𝖎𝖎𝖎. Holding Out For A Hero

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


╭────────── ☄︎ ✧ ☄︎ ──────────╮
aurora; acto uno, capítulo tres
🪐 🕶 🚀 🎧 💟

iii. HOLDING OUT FOR A HERO, bonnie tyler
⏮️ ⏸️ ⏭️
▶️ ───◎───────────────── 5:47

╰────────── ☄︎ ✧ ☄︎ ──────────╯

ESTO ME GANO POR INTENTAR SER una buena persona.

¿Recuerdan ese corto debate sobre si iba a ir al cielo o al infierno cuando Gamora casi me mata? Bueno, al parecer caló hondo en mí porque, aparentemente, quise actuar de buena manera y ahora estoy metida en un gran problema.

Hace unos minutos, unos tres prisioneros lograron colarse en nuestra celda, muy decididos a llevarse a la hija de Thanos y asesinarla. Podría haberme hecho la dormida y actuar como si no estuviera ocurriendo nada, luego a la mañana siguiente fingiría sorpresa cuando me avisaran sobre su muerte. Pero no podía ignorarlo. Aunque al tocarla hubiera escuchado una espeluznante voz en mi cabeza, Gamora no merecía morir sola en esta prisión si había alguien que podía ayudarla. Ese alguien era yo. Mi cuerpo actuó solo, ni siquiera pensé en lo que debía hacer, me paré de un salto y le pegué un buen puñetazo en la nariz a uno de los prisioneros. Claro que un simple golpe proveniente de una humana insignificante no le había hecho mucho daño y tampoco iba a detenerlos de realizar su cometido. ¿Cómo terminó toda esta maravillosa historia sobre heroísmo y estupidez? Bien, para resumir, los presos nos llevaron a ambas hacia los baños, ya que según un guardia con el que nos cruzamos "sería más fácil limpiar la sangre". Insultos hacia él, risas por la nariz sangrante del otro prisionero e intentos de soltarme después, habíamos llegado a los dichosos y asquerosos baños.

Ahora, un alienígena llamado Drax el Destructor (un nombre bastante asombroso si me lo preguntan) está contando sus ansias de matar a Gamora como si fuera un villano tonto de las películas de superhéroes. Algo sobre que ella es una secuaz de Ronan y él había asesinado a su esposa y a su hija y no sé qué más. Si esta fuera una de esas películas, en este momento el héroe estaría escondiéndose en algún lugar, pensando en un plan para rescatarnos. Por favor, que sea Superman, porque él es el único capaz de salvarnos de estos presos asesinos.

Intento soltarme del extraterrestre que sostiene mis brazos por detrás de mi espalda, pero este (al igual que todos en esta maldita prisión) tiene más fuerza que yo.

—Hey, te quebré la nariz, pero no hace falta que tú me quieras arrancar los brazos —digo con gracia, provocando que el prisionero tire mis brazos más hacia atrás—. Maldito mutante cabeza de...

—Silencio, mujer de ojos raros —me calla Drax, señalándome con un cuchillo. Irritada por el sobrenombre, pero sabiendo que no me queda otra que obedecerle, hago lo que dice y suelto un bufido—. Ronan mató a toda mi familia, ahora mataré a uno de los suyos.

Cierro los ojos, creyendo que este será el final de Gamora, pero escucho todo menos gritos de dolor y sangre chorreando. Abro solo un ojo y después el otro, al ver que ella había hecho una maniobra de defensa tan rápida que no me permitió ayudarla. Me quejo internamente por ser una humana, ya que sin mis manos y piernas libres, ni mis pistolas, mis posibilidades de ganar una pelea son nulas. No quiero pensar en esto, pero un recuerdo de Irin viene a mi mente. Ella siempre me decía que mi fortaleza son mis piernas, y que cuando pensara que estaba en una situación imposible, las utilizara para escapar. Es una maldita, pero que tiene razón, tiene razón. Eso me da una idea.

Piso al prisionero con todas mis fuerzas y él afloja el agarre en mis manos, por lo que las junto y le doy un puñetazo en el estómago. Este se tira para atrás y me doy vuelta para propinarle una buena patada que lo manda de una al piso. ¿Quién necesita un Superman cuando una misma puede ser Supergirl? Satisfecha con mi trabajo, estiro mis entumecidos brazos y vuelvo a mirar a Gamora, quien me observa de una forma que no logro interpretar. Antes de que pueda hacerlo, ella regresa su mirada a Drax, a quien apunta con un cuchillo al igual que a otro preso.

—No soy familiar de Ronan, ni de Thanos —determina Gamora, y para mi sorpresa, suelta las armas.

—¿Por qué...? —intento preguntar con una mueca, pero me interrumpe.

—Soy tu única esperanza para detenerlos.

Las palabras tranquilas de Gamora causan la ira de Drax, ya que él se abalanza hacia ella y comienza a ahorcarla. ¿Pero qué diablos le pasa? ¿Tiene problemas de ira o qué está mal con este tonto?

—Mujer, tus palabras no significan nada para mí —exclama Drax, apretando el cuello de Gamora, con tanta fuerza que llego a escuchar cómo ella intenta tomar aire.

Bien, aquí es donde debería volver a ser una buena persona y ayudar a Gamora para que este demente no la ahorque hasta la muerte. La idea de salir corriendo cruza mi mente, pero extrañamente la descarto más rápido de lo que debería. La hija de Thanos no tendría que importarme tanto, no creo que ella haga lo mismo por mí si la situación fuera al revés. Mis problemas internos son interrumpidos por una voz muy conocida detrás nuestro.

—¡Oye, oye, oye!

¿Pedí a Superman y me dan esto? ¿En serio? Debo suponer que es lo mejor que pudieron darme en tan poco tiempo.

Peter Quill había hecho su entrada estelar y se acerca a Drax con sus manos alzadas, demostrando que no va a intentar atacar. Intercambiamos una mirada rápida e imito la posición de sus brazos. Espero que tenga un plan para sacarnos de aquí, porque si vino para cagarla más le patearía el trasero en nuestras formas fantasmales para siempre. Aunque creo que antes de que eso ocurra debería decirle lo de nosotros de niños... bien, si no la caga le digo.

—Si matar a Ronan es tu único objetivo, no creo que esta sea la mejor forma de hacerlo.

—¿Tú no eres el hombre al que esta perra intentó matar? —pregunta Drax, y luego su mirada recae en mí—. ¡A ti también te quiso asesinar!

—El perdón es uno de mis grandes dones —respondo con simpleza.

Y eso es verdad. Soy una persona poco rencorosa, no puedo evitar perdonar a las personas y mi enojo con ellas se evapora en poco tiempo. A menos que seas Irin Skell o Yondu Udonta, si sos alguno de ellos tienes que saber que jamás recibirás mi perdón y te mantendrás hasta mi muerte en la lista negra.

—Bueno, no es la primera mujer que intentó hacerlo —comienza a decir Star-Queen y tengo el presentimiento de que va a decir cosas estúpidas—. Mira. Una chica rajak muy sexy me hizo esto. Me clavó un tenedor por intentar escabullirme en la mañana. Aquí, una chica kree intentó arrancarme el tórax. Me atrapó con una a'askavariiana delgada que trabajaba en Nova Records. Yo quería sacarle información. ¿Alguna vez viste a una a'askavariiana? Tienen tentáculos y agujas en lugar de dientes. Si crees que estaría interesado en algo así de verdad, entonces... No te importa.

No me equivoqué.

—A nadie le importa, Star-Queen —susurro, camuflando mis palabras con una tos.

—Claro que te importa —me responde también en un susurro y continúa hablando, mientras pongo los ojos en blanco—. Pero esto es lo importante. Ella traicionó a Ronan. Él vendrá por ella. Y cuando lo haga, tú podrás...

Quill pasa un dedo por su cuello, pero al parecer, Drax el Destructor no comprende lo que ese gesto significa. Idiotas, por todos lados hay idiotas. Parece que hay un virus, por Yoda.

—¿Por qué pondría mi dedo en su garganta?

—Es simbólico —digo conteniendo la frustración—. Significa que tú le cortarás la garganta a Ronan apenas lo veas.

—No le cortaría la garganta. Le arrancaría la cabeza.

—Es una expresión, significa que matarás a alguien —se apresura a explicar Peter, seguramente notando mis ganas de gritarle a Drax que es un estúpido—. Alguna vez lo escucharon. Ya lo conocían, ¿no? Saben que es esto —él anima a los demás presos, pero quienes dicen que sí niegan al instante ante la mirada que les echa Drax—. Lo que digo es que debes mantenerla viva. No hagas su trabajo por él.

Cruzo los dedos para que todo salga bien y suspiro cuando Drax deja caer a Gamora. El rescate de Peter salió bien después de todo. Me apresuro a acercarme a ella y tomo su brazo para ayudarla a ponerse pie. Sus respiraciones son apresuradas y asiente con la cabeza en forma de agradecimiento. Le devuelvo el gesto y me alejo un poco para darle espacio, y por temor a que esa voz retorne a molestarme.

—Me gusta tu cuchillo. Me lo quedaré —dice Drax, mientras se va del lugar muy tranquilo, como si no hubiera estado a pocos segundos de asesinar a alguien.

—Era mi cuchillo favorito —se queja uno de los presos y me dan ganas de golpearlo.

Gamora comienza a caminar hacia la celda y la sigo sin saber muy bien qué más hacer. Veo a Rocket apoyado en la puerta de los baños y lo empujo con el pie con el único fin de molestarlo. Efectivamente, me gano un insulto y me giro hacia él para sonreírle con sorna. También noto que Peter nos está siguiendo, pero no me importa demasiado, estoy feliz de haber salido viva de aquella situación. No tengo ánimos de morir en los pestilentes baños de una prisión rodeada de gente estúpida. Ya tengo suficiente estupidez conmigo misma. Recuerdo que prometí que si Peter no la cagaba le diría sobre nuestro encuentro infantil... Más tarde, tengo algo de sueño y espero poder dormir sin que la voz se me aparezca de nuevo.

—¡Escucha! No me importa si vives o mueres —exclama Quill detrás de mí, y creo que se lo está diciendo a Gamora.

Los tres frenan en el pasillo y yo no quiero quedarme afuera, por lo que me apoyo en una baranda y los miro, esperando ver hacia dónde se dirige esta conversación nocturna.

—¿Y por qué detuviste al gigante? —inquiere ella, con la irritación visible en su rostro. Uy, creo que trasnochar pone a todos de malhumor.

—Es simple. Sabes donde vender mi orbe.

—Mi orbe —aclaro, aguardando por la reacción del saqueador.

Mi orbe —recalca Peter, fulminándome con la mirada. No pude evitar sonreírle en una falsa muestra de inocencia.

—¿Cómo vamos a venderlo si nosotros y el orbe seguimos aquí? —pregunta Gamora, mirándonos a ambos con hartazgo.

¿¡Qué había hecho ahora además de nacer sin un cierre en mi boca!?

—Mi amigo Rocket escapó de 22 prisiones.

—Vamos a escapar. Y luego iremos directamente con Yondu a buscar tu recompensa y te dejaremos a ti, McFly, en el punto acordado.

La primera oración de Rocket se repite en mi cabeza cientos de veces, causándome una gran felicidad. No sé porque, pero confío ciegamente en el mapache. Libertad, pronto te tendré de nuevo, querida amiga. Aunque tenga que escapar de un animal subdesarrollado y su amigo árbol invencible. Sus otras palabras, sobre el punto acordado, también llaman mi atención, pero no quiero que nos desviemos del tema del que estamos hablando.

—¿Cuánto iba a pagarte tu comprador por mi orbe? —pregunta Quill, observándome con una advertencia clara, y levanto mis brazos dispuesta a no hacer ningún comentario.

—Cuatro mil millones de unidades.

—¿¡Qué!? —exclama Rocket.

—Santa mierda —susurra Peter para sí mismo.

—¡A la mierda! —grito como una desquiciada y me tapo la boca. Ahora los presos van a odiarme por haberlos despertado, genial.

Bien, desde hoy Gamora es mi mejor amiga y nada va a poder separarnos. Al menos hasta que vendamos ese orbe y nos dividamos el dinero. Mi sonrisa es gigantesca, claramente. Ni aunque le robe a todo un planeta podría conseguir esa cantidad de unidades. Tampoco sé qué voy a hacer con tanto dinero, pero algo estúpido seguro.

—El orbe es mi oportunidad de escapar de Thanos y Ronan. Si nos liberan, los llevaré con el comprador y dividiré la ganancia entre los cuatro —acepta Gamora, a regañadientes, pero le sonrío con mi más brillante sonrisa. Ella, al darse cuenta de mis intenciones, me hace una mueca.

—Yo soy Groot.

El pino mutante aparece a un costado de nosotros, siendo separado por una reja. Me pregunto si el árbol sabrá lo que son las unidades. Y de saberlo, ¿en qué las gastaría? No, no se me ocurre nada.

—Entre los cinco —corrige Rocket—. Duerme para el peligro, despierta para el dinero, como siempre.

Dimos por terminada la conversación, acordando que mañana hablaremos bien sobre el plan de escape y nos separamos para ir a nuestras respectivas celdas. Estoy siguiendo a Gamora cuando alguien toca mi hombro. Es Peter. Me mira con una sonrisa en el rostro y ladeo la cabeza, cansada, pero a la vez interesada por saber lo que quiere. Examino sus facciones y frunzo los labios para no sonreír, el muy estúpido es exactamente mi tipo. Me sorprendo al ver que imita mi gesto y parece estar recalculando sus pensamientos. Supongo que el sueño nos está afectando y estamos más idiotas de lo normal. Sí, eso es posible.

—¿Sí, Star-Queen? —lo apuro con mi sonrisa seductora, encantada de molestarlo.

—Mmmmm, iba a decirte que no escuché tus agradecimientos por haberte salvado de esos alienígenas —dice dando un paso hacia mí, bajando su cabeza para observarme. Es más alto que yo.

Casi doy un paso hacia atrás.

—Vas a escuchar mis agradecimientos cuando estemos libres de este lugar. Por ahora, confórmate con una palmada en el hombro —procedo a hacer lo que digo antes de guiñarle y darme vuelta.

—Lo esperaré con ansías, Aurora —repone. Sonrío, aunque él ya no puede verme.

—¡Buenas noches, Star-Queen!

──────────── ☄︎ ✧ ☄︎ ────────────

—Pedir una hamburguesa sería excesivo, ¿no?

El prisionero que está dando las bandejas del desayuno me gruñe y me abstengo de devolverle el gruñido. No quiero causar problemas ahora que tengo la oportunidad de escapar de aquí, no sea cosa que me pongan en aislamiento por causar un disturbio y terminen por escaparse sin mí. Hoy más que nunca, mi boca debe mantenerse cerrada hasta nuevo aviso, o al menos hasta que nos encontremos en una posición superior a la de los guardias y pueda insultarlos sin inconvenientes.

—Si queremos escapar, debemos entrar a esa torre de vigilancia. Para hacerlo, necesitaré algunas cosas —comienza a explicar Rocket mientras nos dirigimos a una mesa apartada del resto, para que nadie nos escuche. Me siento junto a Gamora con suma precaución, rozarla podría significar que la voz regrese. Frente a mí está Quill, quien me guiña un ojo y como respuesta le hago una mueca—. Los guardias usan bandas de seguridad para controlar las entradas y salidas. Necesito una.

—Yo me ocupo —dice Gamora.

—Ese tipo de allí. Necesito su pierna ortopédica.

—¿Su pierna? —pregunta Quill y mis sospechas inician.

—Sí.

—¿Para qué rayos necesitas esa pierna? ¿De qué nos puede servir para escapar? —inquiero observando al anciano que camina como puede con su extremidad de metal—. Esto me huele a mentira.

—La necesito, McFly —insiste el mapache, abriendo muchos sus ojos—. No necesito otra parte. Míralo, es inútil.

—Está bien —Peter me mira con una intención concisa: que cierre la boca para que el mapache pueda acabar de contar el plan. No me opongo.

—Finalmente, en esa pared hay un panel negro. Una luz amarilla que parpadea. ¿La ven?

—Sí —afirma Star-Queen.

—Hay una batería de quarnyx detrás de ella. Una caja púrpura con cables verdes. Para entrar a la torre, definitivamente la necesito.

—¿Cómo vamos a hacer eso? —cuestiona Gamora.

A menos que seamos invisibles, nos será imposible alcanzar esa batería en la mitad del área común sin ser vistos por los guardias o por algún preso.

—Bueno, "supuestamente", los carceleros creen que ustedes don son atractivas. Quizá puedan arreglar algún tipo de intercambio...

—Debes de estar bromeando —lo interrumpe la hija de Thanos, y yo lo miro con los ojos muy abiertos.

—Yo escuché que quieren cocinarte, pero por eso no vas a ir a distraerlos para que te acaben comiendo, ¿cierto? —miento sin inmutarme. Lo que propone el mapache no va a suceder nunca.

—De verdad escuché que las creen atractivas. Y lo que acabas de decir no es cierto, McFly

—¿Quieres apostar, liebre parlante?

—¡No soy una liebre parlante! —exclama Rocket, amenazando con saltar sobre mí.

—Mira, tiene seis metros de altura y está en la parte más custodiada de la prisión. Es imposible subir sin que nos vean —interviene Peter, calmando nuestra pelea.

Sí..., lo de mantener la boca cerrada no está funcionando. Además, creo que me expuse de una manera muy obvia frente a Star-Queen y Gamora, porque estoy bastante segura que notaron que mentía y cómo mi voz se volvió aguda por ello. Bah, ¿qué me importa? En unos días seré asquerosamente rica y no me importará que dos personas sepan cuando miento.

—Tengo un plan, y para ese plan necesito una maldita batería de quarnyx, ¡así que resuélvanlo! —grita Rocket, y me aguanto la risa. Es como ver enojado a un oso de peluche—. ¿Puedo seguir trabajando? Gracias. Esto es importante. Cuando quiten la batería, todo el sistema entrará en modo de emergencia. Cuando la tengamos, debemos movernos con rapidez, así que eso debe ser lo último que consigan.

En el instante siguiente, las luces se apagan y una alarma comienza a sonar, aturdiéndonos. Unas titilantes luces rojas iluminan el área común, permitiéndonos ver que Groot había quitado las baterías de su lugar mucho antes de lo planeado. Eso cambia todo lo que el mapache acaba de decir, eso significa... ¡vamos a escaparnos ya mismo! Un ramalazo de adrenalina me invade y me siento con todas las energías como para noquear a unos diez guardias seguidos sin cansarme. Haré todo lo que esté en mis manos y más si eso nos proporciona un rápido y exitoso escape.

—Improvisar va a ser más divertido —aseguro, mientras noto que algunos guardias aparecen, apurados por controlar a los presos.

Gamora va por una de las bandas de seguridad, Peter por la pierna ortopédica del pobre señor y Rocket se acerca a Groot, quien está resistiendo las balas de unos drones manejados por los guardias. Y como siempre, yo no tengo mucho que hacer más que sentarme a esperar que nuestra victoria esté cerca. Aunque..., necesito descargar toda esta energía, por lo que corro hacia un guardia y mi actuación empieza. Grito que tengo miedo y que me voy a morir, mientras hago unos sonidos de llanto humillantes. En otra vida debí haber sido actriz, no tengo pruebas, pero tampoco dudas.

—Todos los presos deben volver a sus celdas —me informa el guardia, intentando que me quite de encima suyo.

—Oh, lo siento —suspiro, dándome la vuelta con una expresión asustada. Antes de dar un paso, vuelvo a voltearme, le doy una patada en el pecho y luego lo golpeo en el rostro. Él cae inconsciente y tomo su arma con una sonrisa victoriosa—. Siento no haberte golpeado antes. Malditos guardias babosos.

Con mi nueva adquisición, comienzo a dispararle a todos los guardias que se atraviesan en mi camino y los insulto con cada disparo que doy. Inconscientemente, agradezco las clases de disparo de Irin y también las de combate, eran duras pero efectivas. Aunque al recordar el castigo que recibías si eras el que erraba más disparos o el que perdía la mayoría de las peleas, los agradecimientos desaparecen tan rápido como si me estuvieran quemando viva. Y en parte lo hacen. Me digo a mí misma que eso ya no puede lastimarme y me lo repito varias veces para no olvidarlo. Ya no estoy en ese infierno. Escapaste. Escapaste. Escapaste.

Distraída, un dron se acerca peligrosamente a mí sin que yo lo note. Podría haber muerto por culpa de esos pensamientos de mierda, pero por segunda vez, alguien me salva del disparo que me hubiera mandado al otro lado. Antes de agradecerle a quienquiera que sea mi salvador, le disparo cuatro veces al dron, para asegurarme de destruirlo por completo. Este explota y cae delante de mí sin más. Decido girarme y suelto una carcajada al ver a Peter con la pierna ortopédica cargada en su hombro como si estuviera posando. Nadie va a lograr que cambie de opinión, esa cosa no sirve para nada.

—Gracias, Star-Queen —digo, y de verdad siento el agradecimiento.

—¿No era que ibas a agradecerme cuando escapáramos de aquí? —pregunta con gracia, mientras tira de mi brazo para guiarme hacia Groot, quien había estirado sus ramas para que pudiéramos trepar hasta la torre de vigilancia.

—¿Y qué estamos haciendo? —le devuelvo la pregunta y él resopla—. Además, tu estupidismo debe ser agradecido de vez en cuando, para que no dejes de hacerlo.

—¿No querrás decir heroísmo? —inquiere cuando comenzamos a trepar, con una sonrisa divertida por mi comentario.

—Sé muy bien lo que dije.

Estamos en la mitad de la escalada cuando un dron se posiciona junto a nosotros. Ninguno puede dispararle, por lo que nos tapamos las caras con nuestros brazos. Esto está saliendo tan bien... ¡Por favor, universo, si me dejas vivir prometo dejar de hacer referencias sobre alguna pelícu...! Antes de que la maquina nos disparara, Drax, el preso loco que había intentando matar a Gamora, derriba al dron con suma facilidad y lo destroza con sus propias manos como si se tratara de un juguete.

Que conste que no llegué a terminar mi promesa, por lo que no cuenta.

—¡Ustedes! ¡Hombre que se acostó con una a'askavariiana y mujer de ojos raros!

Me exaspero por su comentario, pero hey, acaba de salvarme la vida, creo que es hora de perdonar al demente y darle una oportunidad de redimirse. Él la toma con facilidad, ya que se pone a escalar y rápidamente se coloca junto a nosotros dispuesto a seguirnos en nuestro escape.

—Fue una sola vez, amigo —contesta Quill y ruedo los ojos.

Llegamos a la torre de vigilancia y me alegro al comprobar que la voz fue un producto de mi imaginación, ya que cuando Gamora me ayuda a pararme, esta no aparece. Debió haber sido una alucinación por el cansancio y el estrés.

Rocket abre la puerta con la banda magnética y el guardia en el interior nos observa a los seis con las manos en alto. Se encuentra en clara desventaja. El mapache y yo podemos pegarle un tiro en el pecho, Gamora y Drax lo destrozarían con sus propias manos, Groot le clavaría sus ramas por todo el cuerpo hasta matarlo y Peter... ¿él lo asesinaría con sus comentarios idiotas? Supongo que sí. Es lo que hay.

—Bien —digo aplaudiendo para llamar la atención del intimidado guardia—. ¿Te vas por las buenas, como un niño bueno, o prefieres hacerlo con un disparo en el trasero?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro