero la mejor parte era la fuerza que sobresalía de sus aleteos, agitando el aire y golpeando a cualquiera que se encontrará cerca.

En un principio, esa criatura no fue bien recibida por lo que las historias hablaban acerca de ella hasta que Sahily demostró que era lo contrario.

Las aves Ziz portaban muerte y enfermedad dónde sea que estuvieran y por eso eran temidas por los áureos, pero en varias culturas que su dueña pudo encontrar, portaban esperanzas y buenos augurios. Claro que llevó años para que pudiera convencerlos que su criatura jamás dañaría a nadie sin su orden.

El líder Izan aceptó que se quedará con la única opción de que su tamaño fuera considerado entre los rangos normales o lo suficiente para que los áureos no se sintieran intimidados.

Ziz no tuvo más opción que disminuir su gran tamaño que llegaba a ocultar el sol y sobrepasaba los cielos. A su lado, Sahily solo era una pequeña áurea que revoloteaba con felicidad y trataba de jugar para que su ave no se aburriera.

──── Aquí ──── ordenó Sahily, señalando con su dedo el lugar.

La criatura aterrizó a un lado de Sahily, sus patas moviéndose lentamente hasta bajar su cabeza en señal de sumisión. La áurea acarició su cabeza, sus dedos pasando por el plumaje rojizo con suavidad.

──── ¿Quién es el Ziz más lindo? ──── ella susurró con ternura, arrugando su nariz ──── Tú lo eres, mi pequeña criatura.

──── ¿Cómo puede gustarte esa cosa? ──── Ithiel cuestionó, manteniendo distancia entre ambos.

──── Mejor dicho, ¿cómo hiciste que se quedará? ──── preguntó Ezer, también dando varios pasos atrás.

──── El líder Izan me dio permiso ──── ella les respondió, lanzándoles una mirada de advertencia ──── Además, las aves Ziz están agradecidas conmigo.

──── ¿Por qué? Nunca me contaste ──── Ava replicó creando un mohín con sus labios.

──── Las salve. Técnicamente solo fue a Ziz, pero como son guardianes de todas las aves, fue como si lo hice a todas ──── explicó con rapidez, levantándose.

Ziz empezó a acariciarse en las piernas de Sahily, negándose a dejarla ir tan fácilmente después de tenerla fuera de casa por mucho tiempo.

──── Le gusta todo lo raro y mitológico ──── contó su hermano, cruzando sus brazos ──── Tal como ella.

──── Me ofendería, pero somos un ser mitológico así que es una especie de cumplido escondido. Gracias, hermano ──── sonrió con diversión.

──── No me sorprende que le veas la parte buena ──── él contraatacó, rodando los ojos.

Ava suspiró, llamando la atención de los áureos ──── Siempre quise acariciarla.

──── Acariciarlo ──── corrigió Sahily ──── Es un lindo macho.

──── Y te recomiendo que no lo hagas ──── Ezer negó, arrugando su rostro con el amargo recuerdo que pasó por su cabeza ──── Sobre todo si quieres mantener tus dedos intactos.

──── ¿Experiencia personal?

──── Una que trató de borrar de mi memoria ──── musitó, sintiendo el escalofrío pasar por su espalda.




cuando estuve buscando sobre ángeles, me encontré con una ave mitológica llamada Ziz y me encantó tanto que decidí ponerla :')

por supuesto que tengo pensado muchas cosas con esta ave así que sigan leyendo

sus votos y comentarios son más que bienvenidos en Áureos 



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