Capitulo Seis: Culpa

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Esto pasa justo después de la escena del puente en el prologo, espero no se pierdan, sin mas gracias por continuar con la lectura.

Hace cinco años

3 de mayo del 2009

Ana

Sus ojos me mostraron la verdad.

Las mentiras han relucido después de meses.

La ironía invade mi ser, el dolor se refleja en las lágrimas que recorren mis mejillas.

La traición es algo que todos hemos conocido, tal vez porque tu amiga de la infancia se comió la última galleta o por algo más duro como mirar cómo, en quien más confiabas cuente tus secretos, tus inseguridades y se burle de lo que más te lastima el corazón.

Esas supongo son traiciones que la mayoría ha vivido y ha sentido, sin embargo, cuando toda tu vida rodea a la persona que según tus torpes sentimientos más amas, persona que solo termina por destruirte, ¿qué se le hace?

Creo que lo más gracioso de esta situación es como expreso su traición.

Se mostró tan tranquilo, tan malditamente inexpresivo que aun arde, duele, quema y solo cenizas deja en mi estupido corazón.

Ya no puedo más, mi corazón ha estallado, se ha desquebrajado vena por vena, capa por capa, ya no se puede reparar, jamás pudo hacerlo por completo.

Es extraño lo mucho que los humanos podemos perdonar, el mucho dolor que somos capaces de cargar por quien verdaderamente amamos, por quien realmente buscamos, a quien de forma sincera añoramos.

Yo he cargado con demasiado estos años, desde que lo conocí hasta que ese peso me derrumbo, todo en mi aplasto.

Realmente intente salvarlo, quise acompañarlo, apoyarlo...quise demasiado, pues espere una de esas noches estrelladas que si bien pueden invitar a la oscuridad siempre está la luz que equilibrio le dará.

En cambio, encontré esas noches cargadas de lluvia, sin estrellas visibles y con la luna escondida, ya nada podía salvar aquella noche, pues esta había renunciado a la luz tiempo atrás y a pesar de aquello verdaderamente quise intentarlo.

Intente luchar contra las sombras, pero, cuando el rey de aquel lugar está predispuesto a perder nada se puede lograr.

Yo falle.

No pude salvarlo de su propia prisión, aunque, eso es imposible, puesto que las cadenas solo se abrirán a su orden, una que jamás dio.

El deseaba estar entre fantasmas y oscuridad y yo me quede pensando que él quería mirar la luz y el sol.

Todo dentro de mí se aclara, todo estuvo condenado desde un inicio, tal vez nunca existió un inicio.

Las palabras no pueden salir de mi garganta, estoy demasiado ocupada pensando en cómo el silencio me puede salvar, en como el recuerdo de hace unas horas me comienza a succionar.

La respuesta a mi grito de ayuda que silencioso se queda en mi mente se responde de forma inmediata.

El nombre de ese otro chico que verdaderamente ha estado ahí es lo que invade mi cabeza y me saca una sonrisa instantánea.

No vuelvo a mirar atrás, donde esta aquel puente que se sintió tan extrañamente liberador, me dirijo a casa de Axel donde estaré segura, de eso no hay duda; voy hacia mi verdadero hogar, uno que está lleno de días y noches, pero siempre alumbrado con la vela del corazón.

Y asi sin más me alejo, y después de tanto tiempo consigo la respuesta que necesitaba.

Yo soy mejor que esto por lo que ahora sufro, merezco más que los retazos de un amor vacío y sin sentido.

La decisión se implanta en mi ser y sé que hoy necesito fuerzas, pero mañana daré cierres en mi vida, largándome de aquí, pues por fin después de tanto dolor he aceptado que el ciclo con Sebastian termino el primer día en el cual le gusto ver lagrimas por todo mi ser y me cambio por unas sobras que ahora toma sin control, que necesita más que su propia razón.

Horas después...

Axel:

Es duro mirarla tan dolida, como asfixiada por la triste certeza de la cruda existencia.

Parece que aún esta asimilando lo que ya decidió pues su mirada está perdida y sus ojos se han apagado, ya no hay brillo en ellos y aquello me duele verlo.

La rabia también crece en mi interior, pues esto no hubiera sucedido si el desgraciado de Sebastián nunca hubiera aparecido en su vida, pero no, decidió entrar en ella aun sabiendo que todo estaba destinado al fracaso, que lo hacía con intenciones oscuras que terminaron por destruir a mi dulce Ana.

Es duro esconderle esta verdad, pero sé que la realidad terminara por destrozarla aún más.

El tiempo avanza y ella simplemente no habla, tan solo se abraza pero una mirada decisiva se postra en sus ojos ya cansados y se bien que ahora es momento apoyarla, de ser aquel soporte que necesita pues cuando se le pase la impulsividad la depresión llegara y tengo que estar junto a ella, porque sé que si no estoy se rendirá y no puedo permitirlo.

La amo demasiado como para dejar que se rinda por un imbécil mentiroso y egoísta, que, en todo este tiempo, no ha llamado ni una vez para buscarla y no lo hará, porque se con total convicción que el jamas la amo, solo la uso en mas de una forma inimaginable que por el bien de Ana nunca sabrá.

Presente...

23 de marzo de 2014

Ana:

El sofá de la sala de estar es bastante incómodo o puede que esté demasiado tensa como para sentirlo, aunque sea ligeramente cómodo.

Han pasado varias horas desde que Axel a Sebastian se enfrento.

Axel está sentado justo al lado mío y su mano está posada sobre mi muslo transmitiéndome paz, una que de verdad necesito, por lo que de igual forma mi mano toma la suya y la aprieta suavemente, cosa que de forma tranquila logra causar que mi corazón fluya.

Por otro lado, Sebastián nos mira con una mueca de asco adherida a su rostro.

No debería de verse así me recuerdo, puesto que es un poco mayor que yo, pero con 28 años no tendrías que cargar con unas ojeras tan grandes como el vacío o una mirada cansada esperando que todo termine.

Él está roto y a pesar de todo me duele que lo esté, porque no importa el gran daño que causo a mi corazón, él es una persona y como tal no merece tener esas ganas de morir que sus ojos tristes destellan sin cesar.

Nadie merece estar de ese modo, nadie merece pensar que la muerte es la única manera de ser feliz, pero, nadie debe depender de alguien y el de modo extraño lo hace de mí y eso me causa terror por el hecho de preguntarme ¿qué estaría dispuesto a hacer para tenerme?

Con todo esto, nadando por mi mente, los sentimientos me encuentran y me ahogan de manera arrolladora, estoy bajo mi propia tormenta, una que hace tanto había dejado atrás, pero que regresa para hacerme sufrir, para intentar volverme a hundir.

Axel:

Ana se esconde en mi pecho y se sube a mi regazo, bajo la atenta mirada de Sebastián.

No le doy importancia a esta pues de inmediato siento como mi chaqueta se comienza a humedecer y sé que ella se ha vuelto a quebrar.

Nadie sabe lo mucho que me molesta que Sebastián volviera a su vida, y no por celos, bueno, no mayormente, lo que realmente odio de esta jodida situación es que su presencia ha vuelto a apagar a mi preciosa luciérnaga.

Ella solo debe de brillar porque ese ha sido su destino.

Aún recuerdo como llego a mi puerta esa oscura noche de mayo de hace ya 5 años, tan empapada por la lluvia, tan rota como el papel y tan destruida como el cristal.

Esa noche fue la primera vez que la vislumbre total y jodidamente rendida, esa fue la primera vez que vi en sus ojos el deseo de todo abandonar y eso rompió mi tonto corazón.

No negaré lo innegable, siempre la amé, desde el primer maldito segundo que atravesó esa puerta de metal aquel día en la universidad y me mostró esa sonrisa tan preciosa que me tuvo a sus pies en un dos por tres.

Tristemente en ese momento yo era el estúpido niño jugando a ser hombre, demasiado tímido me describiría ella, pero, no quería meterla en mis estúpidas mierdas, así que decidí conformarme con lo que ella decidió darme.

Nos volvimos amigos, y yo sonreía cada que sonreía porque era mejor tener esa pequeña parte de su corazón a no tener nada, sin embargo, el imbécil de Sebastián apareció y todo se derrumbó.

Su estúpida máscara de chico malo enamoro a mi linda Ana.

La tuvo como un jodido perrito faldero que lamia sus putas botas con tal de tener un poco de su atención y eso enervo cada gota de mi sangre y rompió en mil pedazos mi corazón.

La apoye, juro que lo hice, le advertí, prometo que lo intente, pero ella nunca me escucho y cuando comenzaron a salir supe que él sería el causante de que ella prefiriera la muerte a volver a sonreír, y así fue, jodidamente así fue.


Nota de la autora: Amo a Axel ¿ustedes no?

Ahora bien, este es el ultimo recuerdo de "hace cinco años" que como se muestra es justo después de que la relación sentimental entre Sebastian y Ana terminara.

Desde ahora y por consiguiente comenzaran a aparecer recuerdos de "hace cuatro años", en donde Sebastian ya no estaba en la vida de Ana, aclarando esto también me gustaría mencionar que estos nuevos recuerdos serán mucho mas reveladores que los anteriores y ocasionaran mas preguntas.

En fin, gracias por continuar con la historia, un abrazo.

Rach

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