— Yoongi, tranquilo — dije con calma

— Grrr —

Llevábamos media hora así, Yoongi no dejaba de gruñir, incluso si Jungkook se encontraba a kilómetros de aquí.

Y así fue todo el día, todo el día Yoongi gruñía y miraba a la puerta, creo que piensa que Jungkook volverá.

Y así fue todo el día...

Eran las nueve de la noche, había sido duro el día, limpié de arriba a abajo todo, cociné y lavé los servicios. Ayer cuando se fue Jungkook tuve que quedarme un rato sosteniendo a Yoongi, y también tuve que limpiar y ordenar todo, fue realmente horrible éstos dos últimos días, Yoongi me terminó arañando el brazo de nuevo, creo que ahora sí quedará cicatriz, lo sé.

Necesita relajarme un poco, al menos hoy domingo, porque mañana inevitablemente debería volver. Me bañé un buen rato y luego me encerré en mi cuarto. Puse algo de música y me eché en mi cama, cerré mis ojos y pensé en muchas cosas.

Estaba con mucha tensión, mis padres querían saber como estaba, solo dije que estaba bien, como siempre. La verdad es que a la justas me alcanza para pagar mis estudios, el alquiler y la comida, lo único bueno era que pronto terminaría mis estudios, solo unos meses más, casi nada. No sé si el que no me alcance dinero se debe a Yoongi, ya que es una boca más, pero tampoco me arrepiento.

No gano mal, me alcanza para poder tomar al menos una sprite, pero de todos modos pienso que no me alcanza para nada, cosas superiores, quiero muchas cosas, una pareja, una familia y para eso necesito ganar más de lo que gano ahora, casi el doble.

Crecí en una familia numerosa, con tres hermanos y muchos primos alrededor, mi familia es unida, siempre estábamos juntos, yo compartía cuarto con mis tres hermanos. Pero al venir aquí, solo, fue muy extraño, aún me siento muy solo, no importa cuanto tiempo pase o cuantas personas conozca, quiero conversar con alguien, reír con alguien, alguien que me comprenda.

— ¡Uhg! — gruñí frotando mi mano con mi pene

Estaba muy estresado, quería poder relajarme, hace mucho no puedo sentir a nadie, quiero poder tocar a alguien.

— ¡Humm! —

Pasaba mi mano por toda mi extensión, estaba en mi cama, desnudo, sintiendo como me empezaba a calentar, escuchando como las gotas de lluvias empezaban a caer ahí afuera. No podía controlarme, me sentía tan bien, sentía como mi cuerpo reaccionaba con solo masturbarme, todos éstos días trabajando en la oficina y en casa han sido un horror.

— Mierda — gruñí apretando la punta de mi pene, escuchando los truenos, siento como las gotas de sudor bajaban por mi frente, mi espalda también estaba humeda

Una vez cada mes tenía que hacerlo, en serio funcionaba, luego de esto me sentía más ligero, feliz, podía sobrellevar todo con una sonrisa, incluso los arañazos. Era una forma de irme a dormir tranquilo y algo satisfecho.

— ¡Ahh! — gruñí viniéndome fuertemente en mi mano

Luego de eso solo me quedé mirando el techo, notando como todo a mi alrededor estaba silencioso, había parado de llover, incluso los truenos, no escuchaba nada.

Me sequé y me vestí, ordené toda mi habitación, viendo en mi celular la hora, eran apenas las nueve y media de la noche. Me dió algo de hambre así que bajaría por algo para tomar, pero mi camino se vio interrumpiendo porque ni bien abrí vi a Yoongi al frente de mi puerta.

— Yoongi-i, ¿Qué pasa? — pregunté sin saber como reaccionar, no esperaba verlo — ¿Yoongi? — pregunté dando un paso adelante, pero fue lo único que pude dar

Sentí como inesperamente unos brazos rodearon mi torso con suavidad, iba a quejarme, pero en eso sentí como empezó a olisquearme, tal vez me estaba reconociendo como amigo, por eso no me moví.

De pronto él solo se alejó, me miró y se fue, fue algo raro, no entiendo si lo que hizo es bueno o malo.

— Espero sea bueno — dije para ir a la cocina

(Tres días después)

Estaba en mi trabajo, últimamente todo es más raro, como que Yoongi me mira mucho, es raro, no me acostumbro a eso. Cada que le digo o pregunto algo se va corriendo a su cuarto y se encierra, me da risa y algo de curiosidad.

Hoy era miércoles, no llegaría a casa hasta las nueve, tendría que estar unas horas más aquí.

— ¿Cómo va todo Jung? — preguntó mi jefe pasando por mi sitio

— Muy bien jefe — dije poniéndome de pie para inclinarme levemente

— Que bueno Jung, esta semana será dura, toma algo de jugo y come una galleta para que se llene el estómago — dijo dejando una bolsita blanca en mi ordenador — fuerza — dijo sonriendo para irse

Mi jefe era amable, no lo veía mucho, era una persona muy ocupada. Mi jefe es omega, él es el encargado de esta área, después de él hay otro cargo mayor. Mi jefe se llama Kim Seokjin, según escuché solo está aquí por ser hermano del dueño, yo no lo creo. Seguro está aquí por su dedicación.

El señor Kim que yo sepa no tiene pareja, no sé mucho, pero los más antiguos dicen que no tiene pareja a sus treinta y cinco años. Yo realmente creo que no tiene nada que ver la edad, pero algunos alfas o omegas con pensamientos anticuados lo dicen como si fuera una barbaridad.

Luego de unas largas horas salí directo a casa, hoy salí un poco tarde, nueve y media, me dieron que sería así toda la semana. Así que llegué a casa a las diez, todo estaba silencioso, como si no hubiera nadie.

Miré a mi alrededor y subí, no quería comer, solamente dormir, pero al llegar a mi cuarto vi a Yoongi durmiendo en mi cama, estaba en el cuarto de invitados, la que yo estaba usando porque él usaba la principal.

— Vaya... seguro es por que el otro cuarto es más frío — dije para dirigirme al ropero y sacar una colcha y taparlo, escuchando como ronroneo — ay — no pude evitar decir y morir de ternura — eres un lindo y tierno gatito — dije riéndome ligeramente

Fui a mi cuarto, al verdadero, al principal. Me eché y quedé rápidamente satisfecho, era más cómoda esta cama, espero que pronto vengan las vacaciones, con tres días me conformo, solo tres días. Lo necesitaba tanto, quería dormir hasta tarde y comer con tranquilidad, ver un poco de televisión y tal vez salir a pasear, aunque sea al supermercado, pero pasear.

— Kore nani... kore nani... kore nani kore nani kore nani kero nani kore nani, neko — dije sonriendo al imaginar a Yoongi con la boca llena de galletas — mañana te compraré unas para el michi — suspiré para caer completamente dormido, sentí algo de frío, pero mi sueño era más poderoso