Capítulo 4

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Narra Bella

Después de unos momentos de limpiar Ben y yo por fin la oficina estaba impecable. Ben se sentó en su escritorio mientras yo miraba por la ventana. Voy a tener que buscar a Mal más tarde y ver si está bien. Cuando le estaba enseñando a Ben la lista de personas que con seguridad iban a venir al Cotillón real, llamaron a la puerta.

Toc toc toc

Evie la abrió y asomó la cabeza

— ¿Ben? — preguntó ella.

— ¡Evie! — dijo Ben levantándose de su asiento — Pasa.

Evie cerró la puerta detrás de ella y la expresión de su cara me preocupó.

— Evie, ¿qué pasó? — pregunté.

— Mal ha vuelto a la isla.

Mis ojos se abrieron de golpe. De vuelta a la isla, ¿era incluso seguro para ella regresar a allí? Miré a Ben y su expresión me rompió el corazón. No puedo imaginar lo que está sintiendo en este momento. Evie se acercó a nosotros y le entregó a Ben una nota. Ben la miró, pero antes de poder leerla, Evie le dio el anillo que le dio a Mal. Tomó el anillo e intentó leer la nota de Mal.

— Ben... — dije suavemente mientras agarraba a su hombro.

— Es culpa mía. Es culpa mía... Lo... Lo he estropeado. Está sometida a mucha presión y en lugar de ser compresivo, me he comportado como la bestia con ella. Tengo que ir allí y disculparme.

— Ben no sé si es muy prudente hacer eso. No puedes simplemente caminar en lugares desconocidos por ti mismo.

— Tengo que ir allí y suplicarle que vuelva conmigo.

— Ben, nunca la encontrarás — dijo Evie — Hay que conocer la isla, cómo funciona y..

Ben caminó hacia la ventana y miró hacia los árboles.

— Tienes que llevarme contigo — dijo Evie.

Ben se dio la vuelta.

— ¡Sí! ¿Estás... ¿E-Estás segura? — preguntó él y Evie asintió con la cabeza.

— Sí. Es mi mejor amiga. Llevaremos a los chicos, iremos más seguros en grupo. Ahora no somos muy populares allí.

— Gracias — dijo Ben.

— Pero que queden dos cosas claras, tienes que prometerme que no me quedaré atrapada — dijo Evie mirando fijamente a mi hermano.

— Te lo prometo — dijo él.

— Woah woah woah, ¡¿crees que voy a dejar que ustedes cuatro vayan a la isla así como así?! ¡Estás loco! — empecé.

— Bells, por favor tengo que hacer esto — suplicó Ben.

Sacudí la cabeza. No puedo creer que estoy a punto de hacer algo tan estúpido.

— Bien — dije y Ben tenía una mirada de agradecimiento en su cara — Pero voy contigo.

Su expresión cambió en un instante, obviamente se podía decir que no quería que fuera.

— ¡De ninguna manera! Es muy peligroso.

— ¿Y? Tú vas a ir — señalé.

Ben lo pensó por un segundo y asintió. Como si realmente pensara que iba a dejarlo ir sin mí.

— Bien, está decidido. Pero ustedes dos no podéis ir con esas pintas — dijo Evie mirándonos de arriba a abajo.

Ben y yo nos miramos. Oh, cielos.

— ¡Carlos, voy con ustedes, chicos! — grité.

— Bella no puedes. No puedo prometer tu protección allí.

Carlos estaba un poco enfadado después de oír que iba a ir a la Isla con ellos. Entiendo que esté así... Pero sentí que necesitaba ir. Mal significa todo para mi hermano y su felicidad lo es todo para mí, así que no tengo otra opción que ir.

— ¡Carlos, por favor confía en mí! Puedo hacerlo.

Después de horas de intentar convencerlo, finalmente accedió a dejarme ir. Nuestro plan era que en la noche todos nos iríamos, recuperaríamos a Mal y estaríamos de vuelta en casa por la mañana.

— Jay, llaves, mando — dijo Ben entregándole las cosas, mientras todos corríamos bajando por las escaleras hacia la limusina.

— ¡Espera! ¡Algo no cuadra! — dijo Evie preocupada.

Todos la miramos con el ceño fruncido. Se acercó a Ben y le arregló el gorro. Giré los ojos y me reí un poco. Por supuesto.

— ¡Copiloto! — dijo una voz detrás de nosotros.

Era Colega. Carlos lo miró y agitó la cabeza.

— No, Colega. Te quedas, la isla es demasiado peligrosa. Y ya es lo suficientemente malo como para preocuparme por alguien más — dijo Carlos.

— No necesitas hacerlo más obvio — dije pero me detuve al darme cuenta de algo.

El perro acaba de... hablar. Todos miramos a Colega con los ojos abiertos y la boca abierta.

— ¿Acaba de...

— ¿Hablar? Sí, ya. Luego te lo cuento — dijo Carlos interrumpiendo a Jay.

Ben y yo nos miramos y nos encogimos de hombros antes de entrar en la limusina con los demás. Cuando todos ya estábamos en la limusina, Evie empezó a dar órdenes.

— Vale, una vez que crucemos el puente, aparca bajo el muelle en el garaje viejo. ¿Vale?

Jay asintió.

— Vale.

Y dicho eso, nos pusimos en marcha. Nunca me di cuenta de lo increíble que era el puente dorado hasta que en realidad estaba pasando por él. A medida que nos acercábamos a la isla empecé a ponerme nerviosa. Mis manos estaban sudando, mi corazón latía diez veces más rápido de lo normal y mis pensamientos estaban por todas partes. Sentí a Carlos agarrar mi mano y mandarme una sonrisa. Ahí fue cuando me di cuenta de que nos detuvimos. Todos salimos de la limusina, Ben y Carlos cubrieron la limusina con la lona. 

Carlos la tiró encima y Jay, Evie y yo ayudamos a cubrir el otro lado.

— Es muy raro volver a estar aquí — dijo Evie.

Jay la miró con la misma expresión que ella.

— Será entrar y salir.

— ¡Jay! — llamó Carlos y tiró otra lona hacia nosotros.

Ben comenzó a caminar ir a este túnel y decidí seguirlo. Los dos miramos a través de él para ver la oscuridad absoluta.

— Oye, ¿qué hay aquí dentro? — preguntamos al unísono.

Los otros corrieron hacia nosotros y Carlos me hizo retroceder.

— Mejor que no lo sepan — dijo Jay.

— Eh, chicos. Tranquilidad, ¿vale? Que nuestros padres no se enteren de que estamos aquí.

Nunca pensé en eso, no creo que estuviera preparada para conocer a Cruella si eso sucede. Carlos cogió mi mano y todos corrimos a alguna parte. Todo era muy oscuro y sombrío aquí. Mientras caminaba entre los chicos, veía a niños escondidos y muertos de miedo. Realmente me hizo enfadar la forma en la que viven. 

De pronto, Evie fue acorralada por dos niños.

— ¡Eh, quieto!

Uno de los niños le había cogido el monedero, los agarró por las muñeca, pero en el mismo momento los soltó.

— Quédatelo — dijo ella.

Los dos niños sonrieron y luego salieron corriendo mientras se re. Vimos como Evie se dio la vuelta.

— Ben — dijo ella y luego pasó junto a nosotros.

Espera, ¡¿a dónde fue?! Los tres seguimos a Evie sólo para encontrar a mi hermano caminando y mirando con asombro sus alrededores. Ben estaba muy cerca de ser golpeado pero gracias a Carlos la persona se echó atrás.

— ¡Ben, para! Esto no es un desfile, es la isla — advirtió Evie.

— Las manos en los bolsillos a menos que estén robando — dijo Jay.

— Caminen encorvados o desafiantes — agregó Carlos.

— Y nunca, jamás, sonrían — dijo Evie.

No estaba segura de si iba a ser capaz de manejar esto, ¿no sonreír? Este lugar era muy diferente a casa.

— De acuerdo, grac-

— ¡No! Nada de gracias, y déjense de por favor — dijo Evie — ustedes solo.. tranquilos.

[Aquí empieza la canción "Chillin' Like a Villain", si quieren reproducirla la encontraréis en multimedia]

— Let me tell you something you can really trust. Everybody's got a wicked side I know you think thatyou can never be like us. Watch and learn so you can get it right — cantó Evie.

— You need to drag your feet. You need to nod your head. You need to lean back. Slip through thecracks. You need to not care.

Los tres bailaron y Ben y yo los miramos. Estaba mirando cada uno de sus movimientos para poder aprender.

— Uh, you need to not stare — cantó Carlos.

— You need a whole lot of help!

— You need to not be yourself — cantó Evie mirando a mi hermano.

Jay cogió la cartera de Ben haciéndome reír.

— You wanna be cool? Let me show you how. You don't break the rules, I can show you how. And once you catch this feeling. And once you catch this feeling.

— You'll be chillin', chillin', oh Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like avillain (hey) Chillin' like a, chillin' like a (hey), villain.

Aprendí a caminar y bailar como un villano y por alguna razón me emocioné mucho. Pero Ben era una historia completamente diferente. Se distrajo con bastante facilidad.

— Your attention when you act like that. Let us teach you how to disappear. You look like you wouldlose a fight to an alley cat. Gotta be wrong to get it right 'round here. ¡Rawr!

— You need to watch your back. You need to creep around. You need to slide real smooth. Don't makea sound. And if you want it, take it. And if you can't take it, break it. And if you care about yourhealth.

— Seriously, you need to not be yourself — cantó Evie.

— You wanna be cool? Let me show you how, You don't break the rules I can show you how, And onceyou catch this feeling, And once you catch this feeling! You'll be chillin', chillin', oh

— Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a

— I really wanna be bad a lot. And I'm giving it my best shot — cantó Ben.

— But it's hard being what were not — canté.

— Well if you don't, you're gonna get us caught — cantó Carlos.

— He's right, we gotta stay low-key. Now show us how bad you guys can be — cantó Evie.

— Like this? (yeah, yeah, yeah) — dijo Ben poniéndose las gafas de Sol de Evie.

— Like this? (yeah, yeah) — dijimos Ben y yo. Ben le dio a Jay su cartera y yo le di a Carlos su móvil con una pequeña sonrisa.

— Oh yeah, I think we got this. Let's go, I'm ready to rock this — cantó Ben.

— And we ain't gonna thank you for your help. I think I found the words to myself — canté.

— You wanna be cool? Let me show you how. You need to break the rules. I can show you how, Andonce you catch this feeling. And once you catch this feeling. You'll be chillin', chillin', oh.

— Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like a villain (chillin') Chillin' like avillain (chillin') Chillin' like a villain!

Todos terminamos de bailar y cantar. Y al hacerlo, le di a Carlos un abrazo enorme mientras todos empezamos a reír. Ese fue el mejor sentimiento que he sentido nunca. Caminé hacia atrás y me encontré con alguien.

— ¡Eh, tío! Quiero decir, ¡tía!

Lo miré en shock y todos se acercaron a mí. El tipo miró a Ben y sonrió.

— Oye, ¡te conozco!

— No, yo no te conozco, t-tío — dijo él.

— Eh, sí, me conoces. Venga, tío. ¿En serio? ¿Eh? Te daré una pista. Mi padre es rápido, elegante y tiene un cuello increíblemente grueso. ¡Vamos, hombre!

Gastón, oh genial, justo la persona que quería conocer. Miró el póster en la pared y luego volvió a mirar a Ben. Luego, señaló del póster a Ben unos cuantos segundos. Oh, oh.

— ¡Ah! ¡Eres el rey Ben!

— No... no lo creo..

Los cuatro agarramos a Ben y lo llevamos a otro lugar mientras corríamos.

— ¡Entonces tú debes de ser Bella! Y tú Jay... Carlos... Evie.. ¡Eh, chicos! — gritó él.

Esto no puede ser bueno.

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