✧༄❱ capítulo quince

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PARTE XV
Me gustan los retos.

2016.

No podía creerlo.

Aún me resultaba difícil entender por qué le había dicho todo eso, y con sus amigas cerca de ella. Sin embargo, estaba dispuesto a hacer todo lo posible para que Bae Min Sun aceptara escaparse conmigo. Pero ella simplemente me rechazó. En mi interior, pensaba que era solo una excusa para no salir conmigo. Empero, cuando la vi hablando con el mayor idiota de Gwonha, mi enojo se intensificó, dándome a entender que no era ninguna excusa.

Sentía que iba a estallar de ira. Lamentablemente, y para mi desgracia, algunos de mis amigos llegaron. Estaban detrás de mí, viendo lo mismo que mis ojos están presenciando: a la chica que me gustaba conversando con Hwang Hyun Jin, también conocido como «come papel».

—¿Qué está pasando exactamente?—fue la pregunta que se me vino a la mente, un enigma que parecía no tener respuesta.

—Min Sun y Hyun Jin, vaya sorpresa.

—No lo vi venir.

—¿Estás bien, Min Ho?—preguntó Yeo Sang—¿Qué tal si vamos a ver un poco de tetas por ahí? Quizás, eso te distraiga un poco.

Lo miré con irritación.

—Las únicas tetas que quisiera ahora son las de Bae Min Sun, y ella está muy ocupada hablando con el rubio de tinte barato.

—Estaban, porque acaban de marcharse.

—¡¿Cómo?!—exclamé, girando mi cabeza hacia el pasillo y empezando a caminar por la escuela.

Rápidamente abandoné los pasillos, dándome cuenta de que ella ya se había ido con Hwang el devorador de papel y eso me está sacando de quicio.

—Cálmate, hyung.

—No puedo estar tranquilo.

—Mejor vayamos a mi casa, hagamos una noche de pijamas.—sugirió Bang Chan.

—De acuerdo.

—Me sumo.

—Vamos, Min Ho.

—¡Pero espera!—alzó la voz Chan.—Tú no duermes conmigo.

—¿Y ahora qué hice?—le pregunté, ofendido.

—Siempre te despiertas de... cierta manera, eso es lo que pasa.

—Oye...

—Además, siempre estás susurrando el nombre de Min Sun, ¿sabes lo incómodo que es eso?—rodó los ojos—Ahora entiendo por qué escogió salir con Hyun Jin.

—Te estás pasando, Chan.

Señalé, molesto. Porque eso llegó directo a mi corazón. Imaginen que me haya dejado para salir con un maldito bibliotecario, ¿qué puede ofrecerle él que yo no? ¿Libros acaso? ¡Por favor! Era la idea más ridícula del mundo.

—No quiero que te alteres, Honnie, solo quiero que entiendas que esta noche dormirás en el suelo. No vaya a ser que te confundas de persona y empieces a propasarte.

—Tranquilo, no voy a perder el control.

—Y tú menos aún.—bromeó Chang Bin.

—A menos que te parezca atractivo.

Moví mis cejas de manera insinuante, provocándolo. Eso hizo que Bang Chan me diera un golpe en el brazo, que, por cierto, dolió bastante. Le envié un mensaje a mi mamá para decirle que pasaría la noche en casa de Chan, para que no se preocupara.

BANG CHAN HOUSE
Corea del Sur, Seúl
07:00 a.m

Estaba tan cerca, pero a la vez, parecía inalcanzable. Sin embargo, extendí mis brazos al aire, agitando mis manos en un gesto desesperado por alcanzar esos dos frutos prohibidos. No obstante, un golpe contundente en mi rostro me despertó de mi dulce ensueño. Me incorporé en la cama, encontrándome con las miradas reprobatorias de mis amigos, especialmente la de Chan.

—Menos mal te advertí que dormirías en el suelo.

—¡Vaya!—exclamé, dándome cuenta de que estaba en la cama de Chan.—¿Cómo terminé aquí?

—Nos vamos a retrasar.

Yeo Sang intervino, saliendo del baño. Pero sus ojos estaban fijos en mi cuerpo, lo que me hizo mirar hacia mi entrepierna.

—¿Eres gay?

—Ya vístete, no quiero llegar tarde. Tenemos examen.

—¿A Kang Yeo Sang le preocupa la escuela? ¡Increíble!

—No te hagas ilusiones, es porque hay una nueva profesora.

—¿En serio?—pregunté, apoyando mi cabeza en la almohada para revisar mi móvil.

—Sí, el profesor Kim se lesionó. Escuché del 6A que hay una nueva profesora.

—Ahora entiendo el apuro.—Chang Bin soltó una carcajada.

—Vamos, Min Ho, levántate.

Me senté en la cama, debatiéndome entre ir o quedarme. Los miré, negando con la cabeza.

—Hoy no voy.

—¿Y ahora por qué?

—Anoche me rompiste el corazón, hyung.—recordé, sin mirar a Bang Chan.

—Los espero abajo.—Chan se rindió, saliendo de su habitación.

—Vamos, Min Ho.—ordenó Yeo Sang, siguiendo al mayor.

—Entonces, ¿no vas?—Woo Young preguntó, a lo que respondí con un movimiento negativo de cabeza, volviéndome a acostar.—¿Y vas a dejar que Hwang Hyun Jin siga coqueteando con Bae Min Sun? Es un nuevo Min Ho.—comentó, saliendo de la habitación. Su comentario me dejó pensativo.

—De acuerdo, vámonos.—dijo Chang Bin, saliendo del cuarto.—¿Por qué le dijiste eso?

En cualquier momento saldrá.

—¿Estás seguro...?

—¡Espérenme!

Abrí la puerta, deteniendo a mis dos amigos, quienes se miraron para soltar una risa.

ESCUELA GWONHA
Corea del Sur, Seúl
09:15 a.m

Desde el momento en que entramos, no podía dejar de fulminar con la mirada al come papeles. Para empeorar las cosas, éramos compañeros, por lo que tenía que soportar mi mirada cargada de disgusto. Supongo que se percató de mi malestar, ya que nuestras miradas se cruzaron varias veces. Podía ver su incomodidad, sin embargo, eso era precisamente lo que quería provocar. Tan pronto como la nueva profesora se marchara, tenía planeado hablar con él. No obstante, la verdad es que no esperaba que saliera huyendo. El hecho de que se escurriera tan rápido solo alimentó mi frustración.

No había planeado que las cosas fueran así, pero estaba decidido a enfrentarlo, independientemente de lo incómodo que pudiera ser.

—¿Dónde carajos se fue?

—A la biblioteca, ¿a dónde más si no?—notificó Yeo Sang.—Iré a fijarme allí, así de paso ayudo a la nueva profesora.—guiñó un ojo.

Entonces, observé cómo se acercó a la profesora Wang para ayudarla, pero noté que le ofreció más ayuda de la que necesitaba, casi como si estuviera a punto de caerse. Chang Bin se comprometió a revisar los baños, y dijo que me avisaría si lo veía. Por otro lado, Chan llegó hasta donde yo estaba, con una expresión de confusión en su faz, hasta que le expliqué la situación. Me informó que lo ha visto con uno de sus amigos en el pasillo de la biblioteca. Con esa información, decidí dirigirme a la biblioteca.

A pesar de la confusión y el caos, sentí una chispa de esperanza. Tal vez allí encontraría las respuestas que buscaba.

—Mierda...

¿Por qué me estaba enojando? Realmente no lo sabía, pero de lo que sí estaba muy seguro era de que quería matar al rubio que se estaba haciendo el lindo con mi chica. Además de que Min Sun estaba apretando esos libros sobre sus pechos, entre que le sonreía a más no poder.

—Pobre Hwang...

—¿Quieres qué te traiga papel?—cuestionó Woo Young.

—Lo que le espera...—completó sus palabras Chan, observando lo mismo que yo.

El sonido del timbre nos indicó que era hora de asistir a nuestra siguiente clase. Nos apresuramos a recoger nuestros libros y demás pertenencias que necesitaríamos para la siguiente lección. Sin embargo, no pude hacer mucho al respecto. Al entrar en la sala, decidí ignorar a Hwang, quería que pensara que no iba a tomar ninguna acción. Esa era la idea. No obstante, cuando el reloj marcó las 12:00 del mediodía, me resultó imposible no seguirlo hasta la biblioteca, con mis dos amigos siguiéndome de cerca.

Observé cómo el rubio recogía los libros habituales y se dirigía a las mesas del fondo. En este momento, con las manos en los bolsillos de mi uniforme, comencé a caminar hacia él con pasos lentos y deliberados. Woo Young se quedó atrás, haciendo de vigía, mientras que Yeo Sang se mantuvo a mi lado derecho. Nos posicionamos frente a la mesa redonda donde el rubio está absorto en su lectura. Dejó de leer al instante en que percibió nuestra presencia, su sonrisa se fue desvaneciendo poco a poco.

—Hola, Hyun Jin.

—M-min Ho.

—¡Ah!—exclamé, mirando a mi amigo con sorpresa e ironía.—Todavía recuerda mi nombre.

—¿Crees qué recuerde algo más de tu pertenencia, hyung?—preguntó Yeo Sang, observando al rubio que parecía estar completamente perdido.

—Yo... yo no tengo nada... de ti. En verdad.—respondió el rubio, su voz llena de confusión.

—Sabes quién es Bae Min Sun, ¿verdad? ¡Vaya! Qué pregunta más tontas hago. ¡Por supuesto que sabes quién es...!—exclamé en un susurro, para evitar que la bibliotecaria viniera a interrumpirnos.—Ayer parecían inseparables por lo que vi.

—Y-yo...

Hyun Jin intentó levantarse, pero con un empujón decidido, lo volví a sentar.

—Solo quiero que te mantengas alejado de ella.—exigí, sacando papel higiénico de los bolsillos de mi pantalón.

—P-pero ella...

—Si sigues mis indicaciones, quizás, la próxima vez no tengas que comer papel.

—N-no, otra vez n...

Empero, su protesta fue sofocada cuando le metí los papeles en la boca.

Comenzó a moverse de forma errática, tratando de liberarse de mi agarre. Sin embargo, mi amigo intervino y me ayudó a mantenerlo quieto, mientras que yo seguía colocándole todos los papeles que traía conmigo. Finalmente, después de completar mi peculiar obra de arte, nos retiramos.

COMEDOR GWONHA
Corea del Sur, Seúl
12:15 a.m

Desde el momento en que me senté en la silla, pude percibir la expresión descontenta de Chan. Supongo que a él tampoco le agradó que le hubiera advertido al rubio teñido sobre la mujer que me atraía. Sin embargo, era la única forma de alejarlo de ella y preparar el terreno para mi siguiente paso. Pero él no fue el único que tenía algo que decir sobre lo que había hecho hace quince minutos.

—Se enterará y te dirá algo.—opinó Chang Bin, mordisqueando su porción de carne.

—¿Por qué crees que lo hice?—reí, dando un sorbo a mi jugo.—Es muy probable que él corra a contarle a Bae Min Sun, ¿y cuál es el siguiente paso a eso? ¡Exacto! Ella vendr...

Con cada palabra, la tensión en la habitación crecía. A pesar de las miradas y comentarios, estoy seguro de mi plan. Simplemente quedaba esperar y ver cómo se desarrollaban las cosas. No pensé que tendría efecto inmediato, ya que se escuchó como las puertas del comedor se abrieron rápidamente, acto seguido, se oyó la forma en que chocó contra la pared, siendo la atención de todos los alumnos que están en dicho lugar. Ella caminaba a mí enojada.

—Puta mierda...—masculló Chang Bin, agarrando su bandeja con visible frustración y alejándose de donde estábamos sentados.

Observé cómo se dirigía a la mesa de los deportistas, evidentemente en busca de un lugar más ameno para comer, mientras que Bae llegaba a nuestra mesa con su rostro marcado por la ira.

—¡¿Cuál es tu maldita obsesión?!

Entorné los ojos, fingiendo reflexionar. No podía evitar encontrar divertida la manera en que se comportaba cada vez que se enfadaba.

—Quizás deberíamos dejarlos a solas...—susurró Yeo Sang, levantándose de la silla con cautela.

—¡¿Por qué le hiciste eso?!—Bae yacía fuera de sí.—¡Hyun Jin tuvo que ir a la enfermería porque no podía quitarse todo el papel de la garganta!

La acusación resonó en el aire, cargada de reproche. Sin embargo, eché una risa. No pude evitar reír al escuchar ese comentario, ya que parecía que la mujer que tenía frente a mí no tenía idea de con quién se ha metido. Supongo que tenía que recordarle que yo no era ese tipo de hombre romántico, amable y de buen corazón, como lo era el come libros. Me levanté, imitando su postura, colocando mis manos en la mesa, reflejando su actitud. La verdad es que me resultaba divertido. Aquí estaba, frente a una mujer que parecía tener una idea completamente errónea de quién era yo. Pero no tenía intenciones de desengañarla, al menos no todavía.

En cambio, decidí jugar su juego, a ver hasta dónde nos llevaría.

—Fue solamente un juego inocente.—dije, tratando de quitarle importancia al asunto.

—Si esta es tu manera peculiar de tratar de captar mi atención, Lee, te aseguro que no está funcionando muy bien.—replicó ella.

—¿Estás segura?—cuestioné, esbozando una sonrisa ladina al notar su creciente irritación.—Porque aquí estás, justo donde quería que estuvieras, Bae Min Sun.

Ella soltó una risa cargada de ironía.

Se alejó de mi mesa, provocando que me levantara para seguirla. Salimos del comedor y nos adentramos en un largo pasillo desolado, la mayoría de los estudiantes y profesores estaban ocupados comiendo. No quería dejar nuestra conversación a medias, por eso la seguía. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de agarrarla del brazo, ella se giró de forma abrupta. Sin quererlo, mis ojos se posaron en su pecho, que se movía de una forma bastante provocativa, aunque supuse que este no era el momento para tales pensamientos.

—No te atrevas a subestimarme, Min Ho, porque puedo asegurarte que nunca pierdo en los desafíos. ¿Entendido?—exigió, furiosa.

—¿Y si quiero comprobarlo?

Era evidente, incluso desde lejos, que estaba furiosa conmigo en este momento. Su pecho subía y bajaba con rapidez, un claro indicio de su agitación.

—No me tientes.

Rápidamente me posicioné frente a ella, presionando su espalda contra la pared. Estaba tan cerca de sus labios que solo quería saborearlos.

—Lamento decepcionarte, pero lo haré.

—Vas a terminar en lágrimas si continúas con esto, Lee Min Ho.

Solté una carcajada.

—Nunca he derramado una lágrima por ninguna mujer, a menos que planees golpearme en los testículos. Eso podría hacerme caer de rodillas y llorar ante una mujer.—dije en tono de broma. Sin embargo, ella me miraba con intensidad.

Estaba muy enfadada.

—¿Quieres apostar a que terminarás llorando por una mujer, Lee?

—Adelante, nunca funcionará.

—Entonces, tú y yo tenemos un trato.

—Hagamos esto más interesante, ¿no te parece?—propuse, alejándome un poco de ella. Pero no demasiado, no quería que se distanciara.—Si gano, serás mía, completamente mía, y si tú ganas... Te prometo que te dejaré en paz.

Bae sonrió.

—Entonces tenemos un acuerdo.

¡YA ES CUMPLEAÑOS DE LEE KNOW!

Ahhhhh, feliz cumpleaños al amor de mi jodida vida :3 

<3333

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