Capítulo 62

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


MADISON


Definitivamente ser madre no es tan glamoroso como se muestra en películas. Es cierto que recibo gran ayuda de mi madre, mis hermanas y de Kyle, pero aun así siento que enloqueceré en cualquier momento y eso que incluso yo admito que nunca he sido tan normal.

-¡Madie! Huelen mal. –Me avisa Liv quien no ha se ha querido despegar de sus sobrinos, o al menos así sucede cuando llega del colegio.

-Genial, ahora me he vuelto una experta en cambiar pañales. Necesito que me des un poco de espacio y tal vez quieras irte para que no te llegue su olor. –Le digo a Liv abriéndome espacio en la cama para mudarlos.

Una vez que ya le cambie el pañal al pequeño Kaiden me devuelve la mirada con lo que pareciera ser agradecimiento o tal vez sea hambre. Aun no soy experta en saber qué es lo que quieren.

Por mientras Liv toma la diminuta mano de Kaira, mientras ella aun duerme. Aunque creo que en cualquier minuto despertará y llorará como suele hacerlo. Mi niña es una pequeña llorona. 

-Son muy lindos, yo los cuidaré cuando sea grande. –Dice Liv sonriéndole a Kaiden.

-Sí, son bonitos. Y yo creo que ellos también te cuidarán a ti.

-Yo también quiero uno.

-¿Un qué?

-Un bebé. –Responde como si fuera obvio.

-Aun eres muy pequeña, por mientras te los puedo prestar. –Le digo señalándolos y Liv parece conforme con mi respuesta.

Oigo un poco de murmullos por el pasillo y me preparo para el llanto de los bebés que cómo bien había imaginado empieza apenas entran más personas en mi habitación.

-Te dije que ver tu cara los espantaría. –Le dice Connor a una chica rubia que asumo es su hermana.

-Ni siquiera me han visto y sólo para que lo sepas yo no hago llorar a bebés, ellos me adoran.

-Sí, cómo no. Por eso mis sobrinos empezaron a llorar apenas entraste.

-De hecho la única que está llorando es Kaira. –Digo tomándola en brazos como me enseñaron. Tengo especial cuidado con su cabeza, mientras Kaiden me observa como si estuviera indignado de que cargue a su hermana y a él no. –Hola, soy Madie.

-¡Por Dios! En serio eres tú, te he visto harto en esos programas sobre celebridades. Soy Emma, hermana mayor de Connor.

Extiendo mi mano libre para saludarla y las similitudes entre ambos son demasiado notorias. Ambos son rubios con unos sorprendentes ojos grises. También tienen una estatura similar lo que se traduce en que Emma es alta. 

-Madie, Emma me obligó a traerla, por cierto, ¿y tú novio? –Le pregunta Connor a su hermana

-Mi novio es Taylor, ya lo conoces. Y subirá pronto tenía que ir al baño. No puedo creer que esté frente a una Dankworth, es asombroso. Tus hermanas... –Antes de que Emma continúe con su pregunta Connor le da un codazo.

-Bueno, aquí está Liv. –Digo señalándola y ambas se saludan con un gesto de mano. –Y si te preguntas por Bella y Elena, salieron. Pero volverán dentro de poco. Si quieres te puedes quedar hasta que lleguen...

-¡Sí! Digo... me encantaría conocerlas. No sé si Connor te haya hablado de mí, pero soy una diseñadora de modas y me gustaría conocerlas.

-Por supuesto, seguro se llevarán bien. –Digo divertida al verla tan emocionada.

-Eres una chica genial, eso deberían decir de ti en esos programas.

-Gracias. –Digo recordando algunos comentarios que leí en cuanto se supo la noticia de que Kyle sería padre. Algunos fueron de obvia sorpresa y otros fueron algo... malintencionados. Es por eso mismo que ya no leo tantos comentarios como antes.

Si me molestaba leer algunos que hablaban mal de mis hermanas, leer algunos dirigidos hacia mí es aún peor. A pesar de que ya todos saben que estoy saliendo con Kyle será imposible que logre agradarle a todo el mundo. Si no lo hacía con mis compañeros de instituto, intentarlo con desconocidos es imposible, pero ese no es mi problema.

Durante mis sesiones con el psicólogo, entendí que no debo agradarle a todo el mundo y que es normal no agradarle a todos. Así que simplemente si subo algo a alguna red social como instagram limito los comentarios, al igual que hacen mis hermanas, porque sería injusto si ya no pudiera subir nada por miedo a comentarios ofensivos.

Como veo que Emma observa demasiado a Kaiden le ofrezco cargarlo y acepta encantada. En cuestión de minutos se queda dormido en sus brazos.

-Es tan raro pensar que Kyle sea padre. –Dice Emma observando a Kaiden en sus brazos. –Antes pasaban jugando con esas pistolitas de Nerf y ahora...

-Ey, que lo seguimos haciendo. –Dice Connor.

-No puede ser, siempre me pregunté si no les dolía la cabeza. Porque los golpes se escuchaban bien fuertes...

-Es parte del juego. –Dice Connor encogiéndose de hombros.

Se escuchan unos golpes en la puerta y veo a un desconocido que debe de ser Taylor.

-Adelante. –Le digo

-Gracias. Por un momento me perdí, es muy grande esta casa. Soy Taylor.

-Y también es hermano del famoso Jesse Jackson. –Dice Connor

-Oh, soy Madie. –Digo saludándolo, aunque él no me presta ni la más mínima atención en cuanto ve a Kaiden en brazos de Emma. No sé si sea porque está conociendo a los hijos de Kyle o porque está viendo a su novia con un bebé.

-Taylor, te presento a Kaiden y a Kaira. –Le dice Emma señalándolos. –Nuestros sobrinos, espero que no te moleste esto Madie, pero yo los considero de esa forma. Incluso trajimos regalos. Tu mamá los recibió y admito que le pedí una foto, no pude evitarlo. 

-Son hermosos. –Dice Taylor, pero una vez más no sé si se refiere a los bebés o a la imagen de Emma cargando a mi hijo.

-Si se ponen muy cariñosos, los puedes echar. Te doy permiso. –Me dice Connor intuyendo lo mismo que yo.

-¿Desde cuándo te tengo que pedir permiso? –Pregunto divertida

-Nunca, fue solo un decir, pero lo digo por experiencia propia. Si contigo y Kyle me dan ganas de vomitar, con ellos siento que vomito arcoíris.

-Por favor, no seas exagerado. –Le dice Emma

-Es verdad, es que no sean visto. Ponen esa cara de idiotas y...

-Oye, ninguna de mis caras es de idiota. –Dice Emma haciendo reír a Taylor

-Eso es verdad...

-Ay, no ya van a empezar. Necesito refuerzos y...

-¡Llegó el tío favorito! –Exclama Jesse entrando a mi habitación seguido de Kyle.

-Hay muchas personas aquí. –Señala Liv alrededor

Al escuchar el grito de Jesse, Kaira nuevamente se pone a llorar y luego empieza Kaiden. Entonces Emma se lo pasa a Kyle. Y a mí sí me gusta la imagen de Kyle cargando a nuestro hijo. Tengo el impulso de tomarle otra foto como suelo hacer de vez en cuando.

-Los acabas de hacer llorar, eso solo prueba que yo soy su tío favorito –Dice Connor orgulloso.

-O sólo prueba que no les gusta el ruido fuerte. –Digo

-Me gusta más mi teoría.

-Al menos sé que con el tiempo algunas cosas no cambian. –Dice Emma. -¿Qué me dices ahora sobre la idea de tener hijos? –Le pregunta a Taylor

Él se mantiene en silencio unos segundos y luego responde:

-No me parece tan absurda como antes, incluso creo que me agrada.

-Ni pensar que antes se detestaban y ahora quieren hijos. –Dice Jesse

-Yo jamás la detesté...

-¿Ah, no? ¿Qué me dices de cuando me decías princesa como un insulto? Eso sí que me cabreaba

-Ese era el objetivo, eras demasiado...

-¿Qué yo era demasiado qué? Respóndeme.

-Creí que ya lo habíamos superado, ¿no? Y sabes que te lo empecé a decir cuando te vi con una corona absurda.

-¿Oh, te refieres a cuando me estabas espiando?

-No te estaba espiando, tu mamá me envío a buscarte.

-Y por eso no tocaste la puerta de mi habitación, ¿verdad?

-Habían muchas puertas y...

-No es excusa Taylor. Tendrías que haber seguido tocando la puerta antes de entrar.

-Como amo cuando discuten. –Dice Jesse divertido.

-Disculpa, ¿puedo ir al baño? –Me pregunta Emma ignorando a su hermano y a su novio.

-¿Enserio te molestaste? –Le pregunta Taylor sorprendido

-Sí, claro. Hay uno al final del pasillo. –Respondo. Ella se va y Taylor sale tras ella.

-Ahora hay dos caminos: siguen discutiendo o se reconcilian. –Dice Connor

-Yo apuesto más a que Emma le seguirá gritando a Taylor. –Dice Jesse. –Aún se veía molesta cuando se fue

-Y luego yo soy el dramático, ¿no? Eso sólo lo dicen los que aún no conocen a mi hermana.

Los chicos siguen conversando, pero yo dejo de escucharlos en cuanto observo nuevamente a Kyle. Es cierto que ambos hemos estado ocupados con nuestros hijos y esto de ser padres primerizos no es fácil y menos cuando son dos, pero aun así me siento orgullosa de él cuando lo veo tratar con tanto cariño a nuestros hijos, él no se parece en nada a su padre. Quien ni siquiera vino para conocer a sus nietos, a pesar de que sé que Kyle lo llamó.

Incluso mi padre se veía feliz cuando los conoció, aun insiste en que mamá le dé una segunda oportunidad, pero ella se ha mostrado firme ante la idea de no volver con él. Así que en ocasiones ha resultado algo raro. 

Kyle da unos cuántos pasos adelante y deja a Kaiden durmiendo en su cuna. Me da un beso en la frente y lo siguiente que sé es que está cargando a nuestra hija.

-No es por nada, pero creo que ellos me prefieren a mí. –Dice divertido.

-No lo discutiré, al menos no por ahora. A mí también me gustaba que me cargaras... 

-¿Cuándo comeremos algo? Tengo hambre. –Dice Liv interrumpiéndome .

-Iré a ayudar a mamá. Seguro que necesitará ayuda con toda la cantidad de gente que hay aquí. –Digo saliendo de mi habitación con mi hermana detrás.


(...)


Efectivamente somos muchos en la mesa y fue demasiado complicado preparar tanta comida, así que fui a comprar algo de comida rápida también por si acaso.

Aiden también estaba en casa, sólo que estaba conversando con Savannah en uno de los sillones, porque de vez en cuando a mamá también le gusta verla. De a poco creo que mi relación con Savannah irá mejorando. Por ahora me ha contado que tiene un grupo de amigos en el instituto, así que ese es un buen progreso.

-Dios, aun no me creo que estoy aquí. –Dice Emma emocionada al ver a mis hermanas. Está sentada justo al frente de Elena.

-Ni yo creo que estés aquí. –Dice Connor. –Por lo general no nos visitas a menudo

-¿Eso es un reproche? ¿Acaso me extrañabas?

-Por supuesto que no, sólo que es raro tenerte por aquí.

-Extrañaba tu molesta presencia, y además quería conocer a las nuevas integrantes de la familia. –Dice señalándonos

-Oh, qué bonito. Nuestra familia ha crecido considerablemente. –Dice Elena.

-Sí, sobre todo con tu nuevo novio. –Digo para ver su reacción. Hasta hace poco creía que salía con Aaron y ahora hay fotos de ella saliendo con otro chico. 

¿Cómo puede ser tan sociable como para tener tantos amigos? Yo sigo teniendo a Thomas y ahora incluso podría sumar a Sam. 

-No es lo que parece. Yo no estoy saliendo con nadie,  ya deberías de saber que no debes hacerle caso a la prensa. De lo contrario tú habrías salido con Jesse, ¿no?

Como detesto que Elena sepa siempre qué responder.

-Ahí, tienes razón. Sólo fueron fotos sin segundas intenciones y de repente yo ya tenía novia. –Dice Jesse divertido

-Y yo le había quitado la novia a uno de mis amigos. –Dice Kyle observándome

-Mi hermana crece tan rápido... –Dice Bella observándome con nostalgia. 

Lo último que me enteré sobre Bella y Nate fue que coincidieron en una premiación, pero según ella no hablaron. Aún puedo notar que no lo olvida del todo y no la quiero presionar, después de todo lo único que sé sobre el amor es lo que he aprendido en sus novelas. 

Antes de Kyle mi vida amorosa apestaba. 

-Sigo teniendo veintiuno y siendo fan de Disney. Eso jamás me lo quitarán.

-Yo sigo alucinada con el hecho de que estoy sentada en la misma mesa que mi banda favorita. Y además me invitó la ex esposa de mi padre. Es una locura. –Dice Savannah.

-Me alegra saber que estás mejor. –Dice mamá y Savannah le dedica una pequeña sonrisa.

-Sólo falta mi pequeño Brownie. –Dice Jesse

-Y Jazzy... Supongo que se quería librar de nosotros para una reunión privada con Sebastian. ¿Pueden creerlo? Seguro están follan... –Connor se detiene al darse cuenta de que Liv lo mira atenta.

-Se refiere a que están en una reunión privada, eso es todo. –Dice Jesse

-Sí, en una reunión privada que seguro tú quisieras tener con...-Jesse patea a Connor bajo la mesa y yo río al ver la mueca que hace.

-¿Qué? Al menos no fue en tu fea cara.

-Y pensar que hay gente que paga por vernos. –Dice Aiden divertido. –Seguro que si nos vieran así perderíamos popularidad.

-Habla por ti Aidencito, la gente como yo jamás pasa de moda. –Dice Connor.

-Como dije en algún momento, extrañaba estos momentos con mi hermanito. –Dice Emma.

La comida se extiende un poco más en cuanto Emma les propone a mis hermanas y a mí ayuda con un desfile que está planificando. Mis hermanas preguntan por la fecha y al no tener nada programado todavía aceptan ayudarla.

Emma casi se desmaya en cuanto lo oye.

Seguro yo me veía así de entusiasmada cuando hablo con alguna de las chicas de One Dream y seguramente seguiré luciendo así hasta que me acostumbre a verlas.

Una vez que terminamos de comer, me dirijo a mi habitación a ver a mis hijos. Que siguen dormidos. Ambos tienen ojos claros, lo cual debí de suponer que sería así, dado que tanto Kyle como yo tenemos los ojos claros. Y en cuanto al cabello, Kaiden es casi calvo, como bebé Kadison y Kaira tiene un poco de cabello oscuro.

Aunque ya me dijeron que los bebés tienden a cambiar de color de ojos y de cabello, ya me imagino a Kaira con su cabello oscuro y ojos azul bebé igual que Kyle.

Supongo que Kaiden quiere seguir haciéndose el misterioso.

Recibir el apoyo de Kyle y que se quede a dormir aquí ha significado mucho para mí, puesto que tiene que ser padre y luego seguir trabajando en la grabación del disco con los chicos. Por mi parte, como aún son muy pequeños paso casi todo el día con ellos.

Aunque mamá ya me dijo que si yo necesito salir, ella los puede cuidar y lo cierto es que necesito retomar mis actividades si quiero trabajar con One Dream.

Observo a mis hijos durmiendo en su respectiva cuna y les tomo una foto.

Son demasiado lindos.

Cierro la puerta de mi habitación y me tiro un rato en mi cama. En algún momento me quedo dormida.


(...)


Cuando me despierto veo que Kyle está acostado a mi lado.

A veces creo que es extraño que luego de todo lo sucedido entre nosotros él aún siga gustándome tanto y poniéndome nerviosa, a pesar de verlo a diario. Una parte de mí aún se pregunta si todo esto es real. Porque en ocasiones no lo parece.

Aun creo que él es demasiado bueno para ser verdad y yo lo imaginé para no sentirme tan sola.

-Emma y Taylor ya se fueron. Los chicos también. Así que voluntariamente vine a ver cómo estabas. Te habías demorado mucho en bajar. -Dice en cuanto nota que me despierto.

-Me quedé dormida.

-Lo pude notar. Nuestros hijos no se han despertado aun, así que creí que sería una buena idea hacerles compañía.

-Yo siempre quiero tu compañía.

-¿Enserio?

-Sí. Eres una buena almohada

-No creo que sea sólo por eso.

-También eres una buena radio personal.

-Ya lo sé, nadie te hará tantos covers como yo. Y por cierto, en media hora saldremos.

-¿Saldremos?

-Sí, sólo tú y yo.

-¿A dónde?

-Es sorpresa. –Dice besándome brevemente los labios, mientras yo aún proceso que saldré a solas con Kyle. La idea me emociona no lo negaré.

Siempre se le ha dado bien sorprenderme y dudo que esta sea la excepción, por eso estoy pensando en que ropa ponerme.

Kyle me avisa que se dará una ducha y sale de mi habitación, dejándome con varias dudas acerca de nuestra salida.


(...)


Finalmente decido ponerme unos pantalones oscuros y un poleron de polar para que me abrigue bien. Estos días ha hecho mucho frío. 

-¿Estás lista? –Pregunta Kyle viniendo a buscarme. –Tus hermanas y tu mamá están con los bebés. Aunque ellos decidieron que querían seguir durmiendo. Bueno, de hecho Kaiden se durmió hace relativamente poco. Kaira es un poco más dormilona.

-¿No tienen otro pasatiempo? Bueno, aparte de tomar leche. Porque en eso también son expertos. –Aun no me acostumbro a ser prácticamente una máquina de leche. Y eso que sólo tienen tres semanas desde que nacieron.

Ya deje varios biberones llenos por si se despiertan con hambre. 

-Son bebés, no hacen mucho más. Vamos, que quiero enseñarte algo.

Me levanto de mi cama y tomo mi bolso. Elena nos hace un gesto a modo de despedida en cuánto nos ve y mamá me sonríe. Me pregunto si ella sabrá lo que me mostrará Kyle.

En cuanto me subo a su auto, él me pasa una venda.

-¿Sabes? No me da mucha confianza ponérmela.

-Es para tu sorpresa. No quiero que la descubras antes de tiempo. Vamos, póntela.

-Sólo porque confío en ti. –Digo poniéndomela, pero como claramente Kyle no confía en mí, él presiona el nudo para que no vea absolutamente nada.

-Ahora pondré música.

Y en cuanto empieza a sonar la primera canción yo empiezo a cantarla. Kyle se me une en ocasiones y en otras lo escucho reírse. Al menos no me dice nada sobre mi canto tan desafinado. Lo quiero por eso.

En un principio quería adivinar a donde iríamos, pero luego de dar tantas vueltas ya no sé en donde estoy.

En un momento el motor del auto se detiene y estoy esperando la señal para quitarme la venda.

-¿Me confesarás al fin que eres un vampiro y por eso me traes aquí? O tal vez eres un alíen, como Daemon Black.

-Lamento decepcionarte, pero no soy ni un alíen ni un vampiro y aun no te puedes quitar la venda. –Dice mientras escucho la puerta del auto abrirse. En segundos siento algo de viento y es Kyle quien me ayuda a bajarme. Y me quita el cinturón de seguridad.

-Sigo sin ver nada. –Le recuerdo una vez que estamos fuera.

-Ya lo sé. Debo arreglar los últimos detalles.

Yo me pregunto qué es lo que le lleva tanto tiempo hasta que siento sus labios sobre los míos. El primer contacto me tomó por sorpresa, puesto que no lo esperaba. Pero en cuanto pasan unos segundos me encuentro correspondiéndole el beso con total emoción. Extrañaba pasar tiempo a solas con él, mi Kyle.

En cuanto el beso se profundiza más y empiezo a sentir calor, la sorpresa es lo último en lo que pienso.

-Lo siento, no pude evitarlo. –Dice luego de unos segundos.

-No importa, ¿ya me lo puedo quitar? –Pregunto aun sintiendo su cuerpo a centímetros del mío.

-Sí, puedes quitártelo.

Kyle me tiene que ayudar a deshacer el nudo y finalmente veo donde estamos. Y es un lugar muy conocido para mí.

-¿Qué te parece? –Pregunta atento a mi reacción.

Yo observo las casas y noto una única diferencia. La casa que fuimos a ver para la futura mudanza ya no tiene el letrero que ponía que se vendía. Ahora ya no hay nada.

-No puede ser. La compraste. –Digo señalándolo.

-Sí, ahora es nuestra casa.

-Pero, me dijiste que aun veríamos más. –Digo sin creerlo del todo. Ahora que veo bien la casa, está decorada con globos en la entrada.

-Eso fue para despistarte. Vi que te gustó en cuanto la vimos y también frente a nosotros hay un parque para cuando los niños sean más grandes. Además queda cerca de la casa de tu madre y sé que también por eso te gustaba. Prácticamente vivo aquí y creo que deberíamos de tener nuestra propia casa, no quiero sentirme como un intruso en la tuya, así que...

-Pero yo no pagué nada. –Digo como si eso fuera lo más importante y no en que tenemos nuestra casa.

-Lo sé, si te molesta las cuentas las podemos arreglar después. Quiero que abras la puerta. –Dice señalando las llaves que hay en el portón.

Aún sigo sorprendida de que tengamos una casa. Una casa sólo para nosotros cuatro, aunque recuerdo que de todas formas había varias habitaciones para visita.

Abro el portón y entramos. Dentro veo que está todo decorado con globos y carteles que ponen Bienvenidos. Y cuando llegamos al segundo piso hay una cama gigante al medio de una de las habitaciones.

-Esa sería nuestra habitación.

-Nuestra. –Repito aun sin salir de la sorpresa.

-Sí, nuestra. Dormiremos juntos cada noche y también debo mostrarte esto. –Dice tomándome de la mano y entrando conmigo a nuestra habitación. Hay una puerta que conduce a un baño.

-¿Un baño?

-Sí, hay espacio suficiente para que dos personas se duchen ahí. Así ahorraremos agua.

Un recuerdo viene a mi cabeza y estoy segura de que mucha agua no ahorramos en esa ocasión, pero si eso lo hace sentir mejor no diré nada.

Me hace un recorrido nuevamente por la casa y llegamos a un mini gimnasio con algunas máquinas incluidas. Kyle pensó en todo. 

-¿Desde hace cuánto tiempo que llevas metiendo muebles y camas por aquí?

-Desde que vinimos aquí la primera vez.

-Eso fue... hace meses. Llevas meses ordenando la casa y...

-Si no te gusta algo, puedes cambiarlo. Puedes hacer lo que quieras aquí. También es tuya.

-Eres asombroso, ¿lo sabías? No hay nada que mi Kyle pueda hacer mal.

-¿Ahora soy tu Kyle? –Pregunta divertido.

-Algo así, eres mi novio. –No puedo creer que haya dicho que era mío, qué vergüenza.

-Tienes razón, soy tuyo. Puedes decirlo sin ninguna vergüenza. De hecho me gustó oírte decirlo. Sólo me falta ponerme un lazo y yo mismo me regalaría a ti. Qué dices, ¿me aceptarías?

Ser consciente de la manera en que me mira mientras pronuncia esas palabras es... Wow. Tal vez incluso yo podría escribir un libro con Kyle como inspiración y seguro que me iría bien. Se llamaría... ¿Cómo conseguir un Kyle y no morir en el intento? Bueno, tal vez debería pensar mejor en el nombre.

En lugar de responder a su pregunta, simplemente me limito a besarlo. Jamás tendré suficiente de la sensación de nuestros labios, de sus caricias, de sus miradas...

Simplemente jamás tendré suficiente de mi Kyle.

-Sí te aceptaría, pero una vez que lo haga no hay marcha atrás. –Digo en mitad de uno de nuestros besos recordando su pregunta sobre si lo aceptaría en caso de que él mismo se envolviera con un lazo. 

-Trato hecho. –Responde divertido para segundos después volver a besarme.

Y de esta forma damos inicio a la primera noche que pasamos juntos en nuestra casa.   


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro