03: Terzo capitolo

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03

Una semana después la prensa estaba reunida frente al hospital donde pronto saldría JiMin para retirarse a su hogar, la noticia de su salida al parecer había sido filtrada por alguien y nadie perdió la oportunidad de ir para al menos intentar obtener unas palabras del patinador y así exponerlas en las páginas principales, ya que al parecer desde el accidente en el estadio se volvió el cotilleo de todos los días, hablaban de él como si le conocieran de toda la vida y muchos otros afirmaban con palabras ciegas y sin valor que él no se había esforzado y fue esa la razón por la que «destruyó» todo el trayecto de su prometedora carrera en cuestión de segundos.

Muchos ni siquiera se molestaban en darse cuenta que el chico se mostraba exhausto, su rostro afligido dejaba todo en claro y esa pérdida de color en su tez le hacía lucir casi insano, sus labios morados y la hinchazón en sus ojos eran una evidencia de la cruda semana que pasó sometido en el hospital donde el tiempo fue tanto como para golpearse la cabeza con todas esas preguntas e incertidumbres merodeando por sus pensamientos, llevaba las muletas donde iba apoyándose junto a TaeHyung y SeokJin que cuidaban a sus lados por si a alguien se le ocurría atravesar por la fuerza a los guardias de seguridad que iban limpiando su camino y que así ingresará a la camioneta sin problema alguno, pero los reporteros se apilaban ansiosos por obtener al menos una buena foto de su aspecto demacrado.

¡Park JiMin, ¿es cierto que el accidente fue una trampa hecha por un tercero?

¡Angel, ¿son ciertos los rumores sobre su retiro?

¿Realmente se esforzaba o esta vez confío demasiado en usted mismo?

La última pregunta hizo que TaeHyung le viera con rabia que se desbordaba por sus ojos como si se estuviera derramando, caminó unos pasos alejándose de JiMin para encarar a la mujer que sin vergüenza habló alto y claro por sobre todos los gritos de la prensa de fanáticos y reporteros, todos en su alrededor se hicieron a un lado al ver que el mánager se acercaba con peligro, se notaba a leguas el terrible humor que una incógnita causó en todo su cuerpo.

—¿Realmente eres profesional? —Su voz dura e impenetrable envío más de un escalofrío por los cuerpos de aquellos que estaban lo suficientemente cerca para oírlo con claridad—, ¡¿Quien te crees para decir que mi mejor amigo no se esfuerza?! ¡Quisiera verte días enteros ensayando, siguiendo estrictos planes alimenticios, las horas enteras llorando por una falla, por las estúpidas palabras que todos dicen sin pensar y lo dejaban mal! —Sus manos se movían exageradamente a su alrededor como si con esos erráticos movimientos fuera a dejar en claro toda la frustración que llevaba almacenada dentro, tan contenida que en ese momento le hicieron explotar frente a todos ellos.

JiMin lo veía casi suplicante cuando el moreno comenzó a llorar frente a la mujer, eran lágrimas de rabia y cansancio que pudo reconocer tan fácilmente porque él siempre lloraba de la misma manera. Pronto la atención de las cámaras fue puesta en él, todos asegurándose de grabar la colérica reacción e hirientes palabras de TaeHyung; SeokJin le jaló de brazo preocupado por él y la forma en que los medios buscarían modificar sus palabras para atraer la mirada de todos, tal vez le jaló con demasiada fuerza y recibió las miradas de todos con rapidez.

—TaeHyung vámonos, tan sólo ignora lo que dicen —sugirió SeokJin mientras seguía tomando la mano de JiMin para no perderlo entre la masa descomunal de personas. Se sintió impotente cuando el chico seguía llorando y apuntaba a la mujer con desprecio, sabía que ese accidente no afecto solamente a JiMin, sino que ambos estaban cargando con ese enorme peso al ser como una sola persona por la increíble conexión que tenían, los conocía desde que iba en la universidad y seguía asombrado de que la amistad de esos dos adolescentes siguiera en pie, hubo pequeñas peleas que siempre tuvieron un final feliz con un dulce abrazo para remediar las cosas, incontables risas y horas de diversión. Y justo ahora ambos estaban heridos, cansados y con el vago deseo de poder descansar de todo aquel embrollo.

—¡Mierda SeokJin, ¿por qué no le dices nada? Tú también sabes del esfuerzo que JiMin pone siempre, tú... tú t-también lo sabes! —JiMin le jaló bruscamente del brazo para envolver al menor con su mano por la cintura en una incómoda situación donde sus muletas no le permitan tomarlo bien y apresurarse entre la multitud era más difícil, tan sólo ese pequeño espectáculo dejaría mucho de que hablar durante algunas semanas más como si ya no fuera suficiente ser el centro de atención entre la ciudad, ya podía ver la cantidad de comentarios negativos que sin piedad serían dejados en sus redes sociales y si era sincero con él mismo, ni siquiera estaba preparado para tomar su teléfono y darse cuenta de la infinidad de personas que decepcionó o preocupó en su recuperación.

Las puertas de la camioneta se cerraron y cuando el chófer subió la ventanilla que separaba los asientos traseros de los delanteros fue JiMin el primero en ver al moreno con una mezcla de emociones que no podían definirse en una sola expresión, sino que se mostraba confuso e incluso parecía que ni siquiera él mismo comprendía todo lo que estaba sintiendo.

—Tae...

—No me arrepiento, hice una estupidez y lo sé, sin embargo, creo que esa mujer se merecía aún más de lo que le dije —los otros dos se miraron entre ellos con miradas preocupadas, TaeHyung no era una persona tan impulsiva por unas palabras y solía ser el más tranquilo de los tres en situaciones como esas.

—Yo sé que no soy el único afectado, Jin hyung y tú también lo están pasando mal, no seré hipócrita y me haré la víctima para obtener la compasión de otros, pero TaeHyung por favor, esa mujer ni siquiera debe saber lo que dice y tampoco es como si en mi pasado no me hubieran dicho eso mil veces, recibí ese tipo de «comentarios» incluso de mis padres, ¿por qué me afectaría ahora?

—Pero lo hace, JiMin —se giró para verlo y clavar sus ojos avellana en los zafiro de su amigo—, te afecta y te duele, pero sigues sin poder culpar un poco al maldito mundo y te llevas todo el dolor para ti solo, me irrita que hagas eso —escupió sin detenerse, tan sólo liberando la carga que cada vez se hacía más pesada en su pecho.

—¿Y qué mierda importa si me duele o no? Van a seguir criticando todo lo que haga, buscaran el mínimo error para hundirme, prefiero aguantar y seguir adelante que darles un espectáculo del que puedan hablar y disfrutar como lo desean.

La risa seca de TaeHyung le dió un mal presentimiento al mayor de ellos, los ojos del moreno se giraron mientras esa sonrisa amarga se plasmaba en su rostro, su mano subió a sus labios y bajo hasta su barbilla infinidad de veces, sus gestos les dejaban en claro la tensión que llevaba y que ya no podría contener por mucho más tiempo.

—Claro, siempre prefieres ser el niño bonito a decirle un poco de la verdad a otros, ¿no es así? Siempre decides que eres tú quien tiene la culpa y no la persona que te hizo sentir mal —su voz ronca se tornaba áspera cuánto más hablaba, el endurecimiento de su rostro hizo que JiMin apretara sus labios y lo mirara fijamente con molestia—. ¿Cuándo dejaras de ser tan tonto, JiMin? Es por eso que desde tus inicios recibes tanta mierda, porque nunca quieres defenderte.

Cuando finalizó recibió el jalón en su ropa hasta tener a JiMin a escasos centímetros de su rostro, sus narices ya casi tocándose y fue gracias a ese brusco acercamiento que noto las gruesas lágrimas en los bordes de sus ojos y que buscaban una escapatoria que JiMin evitaba darles.

—Cállate, tan sólo cállate, TaeHyung. Suficiente tengo con la maldita prensa arruinando mi vida como para tenerte a ti también hablando mierda frente a mí.

—¿Acaso lo que estoy diciendo es mentira? ¡Eres demasiado ingenuo, JiMin!

—¡¿Me lo dices tú, el chico que se la pasa soñando las veinticuatro horas del día?! ¡No sabes poner los pies sobre la tierra TaeHyung, así que no eres nadie para venir a darme un puto sermón!

TaeHyung lo empujó sin medir su fuerza y sintió un poco de remordimiento cuando la espalda de JiMin choco contra los asientos viendo de inmediato una mueca de dolor por el movimiento brusco en su pie y SeokJin estiraba rápidamente sus brazos entre ellos dos cuando el peli plata quiso irse encima del moreno una vez que se recuperó.

—¡Ya basta los dos, no son unos malditos niños, se conocen desde hace años, han pasado por cosas peores!

Ambos guardaron silencio por la voz elevada del mayor, para ellos era casi impensable el que SeokJin les gritara enojado, ni siquiera lo hacía tan bruscamente cuando estaban jugando, así que recibir la reprenda de esa manera les hizo tomar un poco de razonamiento y calmarse estando alejados el uno del otro.

JiMin se giró para ver a la ventana, TaeHyung apoyó su cabeza en los respaldos y cerró sus ojos con leves gotas frías deslizándose por sus mejillas, y el mayor de los tres tan sólo escondió su rostro entre sus manos estando apoyado sobre sus rodillas. Realmente era difícil procesar todo lo que pasó en tan poco tiempo y la cantidad de noticias negativas que recibieron de golpe.

En esos momentos ya con la mente fría querían pedir disculpas, admitir sus errores y remediar un poco las heridas que con sus palabras causaron. Sin embargo, estaban demasiado agotados para siquiera abrir su boca y liberar los sonidos que podrían arreglar su amistad.

¿Parte favorita?

Los amo bebés. 💜

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