Es increíble que hayan pasado tantos meses, cinco en verdad, esta ha sido mi relación más larga, siempre terminó aburriéndome de mi pareja, pero Hyejin, ella es otra cosa, de algún modo, en el momento en punto en que le perdoné que no me dijese quien era en verdad, me di cuenta que no quería alejarme de ella, en verdad había logrado enamorarme como idiota.

*Toque de la puerta*

Voy a abrir la puerta, pues creo saber quién es, o al menos eso espero.

— Hyeji....— no me dejo continuar puesto que apenas abrí la puerta ataco mis labios con un beso muy intenso, con un brazo me abraza la cintura manteniéndome pegada a ella, y con la otra mano me tenía agarrada por detrás del cuello. Aunque me sorprendí por lo repentino que fue, luego lo seguí, Hyejin podía llegar a ser muy fugaz. Cerré la puerta como pude, pues estábamos dando un show a los mirones.

Ella torpemente sin liberar el beso fue caminando y yo de espalda al camino, hasta que sentí chocar con mis piernas el mueble de la sala, ahí mismo me recostó y al quedar ella encima de mí libero el beso y me miro a los ojos mientras acariciaba mi rostro.

— Hyejin...no me quejo, pero... ¿qué fue eso?

— Solo...solo se mía de acuerdo, te amo como nunca he amado a nadie— dijo y pude sentir algo de tristeza en sus palabras, qué sucedió. Ella me volvió a besar, pero con más delicadeza que antes, ahora no me comía la boca, sino que dejaba leves caricias con sus labios. —. Hyejin... ¿qué sucedió? — pregunté como pude mientras me besaba.

— Por favor...solo...— dijo aquello y me derretí por completo, su forma de mirarme me golpeó. Luego de eso solo cerré los ojos para sentir más profundos cada uno de los besos que me dio, cada caricia, y pequeñas mordidas.

Durante unas horas Hyejin me hizo el amor como nunca lo había hecho, pude sentir el amor que ella sentía por mí, y yo le dejé sentir el mío. Sus caricias y forma de tocar mi cuerpo me enloquecían, llevándome a gemir su nombre varias veces, mas no podía creer lo increíblemente caliente que me ponía con cada uno de los besos que dejaba por los rincones de mi cuerpo.

Cuando mi estasis llego a su mayor punto no pude evitar gemir su nombre haciendo que se escuchara por toda la casa, en serio había sabido llevarme al límite con mucho placer, no fue una sino varias veces en las que me elevaba y llegaba al clímax.

...

— Hyejin...— decía mientras estábamos ahora en mi cama acostadas — ¿Me dirás que sucedió?

Ella se sentó en la cama, su expresión se llenó de preocupación, ahora yo también estaba preocupada. Le acaricie la mejilla y le pregunte una vez más. Ella se levanta de la cama y empieza a vestirse sin decirme nada, realmente estaba preocupada ahora. Me levanté y me puse mi ropa interior.

— Hyejin...— al girarme al verla ella me abrazo ya vestida —Wheein...yo— su voz se quiebra ella, estaba llorando, me alejo de ella para mirarle a la cara y había acertado.

— Sea lo que sea, dime por favor, no llores— dije y le limpie las mejillas para quitar el rastro de las lágrimas.

— Wheein...yo te amo.

— Lo sé, pero dime... ¿qué te tiene así?

— Wheein, mi padre me quiere casar con el hermano de tu amiga Moonbyul para unir las empresas— sentí como las piernas se me aflojaron, y mis ojos se abrían en señal de sorpresa, casarla...con Xiumin.

— ¿Có...mo? — dije dando un paso atrás, pero ella en seguida tomo mi mano y se acercó.

— Wheein, yo...yo voy a abandonarlo todo, solo quiero estar junto a ti, vayámonos lejos de aquí— dijo besándome las manos y yo en shock.

Me libere de sus manos, por mucho que mi corazón se estuviera quebrando ahora mismo, no podía permitirle dejarlo todo por mí, no lo haría, es su vida y yo no quiero que la cambie por mí.

— Hyejin...vete— dije sintiendo mis ganas de llorar a flote.

— Wheein yo...— intentó acercarse y tomarme de las manos, pero me aleje y volví a hablar —. Vete por favor— dije sintiendo mis ojos humedecerse, baje la cabeza para que no me viera, no quería llorar, no delante de ella, no ahora.

— Por favor, ven conmigo— suplicó.

— Hyejin...por favor...vete— dicho esto lévate mi cabeza y lágrimas corrieron por mis mejillas, pero mantuve mi expresión lo más seria posible. Ella bajo ahora su cabeza...sentía que en cualquier momento me derrumbaría frente a ella.

— Yo...yo no me voy a rendir— dijo como pudo, se veía a punto de llorar otra vez, agarró su celular y salió de mi cuarto, al sentir la puerta de la casa cerrarse caí al suelo, mis piernas no pudieron más al igual que mis ganas de llorar. Comencé a llorar a todo pulmón...yo, no me dejes sola...Hyejin.

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— Byulyi por favor, ven.