Capítulo 3

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Samantha Swan

Tras dos años de trabajar de dependienta en un supermercado, Samantha trabajaba como todos los días, tenía ya veinte años y se había convertido en una mujer hermosa, de metro setenta, su piel un poco dorada, el cabello negro como la noche y los ojos azules como el cielo de verano; no ganaba mucho, pero le permitía pagar su apartamento y sus necesidades básicas, soñaba con estudiar, llegar a ser alguien en la vida, pero no había terminado la secundaria. Los horarios del supermercado no le permitían hacerlos.

Un día mientras acomodaba los anaqueles del super, se dio cuenta que un hombre la miraba detenidamente mientras hacía su trabajo.

- ¿Va a quedarse ahí mirando todo el día? - Pregunté molesta.

- ¿Haces algún tipo de ejercicio o deporte, para tener esas piernas? -

-Eso no es su asunto-

-Tienes carácter me gusta eso. Tengo una propuesta para ti- Eso llamo mi atención, pero no deje que lo notara.

-Así, ¿Qué será? Sólo te advierto que no soy una puta y no voy a acostarme contigo ni con nadie-

-Ya lo dije tienes carácter, pero no te quiero para eso, sino para bailarina. No importa si sabes o no, se te enseñará que tipo de baile es, podrás bailar en sesiones privadas, pero solamente eso y los clientes lo saben. Claro está que fuera de la disco puedes hacer lo que quieras- Dijo sonriendo.

-Lo pensaré, pero si y sólo si acepto quiero que dejen claro que no hago trabajos fuera de horario-

-Bien, quedó claro. Toma mi tarjeta y llámame cuando estés lista. Puedes ir a visitar el lugar y ver lo que hacemos-

-Lo haré, que no te quede duda-

Acepté la tarjeta para analizar todo en mi apartamento y continué trabajando. Paso todo el día pensando en la posibilidad de otro trabajo que me permita estudiar y superarme, con el horario del super es muy difícil hacerlo, estudiaría de día y trabajaría de noche. Pronto serán mis vacaciones si las pido y pruebo una semana a ver que tal me va; si no me agrada siempre tendría un trabajo. Eso hare con Marco solicitando mis vacaciones si este está de acuerdo llamaré a Iván.

Al lunes hablé con Marco y este acepto mi solicitud de vacaciones, me las concedió, al llegar a mi departamento llamé a Iván para concretar una cita, le dije que no estaba aceptando, le explique como quería que fuera el trato y él acepto, ahora voy de camino hacia la disco que se llama The Paradise. Llego a la entrada y pregunto por Iván, es un poco temprano para que habrá, pero quiero ver como se trabaja antes de la apertura. El hombre me anuncia y luego aparece Iván con una sonrisa.

-Que bien que hayas venido. Te mostraré el lugar- Pasamos los siguientes cuarenta y cinco minutos conociendo el lugar, me explica que seré una bailarina de pole dance, pero que comenzaría como mesera, mientras me entreno en esa técnica. Agradezco a la genética de mis progenitores que me brindaron una buena figura para este nuevo trabajo. Paso dos horas más viendo el movimiento del lugar hoy no esta tan concurrido porque es entre semana, pero los fines de semana son muy movido me explica Iván.

-Entonces, Samantha. ¿Qué dices aceptas? -

-Mira, dame la oportunidad de trabajar esta semana, déjame pensarlo la siguiente y confirmo si o no. Quiero estar segura de que esto es lo mío. He trabajado en ese super por dos años. Fueron los únicos que me brindaron la oportunidad de trabajar cuando no tenía nada-

-Eso me satisface. Eres leal; algo que cuesta encontrar hoy en día. Déjame hablar con los dueños que están en la oficina. ¿De acuerdo? - Dije esperando que dijeran que sí. Él se marchó y lo esperé por treinta minutos cuando regreso sonriendo.

-Han dicho que si, Samantha. Te espero mañana. No abrimos, pero podrás estar con las otras chicas que bailan pole y que aprendas como hacerlo-

-Perfecto. ¿A qué hora vengo Iván? -

-Cinco de la tarde, Sam-

-Nos vemos mañana- Le dije sonriendo. Pero mi vista se dirige al trio de hombres que sale de la oficina donde estaban los dueños de la disco, los tres se quedaron mirándome, sólo a uno de ellos reconocí, al más joven. Era el mismo chico que me defendió la vez que me quisieron violar, claro había crecido como yo. Le sonreí, pero él mantuvo su seriedad, seguro no se acuerda de mí. Di la vuelta y decidí irme. No sé porque me dolía que no me reconociera, pero era una tontera. Como iba a reconocerme. Regresé a mi apartamento a descansar mañana sería un día muy movido.

Al día siguiente desayune y arregle mi departamento, tenía tiempo de no poner orden él y aproveche el tiempo. Para la una de la tarde tenía todo ordenado, incluso lavé mi ropa sucia. Si así va a ser mi tiempo si trabajo en la disco, me está gustando.

Al llegar al The Paradise, oigo música parece que, empezaron a ensayar. Miro a Iván sentado frente a un escenario hay una chica bailando, aprecio y absorbo lo que estoy viendo, parece fácil.

-Al fin llegas-

-Hola, Iván- Le saludo. Pero la curiosidad me come.

- ¿Lista para el ensayo? - Pregunta emocionado.

-Si, lista. Antes de empezar, tengo una pregunta-

-Dime, Sam-

-Ayer cuando me iba, de tu oficina salieron tres hombres, uno joven y dos un poco mayores-

- ¿Qué hay con ellos? -

-Bueno, quería saber ¿Cómo se llama el joven? - Y seguro me sonroje porque Iván sonríe.

-Sam, Sarek no es un hombre para ti. Tu eres muy joven e inocente, para enredarte con él- Mi corazón se rompe debe estar casado, bajo la cabeza y miro a mis pies.

-Lo siento, creí conocerlo. Un día un joven parecido a él me salvo- Se sorprende con mis palabras.

-Hey, nunca bajes la cabeza ante nadie, por más asustada que estés, Samantha. Muestra el carácter que me mostraste en el super. Ahora sonríe y ve a cambiarte que las chicas te enseñaran como se baila el pole-

Paso horas y horas ensayando, creí que me sería difícil pero no. No puedo negar el buen ojo de Iván quien me felicitó.

-Sam, es tarde. Ven mañana a las tres de la tarde, para que se te explique el funcionamiento del bar; por ahora no bailaras, es posible que el viernes o sábado sea tu debut, así ve preparándote-

-Bien. ¿Pueden llamarme un taxi, por favor? -

-No, yo te llevaré- Me dice yo creo que no debería molestarse.

-No es necesario que te molestes- Le digo apenada.

-Nada de eso, los taxistas podrían confundirse contigo- Me dice, pero yo no entiendo a qué se refiere. Después de cambiarme me informan que Iván me está esperando, al salir del camerino veo la sombra de alguien, pero al tratar de fijar mi vista para ver quien es, esta desaparece; al parecer el cansancio me está cobrando factura, por lo general a esta hora estoy durmiendo.

En el auto Iván me hace preguntas personales, a las que contesto con sí o no, no me gusta hablar de mi vida personal. Le doy gracias a la providencia que llegamos, Iván ya me estaba poniendo nerviosa.

-Hasta más tarde y Gracias por el aventón- Me despido de Iván.

Entra en mi departamento, el cansancio me golpea, me tomo una ducha y voy a dormir.

Finalmente decidí aceptar el trabajo en la disco y renunciar al super, me fui dándoles infinitas gracias por haberme brindado confianza esos dos años, si ellos no me hubiesen abierto la puerta me habría muerto de hambre, nadie quería darle empleo a una huérfana que ni siquiera sabía quienes habían sido sus padres.

El trabajo en la disco ha sido muy movido, he aprendió a hacer cocteles, a servir tragos, a bailar pole dance, que es mi trabajo principal y sobre todo a manejar a los ebrios que quieren sobrepasarse, les he dejado claro que no soy parte del menú. Con respecto al chico que vi la primera vez que estuve aquí con firme que fue el que me salvo la vida, es uno de los tantos hijos del dueño, de tanto indagar por fin supe su nombre Sarek.

Sarek es callado, frio como el polo norte y evita encontrarse conmigo, Iván dice que es mejor para mí no entrar en contacto con él, pero soy como una polilla la cual es hipnotizada por la llama de una vela y es quemada por ella. Sarek me atrae como nadie lo ha hecho. Voy de camino a la disco estos dos años ahí han sido maravillosos, este trabajo me ha permitido adquirir una pequeña casa, un auto decente y sobre todo poder cumplir mi sueño de estudiar, la educación a distancia me permitió terminar la secundaria y recién empecé la universidad he decidido ser arquitecto, los planos no me van mal.

Cuando llego al parqueo privado de la disco veo al señor Malcolm, uno de los socios de la disco discutir con una mujer como de su edad, él esta iracundo y ella no se queda atrás, ambos notan que los miro y la mujer me ve con ojos de odio, pero la ignoro continuando con mi camino.

- ¡Ven aquí zorra! - Alguien me tomo de mi cabello por la parte de atrás.

- ¡AY, SUELTME! - Grito a quien me hace daño.

- ¡¿Tú te acuestas con mi esposo?!-

- ¿Qué? ¿Está loca? Yo no me acuesto con nadie señora-

- ¡Raquel deja a esa joven! - Grita el señor Malcolm

- ¡Es la zorra que te complace! - Grita la mujer.

-Ella es solamente una de las bailarinas, de la disco. Déjala que vaya a hacer su trabajo. Además, esa joven podría ser mi hija. Es muy joven para mi gusto- Esas palabras me impactan.

- ¿Ella es tu hija? - Pregunta la mujer y en sus ojos veo fuego.

-Señora, él no es mi padre. Si me suelta podré ir a trabajar- Le digo preocupada.

-No, no lo es. Crees que permitiría que mi hija trabajara aquí, sabiendo de lo que eres capaz de hacer- Le mujer por fin me suelta y puedo salir de esta situación. Yo camino lo más rápido que mis pies me lo permiten, en la entrada de la disco me encuentro con Iván.

- ¿Está bien, Sam? - Pregunta preocupado.

-Por amor a Dios, Iván. ¿Quién es esa mujer? - Pregunto asustada.

-Es la loca esposa de Jason. Un día te dije que no te acercaras a Sarek. Con ella es mejor ni que la mires, trataremos de que no vuelva al lugar. Hoy vino con su padre que es socio de Dimitri y Jason- Me suelto de él.

-Me voy Iván, tengo que cambiarme-

-Hoy tienes dos Vip que atender, busca tu mejor repertorio para ambos- Asiento con la cabeza aún aturdida por el encontronazo con la vieja loca.

De camino a mi camerino me encuentro con la fría mirada de Sarek, trato de sonreírle, pero recuerdo las palabras de Iván, por lo que bajo mi mirada continuando el camino a mi camerino. Al verificar quienes son los clientes me sorprendo con que uno de ellos es el padre de la vieja loca, un anciano de setenta años que cree que tiene la mitad de su edad y un socio suyo que esta de cumpleaños y el otro es una despedida de solteros del hijo de un senador del estado.

Ya casi amaneciendo termina mi jornada de trabajo la cual fue muy cansada la despedida de soltero se extendió más de la cuenta, parece que al hijo del senador le gusto mi rutina y pagó una cantidad obscena de dinero para que mi presentación se extendiera por unas horas más, eso es lo bueno de mi trabajo, el cincuenta por ciento de ese dinero extra es mío, fue parte de la negociación cuando me ofrecieron las presentaciones privadas. Ese dinero va para mi fideicomiso de estudios. Ganaría más dinero si hiciera como algunas de mis compañeras de trabajo que hacen horas extras con algún cliente, pero yo no soy una prostituta. Algunas de ellas aseguran que tengo preferencias sexuales distintas a ellas, pero están muy equivocadas, acepte este trabajo para pagar mis estudios cuando me gradué y pueda desempeñarme como arquitecto dejare este trabajo, no está en mis planes hacerlo toda mi vida.

En el parque me encuentro a Sarek mirándome, le sonrío, pero no me devuelve la sonrisa, solamente hace un asentimiento con su cabeza, nunca lo he visto hablar con nadie y es extraño que este aquí, siempre está al lado de Dimitri, pero en fin no seré yo quien dé el primer paso para hablar.

Camino a mi auto, estaba distraída viendo a Sarek que no había notado que el hijo del senador y tres de sus amigos están en esta área.

-Hola, muñeca- Me dice el hombre ya muy ebrio, mientras sus amigos sonríen.

-Buendía, señores- Digo muy seria, no soy tonta sé porque están aquí.

- ¿Quieres ganarte un dinero extra? - Me pregunta mostrándome un fajo de billetes de cien dólares.

-No, gracias. Estoy en mi día libre- Y no miento.

-Vienes saliendo de tu trabajo- Dice uno de los idiotas.

-Así es. pero ya estoy en mi día libre-

-Aún mejor, así podríamos divertirnos más tiempo- Dice el hijo del senador.

-Creo que están muy ebrios. Deberían irse a sus casa- Les digo mientras trato de abrir mi auto.

-No seas, tonta. Nadie te ofrecerá tanto dinero como yo- Dice él tipo.

-Miren algunas de mis compañeras están por salir, algunas de ellas si estuviesen dispuestas a ganarse ese dinero, pero yo no hago trabajo extra fuera de la disco-Uno de los hombres me toma de la mano y trata de jalarme, pero el puño de Sarek impacta en su rostro.

- ¡LARGO! – Grita Sarek.

- ¿Sabes quién soy? - Le grita el idiota.

-No me interesa- Dice Sarek sacando un arma que nunca había mirado.

-Señores, creo que es momento de que terminen su celebración en otro lugar- Les digo para evitar un accidente. A regañadientes los hacen, cuando se han ido miro a Sarek.

-Gracias de nuevo- Le digo. Pero él lejos de hablarme se marcha dejándome sola.

Bueno, es mejor mantener las distancias. Ahora a casa ...

Mary POV

Una vida, una vida huyendo, mi vida se ha vuelto una carrera constante, no me arrepiento haber ayudado a Miranda, pero ha sido una vida de mierda, le prometí estar al pendiente de la vida de Samantha, pero ha sido imposible, no sé cómo Jason dio conmigo y escapar de él ha sido una constante. Por otro lado, esta su mujer no sé cómo se enteró de la existencia de Sam ella es la razón por la que huyo, no es tanto por Jason, pero es igual si él me encuentra, porque su mujer también lo haría.

Cuando me encontró la primera vez Sam tenía apenas cinco años y fue fácil para mi reubicarla, pero después tuve que desaparecer y perderle la pista mi niña, que ahora debe ser toda una mujer. Espero que una familia cariñosa la haya adoptado y le diera la familia que ella merece.

He regresado a Los Ángeles, luego de haberme marchado por todos estos años, tengo que dar con Sam y hablarle de su madre y de cómo la amaba, fue otra de mis promesas, de su padre sé poco también tendré que hablarle de él. Llego al super cerca del apartamento donde vivo.

-Buen día, señora Long- Me saluda unos de los dependientes.

-Buen día, joven-

-Si quiere le puedo ayudar con sus compras cuando termine- Se ofrece el joven.

-Gracias, pero hoy no llevare mucho- Le digo.

Cuando he encontrado lo que necesito me dirijo a la caja, pero la conversación de dos dependientes me hace prestar atención a lo que hablan.

- ¿Has ido al The Paradise? - Pregunta uno.

-No, no he ido- Contesta el otro.

-Pues tienes que ir-

-Así, ¿Qué hay de interesante ahí, más que mujeres bailando con poca ropa y mucho alcohol-

- ¿Recuerdas a Samantha? -

- ¿Cuál Samantha? - Pregunta curioso.

-Recuerdas a Samantha Swan, la chica que trabajo aquí. Ahora es bailarina de pole en el The Paradise-

Eso no puede ser, sería mucha la coincidencia de que Samantha Swan la hija de Miranda este trabajando en el mismo lugar de su madre y que es peor cerca de su padre y de la mujer que desea con fervor matarla. Tengo que salir de la duda. Mis pensamientos quedan en el aire cuando me encuentro en la entrada del super al hombre que deseaba nunca volver a ver. Me toma por el brazo y me hace entrar en el auto.

-Señora Long, es usted una persona difícil de encontrar- Me dice muy molesto.

-Señor Malcolm-

-Es bueno saber que no me has olvidado-

-Y yo había guardado la esperanza de que se había olvidado de la niña- Le digo.

-Eso nunca. Aunque me lleve toda la vida la estaré buscando- Si supera que la tiene muy cerca. Lo digo para mí.

- ¿Qué quiere de mi señor Malcolm? -

-He sido un hombre muy paciente señora Long. ¿Dónde está mi hija? -

-Aunque ustedes no me crean no lo sé- Le digo mirando a sus ojos.

-Exactamente, Mary no te creemos- Dice el tal Iván.

-Miren la vez que ustedes me encontraron a los días tuve la desagradable visita de su esposa señor Malcolm, para ese entonces ya había cambiado a su hija de hogar, no sé cómo logré salir con vida de eso. Me fui de Los Ángeles, estuve todo este tiempo en Canadá, por lo que le perdí la vista a la niña, hace unas semanas regrese y recién me acomodo. No sé dónde está ella-

-No sabía Raquel te había visitado- Me mira con pena.

- Ella se regodeo diciéndome que tiene soplones entre sus hombres, por eso dio conmigo. Ahora usted ha puesto otra vez mi vida en juego. Lo único que me alegra en cierto modo es no saber dónde está su hija-

-Te pondré vigilancia en compensación- Me dice con resignación.

-Mire, sé que es su hija y que usted amaba a Miranda. Pero tiene que reconocer que mientras usted la siga buscando ella estará en peligro. Ella no tiene la culpa de sus errores-

-Cierto, tienes razón en lo que dices. Entiende es mi única hija y quiero tenerla conmigo-

- ¿Es enserio? ¿Qué cree que hará Raquel si la encuentra? ¿Podrá protegerla, sabiendo que tiene enemigos dentro de su círculo cercano? -

-Ella tiene razón Jason. Antes de seguir con la búsqueda debemos de buscar al o a los soplones- Dice el tal Iván quien había estado callado.

-La dejaré ir, por ahora. Sepa que la tendré vigilada-

-Solamente asegúrese de que el que me esté vigilando no sea el soplón o no volverá a verme- Detienen el auto y me permiten bajarme.

Todo se ha puesto difícil, pensaba ir la tal disco para acercarme a la chica y saber si es Samantha. Tendré que darle tiempo y descubrir quién será el que me vigilé.

Fue difícil descubrir a quienes había mandado Malcolm a vigilarme, aquí estoy frente a la disco, es un lugar muy lujoso, no ha abierto aún, mi fe es cerciorarme de que sea ella. Desde el lugar donde estoy puedo ver el aparcamiento del personal, un auto estaciona, una mujer baja de él, como si sintiera mi presencia, mira en mi dirección. ¡Por Dios es ella! Es una mezcla entre Jason y Miranda. Ella se vuelve y se dirige a la disco.

¿Cómo es que ellos no se han dado cuenta? Debo de sacarla de ese lugar lo más pronto posible. Antes que esa mujer la descubra.

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