Capítulo 33

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— Si me hubieras hecho caso ya estuvieras en perfectas condiciones. — Se quejaba Yoongi curándole el pecho al Beta que lo miraba sonriente. — No te rías, idiota o yo mismo te volveré a desangrar. Te dije que no jugaras tanto con los cachorros.

— Estaban sin sus padres, aburridos, tenía que entretenerlos y jugar con ellos porque a ti a veces te tienen miedo. Eres muy malo con ellos.

— ¿Cómo es que soy malo con ellos si ni siquiera los miro?

— Exactamente, eres demasiado distante con los niños. ¿Cómo piensas tener en un futuro hijos?

— ¿Quién dice que quiero hijos en un futuro? Es cierto que los deseé una vez, pero esa fue cuando era un Kappa inocente que soñaba con un futuro inexistente. Yo ya no soy ese, me convertí en una bestia y no sé si podría incluso matar a mis propios cachorros. Por eso no quiero acercarme a los niños, no quiero hacerles daño. Temo perder el control un día porque mi cabeza a veces no funciona tan lúcida como quiero. No sé si es por todo a lo que estuve expuesto, pero ya no importa. El Min Yoongi de décadas atrás y este ya no es el mismo. Solo soy alguien que se convirtió en el élder de una manada casi extinta a la fuerza, solo por ser el mayor de los tres que continúan vivos.

Alejando la mano que dejó de curarlo correctamente, Hoseok se incorporó en la cama y acercó al castaño a su pecho. No habló, sabía que Yoongi necesitaba su espacio y tiempo para comunicarse. Lo sentó junto a él en la cama y dejó que llorase libre.

— Tu preocupación por no querer hacerles daño es lo que me dice que no se los hará. Lezle pudo haberte quebrado de mil manera, pero hay una cosa que no pudo tocar y esa fue la verdadera esencia de tu alma. Eres más fuerte de lo que crees, si no, no estuvieses ahora aquí después de todo por lo que has pasado. Eres más que un Kappa, un licántropo o un élder. ¿Recuerdas lo que te dijo Jin la última vez que estuvimos juntos?

— ¿Qué?

— Tú eres y serás lo que decidas ser. Tu pasado puede formarte, moldearte e incluso cambiar muchas cosas de ti, pero no define quién eres o lo que puedes llegar a ser. Ya no estás solo, este no es el Ártico mas puede ser tu manada, uno un poco rara que parece disfuncional a veces pero real, leal pese a todo. — Comentó acercándose a sus labios, notando las mejillas de Yoongi sonrojarse. — Yo una vez creí que amaría a Namjoon para todo la vida, que jamás lo superaría, todavía lo quiero y daría la vida por él, pero también la daría por ti.

— ¿Porque te he salvado la vida varias veces?

— Nos hemos salvado y cuidado mutuamente por un buen tiempo ya. No se trata de agradecimiento, sino de sentimientos. Yo sé lo que sientes por Seokjin, como quisieras ofrecerle lo que él ya ha rechazado varias veces, mas también sé lo que sientes por mí. Eres un Kappa y está en tu naturaleza, yo soy un Beta y aun así, también he llegado a tener sentimientos por los dos.

— No vuelvas a decir que me amas.

— Te amo. Aunque no lo creas, aunque sigas rehuyéndole a estos sentimientos, nos amamos. Lo siento en lo más profundo de mí. Viví por muchos años con alguien que amé incondicionalmente, alguien que me quería, pero jamás pudo mirarme del modo en que tú lo haces. Yo debo hacer bien las cosas, quizás ya es muy tarde pero quiero hacerlas. Quiero estar contigo, con Jin.

— Él no quiere estar con nosotros, siempre nos lo dejó claro. Somos su refugio, nada más.

— No me importa, seré el Beta de paciencia inagotable para ustedes dos.

— Lo extraño. — Logró decir haciéndose a un lado en la cama. — Yo tenía razón en decirles que hablaran las cosas, si lo hubieran hecho, esto no hubiese ocurrido.

— Tienes razón, fuimos cobarde y tendremos que pagar por nuestros errores, solo agradezco por tenerte ahora completamente a mi lado, no escondido por algún rincón sin saber cuándo nos volveremos a ver. — Abrazó a Yoongi quedándose en silencio, acariciando su vientre con parsimonia porque era la zona de su cuerpo que más amaba. — Verás que si en un futuro te decides, serás una excelente madre.

— Padre, sigo teniendo dos pelotas y un bate allá bajo sin importar mi casta. Además, es más probable que yo embarace a otro antes de que me embaracen a mí. — El menor rio bajo besando su nuca, justo en el momento que la puerta se abrió y los mellizos entraron. — ¡Diosa Luna, drénales un poco su energía! — Refunfuñó levantándose. — Vamos a jugar conmigo, dejen a Hobi descansar. ¿Sabían que son más bonitos cuando me tienen miedo?

Los dos niños se rieron transformándose, tirando de su pantalón con los dientes para que los siguiera, sin embargo, Yoongi no podía darse el lujo de que muchas personas lo vieran en su forma de lobo. Para evitar la insistencia, echó a correr por toda la casa seguido de los cachorros que lo abandonaron en cuanto olieron a su padre.

Jungkook, que los estaba escuchando desde que estacionó su auto, sonrió preparándose para recibirlos con sus manos abiertas. Cayó al suelo en una avalancha lobuna que lo llenó de saliva y pequeños ladridos mientras él los acariciaba.

— Gracias. — Mencionó mirando a un Yoongi de mirada suave que admiraba la escena. El castaño asintió y se dio media vuelta para regresar a la habitación de Hoseok. — A ver, quiero ver sus caritas, transfórmense. — Sus hijos le hicieron caso. — ¿Ya comieron?

— Sí, comimos con Yoongi y Hobi. — Respondió Ryujin.

— Nos dieron cabra. — Habló Jisung empujando a su hermana para que Jungkook lo cargara.

— ¿Qué te he dicho de empujar o pegarle a tu hermana? — La voz de Jungkook fue seria y el varoncito no pudo evitar bajar la mirada. — Jisung...

— Que solo debemos pelear cuando estamos entrenando, fuera de los entrenamientos me toca cuidarla y velar por ella. — La hembra sonrió sacándole la lengua y el niño la señaló molesto. — Pero papá, mírala. Es ella la que siempre me molesta.

— Ryujin.

— Lo siento.

Jungkook olisqueó al aire y notó que a sus hijos le hacían falta un buen baño de agua y jabón en su forma humana. Fue con ellos al baño y los metió en la tina mientras él iba a sus habitaciones para buscar algo de ropa.

Todavía quería hablar con Yoongi, Taehyung le explicó todo de la fertilidad como le había dicho el élder del Ártico, pero tenía muchas dudas. Como ya lo había anudado una vez, el entusiasmo les hizo mandar a Jimin por pruebas de embarazo pero dieron negativas.

Fue lo mejor, con todo lo que estaba ocurriendo no era bueno brindarle una herramienta más que pudieran usar en su contra. Cachorros para ellos dos precisamente no era lo mejor. Eso rebelaría públicamente varias cosas, desde su casta y procedencia hasta su relación. En resumen, era realmente peligroso que el Theta quedara en cinta, pero por breves minutos se permitió soñar y, a pesar de la sorpresa mezclada con negación por parte del peliblanco, sabía que él también se emocionó.

Hubiera sido genial no tener tantas preocupaciones, poder hacer miles de intentos hasta ver si el Theta realmente podría concebir a sus cachorros, unos que incluso los mellizos adorarían mucho.

— Señor, tenemos visita. — La voz de Hoseok llegó agitada a su lado. — No esperábamos a nadie.

— ¿Dijeron quién es?

— Lee Taeyong, líder de Oceanía. Según lo que dijo en la puerta ha venido a conversar contigo debido a que no pudo unírseles en WayL días atrás. — Informó viendo como Jungkook fruncía el ceño.

— ¿A mi casa y sin informar previamente? — Eso no le olía bien. — Los niños están en el baño, enciérralos con Yoongi en el búnker de seguridad y activa la limpieza de emergencia para disipar sus olores. Nadie puede saber que están aquí. No sé por qué creo que él viene a investigar algo.

Se apresuró a ordenarle mientras se cambiaba de ropa y utilizaba neutralizante de olor. Todavía olía a Taehyung y, aunque su marca no se veía porque Taehyung la cicatrizó y revirtió, era seguro que todavía estaba impregnado en él. ¿Por qué siempre se daban así las cosas?

Todos se movilizaron, cuando sus hijos estuvieron en el búnker con Yoongi le permitió la entrada a ese licántropo. Sus deseos eran despacharlo, pero en este momento, no quería molestias ni sospechas. Miró a un rincón notando el fragmento de una de las ropas de Ryujin y esto le hizo correr a echarlo a la basura que enmascararía el olor. Volvió a echarse neutralizante y se acercó a la puerta para recibirlo.

Aquel automóvil se acercaba, su teléfono sonaba y en la pantalla el nombre de Taehyung se mostraba. Maldijo en su interior, quería hablar con Tae, pero precisaba primero terminar con ese asunto. Sin embargo, podría contestarle rápidamente.

— Amor, ahora mismo no es un buen momento, dame un rato y te regreso la llamada. — Dijo al contestar.

A-Alfa... — La voz del Theta estaba quebrada a pesar de estar utilizando su voz de mando, esa que erizó cada vello de su cuerpo. — Alfa...

— ¿Qué sucede, Tae?

Tenías razón, te necesito.

— ¿Tenía razón con qué? ¿Qué necesitas?

M-Mi rutina... Se adelantó mi rutina, estoy empezando a sentirla. — Los ojos de Jungkook cambiaron sutilmente de color.

Después de todo lo que se acaba de enterar recién, esperaba tener un poco más de tiempo para prepararse para su rutina, pero parecía que no tendría tiempo para ello. Maldijo una y mil veces, quería correr a su Theta, consentirlo, acompañarlo y ayudarlo a pasarla, mas tenía un imbécil que llegaba en el peor de los momentos.

— ¿Puedes aguantar unas dos horas? ¿Crees que puedas retrasarla? Realmente no puedo salir ya mismo para allá, amor. Por favor, aguarda un poco más por mí.

T-Trataré.

— Te amo, sé fuerte...

Ya con el sujeto caminando hacia él, le mandó un audio a Namjoon avisándole la situación. Lo mejor es que este se mantuviera lo más alejado posible de Taehyung, no sabía cómo se darían las cosas con su Theta, pero confiaba que este tuviera la situación bajo control. Ahora estaba despierto, lo había seleccionado a él como pareja, así que había nuevas variables y no quería tener problemas con esto.

— Alfa Jeon, muchas gracias por recibirme en su residencia con tan corta antelación. — Saludó realizando una amplia reverencia antes de estirarle una mano con varios anillos notables que Jungkook no tomó. — Lamento si lo he interrumpido.

— Adelante, mejor dígame qué lo trae por aquí, Alfa Lee. ¿Desea algo de tomar?

— Hace mucho tiempo que no estoy en mi tierra natal, me gustaría beber cualquier cosa que sea coreana. — Con un asentimiento Jungkook miró a Hoseok y este se alejó para ordenar que trajeran algo para la visita.

— ¿Y bien?

— Verá, supe que llegaron un acuerdo en la negociación de la última reunión, pero yo quedé fuera de la repartición. Sé que usted es quien maneja directamente este asunto y por eso he venido a tratar directamente con el Alfa de Alfas. — No le agradaba ese sujeto, Jungkook no entendía por qué, mas su lobo estaba muy inquieto y estaba haciendo todo lo posible para no atacar como una fiera salvaje sin control. — Realmente me hubiera gustado estar presente en la reunión, siempre pueden ocurrir inconvenientes.

+++

Jungkook contempló al auto alejarse en silencio mientras inspeccionaba en su mente cada fragmente de aquel encuentro. Pese no haber alejado ni un segundo del sujeto, mandó a que hicieran una revisión general en su mansión y alrededores en busca de cualquier cosa ajena a ellos. Micrófonos, cámaras o incluso drones.

Normalmente les sería difícil capturar imágenes desde el aire porque sus torres de controles que parecían ser meras torres de electricidad, les causaba interferencia a todo lo que quisiera filtrarse, pero nunca podía ser suficiente porque siempre existía algo nuevo en el mundo. Con esa visita tan inesperada, quería correr menos riesgos.

Una vez que le confirmaron que todo estaba despejado, sintió que podía volver a respirar. Miró su reloj, todo aquel asunto tardó más de lo esperado, Taeyong estuvo casi dos horas en su casa. Después de su partida tuvo que esperar otra jora hasta que todo estuvo completamente despejado antes de sacar a los niños y Yoongi del búnker.

Los menos se habían quedado dormidos y aunque esto no era malo, Jungkook se sintió triste. Era injusto que sus hijos tuvieran que estar viviendo con esa zozobra. Estaba seriamente sopesando la idea de atacar al jodido Lezle, pero era demasiado inteligente y escurridizo. No era su único enemigo, había una larga fila de Alfas y manadas que querían tener la posición de los Bul.

Si bien ahora los Mul eran aliados, nunca estarían completamente fuera de peligro. Amaba a sus hijos, por momentos se alegró ante la idea de poder también tener los suyos con Taehyung, pero no quería traer a más seres al mundo para tenerlos así. Sus hijos no tenían vida, tenía miedo que estos no fueran felices. Una vez se dijo que todo eso era solamente hasta que se hicieran adultos y luego pudieran hacer una vida por su cuenta.

Una mentira que le dijo a su cerebro. ¿Cómo tendrían realmente una vida siendo los descendientes de los Bul? Mientras él siguiera en el poder podía defenderlos de todo, pero también los pondría en peligro. Aun si se iban y alejaban de todo, siempre serían Bul. Si alguno de ellos asumía el control, viviría de igual forma en la que él ha vivido toda su vida y no quería eso para ninguno.

Con su corazón apretado, los acostó en sus camas, los contempló por varios segundo para luego darles su bendición y un casto beso en sus frentes. Al salir, permaneció apoyado en la puerta por varios minutos más, lágrimas invadieron sus ojos sin poderlas contener. No era un buen padre, no podría ser un buen padre para los hijos de Taehyung tampoco. ¿Sería siquiera un buen compañero? ¿Era un buen Alfa para ese Theta?

Unos pasos que él reconoció como los de Hoseok le hicieron secar sus ojos rápidamente y caminar en su dirección pretendiendo que todo estaba bien.

— Quiero que me investiguen a Lee Taeyong. No quiero una investigación básica como la que le hacemos a todos los líderes, quiero saber hasta cuándo pestañea y las veces que pestañeó en su vida. Necesito una verificación de cómo un lobo coreano de procedencia desconocida terminó convirtiéndose en el líder de Oceanía.

— De acuerdo.

— Namjoon estará aquí en unas horas, pero yo tendré que ausentarme por algunos días. No sé cuántos en específicos pero mínimo tres y máximo cinco.

— ¿Vas a viajar?

— No hagas tantas preguntas, Hoseok. La vida y seguridad de mis hijos quedará en tus manos. ¿Sabes lo que eso significa? — El peli naranja asintió. — Tengo que irme ya.

Jungkook no recordaba la última vez que condujo a tanta velocidad. Lo bueno de ser el dueño de esas zonas eran que las multas por exceso de velocidad captadas por las cámaras no llegaría y no se filtrarían. Iba casi en modo automático en su cabeza, su mayor prioridad en ese instante era llegar a Taehyung, pero seguía teniendo muchas cosas taladrándole la mente.

Nadie le detuvo el paso a la mansión Mul, cada metro más cerca aumentaba su ansiedad. No estaba seguro en esos momentos de poder cumplirle a Taehyung, estaba lleno de inseguridades e incertidumbres. Aun así, Jungkook no se detuvo o pensó siquiera en darse la vuelta, muy por el contrario.

Namjoon y Jimin lo recibieron en la puerta con evidente preocupación en sus miradas que en nada le ayudaron.

— Aquí tienes, condones especiales para ti. Nuestra farmacéutica dijo que no los sentirás, ya que cambió todo lo que le criticaste después de tu último celo con Seokjin. De tu tamaño y extremadamente resistentes. — Namjoon le extendió seis cajas de doce preservativos. Con omegas en celo o en sus propias rutinas ellos utilizaban un promedio de cinco de esas cajas o menos, pero para evitar que entre dos Alfas las cosas se descontrolaran por la buena resistencia de ambos, el peligris agregó una caja extra. — ¿Realmente los necesitas con Taehyung?

— Sabes que no me gustan las preguntas y hoy menos, no estoy de humor. — Jimi frunció su ceño y antes de que fuera a avanzar, se interpuso en su camino. — ¿Qué sucede?

— Eso te pregunto a ti, si te sientes obligado a cumplir no tienes que hacerlo. Por alguna razón Taehyung anda pidiendo por ti, pero no será la primera rutina que yo le ayudo a pasar.

— Namjoon, dile a tu omega que no se extralimite.

— Mira imbécil, yo no necesito que un Alfa hable por mí. Me extralimito porque ese que está allá dentro es y será eternamente mi Alfa. Tú pareces no estar de ánimos y se entiende, pero dado que ambos son Alfas, es mejor evitar una fatídica situación. Es por eso que estoy hablando directamente contigo, tengo una voz y mi Alfa no necesita hablar por mí.

Los ojos de Jungkook estaban empezando a cambiar de color y Namjoon no sabía si era porque estaba molesto con Jimin o las feromonas de Taehyung lo estaban golpeando. No iba a esperar a descubrirlo, así que tiró de su brazo y lo alejó de su omega con gran fuerza.

— Es mi omega, mi lealtad yace en ti, pero me lo maltratas aunque sea verbalmente y estaré defendiéndolo. — La voz de Namjoon era baja y sus ojos ámbar también se estaban mostrando.

— No tengo problemas con tu omega, ya relájate. — Palmeó su hombro haciendo que Namjoon se controlara, justo en el momento en el que Taehyung aulló llamándolo.

El Theta ya podía sentir la presencia de su Alfa, por ende, lo estaba reclamando y Jungkook no tenía forma de resistirse a eso en ese instante. Sus colmillos se revelaron y sus ojos se tornaron tan rojos como el rubí más puro. Las feromonas del Alfa de Alfas se dispararon y este simplemente entró corriendo desesperado a la casa.

— ¿Qué acaba de pasar? — Namjoon preguntó preocupado mirando a su pareja. — ¿Taehyung lo estaba reclamando? ¿Acaba de aullar exigiendo su presencia?

— Es la primera vez que esto ocurre, estoy tan confundido como tú. — Jimin miró en dirección a la mansión sintiendo la mano del peligris entrelazarse con la suya. — No quiero dejarte ir.

— Tengo que irme, bebé. — Musitó el mayor atrayéndolo a un abrazo. — Hay muchas cosas que hacer, pero te llamaré más tarde para ver cómo estás. Si sucede algo llámame, vendré enseguida.

— ¿Ves que mi novio es la cosita más hermosa? — Namjoon rodó sus ojos y asintió, atrayendo al menor para un beso nada casto, nada dulce. — Vaya, creo que el Alfa me está tentando.

— ¿Lo estoy? — El mayor se encogió de brazos fingiendo inocencia.

— Te quiero a diez kilómetros de mí el próximo mes.

— ¿Temes rogarme que te folle bien duro y termines lleno de cachorros? — Indagó con lascivia y todo Jimin se sonrojó.

— ¿Quién eres y qué has hecho con mi cosita bien portada? ¿Qué es ese lenguaje? — Ambos se carcajearon y el peligris terminó negando, atrayéndolo a un último beso. — Llámame cuando llegues a casa.

— Lo haré.

Jungkook, que había corrido al interior de la mansión, entró casi tumbando la puerta de la habitación de Taehyung. Esta estaba completamente a oscuras, pero la potencia de las feromonas en el aire casi le hizo tambalearse. Cerró la puerta detrás de él y adoptó la vista de su lobo para ver en la oscuridad, encontrándose con Taehyung hecho un ovillo en una esquina de la habitación. Sus ojos se tornaron azules mientras se levantaba y acercaba a él.

Alfa...

¡Doble y última actualización de hoy!
No me maten, sé que seguramente desean otro capítulo pero ya no me quedan deseos o fuerzas para escribir hoy. Debo descansar.
Espero que les haya gustado.
LORED

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro