twenty four ──── ava's strangeness

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─────────── CHAPTER TWENTY FOUR,

AVA'S STRANGENESS  ───────────



El lunes por la mañana, la universidad se sintió como un alivio para los áureos. Era uno de los lugares donde podían hacer su misión sin ningún problema.

Ithiel beso la frente de su hermana como en cada despedida.

──── Avísame si sucede algo ──── le susurró ──── No dudaré en ir.

Sahily asintió, sintiéndose mejor. El áureo comenzó a caminar, manteniendo una distancia con Nirelle que fue imposible de no notar.

──── ¿Qué fue eso? ──── Zadkiel interrogó, frunciendo sus cejas.

Ella solo se encogió de hombros, indiferente ──── Siempre nos hemos despedido de esa manera.

──── Sabes que no me refiero a eso.

Antes que el áureo pudiera decir algo más, Sahily camino al pasillo que la llevaría a su siguiente clase. Metió sus manos en la chaqueta cuando notó como Zadkiel quiso tomarlas, necesitando mantener su distancia.

──── Nos vemos después ──── ella se despidió, apresurando sus pasos.

Sintió la mirada pesada del áureo en su espalda, pero se negó a girar, no quería enfrentarlo sabiendo que cedería rápidamente. Dobló en una esquina, tratando de respirar cuando encontró a las humanas, inmersas en su conversación.

Apenas la áurea se acercó, Lexie giró, apoyando su espalda en la pared.

──── ¿Has visto las reseñas de la nueva película de Tom Holland? ──── preguntó, mirándola con ensoñación ──── Él es mi mayor crush de toda la vida.

──── ¿Crush? ──── repitió la áurea, arqueando sus cejas en confusión.

──── Amor imposible, mayormente para artistas y personajes ficticios ──── Raisa explicó ──── Lexie está obsesionada con esa nueva película.

Sahily observó a la chica, asombrándose de la confianza que estaba adquiriendo a su alrededor.

──── Vayamos a verla ──── propuso la áurea ──── Las invitaré por no haber ido a tu casa.

Lexie negó, retrocediendo ──── No puedo aceptarlo, sería demasiado además que falta una semana para el estreno.

──── Seremos las primeras en mirar esa película ──── prometió la rubia, sonriéndole ──── Voy a encargarme de conseguir esas entradas.

El grito que brotó de los labios de Lexie asustó momentáneamente a Sahily, pensando que algo estaba mal hasta que sintió los brazos de la humana a su alrededor, agradeciéndole.

──── No sabes en qué problema te has metido ──── bromeó Raisa, jalando a Lexie.

Las tres siguieron el camino, entreteniéndose con la emoción que brotaba de Lexie. Ninguna tuvo necesidad de callarla ya que se sentían cómodas.

La figura de una sombra captó la atención de Sahily, deteniendo sus pasos lentamente. No creía que los demonios entraran a la universidad sabiendo que estarían rodeados.

Antes de dar un paso, el cuerpo de Ava se interpuso, observándola con curiosidad.

──── ¿Qué estás viendo? ──── interrogó, dando una mirada rápida por encima de su hombro.

──── Nada, creo que solo estoy siendo paranoica ──── murmuró, encogiéndose de hombros. La mirada de la áurea cayó en Ava, quién parecía demasiado nerviosa ──── ¿Sucede algo?

──── Ezer me mandó a una investigación de campo ──── informó, balanceándose sobre las puntillas de sus pies ──── Necesito dinero.

Sahily frunció sus cejas, curiosa por esa misión. Le parecía extraño que su hermano no le hubiera dicho nada, incluso cuando tuvieron la reunión.

Aun así, ella sacó la cartera que Ithiel le dio y extendió varios billetes a Ava, esperando que fuera lo necesario.

──── ¿A dónde irás? ──── Sahily interrogó.

Ava apretó sus labios, pareciendo tranquila ──── Solo hablaré con algunos humanos, nada interesante ──── contestó, dando pasos para atrás.

Sahily agarró su brazo, deteniéndola ──── Ten cuidado. Llámame si me necesitas.

──── Eres la primera en mi lista de contacto ──── aseguró, sonriéndole dulcemente.

Ava salió trotando, esa era su forma tan peculiar de caminar. Sahily se movió con discreción, observándola hasta dar con una segunda figura.

Goel, aquel muchacho que los ayudó, salió de unos de los salones y se puso al lado de Ava, agarrando su mano. La áurea tuvo que recordarse a sí misma el autocontrol antes de ir y separarlos.

Ava estaba jugando con algo que no podría retener por mucho tiempo y esperaba que pudiera enfocarse en la misión. Si Ezer le dio una investigación era porque confiaba y no quería que su amiga olvide de dónde proviene.

Sahily decidió retroceder, prefiriendo dejarlo a manos de otro. Arregló la chaqueta oscura, cerrándola al sentir una corriente de aire. No tenía tiempo para perder y menos cuando todos los áureos estaban en peligro.

Llegó al auditorio dónde se impartirá su clase. Agarró la silla al lado de Lexie ya que todas iban en fila así que no tuvo otra escapatoria.

Dejó su bolso en la silla vacía a su lado y sacó la tableta que Ezer le dio para anotar los apuntes. Las luces bajaron cuando el profesor entró, pidiendo que pusieran atención a la clase.

──── ¿Está todo bien con tu familia? ──── Lexie le preguntó en un susurró, aburrida del profesor ──── Raisa me contó sobre Ava.

──── Estamos bien ──── asintió distraídamente.

──── Yo... lamento si dije algo malo sobre Ithiel y Nirelle, suelo hablar demasiado ──── murmuró, cruzando sus piernas ──── No quise hacer ninguna propuesta indebida.

Sahily asintió, sonriéndole ──── Tranquila, conozco a mi hermano y sé que tus intenciones no eran malas.

──── ¿Y todo bien con Zadkiel? ──── interrogó, alzando una de sus cejas.

──── Si, todo normal ──── musitó.

──── Es que... Zadkiel está espiándote por la ventana de la puerta desde que el profesor entró ──── Raisa informó, también en voz baja.

Sahily alzó su mirada, encontrándose con los ojos oscuros de Zadkiel. Él rápidamente se movió cuando sus miradas se conectaron, esperando que no lo hubiera notado.

Ella suspiró ──── Puede ser que peleamos un poco, pero nada para dramatizarlo ──── contó, terminando de escribir.

──── Bueno, él parece un cachorrito perdido ──── Lexie murmuró, frunciendo sus labios ──── Adorable por supuesto.

La áurea no resistió a subir la mirada, viendo como Zadkiel seguía espiándola. Con otro suspiró, guardó la información en su tableta y se giró a las chicas.

──── ¿Pueden prestarme sus anotaciones después de clases? ──── preguntó, agarrando su bolso.

Con una afirmación por parte de las dos, Sahily salió del auditorio, teniendo cuidado de que el profesor no la viera. Acomodó la chaqueta, aferrando sus dedos a la manga sabiendo lo que iba a hacer.

Encontró a Zadkiel a una considerable distancia de la puerta, leyendo el mismo libro de criaturas sobrenaturales que ella leyó hace unos días. Con facilidad lo agarró, viendo que iba por su escena favorita.

──── Tu lectura es muy interesante ──── ella dijo, pasando sus dedos por las hojas ──── Pero lo sería más si pusieras atención a la lectura y no para fingir.

──── No lo hacía, solo estaba pensando ──── murmuró, cruzándose de brazos.

──── ¿Sí? ──── replicó la áurea, siguiéndole el juego ──── Entonces, ¿de qué trata? Supongo que ya llegaste cuando Sakura le arranca el corazón a Silas.

──── Por supuesto ──── asintió con obviedad ──── Ya sabes, por la magia que tiene.

Sahily sonrió, ladeando su rostro ──── Claro, porque sería muy lógico que Sakura acabe con la vida del que será su pareja, ¿no? ──── replicó, arqueando sus cejas.

Los ojos oscuros de Zadkiel brillaron, atrapando la mentira de las palabras de la áurea. Era inteligente, lo suficiente para inventar una escena de un libro escrito por humanos.

──── Solo quería hablar contigo ──── confesó en voz baja. Dio un paso adelante, recortando la distancia ──── No lo hemos hecho desde que te bese y después que tú me rechazaste educadamente. Tal vez fue demasiado para ti y tienes miedo.

Ella alzó su mirada, enfrentándolo ──── No tengo miedo ──── determinó.

──── ¿Si no tienes miedo porque no aceptas lo que sucede? ──── explicó con dureza.

──── Ithiel es mi prioridad ──── dijo, apretando sus manos ──── No puedo desplazarlo.

──── ¿Desplazarlo por un demonio? ──── cuestionó, frunciendo sus cejas.

──── No puedo hacerlo por la profecía. Si Ithiel me llama y yo no estoy, podría suceder lo peor ──── susurró, imaginándose todo tipo de escenario ──── No puedo.

──── Sahily, no puedes vivir atada a esa estúpida profecía ──── él dijo ──── Jamás podrás ser feliz si sigues recordándola.

──── No lo entiendes, no puedo hacer que la pesadilla de mi hermano se haga realidad ──── negó, bajando la mirada al suelo.

Por más que Sahily quisiera elegirlo, no podía si eso significaba dejar atrás a Ithiel. Habían vivido más de cien años juntos, tratando de que no se cumpliera.

──── No necesitas darle todo tu amor a Ithiel, también puedes dármela a mí y no será un pecado ──── murmuró, acariciando su rostro ──── Puedes amar a los dos y a todos los que deseas, pero un poco más a mí.

Sahily no pudo contener la sonrisa en su rostro ──── Eso fue lo más bonito que has dicho.

Las cejas de Zadkiel se arquearon, negando ──── No es cierto. Siempre te he dicho cosas bonitas.

──── Si lo hicieras, me hubiera acordado. Dime algo bonito ──── pidió, queriendo saber si el áureo era capaz.

Zadkiel se inclinó, sin perder la mirada grisácea de la áurea.

──── Tu belleza es etérea ──── le susurró, acariciando su mejilla ──── Tienes una belleza de otro mundo.

Una fuerte carcajada brotó de los labios de Sahily, tanto que Zadkiel puso sus manos encima, tratando de callarla.

──── No puedo ser romántico si te ríes en mi rostro ──── se quejó como si fuera un niño ──── Hieres mi frágil ego.

Ella colocó sus manos en las mejillas frías del áureo ──── Lo lamento, no esperaba que fuera tan lindo.

Como recompensa, Sahily atrajo su rostro, juntando sus labios en un beso suave que hace mucho deseaba. Al separarse, Zadkiel sonrió, manteniendo sus ojos cerrados.

──── Ahora si me está gustando la escena ──── susurró, inclinándose.

Sahily retrocedió, sonriendo al verlo tan feliz por ese pequeño detalle.

──── No debes de acostumbrarte ──── negó, arreglando los mechones de cabello que se desprendieron ──── Lo sabes.

Él apretó los labios, asintiendo con desgane. Si fuera su decisión, besaría a Sahily en todo momento, sin pena o miedo a que otro áureo, pero respetaría la decisión.

Habían dado un paso adelante, no deseaba retroceder.

──── Solo uno más, para la buena suerte.

La risa delicada de Sahily fue lo último que escuchó cuando volvió a besarla, sintiendo la calidez que desprendió de su cuerpo. Las manos de la áurea agarraban con firmeza la chaqueta de Zadkiel mientras él la acariciaba, queriendo recordar ese momento tan perfecto.



El resto del día, los dos áureos pasaron cuidando de Raisa, manteniéndola dentro de la universidad por el tiempo necesario.

Aunque todos los áureos se turnaban, incluido la aparición sorpresiva de Ezer, Sahily se mantuvo cerca tal como su hermano se lo pidió.

La áurea sentía que ella era la que más se había acercado a las dos humanas. No podía negar que habían sido amables, pero faltaba demasiado tiempo para que pudieran ser amigas como era Ava, pero por el momento, se sentía tranquila a su alrededor.

Había podido ver cambios en Raisa, hablaba más e incluso ya dejó de esconderse detrás de Lexie, pero no había podido hacer que se demostrará algún don.

La idea de tirarla por un acantilado seguía disponible, pero todos los áureos querían irse con lo que no iban a obtener: una Raisa herida.

Cuando el sol empezó a esconderse, Sahily se alistó para tomar su turno. Como siempre, guardó pequeñas dagas alrededor de su pierna y la espada, debían de estar más alerta.

──── ¿Has visto a Ava? ──── Ezer interrogó, viendo como su hermana bajaba de la escalera ──── No ha aparecido en todo el día.

──── No sé, tú deberías de saberlo ──── replicó, encogiéndose de hombros. Las cejas oscuras del áureo se arquearon, confundido con esa respuesta ──── ¿No le has dado ninguna misión?

Él negó ──── Ninguna. Todos deben estar enfocados en cuidar a Raisa. No daré misiones extras hasta que sepamos con qué nos enfrentamos.

Un golpe de realidad llegó a Sahily, entendiendo que fue lo que hizo Ava. Sabía que encontrar a Goel no era nada bueno, pero confió en su amiga, esperando que no tomaría una decisión errónea.

──── Si, creo que me dijo que tenía que hacer unas tareas ──── dijo ella, intentando despistarlo ──── Ya sabes, debemos seguir fingiendo que somos humanos.

Ezer asintió ──── Llámame si necesitas ayuda ──── pidió, retirándose de la escalera.

Sahily asintió, esperando que su hermano no se preocupara. Su rostro cambio de inmediato cuando nadie la observó, entre molesta e irritada por la actitud que estaba adquiriendo su amiga.

Agarró la chaqueta y salió de la casa, poniéndosela con brusquedad. No podía creer que tendría que ir a recorrer todo Kartalago para encontrarla.

──── Oye, no debes de enojarte con una prenda ──── Zadkiel bromeó, acariciando sus hombros ──── ¿Qué sucede?

Ella suspiró, dejando que la calmara ──── ¿Has notado algo extraño en Ava?

──── Solo que parece más humana que todos nosotros juntos ──── bromeó el áureo. La diversión desapareció de su rostro al notar la angustia en Sahily ──── ¿Por qué? ¿Hizo algo indebido?

──── Tengo un mal presentimiento desde hace tiempo y creo que se trata sobre Ava ──── confesó en voz baja ──── Solo hay que recordarle que es una áurea.

──── ¿Quieres que te acompañe? ──── preguntó, alejando un mechón rubio ──── Puedo ser de mucha utilidad.

Una leve sonrisa apareció en Sahily, empujándolo con suavidad ──── Podré hacerlo sola.

──── Entonces te perderás de esto.

Zadkiel dio un paso adelante, inclinándose para besarla. La sostuvo por su cintura, dejando que ella acariciara sus mejillas tal como le gustaba.

Sus labios se movían con suavidad, disfrutando de cada segundo en que podían estar juntos. Ella se separó, dejando que Zadkiel sonriera embobadamente.

El sonido de la puerta abriéndose hizo que ambos áureos tomarán su espacio, observando cómo Ithiel salía.

──── ¿Quieres que te lleve? ──── preguntó, agitando las llaves.

──── Iré caminando, tengo que encontrarme con Ava ──── dijo ──── Mandaré a Nirelle en taxi.

──── Bien. Estate atenta al celular, Ezer te llamará para el cambio ──── informó, dándole una mirada rápida a Zadkiel.

Sahily se despidió de los dos áureos, caminando con tranquilidad. Se puso los guantes oscuros, esperando que le ayudará con el frío que últimamente apareció en Kartalago.

Si había un lugar dónde Ava estaría era el centro comercial, ahí terminaban todas las parejas y no creía que Goel fuera a exponerla tanto sabiendo que su familia estaba cerca. Fue caminando con más lentitud y buscó con su mirada, encontrándose con varios rostros familiares.

Metió sus manos en la chaqueta, esperando lucir lo suficiente intimidante para que nadie la moleste cuando oyó varios silbidos a su espalda. Tuvo que apretar sus dientes para no darse la vuelta y demostrarle que no era la forma correcta, tal vez con varios golpes para dar énfasis.

La áurea fue deteniéndose al oír una risa que supo a quién pertenecía. No tuvo necesidad de acercarse, solo observó de lejos como aquella pareja estaba sentada en la hierba con varios libros a su alrededor.

Goel hablaba sin parar hasta que se detuvo cuando observó aquella mirada grisácea. Se inclinó a Ava, intercambiando algunas palabras y señaló dónde estaba Sahily.

Los ojos oscuros de Ava se llenaron de sorpresa y pasaron a ser de miedo. Sahily descubrió su mentira y con un humano a su lado. Ella se despidió de Goel, recogiendo su bolso y trotó hasta Sahily dónde se mantuvo con la mirada baja.

──── Espero que hayas descansado lo suficiente, será una noche larga ──── Sahily habló, manteniendo su voz neutra.

──── Lo hice, descanse muy bien y estoy preparada para ayudar ──── asintió la áurea, sin poder levantar la mirada.

──── Iremos caminando, estoy segura que podrás aguantarlo ──── murmuró.

Sahily dio un último vistazo a Goel, esperando que se diera cuenta de los problemas que había metido a Ava. Las dos áureas caminaron en silencio hasta la casa de Raisa.

Ninguna quiso romper ese hielo que se formó y en parte, Ava deseaba que solo fuera ignorado, no soportaría un regaño por la áurea que ella admiraba.

Encontraron a Nirelle en un callejón oscuro, enfrente de la casa de Raisa. Apenas se movió en la luz del faro, manteniendo sus brazos cruzados.

──── Raisa no ha salido pero su familia sí. Creo que la abuela está enferma ──── dijo, rascando su mentón ──── Todos parecen muy preocupados.

──── ¿Sentiste algo? ──── Sahily preguntó, intrigada por saber si la áurea desarrollaría un don.

──── Una enfermedad mortal, está consumiéndola por dentro ──── murmuró, enfocando su mirada en la gran casa ──── Se está expandiendo por todos sus órganos.

La áurea asintió, satisfecha de sus palabras ──── Puede ser que estés desarrollando un don. Uno muy importante.

Una leve sonrisa apareció en el rostro de Nirelle, dándole un brillo a sus ojos azules por el inesperado cumplido.

──── Gracias ──── susurró.

──── Te daré dinero para el taxi. Ithiel debe estar esperándote ──── informó, sacando la billetera ──── Descansa.

──── Lo haré ──── asintió, tomando los billetes.

──── Sahily, yo...

──── Aún no ──── negó la mencionada.

Ava asintió, esperando que su amiga se calmara. Ambas se escondieron en el pasillo, observando la casa silenciosa que apenas mantenía algunas luces encendidas.

──── Le mentí a Ezer por ti ──── dijo Sahily después de unos minutos. Se sentó en el suelo, estirando sus piernas ──── No recuerdo cuándo fue la última vez que le mentí.

──── Lo lamento ──── murmuró Ava, bajando la mirada ──── No quiero meterte en problemas y menos que mintiera.

──── Pero lo hice. Deberías de pensar sobre lo que has hecho y tomar la decisión correcta ──── replicó, empezando a molestarse ──── Estamos en una misión que tiene nuestra s vidas en sus manos y tú solo juegas.

──── No quería que nada sucediera, nada malo ──── negó, agitando su cabeza ──── Estaba informándome de los accidentes y después solo sucedió.

──── Pudiste detenerlo ──── musitó, frunciendo sus cejas ──── Dejar de hablar con ese chico, decirle que no estás disponible y recordarte que estamos por la criatura, no para querer salir con un patético humano.

Ava alzó la mirada, sintiéndose irritada por la forma en que Sahily habló de los humanos cuándo le habían demostrado que así no eran.

──── Se llama Goel ──── susurró, apretando los dientes.

La mirada oscura de la áurea cayó sobre Ava, disgustándole como defendió a ese ser.

──── Puede llamarse Goel, pero seguirá siendo un humano que utilizaran como carnada cuando los demonios aparezcan en Kartalago y te vean con él ──── replicó, queriendo que su amiga abriera los ojos ante esa realidad ──── ¿Has pensado lo que le harán?

──── No van a tocarlo ──── negó.

──── ¿Quién dice que no?

Ava no replicó al notar un movimiento en la casa. Sahily se levantó, observando que Raisa salió, poniéndose la chaqueta marrón que solía utilizar.

──── Lo protegeré ──── Ava dijo, decidida a hacer cualquier cosa para que Goel no se viera afectado.

──── No tienes ni idea de lo que dices ──── murmuró la áurea, apretando sus manos ──── Piénsalo otra vez antes que te dañes a ti misma.

Sahily comenzó a caminar, sin perder de vista a Raisa que se movía velozmente entre las personas. El gran anuncio de una farmacia le hizo darse cuenta que Nirelle no estaba equivocada y menos cuando observó como las manos de Raisa temblaban.

La áurea se quedó parada del otro lado de la calle, siendo ocultada por el parqueo. La angustia en el rostro de Raisa era difícil de ocultar, una persona cercana estaba muriendo y lamentablemente no se podría salvar.

Raisa salió después de unos minutos y las dos áureos se movieron, manteniendo la distancia.

──── ¡Cuidado!

Sahily apenas pudo oír el grito de Ava cuando sintió como una fuerza, demasiado rápido, golpeó su cuerpo, haciendo que se estrellara contra un carro parqueado.

Las ventanas explotaron ante el impacto y la puerta quedó abollada. Sahily siseó, irritada por lo sucedido y se movió unos centímetros hacia atrás dónde una espada se incrustó.

El brillo del filo de esa espada mostró que se trataba de un demonio y por lo sucedido en el bosque, decidió no tocarla. Sahily quitó los vidrios de su chaqueta, manteniendo su expresión neutra.

Se acercó a pasos lentos hasta que el demonio que bajó la luz del faro supo de quién se trataba y por qué fue tan veloz para no darse cuenta.

──── Aslius ──── ella llamó, ladeando su rostro ──── Un gusto conocerte personalmente.

Los ojos oscuros de Ava se expandieron, sorprendida por ese ser ──── Tú... tú eras el líder de los Grigori, los vigilantes desterrados que murieron por el diluvio ──── murmuró, recordando la historia.

El hombre sonrió, sus ojos negros se posaron sobre la áurea, gustándole que supieran quién era.

──── Soy el líder de los Grigori ──── corrigió con un tono de orgullo.

──── Estoy segura que te quitaron ese puesto hace miles de años ──── canturreó Sahily, sin dejarse intimidar por ese demonio ──── Parece que ahora eres el fabricador de armas, ¿no?

──── Pongo mis dones en uso ──── replicó con diversión ──── ¿Te ha gustado? La hice con esencia de áureos para matarlos cómo se deben.

Sahily miró la espada, todavía incrustada ──── Las réplicas suelen quedar mejor ──── replicó, enseñando su propia espada ──── Le falta brillo y una montura más... significativa, ¿no crees?

La mirada del demonio se volvió oscura, enojándose que una áurea se esté burlando de la mejor creación. Aun así, no hizo ningún movimiento.

──── ¿A qué has venido? ──── Ava preguntó.

Aslius no apartó la mirada de la áurea rubia, aprovechando cada segundo para recordarla en su nublada mente.

──── Los demonios hablan historias estupendas sobre ti. Quise comprobar por mí mismo si son ciertas ──── dijo, sacando una segunda espada ──── No te molesta que ocupe una réplica, ¿no?

Sahily sonrió, alzando su barbilla ──── Ava, sigue tu camino ──── pidió, apretando su espada ──── Tendré un lindo encuentro con mi fan número uno. Le mostraré el camino directo al infierno, dónde lo esperan.

Ava titubeo, pero finalmente aceptó, sabiendo que tenía que avisar al resto. La calle estaba completamente despejada, con solo una luz que apenas podía alumbrar a los dos seres que se estaban preparando para una pelea.




si leyeron Entre las criaturas entenderán la referencia que puse y si no, ¿qué esperan para hacerlo?



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