Capítulo 23

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

A veces la naturaleza tenía una extraña forma de jugar con las emociones. Bueno, más bien la vida en general. De lo contrario, no se explicaría cómo era posible que, cuando una persona se encontraba mal, simplemente aparecían más cosas que le hacían sentir peor. Desde una canción inesperada que sonaba y dejaba caer recuerdos como lluvia en temporada de sequía o como la nieve que empezaba a caer y contemplaba desde su ventana.

Era como si quisiera resaltarle que pese a estar rodeado de personas se sentía solo, que su ánimo estaba tan gris como el cielo y que los copos de nieve fueran las lágrimas contenidas que por mucho que se solidificaran, terminaban cayendo. Era como si la naturaleza estuviese traduciendo todas sus no dichas emociones.

Acercando una taza de leche caliente a sus labios, Jungkook terminó por sentarse en su cama mientras miraba a la nada, sumido en un completo silencio. Desde el primer encuentro los dos estuvieron tan lejos que no importó lo mucho que deseo que estuvieran destinados a ser del otro. Él contenía un aliento negro de palabras que no sabía cómo volver a decir y el hombre en sus pensamientos era la niebla banca que no lo dejaría ver.

Por una noche, todo fue tan hermoso como cristal de nieve, claro y transparentes como sus emociones, sus sentimientos. No guardaron nada, se entregaron por completo haciéndolos tocar el cielo antes de dejarlos caer sin avisos y paracaídas.

Secándose sus lágrimas recordaba esa decisión que tomó once años atrás. Esas palabras que le dijo al viento mientras trataba de adivinar en qué rincón del planeta el desconocido alfa se encontraba.

"Te esperaré sin importar dónde, aunque sea solo para verte. Incluso si es una mentira o por un segundo, vuelve a tomar mi mano, vuelve a besarme aunque no estemos destinados a ser algo más que un buen recuerdo en la vida del otro."

Sus palabras cobraron vida, lograron volverse a ver diez años después, vivieron felices por un segundo, se volvieron a tomar de la mano, se volvieron a besar a pesar de no estar destinados a ser algo más que un hermoso recuerdo para el otro. Confirmaba que las palabras dichas tenían poder, solo lamentaba que la vida le regalara ese poder a las que le convenía.

Levantándose de su cama caminó a pasos lentos hasta la ventana que abrió. Sacó su mano y dejó que en esta cayeran varios copos de nieve. Así deseaba sostener una vez más a Taehyung, aunque fuera por un instante antes de que lo sacara por completo de su vida, antes de que desapareciera como esa nieve que se derretía en sus manos.

Porque ahora, aunque continuaba llorando y su corazón parecía querer desgarrarse lo comprendía. Tal cual le dijo su padre una vez, los Alfas como ellos no fueron creados para vivir una vida feliz y amar sin contención a quien desearan aunque le dijeran que eran seres todopoderosos.

Porque él ni siquiera tenía el privilegio de llorar como quería. Esa era una de las cargas que portaba ser el Alfa de Alfas, protegiéndolos a todos desde la sombra, pero sin tener quién los protegiera a ellos, ni siquiera ellos mismos podían protegerse.

Dejando la taza de lado, saltó por la ventana dejando su lobo emerger para salir corriendo por el bosque a toda velocidad. Los sonidos habían disminuido, cuando el frío llegaba muchas criaturas emigraban o se escondía, esa vida y melodía que llenaba los bosques comúnmente parecían desaparecer.

El frío bajo sus patas era muy parecido al de ese sueño que había tenido varias veces donde se acercaba a Taehyung para hablarle. La única diferencia era que no estaba siendo acompañado por el lobo blanco.

A sabiendas de que no debía, cruzó la zona neutral y pasó al territorio Mul. Como si estuviera de caza, se escurrió entre los árboles con cautela, sentándose frente a la que ahora sabía era la habitación de Taehyung. Si corría con suerte, podría verlo pasar en algún momento. Se quedó allí hasta el viento comenzó a batir dos horas más tarde, hasta que sin querer se cruzó con un Jimin que patrullaba el territorio.

El lobo de pelaje mixto no le dijo nada, siguió su mirada notando que era el cuarto de Taehyung lo que contemplaba y, si bien días atrás estaba pidiendo la cabeza de Jungkook, ahora que lo veía así con su cabeza y orejas gachas envuelto en un lamento, no tenía deseos de aumentar su miseria. Jimin siguió su camino dejándolo atrás, viéndolo luego marcharse desde una de las ventanas.

Entrando a los territorios de su mansión, un lobo gris se le unió, empujándolo, animándolo para una carrera que utilizó para dejar su cabeza en blanco entregándose a la pseudo libertad que estaba viviendo. Difiriendo de lo que muchos creían, aquellos que no vivían bajo un foco y la atención constante del mundo eran mucho más libres de lo que imaginaban.

— ¿Mejor? — Preguntó Namjoon entregándole una nueva taza de leche caliente muy parecida a la que bebió horas atrás.

Secándose sus cabellos mojados con una toalla, Jungkook asintió recibiendo la bebida que durante segundos contempló antes de beber.

— Supongo que saliste en mi búsqueda por una llamada de tu omega. — Musitó sin mirar a su mano derecha.

— No te lo voy a negar, estaba un poco preocupado de que estuvieras allá afuera sin ninguno de nosotros cerca. — Tomando de su propia bebida, Namjoon se sentó en una de las sillas de la habitación de su amigo y jefe.

— ¿Cómo estás?

— ¿A quién te refieres exactamente?

— Ya sabes a quién.

— Jimin no me ha dicho mucho, solo que ha estado ocupado con algo importante. — Quedaron en silencio y el peligris no pudo evitar mirarlo, le asustaba saber que se estaba acostumbrando a ver a este Jungkook que nada tenía que ver con el líder a quien resguardaba. — Solo quiero decirte que no comprendo bien cómo sucedió todo, pero a la vez, te entiendo y apoyo porque sé que siempre tomas la decisión más sensata. Siempre has sido un excelente líder.

— No quiero ser líder por un momento, no quiero tomar decisiones sensatas, no quiero pretender que todo está perfecto. Que nada me afecta y que no me estoy muriendo cada día que paso si escuchar alguna de sus provocaciones, sin ver su rostro aunque sea de pasada.

Namjoon volvió a callar sintiéndose un poco culpable porque a pesar de verlo así, estaba ahí para entregarle más trabajo y más obligaciones que quizás podrían tardar unos minutos más. Se levantó de su asiento para acercarse al otro Alfa y rodear muy fugazmente su hombro.

— Nunca creí que ustedes dos fueran a llegar tan lejos. Sabía lo que sentías por él, desde que nos encontramos prácticamente me uní a ti en su búsqueda. Vi el shock en tu rostro cuando conociste a tu destinado, cuando asumiste luego de haber dejado que el estro de ambos los envolviera. Te casaste y formaste una familia en cuanto te enteraste de que serías padre de esos hermosos mellizos que tienes. Pensé que tus sentimientos quedarían atrás porque, a ver, Jin es tu destinado, lo marcaste.

— Me pidió ser marcado, era mi esposo, no supe nada más de esa persona de la que ni siquiera conocía el nombre. Creía que era lo más correcto, como su alfa. Eso también era una forma de mantenerlo protegido y localizado. No lo sé, cuando lo marqué no fue porque lo estuviera reclamando como tal. Esa urgencia de la que hablan al querer reclamar a tu compañero no llegó a mí. Solo en nuestro primer encuentro perdí un poco los estribos, disparó mi rutina, se disparó su celo y ahí estuvimos. Decidimos ir conociéndonos, le conté de Tae y parte de mi vida, pero no esperé que cortas semanas después me dijera que estaba en cinta.

— Bueno, usualmente es lo que sucede cuando no hay protección y tienes sexo.

— Ya sé... — Jungkook cerró sus ojos.

— ¿Fue por tu esperanza de ver a Taehyung que nunca cerraste el vínculo?

— No lo sé con exactitud, cuando cierras el vínculo con tu destinado y este se rompe ambos podrían incluso morir. Eso es algo que siempre me dio un poco de miedo porque tenía esta atracción sexual por Jinnie, me sentía afortunado cada vez que lo observaba y sabía que era la persona que me había regalado lo que más amo en este mundo. Lo veía mal y me sentía fatal, lo quería, me gustaba estar en su compañía pero...

— No lo amaste y no lo amas. Ese es el pero que no eres capaz de decir y que escondes con culpa. — Interrumpió el mayor con sutileza. — Solo no te has dado cuenta de que él puede sentirlo, ¿no ves todo el maquillaje que se aplica cada día en su cuello para que no se vea el deterioro de su marca? Debes buscar la forma de que su estado no empeore porque no solo la rotura del vínculo lleva a la muerte. El abandono, desamor, soledad, todas esas cosas pueden llevarlo a eso.

— Lo sé, por eso jamás quise hacer algo que lo dañara y dejara a mis hijos sin su padre. No podría mirarlos a los ojos sabiendo que fui el responsable de la muerte de su otro padre. Además, él no lo merece. Es un excelente hombre, esposo y padre.

— Bueno, debes buscar la mejor forma de lidiar con esto porque tú tampoco eres invencible, ese alfa puede no ser tu destinado, pero lo consideras tu compañero. Yo y cualquiera cercano a ti podría notarlo con solo ver como lo miras o proteges, míralo ahí, viviendo después de todas las cosas que ha hecho, por menos hubieras matado a más personas. Fue algo que noté desde el día que se apareció aquí por sorpresa y ayudabas a Jin con su celo. Otro licántropo hubiera dejado de respirar ese día, pero Taehyung salió ileso.

— Fui a hablar con él, lo llamo, le escribo y sigue sin querer siquiera responderme. Sé que debo continuar mi camino, no puedo obligarlo a estar conmigo, menos después de todo esto. Siempre he respetado su opinión y la de la mayoría de las personas.

— ¿Qué hay de tu opinión? Sé que no me has pedido un consejo, pero te lo daré igual. Seokjin siempre supo de tus sentimientos, incluso volviste a hablar con él días atrás, tiene la mayoría de las cosas claras porque ha vivido sabiéndolo. Taehyung recién se acaba de enterar y puede que no de la mejor manera. Solo si realmente crees y sientes que podría ser tu compañero, tan prioridad como tus hijos o al menos en un nivel cercano, deberías intentar hablar una última vez con él antes de dejarlo continuar su camino.

No quería volver a ver esa mirada que nada tenía que ver con esa que le fue dada cuando pasaron la noche juntos o las que recibió antes de eso. No sabía si podría resistir un nuevo rechazo de su parte. No quería escuchar un adiós definitivo.

— Sabes, Hoseok, tú y yo sabemos que pese a todo, siempre has estado pendiente de ese Mul. Pero no vale si solo nosotros sabemos, quizás, aunque lo hayas hecho muchas veces, te toca volver a ir a su encuentro dejando de lado cualquier rastro de orgullo. Mi yo del pasado te hubiera dicho que no tienes que disculparte por tus acciones porque no estuvieron mal. El yo de ahora te dice que efectivamente, tus acciones no estuvieron mal, pero debes demostrarle al hombre que amas nuevamente que lo que sientes es sincero. Demostrarle que no será tu amante, no es el otro, sino a quien verdaderamente consideras tu corazón.

Olvidando que Namjoon estaba ahí, Jungkook se cruzó de piernas sobre su cama y apretó con fuerza sus ojos ayudado de las palmas de sus manos para no llorar. Sintió la caricia en su espalda y eso lo ayudó a contener las lágrimas. No podía ser débil frente a sus hombres, debía ser un ejemplo para ellos, ni siquiera frente a su amigo quería volver a llorar.

— Por las circunstancias, si yo hubiera tenido un hijo, hubiera actuado exactamente igual, mas aquí la diferencia es que sí amo a mi destinado, no tengo hijos y ese omega rebelde, porfiado y por momentos grosero lo es todo para mí. De hecho, ahora que veo esta situación comprendo muchísimo mejor lo que Jimin decía y yo apoyaba. Un lazo y ser destinados no lo es todo. Piensa todo con calma esta noche, ¿de acuerdo? — Jungkook asintió y Namjoon sonrió acariciando su cabeza con respeto. — Después, debes comunicarte con la Sede, quieren hablarte.

Jungkook no dijo nada, simplemente lo vio alejarse en silencio. ¿Podrían realmente darle algo de tiempo para poder pensar en él? ¿Un solo día era mucho pedir?

Cuando Namjoon desapareció de su vista, se dejó caer de espalda cubriendo su rostro con su antebrazo derecho. Sus lágrimas salieron sin restricciones, pero ahogó cualquier sonido mordiéndose su labio inferior.

Imitándolo, Seokjin se quedó sosteniendo el manubrio de la puerta para entrar. Le fue imposible no cerrar sus ojos y dejar las lágrimas caer después de haber visto a su esposo, luego de ocho años llorar en silencio. Estaba siendo testigo del llanto de su Alfa y no sabía muy bien cómo soportar eso.

El bullicio de dos risas y muchos pasos lo hizo separar su frente de la puerta, limpiar sus lágrimas y girarse para detener a sus hijos de correr hacia la habitación de su padre. Jungkook necesitaba al menos unos minutos solo y sin interrupciones. Sabía que le abriría las manos a sus niños y pretendería estar en perfectas condiciones para ellos mas creía que debía dejar salir todo lo que tenía dentro.

Ni siquiera pasaron dos horas antes de que Jungkook volviera a salir de su cuarto y se pusiera a correr en el jardín con los cachorros corriendo detrás de él, lanzándose a morder cualquier lugar que alcanzaban, orejas, cola, su lomo... Desde la ventana, Seokjin los miraba con una sonrisa dibujada en su rostro, su familia era tan hermosa, solo faltaba una cosa para ser perfecta, el amor de su Alfa.

— Hola... — Susurró Jin entrando en la noche a la oficina de su esposo. — ¿Té?

— Gracias. — Agradeció el pelinegro alejando la vista de varios documentos para mirar al omega. Extendió su mano para tomar la taza caliente mientras lo veía sentase sobre su regazo. — ¿Sucede algo?

— Quería hablar contigo un momento. ¿Tienes tiempo? — Asintiendo, Jungkook le prestó toda su atención dejando sus brazos sutilmente colocados a los costados de la cintura del mayor. — No te he pedido disculpas por lo que pasó el otro día. Sin importar la situación, no creo que la violencia hacia ustedes fuera justificable. Soy defensor de que deberíamos ser un poco más civilizados, como los humanos, pero a veces simplemente no puedo contenerme.

— Los humanos tienen un falso concepto de civilización en ocasiones. Creo que estuviste en tu derecho a descargarte conmigo porque soy tu esposo, quien te debía total respeto y falló. Taehyung no tenía culpa de nada, estás consciente que muy pocas personas saben de tu existencia, comprendo lo que ocurrió. Yo en tu lugar hubiera dado más que solo una bofetada, así que no te disculpes por eso.

— Quiero hacerlo. — Insistió en un tono bajo. — ¿Puedo preguntarte cómo te fue con ese Alfa el día que me dijiste que lo irías a ver?

— Creo que ya me viste llegar lleno de heridas. Me recibió bastante agresivo, lo entiendo también. Sinceramente no puedo culparlos por mis errores.

— Tú nos entiendes a nosotros, pero... ¿Quién te entiende a ti? — Acariciando las mejillas de su esposo, Jin no pudo contener sus lágrimas, recordando como lo vio horas atrás. — Yo solo pienso en que estoy perdiendo definitivamente a mi Alfa, mi destinado. Él seguramente piensa que lo engañaste o utilizaste, tal vez incluso cree que me amas locamente y él solo es el reemplazo para cuando yo no estoy. Nunca he podido hacer mucho por ti, ayudarte, apoyarte...

— Hey, hey, no digas eso, no lo hagas. — Musitó limpiando sus lágrimas. — Eres el mejor omega y compañero que cualquiera pudiese pedir. Ayudarme y apoyarme no es solamente pelear a mi lado en el campo de batalla, en los negocios. A tu manera me has apoyado en mi vida, me sacaste de lugares oscuros y profundos de los cuales quizás no hubiese podido salir si no te hubiera conocido. Si no me hubieras dado esos hermosos cachorros que iluminaron mis vidas, no hubiera tenido la valentía para librar la mitad de las batallas que he librado.

— ¿Me amarás alguna vez? — Jungkook calló y el rubio sostuvo su mandíbula con sutileza para que lo mirase.

— Como una verdadera pareja que se ama, los dos ya sabemos que no lo haré. Lo intenté por ocho años y no sucedió, no creo que cambie mucho en un futuro. Hemos hablado de esto varias veces. Yo siempre, absolutamente siempre estaré aquí para ti, si me necesitas, yo seré el primero en venir. Si el día de mañana yo tuviera una relación con Taehyung, si me llegaras a necesitar, no dudaría en poner mi vida en la línea por el padre de mis hijos, ese que fue incondicional y me regaló ocho hermosos años.

— ¿Crees sinceramente que vaya a funcionar todo con ese Alfa? Respóndeme con la verdad como siempre lo has hecho, soy un omega fuerte,

— Claro que eres un omega fuerte y valiente. — Asintió regalándole una sonrisa que se desvaneció rápidamente. — Quisiera que las cosas funcionaran entre nosotros, pero no creo que suceda un nosotros.

— Te dije que puedo hacerme a un lado si él te acepta. Podría ser una mejor Luna, una que sí te puede acompañar y ayudar a liderar.

— Tú eres también una buena Luna. Además, no se trata de ti haciéndote a un lado. Si no de la confianza entre él y yo, nuestra compatibilidad, qué tan serio pueda llegar a ser todo o si él al menos decide escucharme. Se trata de mis hijos también, no sé si pueda aceptarlos. Sinceramente, puedo morir y renunciar al amor de alguien, pero no podría jamás estar con una persona que no respete y quiera a mis hijos tanto como a mí aunque no sean su padre. Él ya sabe de ellos, mucho antes de que yo pudiera asegurarme qué clase de persona sería con mis cachorros porque no son suyos y es un Alfa bastante peligroso frente a todos.

— No creo que te hubieras sentido atraído por alguien de mal corazón. S-e que ustedes los Alfas son impredecibles e increíblemente posesivos, agresivos... Bueno, todos nos volvemos así en algún punto. Pero la cuestión aquí es, aunque me duela estarte entregando a alguien más, que lo amas. Por como controló sus instintos frente a mí y se marchó sin siquiera decir una palabra, puedo decir que quizás él también te ame.

— ¿Cómo puedes ser tan comprensivo?

— ¿Porque siento tu dolor y angustia? ¿Porque creo que mereces ser feliz aunque no sea a mi lado como deseo? En pocos días yo regresaré a Jeju, pero si logras hablar con él, me gustaría que lo trajeras. — Jungkook se incorporó negando y presionó su frente con el índice. — No lo quiera aún cerca de mis hijos mas no puedo hacerme por completo de lado cuando sé que ya conoce de su existencia y que es el Alfa al que ama. No seré físicamente tan fuerte como él, pero al igual que tú, si de mis hijos se trata, me puedo enfrentar hasta a ti. — Se inclinó para depositar un casto beso en sus labios y otro en la nariz. — Buenas noches y no te vuelvas a escapar para ir a verlo como lo hiciste la noche que dijiste que te quedarías aquí y no irías a hablar con él.

— No hablé con él.

— Lo sé, te quedaste mirando su ventana como has estado haciendo todos estos días. Incluso hoy. Avisaron en las noticias que habrá una tormenta de nieve, no es una buena noche para que andes fuera. Espera a mañana para lo que sea que quieras hacer.

Dándole una sonrisa que no llegó a su alma, Seokjin se fue a su habitación. Poco después, Jungkook se fue a la de sus hijos para dormir con ambos y el omega, volvió a salir de la suya.

— ¿Qué estás haciendo aquí? — Cuestionó Hoseok sobresaltado cuando vio al rubio entrar en su habitación. — ¿Te has dado cuenta de que estamos en la casa de tu esposo y mi jefe?

— Lo sé, solo necesito que me ayudes a no pensar esta noche. — Bajo la atenta mirada del Beta en las penumbras de su recámara, Seokjin comenzó a desnudarse. — Solo quiero que me agotes hasta que no pueda pensar en absolutamente nada más.

— No tendremos sexo en esta cosa con tus hijos y esposo un piso arriba. — Mencionó parándose para abrazarlo. — Mejor vístete y salgamos a tomarnos un té mientras me cuentas todo lo que te tiene así. — El mayor aspiró fuertemente por su nariz retrasando su llanto, luego asintió para agacharse a recoger su pantalón en el mismo momento que la puerta se abrió y la silueta de Namjoon se reflejó.

LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro