Capítulo 53

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Todo a su alrededor continuaba luciendo irreal, pero a su vez, era tan verdadero que no le cabía la menor duda, se encontraban frente a la Diosa Luna. Una vida creyendo que era pura superstición y ahora verdaderamente era testigo de ello. Realmente estaban en un mundo tan cerca y lejos de los seres vivos que le parecía sorprendente el hecho de que nadie hubiese hablado de eso antes, aunque comprensible, suponía que no cualquiera lograría llegar.

— A mí llega quien yo permita o realmente lo merezca... — Pronunció con voz firme y suave a la vez. — Puedo saber lo que estás pensando.

— Se supone que yo soy tu descendiente, quien merecía o debía entrar en este lugar. — Jungkook lo miró frunciendo su ceño, no entendía esa forma de expresarse de su pareja, mas un apretón de mano bastó para que se relajara. — Lo amo y confío en él con mi vida, no obstante, hay cosas que no entiendo. ¿No hubiera podido hacerlo sin mi alfa? Es decir, entrar aquí. Tuvimos que mezclar nuestras sangres cuando fue hace poco que nos unimos.

— Justo por eso los dos pudieron entrar, necesitaste tu sangre mezclada a la del destinado que tú personalmente escogiste. Como descendiente hubieras podido abrirla solo, pero dejaste de ser único en el momento en que lo escogiste, te fusionaste con él al crear un vínculo completo que se mantiene latente en ti. Si estuvieran separados irrevocablemente o tú soltero, incluso si hubieras tenido a tu alfa destinado por mí, podrías haber accedido solo con tu sangre.

— Sigo sin comprender. — Espetó el peliblanco viendo la sonrisa en aquella mujer.

Los ojos de la diosa se movieron de su descendiente a su acompañante. Sin decirles nada, se dio la vuelta para sentarse en una gran piedra blanca. Ninguno esperó que sus cuerpos fueran elevados al aire, acompañados de la mujer peliblanca que elevó incluso la piedra en donde estaba sentada. Suspendidos en el aire, ambos se quedaron mirándose fijamente. Los latidos de sus corazones por los nervios eran ensordecedores, mas no lo suficiente como para que perdieran la concentración.

— Miren a su alrededor más allá de ustedes mismos. Incluso en este mundo espiritual que he creado para que mis hijos puedan reunirse de cierta forma una vez que dejan el plano terrenal, es necesario que haya dos bando creando uno solo. Todos los elementos se unen en algún punto y, aunque la existencia de ellos por sí solos es probable, terminarían extinguiéndose si no se fusionan. Los doce elementos esenciales se necesitan, porque la tierra no puede vivir sin el agua, el aire, el fuego... Aunque parezca que uno daña o pone en peligro al otro, cosa que es cierta, si coexisten, grandes maravillas suceden. Como la Luna y el sol que no se pueden unir, pero que juntos ayudan a la vida en La Tierra.

La forma en que un lado de ese mundo espiritual se juntaba con otro, la zona del fuego se pegaba a la del agua y esta a su vez a la tierra, éter e incluso el aire que llegaba a todos. Tan separados como juntos.

— Balance... — Habló Jungkook y la diosa sonrió.

— Exactamente, eso es lo que me cautivó de este mundo. Ponía en práctica de la forma más hermosa el balance que puede haber en todo el universo. Ustedes dos por separados, son poderosos, pero juntos, son tan letales como vivificantes. Pueden quitar y dar vida, son de muchas maneras el balance del mundo actual, principalmente para los lobos y licántropos. Su unión ya está desatando una guerra, pero también traerá la mayor estabilidad y paz que he visto en años si lo logran.

— ¿Si lo logramos? ¿No estás segura de nuestro futuro? — Taehyung se mostraba incrédulo, ella estaba supuesta a darles alguna respuesta.

— Yo veo el futuro de todos desde antes de nacer, no obstante este es subjetivo y puede cambiar dependiendo de las acciones que tomen ustedes u otros. Muchos se desvían del destino trazado, son el vivo ejemplo, no estaban supuestos a estar aquí, mucho menos juntos. — Comentó haciéndoles descender lentamente. — A ti te di a un omega, a ti... — Miró fijamente al peliblanco. — Te di un alfa que no es este que has escogido. Desde la creación de mi primer Theta y lobo, eres el segundo que se queda con su pareja elegida sin que esta también sea la destinada por mí.

— Me dijo aquella vez que cometió un error con nosotros. — Murmuró Jungkook y ella asintió sonriente.

— Una vez te dije que cometí un error con su destinado, — señalaba a Taehyung mientras se acercaba para estudiar las marcas en sus pechos. — Permíteme retractarme una vez más. Ahora estoy completamente segura que no erré. Fue la decisión correcta porque solo bajo presión, con dolor y fuerza se forman las piedras más preciosas, las criaturas más hermosas y el amor más puro. Ninguno hubiera luchado o compenetrado tanto si simplemente hubieran nacido destinados, no ustedes. Mi descendiente se hubiera aburrido y tú te hubieras sentido inconforme, renegando de tu planeada vida. Se escogieron, nadie más interfirió en ello. Ustedes son su propia creación.

Por unos segundos, no hubo nada más que silencio y miradas cómplices por parte de todo. La pareja estaba en cierto punto feliz con esas palabras y, de no haber estado ella presente, lo más probable es que estuvieran besándose, abrazándose.

— Dijo que estamos unidos en más de una manera...

— Fuego y Agua fueron las primeras manadas en separarse, en volverse independientes, las primeras en abandonar el ártico. Sus ancestros sin notarlo intentaron unirse, revertir tanta guerra y separación, pero no pudieron lograrlo. En cambio ustedes sí lo hicieron, han unido sus cuerpos, corazones y almas, pero también ya han unido a sus manadas de cierto modo. En un futuro pueden guiar a la unificación de todas las manadas aunque sigan independientes.

— Ahora mismo, con Lezle respirándonos en la nuca todo el tiempo, eso está un poco difícil. — Espetó Taehyung resoplando.

— Ustedes, su amor y todo lo derivado de este, jamás lo tendrán todo fácil. Todo lo que logran o alcanzan, tiene una larga cola de dolores, sacrificios que ni siquiera yo les puedo evitar.

— Nos creó, puede acabar con todo esto en un abrir y cerrar de ojos.

— Si yo intervengo, el equilibrio al que este planeta ha llegado se desestabilizará por completo y aquello que estaba supuesto a ocurrir, no sucederá, podría incluso volverse peor. Las repercusiones en todos los seres vivos no serían ni regular. Además, son mi creación, si mi mano entra en juego en el mundo terrenal, podría extinguirlos en vez de ayudarte. Los dejé de cierta forma a su suerte porque mi dolor no me permitía acabar con todo ese mal de raíz, mis sentimientos por todos ustedes, incluyendo a Lezle, son demasiado fuertes. Cualquiera que sea el resultado, ganen o pierdan esta batalla, debe ser algo que ustedes solo hagan.

— ¿Entonces para qué le dijiste que debíamos venir aquí? — Preguntó Taehyung molesto. — De qué sirve todo este viaje y toda esta mierda si no cambia absolutamente nada. Hablar contigo es como escuchar algún sermón cualquiera que no nos aporta nada, sin respuestas, sin un resultado claro, sin nada.

— Tae... — Jungkook llamó, pero por un segundo el Theta solo elevó su mano para que le diera un poco de espacio. Se había molestado, no quería descargar su enojo en él.

— Los hice venir porque si bien no intervendré directamente, quería que se encontraran, que fortalecieran su vínculo y despertaran sus poderes para poder enfrentar todo lo que está por venir. Una vez que regresen al plano terrenal, sus problemas también lo harán, sus obligaciones y, para poder combatir, necesitan terminar de ser uno en mente, en alma. Individualmente, el Bul contará con una actualización a su propio ser gracias a su unión contigo, más estando aquí. — Elevó sus manos señalando todo el lugar. — Lo mismo ocurrirá contigo. Aunque no será de forma exprés, sus cuerpos comenzarán a variar y debo aclarar que sus instintos también se volverán más salvajes.

— ¿Más?

— Sí. Han adoptado muchas cosas de los humanos, se han acostumbrado a vivir de cierta forma sus vidas, pero están lejos de ser similares a ellos. Verbi gratia... Su fuerza, velocidad, visión y sus básicas cualidades físicas mejorarán. Sin embargo, deberán aprender a controlarlas, ambos. Porque como bien dije, pueden ser vivificadores, pero también pernicioso, mortal.

— ¿Esos son los poderes que tendremos? — La diosa miró confundida a su descendiente, dándole un asentimiento un poco retraído. — No sé, pensé que íbamos a poder mover el agua con la mente, escupir fuego, lanzar a las personas por los aires. No sé, algo un poco más sobrenatural, esto es un poco... ¿Aburrido y decepcionante?

Jungkook estaba luchando por contener su risa, era tierno y divertido aquello que Taehyung acababa de decir después de haber estado tan molesto minutos atrás. Esperaba que dijera cualquier cosa, pero justo ese comentario lo hacía ver demasiado lindo.

— Con los cambios que tendrán, verán que más que suficiente. Tienes más poder de lo que la mayoría de las personas o licántropos tendrían, incluso que el resto del reino de Animalia. — Dando un paso hacia atrás, aquella mujer elevó el agua de aquel lago para que esta la trasladara hasta fuera del oasis, divirtiéndose con la mirada que le daba Taehyung, con sus pensamientos. — Sí, estoy alardeando de esos poderes que esperabas.

Dicho esto, lanzó todo el agua que la envolvía hacia ellos acompañada de fuego y una fuerte ráfaga de viento. El suelo tembló, se cuarteó tan rápido que ninguno tuvo tiempo de gritar siquiera cuando se abrió haciéndolos caer como si fueran a una dimensión mucho más profunda. Sobre ellos se creó una enorme cúpula con la unión de los doce elementos que no les permitía ver el exterior, mas eso no impidió que escuchara la voz de la diosa.

— Sé que seguramente los Tau prepararon todo para cuando salieran de aquí, pero no tendrán mucho tiempo para ello y necesitarán privacidad extrema para fortalecer su vínculo, no hay lugar mejor que este mundo espiritual, ni siquiera yo podré saber lo que ocurre. No tengan miedo, solo sigan su camino. — Aquella voz parecía un eco muy lejano. — Cuando salgan, yo ya no estaré aquí. Serán guiados por sus instintos a la salida de este mundo una vez que hagan su pago. — Pudieron sentir su sonrisa sin necesidad de mirarla y, aunque ninguno dijo nada esta les transmitió una gran tranquilidad. Sabían que había muchas cosas por venir, pero estaban seguros, tranquilos. — Estoy feliz de haberlos conocido en persona, vivan, ámense.

La voz que les hablaba desapareció al mismo tiempo que la pared de tierra se cuarteó creando una puerta. Algo repetitiva toda esa situación, ellos no comprendían el propósito de aquello, se sentía como si tuvieran que hacer pruebas tontas antes de poder obtener lo que en verdad necesitaban o querían.

Situación que parecía repetirse, ellos dieron dos pasos más allá de aquella grieta y automáticamente esta volvió a cerrarse dejándolos atrapados del otro lado, tal cual sucedió luego de dejar explanó terrenal. ¿La gran diferencia? No hubo una gran luz, paisajes maravillosos o guías que aguardaran por ellos como lo hicieron sus padres.

Ayudados por sus vistas de lobos, podían ver en la oscuridad, un camino no muy estrecho cubierto por lodo y rocas se mostraba frente a ellos. Un poco raro, más tomando sus manos, ambos buscaron sus miradas para asentir y luego comenzar a avanzar. La cuenta del tiempo no fue algo que pudieron llevar.

— ¡Detente! — Exclamó Jungkook precipitándose a tirarlo de su cuello para que diera dos pasos atrás. — Escucha el sonido de nuestras pisadas, no queda lodo, hay mayor eco e incluso parece haber una corriente de aire estancada cerca. Eso quiere decir que estamos cerca de un gran hoyo o acantilado, un paso en falso y... ¡Mierda!

El grito del pelinegro llegó junto a uno dado por el contrario, sintieron el suelo agrietarse una vez más. Se buscaron mutuamente perdiéndose en los brazos del otro, cerrando fuertemente sus ojos mientras caían al vacío. Fueron recibidos por un mar subterráneo si es que así podía llamársele porque no era salado como aquel que conocían, sino dulce.

Se apresuraron a buscar la superficie, mirando a su alrededor. Aquello lucía como la gigantesca reserva de agua dulce aliada bajo el océano Atlántico, solo que en el mundo espiritual. Era como un tipo de agua fósil, si estuvieran en su mundo, asegurarían que era una reserva desde el fin de la Era de Hielo.

Podría ser contraproducente o una salvación su loca idea, mas en ese instante en el que Taehyung luchaba por mantenerse a flote buscando hacia dónde nadar, se le pasó por la mente la idea de una nueva glaciación. Un período de larga duración en el cual la temperatura global disminuyera para recuperar una gran expansión del hielo continental de los casquetes polares y glaciares.

Eso podría salvar al planeta, reducía la contaminación y el actual deshielo que ponía en peligro tantos países, personas y animales, el mundo se estaba yendo a la mierda y por un momento, sintió que podría hacer mucho más por todos y no solo sus manadas.

Tomando una gran bocanada de aire, se hundió bajo el agua y abrió los ojos en cuanto Jungkook asustado trató de tirar de él hacia arriba. Sin poderlo evitar su aire retenido se fue, mas para su sorpresa, se encontró respirando debajo del agua. No solo eso, pudo incluso ver y ubicarse mejor de lo que lo había estado haciendo hasta el momento. Los lobos no eran animales del mal, bueno, los de la raza canina como ellos, los marinos y otros no contaban.

Con fuerza tiró del pelinegro que intentó contener su aire, preguntándose que locura estaba invadiendo a su Theta, notando como su pecho brillaba y aquella figura de su nuevo tatuaje que simulaba el mar, se alumbró bien azul, permitiéndolo no solo ver con mayor claridad, sino respirar a la par de Taehyung. Intentó hablar, cosa que obviamente fue imposible, pero al reír, ambos entendieron que estaban igual de fascinados por ello.

No sabían si eso era algo que solo podían hacer en ese mundo o si cuando regresaran a la realidad todo continuaría del mismo modo. La Diosa Luna les dijo que tendrían más poderes de los pensados aunque no le parecieran tan divertidos y comenzaba a creer que tal vez, ese fuera una de esos. Después de todo, era su descendiente, el líder del Ártico y la manada Agua.

Del todo mal no estaban, sí, influía que fuera quien exactamente él era, no obstante, obviaban que durante aquella larga caída de momentos atrás, ellos estuvieron expuestos al éter, otro elemento de la naturaleza que ahora encontraba en sus cuerpos. Este fluido hipotéticamente invisible, sin peso y elástico que se consideraba que llenaba todo el espacio, en ese instante había invadido sus poros, constituyendo un mayor medio de transmisión de todas las manifestaciones de energía.

En vez de nada, ambos caminaron por el fondo de aquel mar por un buen rato, hasta que la profundidad disminuyó tanto que se vieron caminando por las orillas de una playa grisácea. Nuevas rocas se alzaban a lo largo de aquella simulada arena. Esas rocas estaban repletas de minerales, estaban rodeados de otro elemento secundario de la naturaleza, el metal.

— No quiero caminar más. — Mencionó Jungkook aun cuando sabía que tenía que hacerlo. — Ella dijo que debíamos pasar por los doce elementos, pero hemos pasado solo como tres. Es demasiado solo para poder hacer el amor y volver a fortalecer nuestro vínculo. Nunca eso ha sido tan complicado.

— Estás hablando como yo, realmente pensé quien sería el primero en rendirse, no el Alfa de Alfas que ha librado tantas batallas. — Dijo risueño, dejándose caer en la negra arena. — Hemos pasado por la tierra, agua, metal... El éter podríamos haberlo pasado o pasarlo en cualquier momento sin darnos cuenta. Nos faltaría el fuego, la madera, el aire, la sangre, esos son los ocho principales, las primeras ocho puntas de mi medallón. ¿Cuáles faltarían?

— La energía, es una de las principales, pero aún nos faltarían tres más. Aunque... — El peliblanco lo miró esperando que hablara. — Podrían no solo ser los elementos que conocemos literalmente. Podrían ser cosas que no somos capaces de ver como la mente, esta también es un elemento básico para todos los seres vivos. El sonido es también un elemento potente que es capaz de salvar y matar dependiendo de su potencia.

— Creo que mi madre alguna vez me habló de ello y podrías tener razón. Si mal no me acuerdo, entonces faltaría solo la emoción, la emoción es un elemento voluble que pude hacer cambiar a todos los seres vivos... — Jungkook asintió y él sonrió. — Como licántropo, dependemos mucho de las emociones, los sonidos, nuestra mente, energía, sangre, metal, aire, madera, éter, fuego, agua y tierra. — Cerró sus ojos sintiendo su pecho calentarse, para el momento en que sus párpados se elevaron, Jungkook estaba mirándolo fijamente, notando la estrella que doce puntas pero de menor tamaño que la de su espalda en el lado izquierdo de su pecho. — Definitivamente esos son.

— Lo son... — Afirmó Jungkook maravillado con lo que veía, llevando sutilmente su mano para acariciarlo sutilmente, trazando aquellas líneas con sus dedos. — Es... hermoso, increíble. Todo esto, tú. — Sus ojos se cruzaron antes de poder evitarlo, ambos se lanzaron a lo que parecía un beso. No obstante, todo lo que hicieron fue frotar sus cabezas, mejillas y cuello como si estuvieran en su forma de lobo. — Creo que deberíamos continuar.— Musitó a regañadientes, sintiendo la cabeza contraria asentir pero igual de renuente que él a alejarse.

No fue necesario, no supieron de dónde provino, pero un remolino de aire que simulaba un tornado subterráneo los separó, lanzándolos a cada uno a varios metros de distancia. Fue entonces que ambos reaccionaron, poniéndose en pie para ir en busca del otro, batallando con el fuerte viento hasta que sus manos se sostuvieron una vez más. Acto y seguido, aquel torrente se convirtió en una suave brisa mostrándoles el camino a seguir.

¿Una sorpresa encontrarse con lo que se asemejaba a un río de lava en su estado más fluido y activo? La verdad es que no, lo esperaban aunque en la mente de Taehyung, ellos iban a encontrarse con puras llamas de fuego. Así parecía que se mezclaban los elementos tierra y fuego, pero quién era él para juzgar.

Sin dudarlo, el Alfa se adentró en esta sintiendo el fuerte calor, pero sin llegar a quemarse. Fue una corazonada, suponiendo que todo siguiera el curso de lo que hasta el momento habían vivido, él solamente se estaría adentrando en su propio elemento. Justo como en sus sueños en donde él se paraba del lado del volcán y su pareja en el glaciar.

La llamarada de su tatuaje se encendió tanto como brillaban sus ojos.

— Te cargaré, no quiero que nos arriesguemos. — Musitó extendiendo una mano al Theta que lo miró frunciendo su ceño antes de dar un paso atrás. — ¿Qué sucede?

— Tú afrentas todo por mí, pero nunca deseas que yo haga lo mismo. ¿Dónde quedó la igualdad? Esa no solo aplica para las cosas buenas, también las malas y peligrosas. — Jungkook negó cuando el peliblanco alejó su mano. — Si confías en mí como tanto me has dicho, hazte a un lado. Voy a caminar a tu lado soportando lo mismo que tú, así como caminaste a mi lado debajo del agua. Muévete. — El pelinegro parpadeó varias veces con incredulidad. — Alfa, no lo pienso repetir, muévete o te muevo. Tú eliges.

Con fuerza, Jungkook empuñó sus brazos, quería evitarle cualquier mal o dolor posible a Taehyung y este no se dejaba. Lo comprendía, él actuaría exactamente igual, pero no podía evitar sus instintos de protección cuando de solo pensar en la idea del Theta quemándose sus pies hacía que su pecho se le apretara. Dio un paso al lado y el menor sonrió triunfador.

— Ese es el alfa que amo. — Comentó colocando un primer pie dentro, el calor fue insoportable, la lava parecía querer arrancar su piel hasta volverlo nada y Jungkook pudo verlo. No obstante, cuando se acercó para ayudarlo, el peliblanco le gruñó fuerte. — Avancemos.

Su pecho pasó a alumbrarse también, dejando que las puntas de su tatuaje se tornaran rojas, sabiendo que eso era posible gracias a su unión con ese Bul que parecía querer llorar en cualquier momento. Elevó una mano mostrando su palma, indicándole con su cabeza que la agarrara y, cuando el pelinegro lo hizo, entrelazando fuertemente sus dedos, ambos caminaron a la par soportando el mismo tipo de dolor.

Ahí estaban, superando los elementos del fuego, la mente, energía y la emoción, juntos, como siempre debería ser. Después de eso, el camino pareció tornarse más suave o al menos llevadero. Pasaron por un bosque en donde los árboles y espantosos sonidos los pusieron a prueba, más pronto pudieron atravesarlo, encontrándose al final de este con una hermosa cabaña de madera.

Su primer intento para entrar en esta terminó con ellos dos rodando por el suelo, el segundo, con ambos quejándose por el dolor de hombros que intentar entrar por la fuerza les costó. Fue solo al tercero, que notaron en los escalones de madera, dibujos de gotas.

Sus mentes se iluminaron un segundo cuando cayeron en cuenta de lo que ocurría, riendo como tontos por no haberlo pensado rápidamente. Fue Taehyung quien esta vez mordió sus muñecas, aquellas que no habían sido mordidas antes y, uniéndolas, ambos dejaron caer varias gotas de sangre en sus escalones. El velo de protección que cubría aquella cabaña se desvaneció ante sus ojos y la puerta de la misma se abrió.

Llegaron al punto final, superaron, conocieron y vivieron los doce elementos, ahora solo quedaba una cosa, volver a fortalecer su vínculo.

¡Hola nuevamente por aquí!
Parece mentira que justo hoy se haga una semana desde mi última actualización y que tantas cosas hayan sucedido en ese tiempo. Para mí y estoy segura que para muchos.

En fin, escribir este capítulo fue todo un reto dado a que ni siquiera tenía deseos de hacerlo, pero es una batalla más que gano y espero que me haya servido para recuperar mi entusiasmo junto a otras cosas.

Gracias a todos los que me escribieron, los que se preocuparon por lo qie estaba ocurriendo conmigo, vi todos sus comentarios y mensajes. Mil gracias 🥺 De no ser por ustedes quizás aún no estuviera de regreso a Wattpad. Lentamente espero retomar el ritmo habitual.

LORED

[Aquí debería haber un GIF o video. Actualiza la aplicación ahora para visualizarlo.]

Por cierto, quería compartirles el trailer que hice para LIQUIDATOR 2 🙈🥰😍 Espero que todo les haya gustado.

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