Final

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Ainhoa

Lo detesto.

Odio como se ve con ese traje.

Odio como sonríe de manera natural.

Odio lo bien que se siente fingir que es mi novio.

—No sabia que mi hija ya tenia tiempo conocerse, jamás me mencionó que conocía al Hijo se los Song.

—Tal vez porque tu no vez a la persona, solo de quien es hijo.

—Ainhoa —mi madre me reprende.

Pero antes de que decida decir algo más, Mingi me acaricia la espalda e interrumpe.

—Creo que es porque me había costado trabajo hacer que saliera conmigo, su hija es una persona por la que vale la pena esforzarse.

Sandy río de manera nasal y todos la volteamos a ver.

—Perdón, es que me parece curioso, eso de esforzarse, me pareció muy sencillo el que comenzaron a salir, yo creía que a Noa no le gustaba Mingi.

—¿Es enserio Sandy?

—Tu nunca le has escondido nada a tu madre, ¿por qué empezar ahora?

—¿Qué está sucediendo? —mi madre nos observa confundida.

—Nada —toma la mano de San —vamos a caminar un poco.

Se levantaron de la mesa en la que estábamos y solo pude seguirlos con la mirada, no era momento de hacer un escándalo, no cuando el sujeto que me presento mi madre me observa desde la otra mesa con una sonrisa.

—Bueno, la semana que viene tenemos una salida en familia, ¿te gustaría venir?

Mi madre lanzó la pregunta y yo apreté el muslo de Mingi.

—Veré —lo pellizque bajo la mesa —aunque no prometo mucho.

—Sería un honor que vinieran los dos —hasta mi padre se había unido a la propuesta.

Pase mi mano a la entrepierna de Mingi, este solo carraspeo.

—Es muy halagador, pero en verdad aun no se si pueda ir, cualquier cosa les aviso con Noa.

Mis padres siguieron conversando con él, me levante y fui hasta donde estaba Sandy, San la había dejado para ir alguna parte.

—¿Me puedes decir que es lo  que te pasa?

—Traer a tu folla amigo, solo para librarte de tus padres, tu no eres así.

—Lo que haga con Mingi ya no debería de interesarte, tu tuviste tu oportunidad, no te afecta en nada.

—Solo lo utilizas.

—Te equivocas, el me gusta.

No se porque lo dije, esperaba que fuera por la molestia de que Sandy insistiera que dejara de verlo, pero nunca le he mentido a ella.

—Es todo nos vamos.

Mingi estaba parado detrás de mi, sentí que me tomo de la muñeca y camino conmigo fuera del salón.

—Espera, mis padres…

—Les dije que ya nos vamos.

Casi me llevo corriendo por el estacionamiento a su auto, yo primero iba en shock después ya iba riendo.

—¿A dónde vamos?

—Primero a la farmacia, después a la casa.

Fue la primera vez que no me importo quedarme dormida en su casa, mucho menos en sus brazos.

Mingi.

Me está evitando, desde que se que si le gusto no me ha hablado, si intento charlar con ella finge tener cosas que hacer, los mensajes los contesta pero muy sencillos, cuando se que ella podría escribirme un libro con tan solo una respuesta en el chat.

Trate de darle su espacio, pero estoy comenzando a estrenarme más por que ya ni la veo cerca de esa chica Sandy.

Hoy nos tocó proyecto juntos, pero se sentó del otro lado de la mesa.

—Mingi— ¿Charlie? No recuerdo el nombre de esta chica —podrías decirme si la gráfica es correcta.

Se iba a sentar a mi lado para mostrarme el cuaderno, cuando Ainhoa le quito este de la mano.

—Esta mal, desde la primer operación, deberías de saberlo en el nivel que estamos, nadie es tan estúpido.

—Óyeme idiota —la chica se altero y se puso al frente de Ainhoa.

—¿Idiota? Si vas a estar preguntando cosas tan simples, no estás al nivel de este equipo, pide que te asignen otro y deja de hacernos perder el tiempo.

La mano de la chica se movió rápido pero alcance a detenerla, antes de que impactará la mejilla de Noa.

—Esa no es manera de llamar mi atención, ve a corregir o yo me encargo que te asignen a otro equipo —mire a Noa —tu podrías tener más tacto.

—Si como sea —me dejo un cuaderno —termine lo mío.

Se levantó y salió de clases, necesito acorralarla para que me explique que mierda está pasando.

Mis últimas clases fueron largas, más de lo normal, pensaba que ya no vería a Ainhoa, hasta que estaba hablando de lo más tranquila con el tipo que le presentaron en la fiesta. El ver que le tomaba la mano, que se le acercara demasiado desató el puto monstruo  de los celos.

—Claro, es por esto que ya no quieres verme —lo señale —podrías ser más sincera al menos y mandarme a la mierda de frente.

—Oye…

Algo iba a decir ese tipo, pero Noa lo detuvo y negó con la cabeza.

—Te veo luego Jeff.

—¿Segura?

—Si.

El tipo se fue, yo seguía furioso es claro lo que pasa aquí.

—¿QUÉ DEMONIOS TE PASA? —me empujó —¿con que derecho me hablas así?

—No estas siendo clara conmigo, no puedes simplemente dejarme de hablar, te di tu espacio pero ya me canse.

Algo que no pensé ver en Noa nunca paso, comenzó a llorar, parecía que lo está a acumulando porque trataba de detener las lagrimas y estas no dejaban de salir.

—YO TAMBIEN ESTOY CANSADA —dio un suspiro —debí buscar nuevo departamento porque Sandy ya no quiere saber de mi, porque me pidió dejar de salir contigo y me negué, mis padres no dejan de molestar con lo maravilloso que eres y quieren que vayas a comer a la cada con ellos, y pensé que si te evitaba dejaría de pensar en ti todo  EL MALDITO TIEMPO.

—Noa.

—¿QUÉ?

La abrace y deje que llorara en mi pecho.

—Eres una idiota —se removió en mi pecho — solo acepta que te gustó, créeme que no te dañare, estoy tan enamorado de ti que la solo idea de pensar que ese sujeto me había reemplazado me destrozó, si Sandy es tu mejor amiga ella sola se dará cuenta de su error, es lógico que tus padres me adoren, soy encantador, y por el departamento, puedes mudarte conmigo.

—Eso es lo que me molesta de ti, tu maldita confianza, deseaba con todas mis fuerzas que fueras un patán, un idiota, un gigolo frustrado, para que no pasara esto.

—Soy un patán, pero contigo nunca podría, ahora ¿Qué hacías con ese tipo?

—Para tu tranquilidad, es Gay, me comenzó a preguntar por San, pero le dije que perdía su tiempo, y nos volvimos amigos.

—Esta bien, solo dile que no te toque demasiado, es demasiado atractivo como para que este tocando a mi novia todo el tiempo.

—¿Tu novia?

—Si, tu, porque no hay negociación en esto, si vas a querer mi cuerpo tendrás que hacerte cargo de lo demás.

Su risa golpeo en mi pecho, me separé de ella para verla, me jalo de la camisa para llevarme cerca de sus labios.

—Bien, pero eso implica que podré hacer lo que quiera contigo.

—Acepto tus términos.

La bese casi alzándola del piso, pobrecilla  no sabe aún que será mi esposa en un futuro.







Como amé escribir esto, en verdad los ateez están siendo mi debilidad TwT.

Un beso te en la cola para los que ahora serán adictos a Mingi.

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