"Se siente de muchas formas."

Jimin corrió hasta la puerta, abriéndola para recibir al menor con emoción. Jungkook se lanzó a sus brazos en cuanto se miraron.

Los cuatro ángeles sonreían detrás de ellos, podían notar lo feliz que Jungkook era. Tiempo atrás desprendía un aura oscura con un sentimiento de tristeza. No sonreía, no reía, no hablaba con nadie, ni siquiera con su abuela que todos los días desde que Jungkook perdió a sus padres, cuido de él.

Pero ahora. Ahora todo era diferente, desprendía un sentimiento de felicidad, sonreía mucho, se sentía tan agradecido y feliz con la vida y todo ello a causa de Park Jimin y claro, por su propio mérito.

—Llegué un poco antes, lo siento, es que estoy emocionado —sonrió con una leve capa rosa en sus mejillas.

Jimin negó, acariciando los cabellos del castañito para ahora entrelazar sus manos y dejarlo pasar a su hogar. Jungkook miró todo, era un lugar muy bonito, nunca había estado en casa de Jimin, al principio pensó que sería un departamento muy pequeño o incluso pensó que todo estaría desorganizado, pero se sorprendió. El lugar era grande y muy hogareño, las paredes eran blancas haciendo juego con las mesas y sillones color marrón. Había un lugar en la pared con muchas fotos, algunas plantitas y decoraciones que hacían ver todo muy hermoso.

—Supongo que esperabas que esto fuera un desastre —Jimin se rio con ternura.

—No te quiero mentir, la verdad es que pensé que sí, ya sabes, somos jóvenes, amamos el desorden.

El castaño se rio siendo llevado de la mano por Jimin. El rubio rio un poquito apresurando el paso para llegar al pequeño patio trasero. Ahí una mesa los esperaba.

Los ángeles no tardaron en correr hacia ellos mirando lo hermosos que se veían juntos. Por otro lado, Yoongi decidió acercarse al castaño, este era más lindo de lo que pensaba.

Llegó hasta él parándose a su lado mientras miraba sus facciones de cerca. Jungkook sintió un gran escalofrío en su cuerpo. Jimin miró al chico de negro haciendo una señal con su cabeza para que se apartara. Este se rio un poco, tronando los dedos había desaparecido, apareciendo junto a los otros ángeles. Ahora Jungkook volvió a sonreír como si nada hubiera pasado después de que el escalofrío se fuera.

Tomaron lugar, estuvieron charlando de distintas cosas mientras se daban miradas cómplices y de felicidad. El menor ayudó a Jimin con la comida llevando lo que faltaba hasta la mesa donde al fin comieron hasta terminar todo.

—Gracias por esto, Jimin —Jungkook dijo después de mirar los platillos vacíos que decoraban la mesa.

—Te mereces más, pero te prometo que me esforcé para hacer esto posible —sonrió—. Sabes que eres muy importante para mí.

Jungkook chocó su mirada con la del rubio sintiendo mariposas en su estómago, a la vez que su corazón se agitaba y se sentía demasiado feliz. Jimin subió una de sus manos a la mesa dirigiéndola lentamente hasta la de Jungkook que reposaba en esta.

—¿En serio esto es por nuestro aniversario de amigos? —preguntó sin apartar su mirada de la del rubio—. No se siente así...

—¿Cómo se siente, bebé? —Jimin preguntó sin apartar su mirada de la de él.

Los ojitos de Jungkook se abrieron grandes, sonrojándose al instante ante el mote cariñoso.

—Se siente de muchas formas, pero nada comparado a un aniversario de amigos... Pareciera que yo te...

—Sí, me gustas Jungkook.

¡Hola!

¿Qué tal?

¿Qué les pareció?

Jimin al fin se confesó 💜

¿Qué creen que pase en el siguiente capítulo?

¿Creen que Jungkook sienta lo mismo que Jimin?

Aclaramos que Yoongi no es malo pero pasa la mayor parte del tiempo con las almas perdidas, entonces en algunas ocasiones se pude sentir su presencia o los escalofríos que Jungkook sintió, así como los demás chicos pueden hacer que los humanos los sientan o que se sientan muy felices, es casi lo mismo

Por cierto, está fic está por llegar a su final, aún no puedo decir cuantos capítulos nos faltan pero ya estamos cerca de concluir

Espero que les esté gustando mucho ❤

Nos leemos pronto 💜

¡Adiós!