Con Moonbyul llevo muchos años de amistad. En verdad la conocí cuando tenía nueve años, si, es mucho tiempo de amigas.

Seulgi es otra de mis mejores amigas, siempre hemos sido nosotras tres, la típica amistad donde siempre una es el centro y ese centro es Byul, quien siempre nos mantuvo unidas. Dicen que una amistad que pasa de los diez años es una amistad que generalmente dura para siempre y yo no creo que sea algo fácil, siempre debe de haber cariño y apoyo de por medio.

Han pasado unos días desde que me encontré con aquella chica y aun no le había contado nada a Byul por lo que hoy le conté todo.

— Y eso es todo, aquella chica era jodidamente linda y a la vez sexy— terminé de contar algo entusiasmada.

— Moonbyul, ¿me estás escuchando? — le pregunto al verla mirando hacia otro lado, pareciera que no me estaba prestando atención.

— Sí, si Wheein, te escucho— dijo sin mirarme aún.

— ¿No me escuchaste nada verdad? — pregunte irritada, ¿por qué siempre hace lo mismo?

— Si Wheein, si te escucho, sobre la chica sexy, y eso— dijo, pero tengo la impresión de que fue lo único que escuchó.

— En serio Moonbyul, no puedo contigo— dije al alejarme y es cuando ella parece reaccionar.

— Ey, Wheein, ¿por qué te vas?

La ignoro y sigo mi camino, si ella no me escuchaba entonces yo la ignoraría.

Luego de aquello voy hacia mi oficina y empiezo a organizarlo todo, cuando encuentro el papel donde Hwasa había apuntado su número de teléfono y algo me impulsa a llamarla y lo hago.

— Hola, ¿es Hwasa?

— Sí, es Wheein, me preguntaba si podíamos vernos para lo del marco.

— De acuerdo, nos veremos en el café de cerca de donde el incidente.

— ¿Qué? cena, no, no, gracias, solo veámonos en el café.

— qué a qué hora, pues que tal dentro de dos horas.

— Genial, nos veremos entonces.

...

Llegue al lugar donde me encontrare con Hwasa unos diez minutos antes, nunca he sido de las chicas que tienen la manía de llegar tarde a las citas, y que digo cita, reunión, si reunión...

— Hola, veo que también llegas antes— al girarme ahí estaba ella.

— Oh, así que tampoco te gusta llegar tarde eh— dije sorprendida al verla, ella no me respondió y se limitó a sonreírme.

Luego de eso entramos en el café y comenzamos una agradable conversación, de algún modo descubrí que ella y yo teníamos muchas cosas en común, incluso me di cuenta que ella estaba ligando conmigo y obvio, yo como una mujer refinada, no le iba a seguir el juego.

— Entonces, ¿tienes novio? — ahí estaba.

— No, la verdad es que los hombres no son mi preferencia sexual— la vi morderse el labio, qué había dicho, o cómo ella se lo habrá tomado.

— En serio, mejor— dijo y puso su barbilla en la palma de su mano mientras que se apoyaba en la mesa. No, no voy a cae...

— Sí, la verdad es que me gustan más las chicas como tú— ¿QUE DIABLOS ACABO DE DECIR?

— Oh— la veo cambiar su forma de mirarme, ahora es más provocativa —En serio, me parece genial— dijo.

— Ah sí— dude.

— Sí, pues a mí me gustan las chicas como tú, más bien, creo que me gustas tú.

Genial, acabo de darle rienda suelta a este juego y por lo que veo ninguna de las dos se va a rendir

— Qué te parece si después de que te ayude con lo del marco de fotos, tienes una cita conmigo— me muerdo el labio por inercia, de acuerdo, veremos que sucede...