Capítulo 35

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Taehyung no supo si fue él quien empujó a Jungkook hacia atrás o si fue el contrario quien tiró de él, pero de repente el Alfa estaba recostado en la cama. No necesitaba tiempo para pensar, no pensó en absoluto y casi no le permitió acomodarse correctamente. Solo siguió a su compañero para besarlo de nuevo, acostado encima de él, un muslo entre sus piernas, un brazo por la cabeza de Jungkook, la otra mano sosteniendo su cuello con fiereza, los brazos del pelinegro envolviéndolo por el torso acercándolo más.

No era suficiente y se estaba ahogando. Era un Theta poderoso, pero aun así necesitaba respirar y no lograba hacerlo dentro de ese desordenado beso. Un jadeo abandonó su garganta, pero en el segundo en que volvió a tener aire en los pulmones, sus labios regresaron a los de su Alfa. Duros, desesperados aunque Jungkook pretendiera no estar sintiendo como sus sentidos se entorpecían por momentos al igual que ocurrió en su primer encuentro once años atrás.

El Theta tenía la fuerza para arrastrarlo hacia el estro junto con él, no importaba que a él le restaran aún dos meses para su rutina, todo insinuaba que estaba a punto de entrar en una forzada por la de su pareja.

La espalda de Taehyung se arqueó sin que él se diera cuenta, sus caderas se mueven encima de las contrarias, haciendo salir ese maldito y bendito sonido de nuevo, ese gemido que salía de los labios de su Alfa. Gruñó, intentando evitar que sus caderas se movieran para no desobedecer a quien intentaba mantenerlo en su sitio, pero no pudo. Todo su cuerpo se retorció descontrolado y las manos del pelinegro estaban bajando por su espalda hasta sus caderas sin detenerlo.

— Joder... — Musitó en voz baja, la lengua de Jungkook saliendo y arrastrándose hasta su mandíbula donde dejó un casto beso justo antes de morder sin mucha profundidad.

Sus dientes continuaron surcando su piel, mordiendo su hombro, pecho, zonas no comprometedoras a las que después le pasó su lengua, dándose cuenta de que las heridas cicatrizaban rápido sin pasarle la lengua, mucho más cuando lo hacía. Esto no era demasiado novedoso, para muchos animales esto era así, más los lobos, sin embargo, una vez más notaba que la cicatrización de ellos en los últimos días estaba siendo mucho más veloz.

Desde aquella noche en donde casi acaban con sus vidas, él había estado cicatrizando más pronto de lo normal. Cuando Taehyung encajó sus dientes en su glúteo y luego pasó la lengua, vio como esta casi cicatrizó por completo, lo mismo con la mano que hace un rato mordió, ahora solo una leve marca quedaba. Eso le parecía sospechoso y con justa razón por que, uno de los poderes del Theta radicaba en su saliva, esta ayudaba a que la sanción en ciertas heridas fuera casi instantáneas, otras tardaban mucho más.

¿Por qué Jungkook también estaba sanando aquellas que le hacía a su pareja?

Dos razones, el cuerpo del descendiente de la Diosa Luna tenía una capacidad de curación que casi triplicaba a la de un lobo promedio. Las cuatro fases principales de la cicatrización en él ocurrían a una velocidad que podría parecer inaudita.

La segunda razón, porque aunque en pequeñas cantidades por la ausencia de un lazo físico, desde aquella noche en que hizo el intento de reclamarlo, había mezclado varias de sus propiedades genéticas con él. Entre ellas, mayor reproducción de carga enzimática en su lengua, así como una alteración considerada de sus agentes probióticos. Estas bacterias vivas contribuirían al equilibrio de su flora intestinal y potenciarían su sistema inmunológico.

— Alfa... — El llamado de Taehyung lo sacó de su corta cavilación, admirando su perfecto que contenía solo unas pequeñas líneas rojas, como si minutos atrás él no hubiese enterrado allí sus caninos. — ¿Ocurre algo?

— Solo estoy redescubriendo a mi Theta. — Musitó con una sonrisa que desapareció en cuanto sus bocas se volvieron a unir y él envolvió el eje contrario, mano cálida y apretada.

— Quiero más, esto no ayuda...

— Esto es todo lo que obtendrás por ahora, mi amor. — Sonrió sobre sus labios y algo en el pecho del Theta estalló.

¿Por qué le sonreía así? Dominándolo con dulzura, castigándolo adrede. Presionó su nariz contra la de Jungkook y rio con él, la euforia llenando cada vena de su cuerpo. El pelinegro se inclinó para besarlo. Mientras las sonrisas se apagan, la euforia permanecía, igual de fuerte. Incluso cuando Jungkook apretó su agarre sobre el venoso y latente miembro de su novio. No importaba el ritmo o el castigo, la mente de Taehyung se nubló de placer, todavía se sentía igual de feliz con solo estar al lado de ese maldito Alfa.

Sus caderas se movían contra su puño firme mientras llevaba su mano a escarbar en el pantalón negro, desabrochándolo y liberando al Miembro de Miembros. Se burló en su mente por su tonto pensamiento y luego lo agarró. Pese a la humedad que había estado guardando, se secaba fácilmente con el veloz y potente movimiento de su mano sobre este. La fricción fue casi dolorosa para el Alfa, pero mismo así la disfrutaba, mucho.

Entonces, Taehyung decidió quitar su mano por un momento, escuchando el gemido de su licántropo, sintiéndolo retorcerse necesitado. Pero cuando llevó esa mano, con la palma abierta a los labios del pelinegro, la comprensión comenzó a destellar en aquello ojos rojos.

Sacó su lengua para lamer la palma contraria y de paso, hizo lo mismo con sus caninos, viendo la emoción dibujada en el rostro del peliblanco que presionaba su piel contra sus colmillos. Lo escuchó gemir bajo, él realmente disfrutaba de todo lo que pudiera ser agresivo, pero del modo más sensual que jamás había visto.

El deslizamiento se tornó un poco más resbaladizo la próxima vez que Taehyung envolvió sus dedos alrededor del eje del Alfa. Gimiendo y en una imitación, Jungkook rápidamente soltó el pene del menor para llevar la mano a su trasero, embarrándola de su esencia para luego devolverla y acariciarlo un poco más rápido, perdiéndose ambos en el sentimiento.

— Estoy a segundos de desgarrar tu maldita ropa. — Murmuró Taehyung. — Quítatela.

— Desgárrala, amor, sé que lo disfrutas. Nuestras ropas están hechas para ser desgarradas, muy diferente de las de los humanos. — Los ojos del Theta brillaron más si es que esto era posible, sacó sus garras relamiendo sus dientes y comenzó a desgarrar todo el exceso de tela. — Ven aquí, quiero besarte.

Gracias a que ahora lubricaba, Taehyung ni siquiera sintió cuando dos dedos se deslizaron en él, el mayor no podía llegar tan profundo desde ese ángulo pero estaba bien. Se estaba dado cuenta que, pese a su desesperación inicial, solo con estar en compañía de Jungkook, el hambre de su rutina mermaba, disfrutaba a cualquier ritmo.

— ¿Crees que necesites un tercer dedo?

— Solo te necesito dentro de mí, acaba de follarme de una vez. — Dicho esto, quizás por la mirada que el pelinegro le dio, se apretó alrededor de los dedos que estaban siendo retirados.

El vacío físico que sintió no era nada nuevo, pero al mismo tiempo, la necesidad que acompañaba a ese vacío era ahora más fuerte que nunca con nadie. Él tocó fondo en más de una ocasión, quizás con dos o tres Alfas sin contar a Jungkook, pero con él todo se sentía diferente. A él lo ama, a él desea reclamarlo, desea ser suyo en todas las formas existentes.

Vio a Jungkook hurgar en los restos de su pantalón, tomando una de las cajas que Namjoon le había entregado horas antes y que no le estaban gustando ver. Agarró el paquete de condones y lo tiró al suelo, el pelinegro tomó otro y él repitió la misma acción.

— No quiero...

— Amor, así la posibilidad sea ínfima, puedes salir embarazado, que estés lubricando quizás es una mayor prueba de eso. Podrías quedar en cinta si no lo usamos. — Mencionó Jungkook con calma.

— No me importaría si es tuyo.

— A mí sí, no podemos ser padres ahora.

— Ya tú eres padre, ¿no quieres tener hijos conmigo? Tú mismo dijiste que te gustaría. — En el aire se percibía su molestia, el cambio en su aroma así se lo dejaba saber al pelinegro que se aferraba a su espalda.

— Me encantaría que tuviéramos cachorro, pero ahora mismo, eso es un gran riesgo. Mira como viven ya mis hijos, siempre escondidos, no tienen una vida y constantemente están corriendo peligro. Lezle y el resto de nuestros enemigos siempre buscan los puntos más vulnerables por los cuales puedan atacarnos. ¿Realmente crees que es un buen momento para plantar mi semilla en ti?

En medio de la bruma las neuronas de Taehyung volvieron a conectar, era cierto que se encontraban en el peor momento para concebir. Ni siquiera sabía bien por qué estaba tan molesto cuando él mismo no estaba listo para ver su barriga crecer como la de un Omega. Toda su vida se consideró un Alfa y creyó que, a la hora de tener descendencia, terminaría apareándose con un Omega. No comprendía por qué ese súbito deseo de tener hijos con Jungkook.

— ¿Puedo pedirte algo? — Preguntó viendo al pelinegro relajar su semblante.

— Dime.

— Reclámame, permíteme reclamarte. — Los ojos de Jungkook se ensancharon, casi negó, pero el peliblanco lo besó para callarlo. — Sé lo que todo eso conlleva, no bajaríamos nuestros rangos, quiero verte llevando mi marca, llevar la tuya y no esconder más que somos pareja.

— Esta es tu rutina hablando. — Sonríe y los ojos de Taehyung se cristalizan, pero no vuelve a insistir, solo se lanza a besarlo con necesidad, demandante.

Jungkook frunció su ceño cuando toda su espalda fue arañada, algo en contraste con los besos que estaba recibiendo. A ciegas palpó nuevamente su pantalón, tomando un tercer paquete que abrió y pasó a desenrollar en su viril miembro. Una vez que los ojos de Taehyung se encuentran con los de compañero, vio que había tanta emoción en ellos que era difícil para él analizarlo, descubrir exactamente qué estaba sintiendo Jungkook en ese momento, después que le pidiera reclamarse mutuamente. No sabía todo lo que había en ellos, pero sí vio deseo y amor, dos emociones que podía reconocer en ese momento y eso era suficiente. Más que suficiente.

Fue el peliblanco quien alcanzó el pene contrario una vez que el Alfa lo soltó, enderezándose con una mano apoyada en el pecho de Jungkook, pasó a colocar la punta justo en su entrada. No empujando, solo bromeando, dejando que el glande se enganchara en su borde. Sin embargo, por la forma en que el pelinegro gimió valía la pena burlarse obviando su propia necesidad, hubiera seguido burlándose mucho más si no hubiese estado tan desesperado.

Entonces, dejó que la punta se abriera paso en su interior, podía estar lubricando algo, pero aquello dolió y le gustó. Jadeando y apretando, fue soltando el eje, colocando su otra palma sobre el pecho de Jungkook, hundiéndose lentamente, hasta el final. Era delicioso sentir la presión en sus caderas por las manos contrarias, elevar sus párpados y ver al Alfa mordiéndose su labio inferior con tanta fuerza que podría llegar arrancárselo. Ese sería un gran desperdicio, pero no hizo nada para detenerlo, no cuando su cuerpo se debatía entre el frío y el calor.

— Fin de la condescendencia... — Exclamó Jungkook sacando sus colmillos. — Vamos a dejar salir el Alfa que deseas. — Dijo casi con brusquedad, inclinándose para comenzar a atacar su cuello, lamiendo una raya hasta la oreja, mordiendo el lóbulo de la misma, provocando que Taehyung jadeara.

Jungkook gruñó en voz baja y no fue hasta entonces que el Theta se dio cuenta de que estaba lamiendo el mismo punto de su cuello repetidamente. Sus ojos se abrieron, pero no lo detuvo. De hecho, le dio la bienvenida a la idea de que lo mordiera, lo deseaba. ¿Cómo funcionaban realmente las mordeduras de apareamiento entre un Alfa y un Theta? Seguía siendo incierto, mas no le importaba.

Al Jungkook abandonar su interior su trasero volvió a cerrarse a gran velocidad, ni siquiera restaba mucho lubricante, pero volvería a estirarse un poco más, si recibiría su nudo posiblemente tendría que prepararse un poco más ahora que lo pensaba cabalmente.

En el cuarto dedo, los muslos de Taehyung estaban temblando y estaba tratando deliberadamente de mantenerse alejado de su próstata bajo la atenta mirada del Alfa que por momentos lo asfixiaba como sabía que disfrutaba. Estaba seguro de que podría correrse así. El pelinegro todavía no había cedido en morder, solo lamer y chupar cualquier piel que pudiera alcanzar.

El menor empujó los cuatro dedos dentro de él, haciendo un gemido bajo en la parte posterior de su garganta por la acción. Jungkook se dio cuenta y detuvo su asalto al hombro contrario.

— ¿Solo cuatro? Sé que puedes hacerlo mejor que esto, Theta. — Murmuró burlonamente. Apartó la mano del peliblanco y la reemplazó con la suya. — Mi nudo es tan grande como mi puño, ¿no? — Preguntó acaloradamente, mordisqueando la oreja de su Theta.

— A-Alfa... Qué estás-n-no... — Si bien el único nudo que había tenido fue el de Jungkook cuando estaba en un plano en el que ni siquiera parecía sentirlo, ver sus nuevas intenciones lo exaltaba.

Una mezcla de miedo, anticipación, lujuria y agradecimiento interno por ver al Alfa que estaba esperando. Amaba cada lado de Jungkook, pero ir contra los deseos de su Theta interior era complicado.

Gimió cuando el mayor insertó fácilmente tres dedos largos, llegando más profundo de lo que él era capaz de hacer por su cuenta pese a que sus dedos eran más largos. Insertó un cuarto, pero su expresión se volvió animal cuando empujó su pulgar hacia adentro también. Se lamió los labios y empujó su puño más profundamente en Taehyung, quien soltó un fuerte gemido.

Gracias a nueva secreción del Theta, fue más fácil abrirlo y probablemente mucho menos doloroso. Una vez que tuvo toda su mano adentro, el borde de Taehyung temblando y latiendo alrededor de su muñeca, decidió moverse. Pudo ver las garras contrarias perderse en el colchón, evidenciando que posiblemente tendría que comprar uno nuevo después de ese estro.

Sus ojos se iluminaban más y sus caninos salían como si estuviera molesto, listo para atacarlo, en cambio, solo una desfigurada sonrisa aparecía en su rostro. Sacó un poco la mano y luego la volvió a meter completamente, besando, mordiendo y lamiendo el muslo elevado. Continuó esto hasta que Taehyung estuvo lo suficientemente suelto como para tomar su puño follándolo más rápido y más fuerte.

— Mírate, ¿cómo puede ser mi Theta tan sucio? ¿Cómo le puede gustar tanto al hombre de mi vida esta agresividad? — Jungkook gruñó mientras movía su puño más rápido, ruidos húmedos y sofocantes provenían de cada empuje, inmovilizándolo siempre que intentaba moverse. Era fascinante ver el goce en sus ojos, como si finalmente estuviera recibiendo todo lo que deseaba.

Las mejillas del más joven ardieron de cierta vergüenza que muy en el fondo le divertía y la excitación se acumuló en su estómago ante las palabras de su Alfa, pero asintió de todos modos. Se sentía increíble, podía sentir las yemas de los dedos contrarios rozar y curvarse dentro de él.

— Yo n-necesito... — Fue Jungkook quien habló esta vez con voz ronca, cuando Taehyung lo miró, notó como sus ojos rojos estaban cristalizados, sis caninos revelándose.

— ¿Estás en estro? — Taehyung preguntó con dificultad y el otro asintió, era horrible el dolor que repentinamente lo azotó.

— ¡Duele demasiado ...! — Gruñó Jungkook. Lentamente sacó su puño y se colocó entre sus piernas. — ¿Puedo? ¿Puedo p-por favor? — Rogó mientras agarraba su Miembro y la presionaba contra la entrada de su Theta.

El peliblanco clavó sus uñas en el hombro contrario mientras el mayor se inclinaba para besarlo. Ambos gimieron en lo alto de su garganta y al unísono cuando comenzó a empujar. Tal cual deseaba y le había pedido, no iba a ser gentil y Taehyung lo sabía. Se mordió el labio inferior mientras su novio empujaba más profundo, hasta que estuvo completamente sentado dentro de él.

— Joder ... Joder finalmente... — Dejó escapar el Theta.

Jungkook respiró y movió las caderas en un delicioso vaivén. No podía creer la forma en que se ajustaba una vez más a él, tan único. La mezcla de calor y frío en su interior, la humedad natural que ahora tenía y lo apretado que estaba, lo mucho que el contrario se afincaba alrededor de su miembro. Las uñas del Theta se hundieron más profundo en su piel y le hicieron sangrar, pero no se atrevió a preocuparse. No tenía la capacidad de ser paciente. En cambio, comenzó a golpearlo desesperadamente.

Según el resonar de sus pieles chocando, los gemidos y chasquidos comenzaron a empañar la habitación, la cordura de Jungkook desaparecía, mirando continuamente el cuello de su pareja. Lo único que le hizo volver a la realidad, fue el hormigueo sobre su miembro, retirándolo rápidamente y quedándose completamente perplejo.

No sabía de qué exactamente estaba formada esa sustancia que del Theta emanaba, pero la que fuese, disolvía en su totalidad el condón, dejando solo el elástico más grueso pegado en la base. Estaban en grandes problemas, pero la urgencia del pelinegro que se volvió a penetrar sin admitir quejas, le dejaba el razonar muy difícil. Su paso se hizo más rápido, las bofetadas de piel resonaba con fuerza en sus oídos y el llamado de su compañero fue todo lo que se necesitó para que su lobo y él volvieran uno.

Taehyung tenía gotas de sudor que le corrían por la cara, su boca abierta. — M-Mierda... — Él gimió ante las fuertes y profundas estocadas. — ¡A-Alfa! — Jadeó cuando su cuerpo se sacudió hacia arriba.

Lo resbaladizo de su interior facilitó que su novio lo embistiera, cada empuje profundo lo hacía temblar y poner los ojos en blanco. Pensó que Jungkook había sido rudo la última vez, pero esta vez estaba siendo brutal, su Theta se estaba sintiendo satisfecho con su potente forma de hacerle el amor. Porque no importaba cuán lasciva fuera su mirada, lo burdo de sus palabras o lo fuerte de su trato, ese Alfa le estaba haciendo el amor.

— ¡Maldición! — Gritó con saliva escurriendo de sus labios, lágrimas de sus ojos. — ¡Maldición! — Se quejó y esto hizo que Jungkook se retira de inmediato sin importarle su necesidad de continuar.

— ¿Qué fue eso? Eres un gran Theta que andaba pidiendo fuerza... ¿Vas a gemir como un Omega ahora? — Los ojos de Jungkook estaban salvajes, y sonrió con arrogancia ante el más joven. — ¿El pene de tu alfa es tan bueno?

— No, solamente me estaba quejando porque no te sentía. ¿Desde cuándo tu resistencia y miembro se siente menos que la de un Omega? Jimin folla mucho más potente que esto.

Los ojos de Jungkook se ensancharon, sus colmillos salieron en su totalidad y sus garras se mostraban, perdiéndose en las sábanas cerca de la cabeza de Taehyung. La baba de su rabia caía en su boca, ahí estaba. Por mucho que él intentara molestar y provocar al Theta, desde el comienzo este siempre sabía qué tecla tocar para hacer que se saliera de sus cabales. Debía darle un puto premio en provocación.

— En tu vida vuelvas a mencionar a otro mientras estás conmigo. — Espetó Ahorcándolo, atrayéndolo fuertemente hacia él para penetrarlo con brusquedad, yendo más allá de su próstata. Con su mano libre le presionó fuertemente su barriga hasta que ambos sintieron como presionaba su propio miembro desde el exterior. — Te haré llorar y lloriquear hasta que te haga un nudo, Theta. Hoy serás tú el que recuerde que es totalmente mío.

Fácilmente volteó a Taehyung y se paró detrás de él. Por un momento, el peliblanco se asustó, tal vez había ido demasiado lejos y ya no sabía qué decir. El jalón en su cabello lo hizo gritar, tuvo que elevarse solo con Jungkook detrás de él.

— Eres jodidamente mío, Kim Taehyung. — Gruñó en su oído. — ¿Necesitas que te quiebre para reconocerlo? Entonces prepárate, mi amor. — Lamió rápida y grotescamente su oreja. — Inclínate para mí.— Volvió a gruñir colocando su mano entre los omóplatos del Theta, empujando la parte superior de su cuerpo hacia abajo hasta que estuvo apoyado completamente en la cama, solo su trasero en el aire.

Solo entonces liberó su pelo y llevó la otra mano a su trasero, golpeándolo con fuerza, acariciándolo suavemente antes de voltear a nalguearlo y por último inclinarse a morderlo sin pasar su lengua para agilizar la cicatrización. Se retiró en su totalidad de su interior y atrapó su cintura.

— ¿Q-qué estás-? — Se atragantó, sin esperar que Jungkook empujara adentro tan repentinamente. Se aferró al colchón para salvar su vida porque creyó que se iría contra la pared de cabeza mientras el pelinegro recuperaba su ritmo anterior y comenzaba a embestirlo. — ¡O-Oh joder! Mmm... ¡Ese es mi Alfa, mierda! K-Kook... ¡Ah! ¡M-más-!

El nombrado gruñó, el sonido hizo que Taehyung saltara en su sitio por lo profundo y animal que había sonado. Sintió a Jungkook agarrar su cintura e inclinar sus embestidas. Podría jurar que su visión se volvió blanca y los dedos de los pies se curvaron. Dejó escapar un grito tembloroso mientras Jungkook empujaba más y más fuerte.

—- ¡Oh, joder, joder, joder! — Nunca en su vida había dicho la palabra joder tan seguido y tantas veces, nunca había maldecido tanto, pero la situación no le dejaba otra salida. — ¡Justo ahí! Mierda... ¡N-no pares! — Gritó, cerrando los ojos con fuerza.

Fue solo entonces que se dio cuenta de que Jungkook se estaba estrellando contra él con tanta fuerza que sus pies dejaban la cama por el impacto, atravesándolo efectivamente, haciendo que aumentara la fricción contra su propio pene, casi tan apretado como si estuviera entrando en alguien más.

¿Cómo no se había dado cuenta de eso? Pensó tardíamente. Se sentía como si literalmente le estuvieran jodiendo el cerebro, su mente trabajaba más lento de lo habitual y sus sentidos se embotaban. Todo parecía demasiado, pero no suficiente. No se atrevió a quitar las manos del colchón, ya que era lo único que impedía que su cara se aplastara contra la pared, pero quería desesperadamente mirarlo, ver su rostro.

El alfa seguramente nunca había sido tan rudo con nadie más, y el pensamiento hizo que Taehyung se hinchara de posesividad y orgullo. Entonces, ahí estaba... Gimió cuando sintió que el nudo de su pareja comenzaba a golpear su entrada con cada embestida.

— Mi amor, maldición, déjame mirarte... N-No quiero que me anudes así. —Jadeó cuando Jungkook dio unas últimas y duras embestidas antes de retirarse obedientemente a pesar de todo.

— Joder, si tan solo pudieras verte a ti mismo ahora, Tae. — Jungkook sonaba sin aliento. Extendió la mano y abrió las nalgas del Theta para tener una mejor vista de su entrada usada con cariño y rudeza. — Incluso estás apretando los puños por nada, no estoy haciendo nada en estos momentos. Quiero ver la misma fortaleza que tuviste para hacerme el amor días atrás o para que tuvieras aquellos de mencionar el nombre de otra persona en mis brazos. — Espetó rozando su anillo de carne. — Apuesto a que está tan jodidamente sensible aquí. — Murmuró.

Taehyung apenas había abierto la boca para responder, pero luego el Alfa se estaba inclinando para lamiendo su borde. Todo su maldito cuerpo se estremeció, jadeó y sus rodillas se doblaron ante el músculo caliente que probaba su entrada, absorbiendo todo lo que podía.

— ¡K-Kook para-! ¡Yo-yo soy ahh! ¡Me correré así si no te detienes-! — Gritó cuando los caninos de Jungkook rozaron contra su borde burlonamente.

— Si no te conociera mejor, diría que estás lloriqueando como una indefensa criatura en celo. Eres un gran Theta que estaba burlándose de mí, estás en tu rutina y durante unos días, podrás correrte bastante. Así que aguanta, mi amor. — Gruñó divertido.

Taehyung se mordió el labio y negó con la cabeza rápidamente. Aun así, su Alfa siguió adelante. Se inclinó sobre su cuerpo, mordisqueando, chupando y lamiendo cualquier piel a su alcance.

— Mentiroso que finge no dar más. Mírate, eres tan bueno y te quedas quieto mientras el alfa te cría, dispuesto a aparearte y ser reclamado por el único licántropo al que podrías pertenecerle en tu vida. — Respiró acaloradamente contra su cuello.

El Mul no pudo soportarlo más. No le importaba si Jungkook tomaba represalias o no por desobedecerle. Se alejó y rápidamente se dio la vuelta, empujando al alfa sobre el colchón de espaldas. Jungkook mostró los dientes, pero sin embargo permitió que se sentara a horcajadas sobre él.

— Todavía soy un Theta en el mismo lugar de la jerarquía que tú. Rogaré, lloraré y gemiré sin contenerme, pero de ninguna manera soy un omega o una indefensa criatura. — Gruñó abriendo sus piernas, entrando en Jungkook sin más preparación que el propio lubricante que llevó de su trasero al del contrario.

Estuvo un poco avergonzado por momentos, Jungkook realmente lo redujo, mas bastaba mirar a los ojos para notar que pese a sus palabras ahí seguía habiendo amor y respeto, algo que le encantaba de ese Alfa. El pelinegro lo miraba casi desafiante con ojos rojos y pupilas hinchadas. No apartó la mirada ni cerró los ojos incluso cuando Taehyung lo empezó a penetrar con fuerza, yendo sin perderse a su próstata. Escupió en su entrada, si le había causado alguna herida por la intrusión sanaría, mas no se detuvo, no hasta que los gemidos del pelinegro se hicieron sonoros y este lo apartó invirtiendo posiciones.

— ¿Te he dicho que me encantas? — Musitó Jungkook sobre sus labios, justo antes de que el peliblanco lo tumbara y volviera a subirse en él, esta vez, autopenetrándose, hundiéndose hasta que estuvo completamente sentado.

Jungkook gimió en voz alta, su cabeza cayendo hacia atrás por el placer. Sus manos alcanzaron automáticamente su cintura para sostenerla cuando el menor comenzó a girar sus caderas.

— Muchas veces, pero no tienes que decírmelo para que lo sepa, puedo verlo en tus ojos aunque te hagas el duro, Alfa. — Sonrió besándolo. — Mueres por este Theta y el día que no sea así, te desgarraré tu garganta.

— Siempre tan agresivo. — Se carcajeó Jungkook y el contrario se le unió.

Taehyung comenzó a rebotar. Hizo todo lo posible para igualar el ritmo de Jungkook antes y estaba complacido de ver la forma en que sus movimientos estaban afectando al alfa.

— Un Theta tan bueno, devorando mi miembro así, joder- — Las palabras parecían salir solas de la boca de Jungkook, estaba demasiado perdido en la intensidad en que le hacían el amor, por no prestó mucha atención al filtro de cerebro a boca.

Sin embargo, fue sacado de sus pensamientos cuando Taehyung se apretó a su alrededor, gimiendo fuertemente y sus muslos temblando. Los ojos de Jungkook se abrieron al darse cuenta y sus labios se curvaron en una sonrisa. Comenzó a embestir al Theta, encontrándolo a mitad de camino y forzándose a sí mismo más profundo.

— ¿Te gusta estar abierto así? ¿Ser jodido y lloriquear como un lobo en celo?— Llevó una mano a su cuello y lo atrajo, besando, escupiendo su boca antes de volver a besarlo y sentir aquella obscena batalla de sus lenguas. Su estómago se retorció de placer cuando vio a Taehyung gritar, su paso flaqueando ante sus palabras. — Eres impresionante, amor.

Taehyung sonrió entre sus besos, no importaba cuan rudo o vulgar Jungkook quisiera ser, siempre tendría palabra o gestos dulces hacia él. No podía negar que esa era una de las cosas que lo habían enamorado.

El pelinegro miró entre ellos, al pene rojo casi púrpura de Taehyung que se balanceaba con cada embestida. Lo tomó y frotó su pulgar sobre la punta, sin detenerse incluso cuando el peliblanco gritó y su cuerpo trató de alejarse del abrumador toque.

— Mi amor... ¡A-Alfa joder, voy a correrme! — Advirtió desesperadamente, deteniendo sus rebotes.

— ¿Es lo mejor que puedes hacer? ¿Toco tu pene una vez y estás listo para estallar? — Gruñó y les dio la vuelta para estar una vez más arriba. — No puedes correrte hasta que te haga un nudo, Theta. — Ordenó mientras empujaba dentro de la ahora enorme entrada.

Taehyung se atragantó, sus manos luchando para encontrar algo que agarrar. Podía sentir la baba corriendo por un lado de su cara y gimió alto en su garganta cuando su Alfa tiró de él por las caderas para tener un mejor ángulo. El nudo de Jungkook estaba creciendo rápidamente y, ciegamente, extendió la mano para colgarse de los hombros como palanca mientras lo embestían.

— Te voy a anudar, mi amor... Te voy a hacer un puñetero nudo, Tae. — Jungkook gimió perdido en un abismo de placer, sus caderas chocando salvajemente contra el Theta. — Por la Diosa Luna, ¡te amo!

Fue solo cuando su nudo se hizo lo suficientemente grande como para unirlos que se corrió poderosamente, derramándose dentro de su Theta. Era como si le hubieran limpiado la mente, no recordaba haber tenido un orgasmo que le hiciera no recordar ni siquiera su propio nombre. En su ciego placer, se inclinó y sin pensar en todas las razones por las que no debería, hundió sus dientes en el cuello de Taehyung.

La boca del peliblanco se abrió en un grito silencioso, todo su cuerpo temblaba y convulsionaba cuando se interpuso entre ellos. Frío, calor que lo quemaba, brisa que volvía a calmarlo. Las caderas de Jungkook se presionaron al ras contra su trasero, tratando de enterrar su miembro y meter su nudo más adentro por instinto. Hizo que el menor gimiera entrecortadamente por la sobre estimulación, especialmente cuando Jungkook se agachó y envolvió su mano alrededor de su nudo y apretó.

Sacando los dientes del cuello de Taehyung, mientras continuaba apretando su nudo, lamió su mordida y lo miró. — Podría morir y volver a renacer por ti, Kim Taehyung, te pertenezco desde nuestro primer encuentro. Te amo... — Mencionó estas últimas palabras mirándolo a los ojos antes de cerrar sus párpados y ofrecerle su cuello. — Reclámame.

Con sus ojos cristalizados relamió sus caninos, eliminando la distancia hasta lamer esa zona de su cuello donde días atrás mordió sin autorización.

— Nos pertenecemos y yo también te amo. Moriría y renacería solo por ti. — Musitó antes de abrazarlo y clavar una vez más sus dientes en el cuello del Alfa de Alfas, reclamándolo.

Bien tardes para muchas que seguramente están dormida y lo verán al despertar, pero... ¡Doble actualización! La segunda parte del capítulo pasado.
Menos mal que lo dividí porque realmente me excedí.
Creo que después de esto algunos dejarán de leer la historia y puede que hasta me dejen de seguir.🙈😂 Pero bueno, la imaginación cuando realmente empieza, ni cómo pararla..

En fin, espero que lo hayan disfrutado, a pesar de mis excesos y todos los errores que puedan llegar a encontrar porque ahora mismo ni aunque relea los voy a encontrar..
LORED
💜🐺💜

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