✖╎Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 13╎✖

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ʀᴇᴄᴜᴘᴇʀᴀɴᴅᴏsᴏᴏ.

[◆◈◇]

K. Young Soo

     —Soo, no has tocado tu comida, ¿No tienes hambre? —mamá habló sacándome abruptamente de mis pensamientos.

     —Mamá, no he tenido un buen día, ¿Si? —dije sin alzar la mirada de mi plato, era más interesante que hablar sobre lo maravilloso que pasaron su día, mientras el mío estuvo de la mierda.

     —Soo, no seas grosera con tu madre —reprendió mi padre con firmeza.

     Sabía desde lo mas profundo de mi corazón que Jung Kook jamás iba a perdonarme o quizás, Jimin le había reajustado el cerebro y tenía una novia en casa, porque siendo sincera no lo conozco de nada, solo he cruzado pocas palabras con él, ¿Y qué esperaba? ¿Qué un chico mudo me hablara sobre lo bonita que me veía, sobre lo inteligente que era o sobre que opinaba de los alienígenas? Porque siendo sincera, Colin era uno de ellos y jamás me enseñó ese extraño idioma que habla con el otro anormal que dice ser mi hermano.

     —¿Grosera? —alcé mi rostro y miré a los presentes con mis ojos a punto de cristalizarse—. Lo lamento, pero en serio no tuve un buen día —les dediqué una vaga sonrisa y volví a jugar con mi comida.

     —El chico que le gusta la rechazó —soltó Colin como si fuese de su incumbencia.

     Alcé mi rostro de nuevo con el ceño fruncido. Colin tenía fama de ser muy malo guardando secretos y esta era la prueba de que era cierto.

     Iba a matarlo.

     —Colin —reprendió mi madre con tono fuerte, aunque no solía usarlo a menudo.

     —No, mamá, tiene razón, como a él nunca lo han rechazado, jamás sabrá cómo se siente —relamí mis labios y miré a todos apenada.

     Estaba de mal humor por un hombre que no supo como valorar mis intentos de interesarme por él, por querer una amistad linda con él y sobre todo, para que no se sintiera solo, ¿Era por lástima?

     —Colin, eres un idiota con todas las letras —soltó Nam Joon enojado, porque él también sabía lo que había pasado.

     —Nam Joon —reprendió esta vez mi padre dejando de comer.

     —Es suficiente —mi madre se puso de pie y señaló a Nam Joon—. No agredas a tu hermano menor verbalmente, discúlpate —mi madre era la persona que amaba disculparse con todo el mundo, aunque esa persona no tuviese razón. Esa fue su educación y se respetaba en casa.

     —Pero mamá —la cara de Nam Joon era un poema.

     Él no se disculpaba delante de todos nosotros desde hace dos años, era algo vergonzoso para cada uno de nosotros tres.

     —¡Discúlpate, Nam Joon! —mi madre alzó la voz y Nam Joon rodó los ojos.

     —Lo siento, Colon, digo Colin, no volveré a insultarte —sonreí al ver como Nam Joon y Colin se miraban.

     Ellos se sentaban al lado de cada uno en uno de los laterales de la mesa, yo iba en frente de Nam Joon en el otro lateral junto a mamá, que estaba en un extremo de la mesa, mientras papá iba en el otro extremo. Ese era nuestro orden en la mesa.

     —Te disculpo, ser andante —Colin y Nam Joon hicieron un apretón de manos, sellando sus sinceras disculpas.

     —Perfecto —mamá aplaudió orgullosa y señaló a Colin—. Es tu turno de disculparte con tu hermana por hablar demás sobre su vida personal —esto era gracioso. La cara de mis hermanos era de: “¿Qué demonios debo decir?” cada vez que les tocaba disculparse.

     —Yo —se puso de pie haciendo todo terriblemente dramático—, belleza Kim natural Colin, promete jamás volver a revelar tu vida privada a menos que tú lo hagas —hizo una reverencia y solo escuchaba a Nam Joon soltar pequeñas risas nasales—. Lo siento en serio, Soo —se volvió a sentar en la silla y me guiñó uno de sus ojos.

     Tan típico de Colin.

     —Estás perdonado, hermano —le devolví el guiño

     Significaba que estábamos en paz... Por ahora.

     —Hecho todo esto, vuelvo a sentarme —papá miraba a su esposa con los ojos brillantes, aún se amaban, incluso más que antes, tenían un lazo muy fuerte—. Ahora hija, ¿Quieres contarnos que pasó? —ahora era mi turno de hablar.

     —¿Se acuerdan de Jung Kook? —pregunté con cierta inseguridad.

     Incluso hablar de él me hacía un gran nudo en mi garganta.

      —¿El chico mudo? —preguntó papá tomando de su vaso con jugo de naranja. Todos siempre lo recordarán como el mudo.

      —¡Kim Yi Harold! —reprendió mi madre, llamando a papá por su nombre completo.

     A mamá le saldría aquella vena en el medio de su frente si seguía gritando para reprendernos.

     —Es solo para saber de cual chico hablan, sabes lo despistado que soy, cariño —al llamar a mamá por ese modo, encendió cualquier cursilería en ella.

     A veces eran tan melosos.

     —Querido, pero podías ubicarlo de otra forma, por su aspecto físico, por ejemplo —habló con voz dulce, mientras Colin y Nam hacían muestras y cara de asco.

     Ver a mis padres besándose de lengua no era algo normal y supongo que aquellos semi-hombres trajeron aquellos recuerdos a sus mentes, porque yo lo había hecho.

     —Ajá, el chico con la polla grande —abrí mis ojos como platos al escuchar a Colin, interrumpiendo a mis padres con esas palabras—. Ah no, esperen, ese soy yo —soltó una risa como si fuese un gran chiste y para empeorar la situación, Nam Joon lo acompañaba en su estupidez.

     —¡Colin! —habló mamá poniendo una mano en su pecho, no era común hablar del tamaño de su pene en plena mesa y menos en la hora familiar.

     —Ese es mi muchacho —habló papá con cierto orgullo.

     Hombres.

     Mamá y papá no se ponían de acuerdo, lo felicitaban o lo regañaban, pero todo a la vez no ocasionaba el mismo efecto.

   —El punto es... —retomé el tema de conversación, no quería hablar de penes a lo largo de toda la cena— Jung Kook jamás volverá a hablarme, luego de esa gran paliza que le dió Jimin, tiene miedo de hablarme —mamá y papá me miraban atentos, prestando toda su atención a la conversación, revelando mi absurdo problema, lo sabía, pero ellos jamás comentarían que tan grave o estúpido era, solo estarían allí apoyándome.

     —Se pierda la oportunidad de estar con mi hermosa hija y además, virgen —y el hermoso color carmesí volvió a mi rostro.

     —Papá, no era necesario decir esa información.

◆◈◇ ══ ◆◈◇ ══ ◆◈◇

J. Jung Kook

     —¿Y qué piensas hacer?

     Nana y yo estábamos sentados en la gran mesa, cenando solos porque mis padres estaban en una gran junta, muy importante para ellos. Ya se les hacía costumbre no asistir a las cenas en casa, siempre éramos nana y yo. Tomé el teléfono que estaba encima de la mesa y escribí en una aplicación llamada notas la respuesta a su pregunta, al terminar de teclear giré el teléfono, mostrándole lo que decía.

“Buscarla para hablar”.

     Ella alzó una ceja no muy convencida y era muy normal su reacción, claramente no saldría ni una palabra de mi boca.

     Ya lo sabía, era mudo.

     —¿En serio? —preguntó tomando de la copa de vino que tomó con una de sus manos segundos después.

     Borré el mensaje anterior y escribí nuevamente la respuesta a su pregunta.

“No literalmente, nana, sabes que no hablo”.

     Rodé los ojos y tomé del vaso de cristal que contenía leche de plátano.

     —Deberías buscar una solución y rápido, quizás el lobo vuelva a atacar —Slsus palabras no me ayudaban en lo absoluto, pero sabía que se refería a Jimin.

     Solté un suspiro y le mostré el teléfono con la pregunta más estúpida que había escrito. Era un cobarde con todas las letras.

“¿Y si me manda al carajo?”.

     —Jung Kook, esas palabras. Si yo fuera tu madre igual te daría por la boca —Solté una risita nasal por su intento de reprenderme—, pero podría ser una posibilidad, yo tampoco quisiera volver a hablarte.

     Fruncí el ceño.

     Gracias por nada.

     Tomé el teléfono y solo le mostré la respuesta. Frustración ven a mí.

“No sé que hacer y tú no ayudas”.

     Ví como ella me miraba a los ojos, de seguro pensaba que era un idiota y que moriría virgen.

     —¿No tienes su número? —mi nana era más que inteligente.

     Miré un punto fijo poco interesante para mis ojos, intentado recordar si ella había anotado su número en el teléfono que me había regalado y que probablemente sí lo haya hecho. Escribí rápidamente la respuesta, luego de recordar que era muy probable que ella haya dejado su número o quizás sólo era producto de mi imaginación.

“Es probable”.

     —¿Qué haces aquí y por qué no lo estás buscando? —sus preguntas me hicieron abrir los ojos y más el tono de su voz fuerte.

     Ella tenía razón. Debía disculparme con Soo antes de media noche o me arrepentiría. Escribí lo último de la noche, antes de salir corriendo en busca del número de Soo y si no lo tenía, simplemente estaba perdido. Ella jamás iba a perdonarme.

“Gracias”.

     Le enseñé a mi nana la respuesta y ella asintió, porque sabía que estaba haciendo lo correcto. Me levanté de la mesa sin pedir permiso y corrí en dirección a las escaleras, como pude y sin caer salté de dos en dos escalones, hasta llegar al segundo piso y fui directo a mi habitación.

     Busqué con desesperación la caja nueva del teléfono costoso que me había comprado dentro del armario y saqué el aparato para encenderlo, ¿Por qué ésta cosa no enciende más rápido? Al ingresar, busqué el contacto con desesperación y anoté el número en mi teléfono, lo guardé como nuevo contacto y entré a mensajería, sin saber que rayos debía poner.

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[Bella Soo💜]

     —Hola, Soo. Quizás me odies o tal vez no tanto, pero solo quería pedirte disculpas por ser un completo idiota con una chica tan buena como tú.

     Enviado 20:45.

¡Se vienen cosas muy interesantes!

Gracias por leer💕

Corregido: 15/06/2024.

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