Era una hermosa mañana de invierno cerca del hogar de una humilde familia de tres tortugas mutantes.
Unas risas infantiles se oian por toda la cabaña, primero eran tranquilas, pero con el pasar de los minutos se iban tornando algo maniacas, una tortuga hembra abrió con desesperación una puerta con adornos infantiles, cuando entro la escena que la recibió la dejó horrorizada. Una pequeña tortuga de piel verde esmeralda y ojos verdes toxico se encontraba en el suelo dando golpes con sus pequeñas manos cerradas en puños. Había sangre salpicando el lugar y toda la pijama azul cielo del pequeño estaba manchada del mismo líquido rojizo.
?-Hay no, volvió a pasar.
Con cuidado la tortuga se acercó para arrodillarse frente al pequeño y detener sus manitas para poder ver que es lo que golpeaba, al tenerlas sujetas, el pequeño dejo de reír para fruncir el ceño molesto por ser interrumpido.
?-¿Por que me detienes madre? Me estaba divirtiendo con Pete paloma.
?-Mi nene hermoso, Pete ya no puede jugar, ve a dormir otro rato.
?-Si madre, tu también descansa.
Al terminar la frase, el pequeño cayó inconsciente en brazos de su madre quien con cuidado le quitó la ropa llena de sangre, lo limpio, lo cambio, volvió a acostarlo en su cama y limpio el piso de los restos de la pequeña paloma.
Una vez que terminó de limpiar toda esa pesadilla, se acercó a su hijo dándole un beso en su cabeza para dejarlo dormir más.
?-Descansa mi pequeño Raphie, mami te cuidará con su vida si es necesario.

"Vaya, vaya, era tan pequeño y ya tenía un instinto asesino, lástima que mami tuvo que pagar las consecuencias de querer esconderlo"