❥07

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Decir que Jungkook estaba enloqueciendo por el "incidente de Yoon" (como le gustaba llamarlo) era quedarse corto.

Todo fue cuesta abajo desde esa noche, porque todo lo que Jungkook podía pensar cuando no estaba ocupado con los deberes, era la forma en que las manos de Yoongi estuvieron sobre él (y ni siquiera era sobre él, ¡era sobre sus bóxers!).

Cada vez que veía a Yoongi apoyado en la pared de ladrillo de su escuela, Jungkook se sonrojaba y giraba la cabeza. Probablemente no significaba nada, pero Jungkook seguía sin poder evitar sentirse raro a su alrededor. Le molestaba un poco para ser sincero.

Tenía mucho que hacer, con el baile y los exámenes parciales, así que Yoongi era lo último que necesitaba. Bueno, pensamientos sobre Yoongi, porque no habían vuelto a hablar desde aquella noche.

Y no quería hacerlo, sobre todo porque se pondría todo muy raro y empezaría a divagar.

—¿Tienes todo? ¿Billetera, llaves, teléfono?— preguntó su madre en la puerta mientras le arreglaba la corbata.

—Sí, madre.— suspiró y ella besó su mejilla, antes de entregarle el ramillete que era para Dahyun. Él la recogería y los llevaría al hotel.

Jungkook salió de su casa exactamente a las seis de la tarde de ese 12 de diciembre. Planeaba pasar un buen rato y olvidarse de todo por un tiempo; la escuela, el futuro y Yoongi. Además, su cumpleaños era dentro de dos semanas y planeaba hacer una fiesta en el hotel de su tío, un día antes de su cumpleaños real, porque tenía que estar en casa para la cena de Nochebuena.

La casa de Dahyun estaba a unos cuantos minutos en coche de su casa. Las puertas se abrieron al ver que era él, y condujo hasta la puerta de la casa, donde salió del auto.

Se dirigió a la puerta y llamó. Le abrió el padre de Dahyun, que le saludó con un firme apretón de manos y una inclinación de cabeza.

—Buenas noches señor y señora Kim.— dijo Jungkook cortésmente y abrazó a su suegra.

—¡Dahyun! Jungkook ya está aquí!— su madre llamó y todos miraron hacia la escalera, donde Dahyun apareció de repente.

Por supuesto que tiene que hacer una entrada, pensó Jungkook y le costó todo su ser no resoplar y poner los ojos en blanco.

Llevaba un largo vestido de cóctel azul que había encargado a Valentino, unos Jimmy Choo de aspecto escaso y un clutch de YSL.

—Estás increíble amor.— le dijo la línea que había ensayado en el coche y luego le puso el ramillete en la muñeca mientras su padre los filmaba y luego posaron para un par de fotos.

Dahyun subió una de ellas a su Instagram mientras Jungkook los llevaba al hotel. Fue un viaje de quince minutos hasta ponerse en fila detrás de las numerosas limusinas, Ferraris y Lamborghinis.

Contempló si debía o no aparcar el coche él mismo, pero todo el mundo estaba dando sus llaves a uno de los muchos aparcacoches que estaban esperando. Todos sus compañeros de clase recorrían la alfombra roja que se extendía hasta las escaleras y conducía al interior. Había un montón de fotógrafos haciendo fotos en la entrada y Jungkook se sintió algo importante porque podía ver a la gente del otro lado de la calle mirándoles con envidia.

Jungkook salió primero del coche y caminó hasta la puerta de Dahyun, entregándole las llaves al valet.

—Este coche cuesta más que toda tu existencia, cuídalo.— advirtió y el tipo asintió, antes de que Jungkook abriera la puerta de Dahyun y tomara su mano.

Caminaron hacia la entrada con los dedos entrelazados y brillantes sonrisas en sus rostros. La mujer de la puerta comprobó sus entradas y les dejó pasar con una sonrisa tensa y obviamente falsa.

Hoseok, NamJoon, Taehyung y Lisa (una de las amigas íntimas de la infancia de Taehyung) les esperaban en el vestíbulo, junto al mostrador de facturación.

—¡Kook!— NamJoon grito y levantó la mano para tirar de Jungkook en un "abrazo de hermanos". Dahyun le lanzó una mirada confusa, pero él la ignoro.

NamJoon se veía bien en traje y con el pelo en un flequillo.

—Tenemos una suite triple, ¿verdad?— preguntó Jungkook y Taehyung asintió, entregándole las llaves de la habitación 412.

—La salida es mañana al medio día.— Hoseok les informó, y después de tomarse las fotos de pareja justo al lado de una pancarta en la esquina, estaban listos para dirigirse a la sala principal donde la celebración daba lugar.

Su mesa estaba justo al lado del pequeño escenario del DJ, y todo era tan prestigioso como se esperaba.

Camareros con caros uniformes caminando por la sala, sosteniendo bandejas llenas de copas de champán, luces parpadeando por la sala en diferentes colores y música de fiesta a todo volumen.

Tenían una mesa redonda para diez, y se les unieron dos parejas más; Jisoo y Eunwoo, y Rose con su nuevo "novio".

La gente ya estaba bailando en la pista que había en el centro de la sala, así que en cuanto Hoseok coloco su chaqueta en el respaldo de su asiento, NamJoon ya estaba tirando de el hacia la multitud.

Jungkook se bebió una copa en tres grandes tragos y luego pidió otro.

—Quizá no deberías empezar con el champán tan pronto.— le aconsejó Dahyun, estaba a punto de contestarle mal, pero en su lugar hizo una señal a la camarera para que le trajera otra.

—¡Me gusta esta canción!— exclamó Dahyun y tiró de Jungkook para que se pusiera en pie contra su voluntad. La siguió hacia la masa de gente, hacia donde NamJoon y Hoseok ya estaban bailando.

Jungkook bailó con ella; por supuesto que lo hizo, aunque preferiría estar en otro lugar, haciendo otra cosa. Por alguna razón deseaba que la fiesta de su quinto aniversario se repitiera...y si era porque Yoongi le haba tocado (lo mejor que Jungkook había experimentado), nadie tenía porque saberlo.

—¿Por qué sigues mirando tu reloj?— Hoseok le grito a NamJoon para poder oírse por encima de la música mientras bailaban en círculo al ritmo de alguna canción alegre.

—¡Jimin y Yoongi deberían llegar en cualquier momento y tengo que dejarlos entrar!

Jungkook dejó de bailar y se quedó con la boca abierta porque ¿Yoongi iba a venir? Ja. ¿Cómo diablos iban a entrar si no tenían entradas? Probablemente ni siquiera estaban vestidos para la ocasión y los echarían inmediatamente.

Miró alrededor de la sala en busca de algunos profesores, pero no encontró ninguno.

—¿Dónde están los profesores?— le preguntó a Dahyun.

—¡Están en el salón, en la habitación de al lado! No les gusta bailar y no tienen mesas, así que pensamos que sería mejor si no nos molestaran.

Ella estaba en el comité organizador, Jungkook se había olvidado de eso.

Oh, bien.

Esto significaba que los profesores probablemente no se darían cuenta si habían estudiantes de otras escuelas colándose en el baile, a menos que alguien fuera a denunciarlos.

Así que Yoongi vendría.

¿Se quedará a pasar la noche?

¿Dónde dormirá?

¿Nos reuniremos como hace un mes?

Jungkook estaba exagerando las cosas como siempre. Estaba seguro de que Yoongi se reiría de su forma de bailar y de su forma de actuar con Dahyun.

Decidió que ignoraría a Yoongi desde el momento en que apareciera hasta que se fuera, porque el chico alto y tatuado no tendría el placer de arruinar su noche.

Después de dos canciones más, volvió a la mesa donde Taehyung acababa de sentarse y le comentó que Jimin estaba a punto de aparecer.

—Lo sé, le pedí que viniera.— no era lo que Jungkook esperaba escuchar como respuesta.

—¿Tú qué? ¿Les pediste que vinieran a nuestro baile? ¿Sin siquiera pagar las entradas?—  exclamó Jungkook, pero luego bajó la voz por si alguien más lo escuchaba.

Vio a Lisa escuchando y discretamente asintió hacia ella para indicarle a Taehyung que había escuchado todo.

—Ella sabe que me gusta Jimin, Jungkook.— Taehyung le aseguró y Jungkook se quedó con la boca abierta.

—¿Y ella no tiene nada en contra de eso?

—Siempre y cuando no tenga nada contra mí y mi novia.— respondió y Jungkook no entendió.

—Espera, ¿Eres lesbiana? ¿Qué? ¿Quién es tu novia?

—Jisoo.

—¿Kim Jisoo?— preguntó Jungkook, sin creer lo que estaba escuchando.

¿Desde cuando?

Jisoo había estado saliendo con Cha Eunwoo desde que él podía recordar. Estaban juntos casi tanto tiempo como él y Dahyun.

—Sí.

—¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Por qué?

—¿Cuándo? El año pasado en su fiesta de cumpleaños, ¿Cómo? Estábamos borrachas, ¿Por qué? Porque me gusta.— Lisa respondió y Jungkook se mordió el labio.

—¿Y qué pasa con Eunwoo?

—Él no lo sabe pero se lo vamos a decir en cuanto acabe el instituto.

—¿Así que le están engañando?

—Él también la está engañando con Rose, pero Jisoo no se lo ha contado porque cree que es lo justo.

«Así es como Dahyun y yo probablemente vamos a terminar. Ya la engañé y ahora es sólo cuestión de tiempo hasta que encuentre a alguien.»

¿Debería decírselo a Eunwoo? Es uno de mis mejores amigos.

Jungkook se sorprendió al sentirse realmente aliviado por la idea de que Dahyun le engañara, así podría tener una excusa para salir de la aburrida y monótona relación en la que se había encontrado recientemente.

¿Se sintió un poco mal por haber engañado a Dahyun? Sí.

¿Se sintió culpable por hacerlo? Un poco.

¿Le importaba? La verdad es que no.

Tenía que admitir que los últimos meses con ella habían parecido más bien un trabajo y se sentía como una carga. Sin embargo, esto no era probablemente una excusa para engañarla, y él estaba totalmente en contra de eso. Pero... se estaba aburriendo. Quería algo nuevo, algo emocionante y espontáneo. No predecible y simple.

¿En qué demonios estoy pensando ahora mismo?

—Entonces, ¿Voy a conocer a este tipo Jimin finalmente?— preguntó Lisa mientras tomaba su champán, asegurándose de no estropear su pintalabios.

—Sí... eh, se supone que estará aquí a las nueve, y son las nueve menos cinco.— respondió Taehyung, y parecía nervioso.

Jungkook quería saber desesperadamente qué habían hecho Taehyung y Jimin. Quería saber si Jimin y Taehyung se habían tocado también. Lo odiaba, pero quería tener más experiencia que Taehyung. Era atelófobo*, siempre tenía que ser el mejor en todo.

—Así que, um, ¿Hasta dónde han llegado ustedes... ¿Sexualmente?— preguntó Jungkook, tratando de no ahogarse.

Lisa se rió y Taehyung se sonrojó.

—Um, bueno él-él me hizo una paja.

¿Como lo que me hizo Yoongi? ¿O eso no fue una paja? ¿Qué?

—¿Eso es todo?

—Sí y nos besamos mucho.

—Oh.

—¿Que hay de ti y Yoongi?

—¿Qué?— Jungkook y Lisa preguntaron al mismo tiempo.

—Espera, ¿Eres gay?— preguntó Lisa en un tono silencioso pero Jungkook negó con la cabeza y dirigió su atención a Taehyung.

—¿De dónde has sacado esa información?

—Jimin.

—Joder.

—Entonces, ¿Es cierto? Que tú y Yoongi se besaron y él-

—Sí.— Jungkook se apresuró, sin esperar a que Taehyung lo dijera en voz alta.

—Así que eres gay.— repitió Lisa.

—¡No lo soy! Sólo estoy confundido. No soy gay.— Jungkook les aseguró.

—¿Así que eso es todo lo que hiciste? Al igual que Jimin y yo.— Taehyung sonrió y Jungkook frunció el ceño.

—Bueno, en realidad, eh, también le hice una paja a Yoongi.— Jungkook se apresuró a decir.

—¿Qué?

Jungkook asintió. No pudo evitarlo; le entró el pánico y se le escapó. Además, no había forma de comprobar si su historia era cierta o no.

—¿Y cómo fue?

—Dijo que era bueno.

Las palabras salían de la boca de Jungkook como si fueran la verdad misma. Pero ya sabes lo que dicen: "Los padres sobreprotectores y estrictos crían a los mejores mentirosos".

Jungkook se bebió su segunda copa de champán y estaba a punto de pedir la tercera (los aperitivos no eran tan buenos como esperaba) cuando vio por el rabillo del ojo a Jimin y a Yoongi entrar en la sala por las puertas dobles.

Su mano se detuvo en el aire y renunció a la misión de conseguir otra copa, en su lugar se centró en Jimin y Yoongi, que ahora habían atraído un montón de miradas de toda la sala.

La gente no reaccionaba realmente, la mayoría ya conocía a Jimin y Yoongi, y Jungkook se preguntó si era el único que realmente tenía un problema con que fueran chicos de la escuela pública en primer lugar.

Se abotonó distraídamente la chaqueta, sabiendo que Yoongi probablemente se burlaría de su corbata de dos mil dólares, y se puso más erguido para mirar a los dos.

Estaban charlando con NamJoon y Yoongi estaba ahora mirando la tabla de asientos junto a la puerta, probablemente buscando el nombre de Jungkook.

Yoongi llevaba unos vaqueros negros rasgados, la chaqueta de jean enrollada en la cintura, y una camiseta blanca. Estaba mostrando los músculos de sus brazos y sus tatuajes y-¿Eso era un cigarrillo entre sus dedos? Había un cartel que decía claramente NO SE PERMITE FUMAR.

Tal vez no sabe leer.

Estaba tan perdido en sus pensamientos que ni siquiera se dio cuenta que Yoongi le estaba mirando con una sonrisa en la cara. Jungkook giró la cara inmediatamente, sabiendo que le habían pillado. Estaba tan avergonzado y enfadado consigo mismo porque no quería que Yoongi tuviera la satisfacción de saber que Jungkook le encontraba atractivo.

Se ve mejor vestido con esa ropa que Dahyun con un vestido de diez mil dólares.

Oh Dios, a que punto he llegado.

Jungkook indicó al camarero otra copa justo cuando NamJoon, Jimin, Hoseok y Yoongi se dirigían a su mesa. Por suerte para el, Dahyun había aparecido para hacerle compañía.

—No deberías beber más.— le sugirió y él puso los ojos en blanco, rodeando con sus dedos el vaso que le ofrecían.

—Tú...— empezó, pero no llegó a terminar porque cinco dedos ridículamente largos agarraron el vaso y lo apartaron del agarre de Jungkook.

—¡Disculpa!— exclamó el chico más joven y levantó la vista, sabiendo ya que era Yoongi quien le había quitado el vaso.

Yoongi se bebió el vaso de un tirón, antes de dejarlo sobre la mesa y sentarse en el asiento de Rose.

«Dios sabe qué baño estaba barriendo con las rodillas en estos momentos.»

Los ojos de Jungkook se abrieron de par en par ante su propia broma sexual.

Jesús, no.

—Así que um, Lisa estos son Jimin y Yoongi.— Taehyung dijo en un tono casual tratando de actuar con frialdad, porque Dahyun no sabía de Jimin.

Las presentaciones siguieron y Jimin tomó asiento junto a Yoongi. Jungkook estaba ahora bebiendo un vaso de agua, ya que todo el champán se había acabado.

—Oye Dahyun, ¿Puedes venir al baño un momento?— preguntó Jisoo, agarrando su bolso.

—¿Para qué?

—Necesito... Comprobar mi tampón.— Jisoo tartamudeó y la cara de los chicos cambió.

—Está bien.

Dahyun se levantó y besó a Jungkook en la mejilla antes de seguir a Jisoo hacia la salida.

—No tiene la regla, ¿Verdad?— NamJoon preguntó a Lisa y ella negó con la cabeza.

—Ella era una distracción, así que puedo decirte que traje algo de Mary J.— dijo Jimin y Jungkook no tenía ni idea de lo que estaba hablando.

¿Trajo una chica llamada Mary J con él?

—Eso es hierba.— explicó NamJoon, al ver la expresión de confusión de Jungkook.

—Oh.

—Vamos a salir a fumarla dentro de un rato.— Jimin continuó y Jungkook se preguntó si todo lo que hacían era fumar porros y follar.

—¿Puedo ir yo también?— preguntó Lisa emocionada y Jimin asintió y sonrió, antes de colocar su chaqueta de cuero en el respaldo del asiento de Taehyung.

—¿Quieres bailar?— preguntó a Taehyung y también a Lisa, para parecer menos sospechoso.

Ambos se levantaron y se fueron, en cuanto lo hicieron, Yoongi estaba tomando el asiento de al lado de Jungkook, que puso los ojos en blanco. NamJoon también había desaparecido y ahora sólo estaban ellos dos. Increíble.

—Te he traído algo.— Yoongi le dijo y buscó en el bolsillo de su chaqueta.

Jungkook se sorprendió de verdad, pero pronto se le pasó cuando vio que Yoongi sacaba un pequeño recipiente plateado. Sabía que probablemente era alcohol; su padre tenía como diez de esos.

—¿Me has traído alcohol?

—Nos he traído alcohol.— corrigió Yoongi y desenroscó la botella, antes de dejar caer algunas gotas en el agua de Jungkook.

—¿Qué es?

—Whisky.

—No sé si te acuerdas, pero la última vez que bebí alcohol acabé vomitando.

—Y luego pasaron otras cosas de las que seguro que no te arrepientes.— Yoongi replicó y las mejillas de Jungkook se calentaron.

Le ordenó a Jungkook que se bebiera el vaso, pero el joven se mostró reacio.

—¿Le pusiste droga o algo así?

—No soy un violador.— le aseguró Yoongi sonriendo. Jungkook quería quitarle esa sonrisa de la cara. O besarla.

Se llevó el vaso a los labios, dando un pequeño sorbo, pero la mano de Yoongi se acercó para empujar el fondo hacia arriba, y la mitad acabó en la chaqueta de Jungkook. Menos mal que se la había abotonado, porque si no se habría derramado sobre su corbata negra.

—¡Eres un idiota!— Jungkook exclamó y sacudió la cabeza ante el amargo sabor del whisky. Luego se limpió la barbilla y miró su chaqueta. —Deberías pagar por esto, pero entonces tendrías que vender tu casa y tu cuerpo para convertirte en un esclavo.

—Podría ser tu esclavo.— sugirió Yoongi con indiferencia.

Los ojos de Jungkook se abrieron y se entretuvo en desabrochar su chaqueta.

—Bonita corbata.— se burló Yoongi. —¿Cuánto ha costado?

—Más dinero del que jamás verás.— Jungkook se quitó el blazer y se puso de pie.

—¿A dónde vas?

—Al guardarropa. No voy a dejarlo aquí para que tú o alguien más lo robe.

Yoongi sacudió la cabeza divertido y Jungkook se alejó, resoplando y murmurando en voz baja.

Volvió a la mesa, sólo para ver que Yoongi se había ido y había colocado su chaqueta en el respaldo de su asiento. Sin embargo, Dahyun estaba en la mesa, y Jisoo también con Eunwoo.

—¡Jungkook, por fin! ¿Podemos ir a bailar? ¡Estoy aburrida!— dijo ella y Jungkook entornó los ojos porque parecía borracha.

—¿Estás borracha?

—No realmente.

—¿Quién te ha dado alcohol?

—Yoongi.

Jungkook negó con la cabeza y Dahyun le agarró del brazo, tirando de él hacia la pista de baile. A él no le gustaba esto, las luces se habían vuelto más tenues y la música más sucia. Todos bailaban como si estuvieran en un club y no en un baile de la escuela.

Pudo ver a Yoongi bailando con Jimin, que tenía la espalda apoyada en el pecho del chico mayor mientras se movían al ritmo de la música, chocando el uno con el otro.

—¿A nadie más le importa esto?— Jungkook preguntó a Dahyun y ella se encogió de hombros, tirando repentinamente de la cabeza de Jungkook hacia sus labios para besarlo.

Se sorprendió cuando ella literalmente metió su lengua dentro de su boca. Hizo lo que recordaba haber hecho con Yoongi, pero Dahyun estaba lejos de ser Yoongi. Por no hablar de que Jungkook tenía los ojos muy abiertos y observaba al chico tatuado que tenía sus ojos fijos en él.

«Bueno, si Yoongi podía divertirse con Jimin, ¿Por qué no podía Jungkook pretender divertirse con Dahyun?»

Tomó la decisión crucial de agarrarse a su pequeña cintura y acercarla mientras se besaban, cerrando los ojos para que pareciera más real y no que no estaba disfrutando de ello.

Ella fue la que se apartó —gracias a Dios— y le lanzó una sonrisa perlada.

—Te quiero.— le dijo y Jungkook se lo devolvió, sin mirarla realmente a los ojos.

Necesitaba orinar, así que se excusó y salió rápidamente de la habitación hacia los baños del pasillo.

Cuando terminó, se echó agua fría en la cara y se giró hacia un lado para ver si se le notaba la barriga a través de la camiseta ajustada. Era un poco, pero si aspiraba parecía que ni siquiera estaba allí. Jungkook se volvió hacia el espejo para lavarse las manos y secárselas.

Alguien entró en el baño y él miró a su izquierda para ver que era Yoongi. Se acercó al lavabo junto a Jungkook y se lavó las manos, ignorando a Jungkook que se estaba secando las manos.

—Entonces, ¿Qué es eso que he oído de que le has dicho a la gente que me has hecho una paja?— preguntó Yoongi y el secador de manos se detuvo cuando las manos de Jungkook cayeron a sus lados.

—¿Um? ¿Qué?

—¿Le dijiste a Taehyung que me hiciste una paja?

—Yo no... yo sólo. No lo sé.

—Seguro te pajeaste pensando en ello.

—¿Pajearme?

—Como eh, ¿masturbarse?

—¡Oh! ¡Dios no! Yo no me pajeo.— Jungkook se defendió y trató de aflojar su corbata porque el baño se estaba calentando.

—¿Entonces cómo te das placer?

—¡No lo hago! ¡Basta!— exclamó Jungkook y agradeció al señor que no hubiera nadie más en el baño.

—¿Acaso sabes cómo hacerlo?

—¡No lo sé! ¡Y no necesito hacerlo!

—¿Por qué? ¿Porque te convierte en un pecador?— Yoongi se burló y Jungkook se puso furioso, porque cómo se atrevía a burlarse de Dios.

—¿Ya has terminado? Me estás poniendo de los nervios.

Yoongi hizo un mohín y se acercó, agarrando a Jungkook por el extremo de su corbata.

—¡No toques esta corbata! Cuesta más que...

—Que mi casa bla bla bla. Dame un respiro ya.— murmuró y su mano subió por la corbata hasta llegar a la mitad.

—¿Así que ella besa mejor que yo?— preguntó Yoongi, pero Jungkook no respondió. No iba a darle a Yoongi la satisfacción de saber que, efectivamente, era mucho mejor besador que Dahyun.

—¿Lo es?— insistió Yoongi con impaciencia, tirando de la corbata de Jungkook.

—Sí.— Jungkook mintió y Yoongi lo acercó por la corbata, hasta que sus dientes chocaron. Pero sus dientes se convirtieron inmediatamente en labios y pronto sus lenguas se rozaron desesperadamente.

Jungkook tuvo que ponerse de puntillas para alcanzar los labios de Yoongi, mientras éste le sujetaba por la corbata.

—Espera... no.— Jungkook murmuró contra los labios de Yoongi y se apartó. —Alguien va a entrar.

—Cierra la puerta entonces.

Y Jungkook lo hizo. No estaba seguro de por qué, pero lo hizo. Era como si sintiera la necesidad de complacer a Yoongi, de hacer cualquier cosa que éste le exigiera.

Yoongi tiró de él hacia un beso tan pronto como Jungkook se apartó de la puerta, agarrándose a sus caderas, igual que hizo con Dahyun unos minutos antes. Jungkook se encontró empujado contra el mostrador que se clavaba incómodamente en su espalda.

Dejó escapar un grito de sorpresa cuando las grandes manos de Yoongi se aferraron a la parte posterior de sus muslos y lo colocaron como si no pesará nada sobre el mostrador. Separó las piernas de Jungkook para meterse entre ellas y apoyó las palmas de las manos en sus musculosos muslos mientras se besaban.

Las manos de Jungkook se apoyaron torpemente detrás de él en el mostrador, porque no tenía ni idea de cómo o dónde tocar a Yoongi sin que se riera de él.

—Tócame.— Yoongi dijo y Jungkook se apartó, sonrojándose.

—No sé dónde poner las manos.

Yoongi resopló y Jungkook se quedó mirando sus labios rojos mientras sus palmas se colocaban en la cintura de Yoongi por encima de la camiseta blanca. Sin quererlo, acercó a Yoongi hasta que la pelvis del otro chico chocó contra la suya.

Las manos de Yoongi pasaron del cuello de Jungkook a apoyarse en la encimera, a cada lado de él.

—Desabróchate la camisa.— Yoongi ordenó y Jungkook negó con la cabeza.

—¿Por qué?

—Porque te haré un chupetón pero no creo que quieras que la gente lo vea.

—¿Por qué quieres hacerme un 'chupetón'? ¿No está bien sólo besarme?

—¿Por qué no te desabrochas la camisa?— Yoongi se defendió.

—Porque tengo barriga y pensarás que estoy gordo.— Jungkook admitió y Yoongi frunció el ceño, cambiando de opinión. Apretó una palma contra el pecho de Jungkook y lo empujó hacia atrás hasta que éste se apoyó en los codos, mirando a Yoongi.

De repente, la camisa se le subió al pecho, dejando al descubierto su pequeña barriga, y trató de bajarla, pero su mano fue apartada de un manotazo.

Jungkook se mordió el labio al ver cómo Yoongi le sujetaba las caderas mientras chupaba, mordía y lamía justo debajo de su ombligo. Era algo descuidado, pero a Jungkook le gustaba la sensación, y podía ver algunos tatuajes que sobresalían de la camisa de Yoongi ahora que estaba detrás. Llevaba unos cuantos collares, entre ellos una cruz (¡Ja! La ironía).

Cuando por fin se apartó, tenía un enorme moretón bajo el ombligo que estaba pasando lentamente de rojo a morado oscuro.

—¿Así que tienes una habitación?— preguntó Yoongi con voz grave mientras pasaba lentamente sus manos desde las rodillas de Jungkook hasta la parte superior de sus muslos.

—Tengo... tengo una suite.— Jungkook tartamudeó y miró hacia su entrepierna, donde Yoongi ya estaba mirando. Estaba vergonzosamente duro, lo que hizo que se sonrojara. —Pero lo comparto con Dahyun.

Yoongi negó con la cabeza como si no importara.

—¿Por qué queres saber?— preguntó Jungkook, con el corazón latiendo aún más rápido que antes.

—No queremos que eso que le dijiste a Taehyung sea una mentira, ¿Verdad?

Atelofobia*: Fobia específica en el que el afectado teme la imperfección y, sobretodo, ser imperfecto por sí mismo.

7/10

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