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Todos nacemos con el pecado original, con el alma encadenada a una vida de disgustos y malas elecciones.
Algunos tienen la dicha de crecer entre lujos, otros, se convierten en esclavos.

Épocas de triste desolación, con grandes desgracias y muy pocas ilusiones.

Ilusiones que remotan de la influencia aristocrática a mano de la reina consorte Francesa Anne de' Medici, en el siglo XV durante el renacimiento italiano. Ilusión de bella arte que se expandió entre dos grandes imperios constituyentes de una rivalidad que no lograba entrar en la cabeza de los demas monarcas en todo el mundo.

Magia.

1554- Fortaleza de Desmond II de Francia.

-felicidades su alteza, en hora buena a llegado la noticia del heredero.

-si mi lord, a sido una bendición de los cielos que la consorte haya logrado concebir.

-asi mismo alteza, después de varios años sin heredero, el pueblo Francés venera la noticia- alardeando estaban los lores al rededor de su rey.

Tal día en el imperio francés se dio a conocer la noticia de que la reina a logrado concebir, iluminando el pueblo y logrando una felicidad inedita. Durante 7 años de reinado, se esperaba la llegada de tan dichosa añoranza.

Cuando la noticia se dio a conocer por todos los rincones de Francia, el pueblo quiso venerar a la reina, colmandole de un banquete en su honor.

-me llena saber que mi pueblo está iluminado gracias a la noticia.
Desmond radiaba de alegría y orgullo, con su pecho en alto en espera de su amada, la cual estaba en sus aposentos descansando unos momentos antes de bajar a la gran ceremonia en su honor.

-su alteza! me alegra la noticia, es increíble que el pueblo se haya reunido a venerar la reina.
Entra con elegancia la princesa Catherine de Pouil, hermana de Anne.

-Querida, te estábamos esperando, me habían informado que se te han dado inconvenientes para llegar- Des habla acercándose a su cuñada.

-Desmond, conmigo las formalidades no van y lo sabes. Y si, tuve algunos problemas con llegar, pero ey, nada que la gran princesa de Francia no pueda arreglar.

Ahí estaba Catherine, alardeando de su título, orgullosa de lo que es.

-Chaterine, estamos en un banquete en honor a tu hermana, necesitamos formalidad.

-como sea- dijo restando inportancia- donde esta mi hermana? Quiero darle mi regalo.

-en sus aposentos, se a de estar preparando.

-bien- paso de largo despidiéndose de su cuñado, el cual se quedo en el gran salón recibiendo con agradecimiento todas las buenas nuevas dirigidas a su heredero.

Ya arriba, Catherine golpea dos veces en la habitación de Anne, esperando una respuesta para así entrar.

- entrez s'il vous plaît

Se hace escuchar dicha voz adentro de la habitación, dándole la confianza a Catherine de entrar.

-en hora buena hermana, toda Francia estaba loca esperando esta noticia, !!debes bajar, todo esta hermoso y lo hicieron solo para ti!!.

-tambien me alegro de verte Catherine- acento extranjero y a la vez nacional escuchándose en la voz de la consorte.

-hay, perdón, salut soeur, comment ça va? Je suis content de vous revoir.
(Hola hermana, como estas? Me alegra volverte a ver)

-me encuentro de maravilla, gracias por preguntar- dice con fingida felicidad.

-no pareciera hermana, que paso? Tuviste la visión?

Anne asiente disgustada, dejando pasar a Catherine hasta donde ella se encuentra recostada.

-lo vi esta mañana, tendremos problemas.

- quel genre de problemas
(Que clase de problemas)

-italia atacará después del nacimiento del heredero.

La sorpresa se hace presente en el rostro de Catherine, entendiendo que después de años de paz, la triste desolación y grandes desgracias se harán presentes.

-viste algo más?

-me mostró una forma de proteger mi hijo, y así mismo, poder salvar nuestro don.

- espera, si italia ataca, significa que Jay y su hijo también están en peligro.

-lo se, es por eso que e enviado a lord Payne a informale que necesitamos su precensia en el palacio.

- y que? Solo eso? Solicitaras su precensia y ya? Hermana, hay que tener algo preparado. Jay no sabe cuidar muy bien su don, y tu estas a 4 meses de embarazo, porque si, aunque el descerebrado de tu esposo se dio cuenta hace un solo día, no significa que yo no lo sabía.

La situación empezaba a alterar el ambiente, y si Catherine se altera más de lo debido, la paciencia de Anne se acabaría y terminarían peleando de una forma no muy agradable para el heredero.

-Catherine, más respeto. Ya tengo planeada la situación, pero necesito que tu rebeldía y exasperación dure sin explotar hasta que Jay llegue, me puedes ayudar con eso?

-bien- rueda los ojos, centrándose en el nuevo problema- porque no te estas alistando para el banquete?

-estaba por empezar cuando entraste.

-!Como!! Sabes por lo menos que vestido te vas a poner? Hay hermana, no lo puedo creer, tienes que ser más responsable con eso, todo el pueblo se reunió para venerar la noticia de buena nueva, aunque no sea tan buena nueva, odio que tu esposo no se diera cuenta que estabas embarazada, esque, no se percato de cuando empezó a crecer la barriga? Es increíble lo tonto que puede llegar a ser. Aunque tengo que reconocer que es un muy buen monarca y sabe cuidar de ti, no como los estupidos lores que tenias de pretendientes, te acuerdas? Cuando lord Marl te hiba a pedir la mano y termino saliendo le un g-

-Chaterine, cierra la boca y ayúdame a vestirme- Anne ya se estaba levantando de la cama cuando proclamó dicha frase, por lo que su hermana, un tanto atontada por lo que acaba de soltar ella misma, se levanta de un brinco y va en busca de un vestido.

-igual, lord Marl nunca fue feo- dice Catherine a lo lejos, adentrándose en el armario.

-!!callate y búscame el vestido dorado con bordado desértico!!

Risas retumbaron por la habitación, liberando un poco la tencion que se formó ante la noticia esperada.

- dame un momento! Igual, aun no te e dado el regalo que te tengo.

-me lo puedes dar cuando estemos abajo.

...

El banquete estaba procediendo exitosamente, la gente bailaba al son de sonatas del barroco, felicitaban la hermosa reina y la colgaban de regalos. Todo estaba perfecto y dichoso, llegando la hora del el brindis.

-Quiero agradecer a la gente que se tomó el tiempo de venerar a mi esposa, colmandola de regalos y vendiciones, agradezco que amen a mi heredero sin siquiera nacer aún, y quiero que sepan, que ustedes son lo suficientemente importantes para mi, como ustedes me lo han demostrado esta noche.
Desmond proclamó el pequeño discurso, alzando las copas y así, concluir con el banquete.

Todo el pueblo ya estaba fuera del castillo, y Des junto a Anne ya estaban subiendo a su habitación.

-Anne espera- Catherine estaba al final de las escaleras, con una expresión preocupada en su rostro.

-Catherine? Mi lady, me disculpara, pero en estos momentos tengo que llevar a mi esposa a descansar, a sido una noche larga- proclama Des.

-Alteza, dame un minuto para hablar con ella, tal vez me quiere dar el regalo que tenia para mi. Sube, espérame en nuestra habitación, ya te alcanzo.

-Anne, no tardes, tienes que descansar- se despide Des, dejando un beso en sus labios antes de terminar de subir las escaleras, escoltado por un guardia de armadura dorda.

- Catherine, que sucede?- Anne voltea hacia su hermana, quien cada vez está más desesperada.

-ya están aquí.









1571-lac ma chérie-forêt française

Era de esos días en los que la luz de la mañana resplandecía entre las ramas de los árboles, mostrando su lucidez y lo brillante que es un toque de aquel sol, cayendo a tope, y tocando el agua cristalina de aquel lago, logrando reflejar hermosura por donde se mirara.

Harry corría, esquivando ramas y saltando barrancos, con su bonita cabellera risada haciendo compás con sus movimientos, acompañado del único animal que no le tenía miedo en aquel lugar, Un puma.

- si tu ne te dépêches pas nous serons en retard et nous ne prendrons pas le petit déjeuner!!
(Si no te apresuras llegaremos tarde y no tendremos desayuno)
Grita Harry hacia el animal, que al escuchar tal, pasó rápidamente al risado, y desapareció entre los árboles.

- sacrément fou.
(Maldito loco)

Continuo corriendo por todo el bosque, admirando cada detalle de el, como cada mañana que salía junto a bleu. Ya se había vuelto rutina el salir al momento de que el sol esparciera su luz por todo el lugar, recorriendolo con mucha familiaridad, ya que después de varios años cuidando esa belleza natural, le conocía como la palma de su mano derecha.

Después de varios kilómetros más, el risado logró distinguir a lo lejos su tan acogedora cabaña, esta, de un color marrón con matiz amarillo, rodeada de rosas y margaritas, junto a algunas verduras y árboles frutales. También se dio de cuenta, que como lo esperaba, bleu estaba en la puerta.

-te fuiste muy rápido cariño.

El rizado, refiriéndose a el magnífico animal, llegó a la entrada de la cabaña, abriendo la puerta y entrando hacia la cosina, bleu pisando sus talones.

-me ganaste la carrera de hoy, así que el postre será para ti-

Dicho esto, el puma se recuesta en su lugar de siempre, mientras que Harry prepara un desayuno que consta de vallas, fresas y pescado.

-conseguiste el ave que estabas casando bleu?
El nombrado ronroneo en respuesta, lamiendose la boca y estirándose un poco.

-me alegra, aunque al parecer no me dejaste cocinarla eh?
El rizado termina de arreglar todo, poniéndolo en un plato de madera, y llevándolo a la mesa, no sin antes darle el postre a bleu.

-hoy saldré cuando el sol se ponga cariño, no me esperes ni me persigas.

Harry terminó su desayuno después de avisar a bleu lo que hiba a hacer, dando por entendido que al puma poco le importaba, ya que después de lo proclamado, salió por la ventana de la cabaña.

-esta noche porfin pondré en práctica tu enseñanza madre- susurro harry para si mismo.

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París, la hermosa capital de Francia, imperio el cual a estado bajo el mando Maldito de los italianos, quienes capturaron y exclavisaron todos y cada uno de los integrantes de la familia real, o eso era lo que tales monarcas intentaban hacer ver al pueblo.

Louis tomlinson, un lindo castaño de altura no tanto pronunciada, francés botánico que viajo desde su pueblo Najac hasta la capital, en busca de le fleur de lune, una planta que cura la memoria y la locura, pero que solo nace en el bosque Parisino que guarda el hermoso lago ma chérie.
Louis estaba en busca de respuestas, quería saber que era lo que tanto atormentaba a su madre, quería saber quien era esa persona que Jay lamentaba cada noche haber perdido y no pudo volver a encontrar.

Muchas preguntas que escasean de respuestas concretas se instalaban en su mente, pero lo que más predominaba es que el cansancio y el hambre, en cualquier momento gobernaria en el.
Así que, en busca de algún lugar en el cual comer, camino por París.

El lugar estaba hermoso, la arquitectura se blandia con elegancia sobre el cielo, los colores y el matiz de cada casa, las fuentes de agua, con tallados que parecían, creados por los mismos ángeles, cada casa, árbol y construcción era precisa y hermosa, pero, a pesar de la hermosura del lugar, la gente no se veía feliz.
Tenían caras largas, mostraban sufrimiento y decepción, los trajes negros de los hombres y los vestidos opacos de las Damas solo mostraban decepción y colores si vida, no relusian, no brillaban, no eran hermosos, no mostraban felicidad como el resto del lugar.

Aquel detalle hizo extrañar a Louis, aunque no le tomó la importancia que debería, simplemente siguió caminando, undiendose en sus propios pensamientos, para así concentrarse en una cosa a la vez.

Camino un poco más, hasta que logró dar con un restaurante algo rústico y de poco espacio. Entró en el, busco una mesa, y espero hasta que alguien le pudiera atender.

- bonjour messieurs, bienvenude Sur la côte Des couleurs, voulez vous voir le menu?
(Buenas tardes caballero, bienvenido a la côte Des couleurs, quiere ver el menú)

- buenas tardes, por favor me lo muestra?- dice el castaño, con la mayor intención de no sonar fastidiado al escuchar ese acento que los italianos le metieron a su idioma natal.

-claro señor, mire- le entrega el menú, y mientras Louis lee, el camarero aprovecha y sale a atender más clientes.

Después de pedir una sopa y varios trozos de camarones, el castaño está lo suficientemente lleno para seguir caminando en busca de la parte principal de su viaje, pero lo único que consigue hacer, es instalarse en un hotel relativamente barato como para tener algún tipo de baño decente.

-es increíble todo lo que comí- dice El castaño para si mismo, mientras que se deja caer ante los brazos de una cama, la cual lo recibió con rechinos y una que otra polilla volando.

- supongo que podré descansar un momento, y buscar la planta en la noche- piensa, mientras trata de encontrar en su equipaje, los apuntes que tiene sobre dicha planta.

Le fleur de lune

Es una flor de pétalos azules como el cristal, tan frágil y delicada.
Su proceso de crecimiento cuenta de 5 años, viviendo un tiempo de 11 años más. esta a de ser plantada antes en un semillero junto a rosas y margaritas, ya que estas flores, tienen una proteína en su raíz que la ayuda a crecer.
Pocos han conseguido cultivar una, ya que sólo nace bajo la luz reflejada en las aguas cristalinas del lago ma chérie. Se dice que en los últimos diez años, sólo una persona a logrado ver el hermoso espectáculo que la flor da cuando expande sus pétalos...

Louis había leído ese texto más de diez veces, memorizando cada palabra y haciendo nota mental de cómo es que luce dicha flor.
Así que, después de releerlo unas cuantas veces más, se pone a descansar para lo que viene en la noche.








Habían pasado ya varias horas, y el sol ya estaba a tan solo unos momento de descender, y con el, Harry se había estado alistando para ir al lago. La emoción y el nerviosismo estando a flote, cada parte de su cuerpo estaba intranquilo, así que, cuando el sol mostró su último rayo, salió de aquella cabaña, dejando solo una lámpara de alquitrán en la entrada.

Con cada paso que daba, la noche se volvía más fría y oscura, los búhos le observaban, y de vez en cuando, se topaba con el canto de un grillo.

Caminaba solo, descalzo, y sin ningún tipo de abrigo que lo cubriera de tal frío nocturno.

Sus pizadas resonaban en cada rincón del bosque, y sus pensamientos eran su única compañía, puesto que desde la mañana, no había vuelto a ver a bleu.

La hermosa luna se alzaba con fulgor y elegancia entre los árboles, dando un espectáculo digno de admiración.

Seguía caminando, el tranquilo arrullo, y el dulce manto de dicha noche cubría su camino.

Admiraba como si fuera la primera vez que ve tal espectáculo, pero, quien pudiera culparlo, pues, al ser el único humano que a pisado tal profundidad del bosque durante tantos años, creció sólo y sin ningún contacto con el hombre, así que, lo único que tenía, era la dicha de poder admirar la belleza magistral que se posa en el bosque cada que anochece.

Su camino hasta el lago era extenso, así que, mientras seguía su andar, recordó la hermosa sonata que en algún momento, Anne le enseñó.

"Un nouvel univers
Où les larmes, les peines
Ne seraient qu'un mythe, qu'une putain de légende urbaine
Alors, laisse-moi partir
Dis-moi comment m'enfuir, assez de questions posées
Laisse-moi, je veux tout quitter".....

Cancion que expresa tantos sentimientos, nunca a entendido porque su madre se la enseñó, tal vez en algún momento ella le explicó el porqué de la canción, pero en su cabeza ya no estaba tal recuerdo.

Harry aún caminaba, concentrado en la letra de la sonata, hasta que de un momento a otro, sintió la presencia de alguien más. Un hombre.
Un hombre lo estaba siguiendo.
El miedo empezó a crecer en el pecho del risado, pues nadie pisaba el bosque a estas horas.
No aceleró el paso, simplemente empezó a serpentear entre los árboles, con táctica y experiencia, para lograr que aquel desconocido se perdiera y así poder observar que busca.

Pasados unos cuantos minutos, el rizado logra escabullirse de la vista de alque hombre, pero el hombre no se perdía de la vista del rizado.

Harry, quien estaba tras unos árboles, ve como el hombre busca con la mirada su silueta, sin éxito alguno.

- será que lo que vi no era un hombre?- dice aquel ser, hablando para si mismo- deja de buscar esa silueta y más bien concéntrate en buscar el lago- se regaña a si mismo.

A harry le parece gracioso ver como tal hombre habla entre dientes y para si solo, pero se sorprende cuando escucho que estaba buscando el lago.
Su santuario.
Su hogar.
Su lugar.

Nunca dejaría que alguien ajeno a su mundo tocara ese lugar, pues el hombre es una bestia insaciable que busca dañar lo poco hermoso que queda.

No lo permitirá nunca.

Así que, en una decisión apresurada, trepa un árbol, y atrae a el hombre hacia donde estaba antes.

Cuando dicha persona estuvo abajo de él, salto de él árbol, cayendo con gracia y elegancia sobre sus pies, exaltando al desconocido, haciendo que se tropezara con unas rocas, y cayera de bruces sobre el pasto.

-que quieres acá?- dice harry. El poder reflejándose en su voz, aquella con su acento propio de la natalidad, y tan profunda, que a cualquiera estremece.

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