— ¿Qué le ocurrió? — Preguntaba Kim Jungwoo, el último hombre de confianza que le restaba a Lezle, ese que siempre permanecía en sus propiedades. — ¿Por qué estuvo sangrando tanto, señor?

— Porque evidentemente me hirieron, idiota. — Contestó con dificultad estirando su mano para prepararse. — Tráeme la caja que tengo guardada en el frigorífico de mi cuarto. La contraseña es... — Le dio la contraseña sin preocuparse dado que era algo que cambiaba diariamente sin un patrón fijo.

Había logrado restaurar rápidamente gran parte de su cuerpo, pero esto le fue un poco difícil en Rusia. Ahora que regresaba a China, podría recuperarse mejor. Una vez recibida la caja, colocó otra serie de dígitos que la abrió y de esta sacó unas cápsulas de dos centímetros aproximadamente con pequeñas agujas incluidas. Él le había vendido al MIT el prototipo cuando estos batallaban para encontrar mejores opciones para quienes debían inyectarse constantemente como los diabéticos con su insulina.

Evidentemente, la de él estaba mucho más avanzadas. No solo estaban recubiertas de un material acrílico que se deshacía al entrar en contacto con los ácidos digestivos del estómago para que de este modo cuando se ingirieran, solo fueran como una cápsula normal y corriente. Las agujas se clavaban más tarde directamente en las paredes del intestino maximizando el efecto de los fármacos.

A diferencias de la mayoría de los antibióticos fuertes y otros tratamientos que se digerían al pasar por el estómago impidiendo que llegaran las moléculas enteras al final del trayecto digestivo, su invento fue mucho mejor. Esas pastillas ayudaban a proteger las moléculas para que no se desnaturalizaran en el tránsito a través de los ácidos gástricos. No corría riesgo de que las agujas se clavaran en el intestino o alguna otra zona delicada, ya que no existían receptores del dolor en el tracto intestinal.

La tecnología y la química eran facultades que al Ksi se le daban muy bien. Por eso había avanzado tanto en esos años, descubriendo cosas que miles de científicos ya fueran humanos o licántropos no se le hubiesen ocurrido ni en un milenio más. Había logrado algunas cosas significativas, como esa pastilla que ahora que se la había tragado, agilizaría en cuestiones de minutos todos los tejidos dañados en su cuerpo y los regeneraría. Una gran fortuna que Jungkook no hubiera alcanzado ningún órgano vital en su cuerpo y que no hubiese terminado de decapitarlo con sus dientes.

Cerrando sus ojos dispensó a Jungwoo, solo cuando sintió la puerta cerrarse, acarició suavemente su barriga. Fue negligente, impulsivo, no estaba actuando como él últimamente y eso quizás se debía a todas sus hormonas en revolución. Taeyong le había confirmado que el Theta no viajaba con el Alfa de Alfas, fue por eso que guiándose por la energía, llegó al Ártico. Solo esperaba agarrar algunas muestras de la sangre de su sobrino para inyectársela, quería que su hijo naciera fuerte, mucho más que cualquier otro theta o cualquier casta.

No contó con que en aquel pueblo quedaran personas que lo reconocieran y le hicieran frente. No tenía pensado matar a toda esa gente, pero cuando si interpusieron en su camino impidiéndole el paso e incluso disparándole, tuvo que dar la orden de que abrieran fuego contra todo lo que se moviera cerca de ellos. Prefería matar a que lo mataran, era supervivencia básica en todos los seres vivos incluyendo las plantas. Mataban a todas las bacterias, a todo ser vivo que pusieran en riesgo su vida tal cual él hizo.

Ya no solo debía protegerse él, lo más importante era su hijo. Después de tantos años lo había logrado, estaba embarazado nuevamente y eso le confirmaba que sus estudios y conjeturas fueron correctas. Ese Bul era el descendiente de aquel que llevaba el símbolo del ártico en su cuerpo. Al igual que su padre, tenía la capacidad para fecundarlo con éxito.

Tras las mejoras que hizo, aquellas inyecciones que le colocó para que pudiera liberar la más pura y potente de sus esencias en el estado más salvaje de un licántropo que no podía retraerse, aseguró el resultado final. Solo el Alfa de Alfa y el Theta lograrían dejarlo embarazado, solo la sangre de su sobrino lograría mejorar su casta y genética junto a la de su hijo, dicho sea de paso.

Todo lo que él quería era la jodida sangre de Kim Taehyung aunque para eso tuviese que eliminarlo, cosa que tampoco quería. Solo deseaba formar una familia con él y Yoongi, todos juntos criando sus cachorros, una nueva manada donde todos tuvieran los mismos derechos. Un lugar sano donde nadie se sintiera inferior, donde pudiesen estar juntos llenos de amor por igual. Él no haría diferencia entre los cachorros engendrados por él, por los de su hermano o su sobrino. Volverían a ser los líderes del mundo en familia. ¿Por qué era tan difícil?

¿Qué les costaba? ¿Qué le costó a sus padres o al esposo del Kappa que lo engendró? Ese alfa pura sangre fue la raíz de sus desgracias, esas que se extendieron y a día de hoy no habían terminado. Si no pudo formar parte de esa familia, él crearía la suya. Eso era algo que debía agradecerle a Jungkook, que le diera a su hijo, por quien incineraría el planeta entero.

Creyó durante mucho tiempo que se había equivocado al dejarlo vivo porque, si no era su hijo, seguramente sería idéntico a ese hombre que tenía por padre o al resto de los omegas que se rieron cuando fue lanzado a la calle y separado de su hijo. Esos que se vanagloriaron de que él fuera humillado, esos que no dieron un paso adelante cuando él rogó para que al menos no le quitasen a su hijo. Esos que no se tocaron el corazón con él en su peor momento, no merecían su consideración.

Sí, a veces lo perseguían en sus sueños varias personas inocentes que sin querer se cruzaron en su camino, pero no se arrepentía. Nadie se arrepintió de lastimarlo, nadie lo defendió ni siquiera cuando era niño. Porque sí, sus hermanos jugaban con él, a veces comían juntos y con eso decían que le estaban dando un lugar, todo una mentira.

¿Por qué él debía vivir casi escondido y siendo repudiado solo por los padres que le tocaron? No tenía culpa que la naturaleza promiscua de los Kappa molestara el líder de la Manada del Ártico. Él no pidió nacer y muy seguramente no pidió ser desplazado a un iglú cualquiera, lejano junto al omega que le dio la vida y que nadie hizo nada por salvar cuando se enfermó.

¿Su padre? Debía aceptar que intentó darles medicamento, comida e incluso dinero. Sin embargo, no estuvo ahí cuando él solo lloraba porque quien le dio a luz estaba muriendo, él estaba celebrando el cumpleaños de sus mellizos junto a toda la manada. Una fiesta a la que no fueron invitados supuestamente por consideración. No querían que todos repudiaran el desliz del Kappa aunque a este, todos lo felicitaran.

No hubo nadie a su lado cuando veló a su otro padre, solo recibió de parte de sus hermanos y otro padre comidas, jodidos regalos que no necesitaba. ¿Les fue muy difícil posponer una fiesta? ¿Les resultó tan imposible una sola noche compartir techo con él, abrazarlo, hacerle sentir que no estaba solo? Él solo quería a su jodida familia con él aunque esta no fuera la que hubiese pedido. Sí, sabía que ellos no irían contra los deseos del líder, pero él también tenían que ver con él.

Por eso quiso matarlo, por todo lo que constantemente le quitaba, pero no podía hacerlo solo, necesitó a los Bul que de igual forma lo utilizaron para luego abandonarlo. Abuelo, padre e hijo, tres generaciones de Bul que lo utilizaron, aunque bueno, podía sacar a Jungkook de ahí porque este no lo utilizó, más bien fue al revés. No obstante, no tenía motivos para sentir remordimientos por los adultos. Solamente los niños para él eran sagrados porque estos no tenían la culpa de nada, así como no la tuvo él.

Ahora, todo lo que quería era poder dar a luz a su hijo. Por este motivo no regresaría a Corea del Sur hasta que este no naciera y comenzara a crecer. Quería cargar tranquilo a su bebé, iniciar su familia, después, podría ir por el resto de su familia. Una que el Alfa de Alfas le hubiera quitado meses atrás. Contaba con que por su cachorro, Jungkook no se fuera contra él, no quería dañar ahora a quien se había convertido en el padre de su hijo. Sin embargo, si este iba contra su hijo o frenaba sus planes de armar una familia, no se contendría.

No quería que el Theta se fortaleciera aún más buscando un vínculo con la Diosa Luna, pero falló y puso en peligro a su hijo. Ya no cometería más errores, cuando fuera por lo que le pertenecía una vez más, no iba a fallar.

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Costó absolutamente todo de Jungkook pronunciar aquellas dos palabras que el peliblanco no comprendió a la primera. Por alguna razón su primera reacción fue reír, listo para preguntarle qué deberían supuestamente terminar. Fue cuando notó la seriedad y el dolor en el mirar de su pareja que su sonrisa comenzó a desvanecerse. Sus labios temblaron ligeramente y casi al instante sus ojos se humedecieron.

— M-Mi amor... — Sin poder evitarlo rio, no porque existiera algo en toda esa situación que le hiciera gracia, eso era el reflejo de sus nervios haciendo mella en su interior. — ¿A qué te refieres exactamente con que terminemos?

— Sabes a lo que me refiero con esto, Tae. No es sencillo para ninguno de los dos, mas con los cambios que haré en mi vida, esto es lo mejor. No soportaría volver a lastimarte, no quiero hacerlo. Si bien sé que terminar nuestra relación será doloroso para los dos, podremos evitar a futuro un mayor sufrimiento.

— Bul, te voy a recordar algo, eres mi alfa, mi pareja, esa con la que cerré vínculo y del cual estoy completamente enamorado. — Se levantó contrariado con sus propias emociones, estaba dolido, molesto incluso. — ¿Sabes por todo lo que hemos pasado para llegar aquí? Pasaste once malditos años en espera de mí, me conquistaste, hiciste que me enamorara perdidamente de ti sin importar todos los obstáculos que desde un principio han estado ahí. Nuestras castas, manadas, mi padre, el consejo, tus propios intereses personales porque tuviste que adaptar tu vida y familia para aceptar nuestros sentimientos. Todo eso solo para comenzar por los problemas más normales en una pareja.

— Sé todo lo que hemos enfrentado, es por eso que...

— No es que parece que no sabes una mierda. — Lo interrumpió molesto y con lágrimas en los ojos. — ¿Cómo te resulta tan fácil decirme que terminemos sin una razón válida?

La mano de Taehyung quedó suspendida en el aire entre sus cuerpos a pesar de que él estaba parado y el convaleciente en la cama. Todas sus palabras cesaron, solo atinó a peinar su cabello con los dedos y darse vuelta hacia una de las paredes mientras negaba en silencio.

— ¿Crees sinceramente que es sencillo tomar esta decisión?

— No sé, dime tú que lo has dicho como si dijeras que te vas a bañar. Es que... Maldito seas, Jungkook. Nosotros hemos puesto todo en la línea por nuestra relación, mira hasta donde hemos llegado incluso con un psicópata de tío que quiere follarse a su sobrino y que ya hizo lo mismo con su hermano. Nos hemos enfrentado a una de las cosas más difíciles e importante que tenemos los licántropos, nuestros destinados. Cruzamos medio mundo siguiendo sueños e incluso salimos de este que conocemos para entrar al espiritual, logrando lo que nadie ha logrado en vida en eones, hablar con la Diosa Luna. Esa diosa que nos felicitó, que nos dijo que permaneciéramos juntos.

— Taehyung, estoy consciente de todo lo que hemos pasado y enfrentado porque siempre lo hemos hecho juntos. Yo he luchado toda mi maldita vida desde que nací y estaba dispuesto a hacerlo hasta que mi alma o cuerpo abandonaran este mundo. P-Pero ya no puedo hacerlo. ¿Hasta cuándo pondré en peligro a todos los que me rodean? Mis hijos, tú, mis hombres e incluso personas que no tienen ninguna afiliación con nosotros como la tribu del Ártico. Cuánta sangre derramada solo por ayudarnos. Quiero, pero no merezco permanecer a tu lado o ser tu alfa. Te he fallado a ti y al resto de los seres que han puesto su confianza en mí, incluyendo la Diosa Luna.

— ¡Es que no me has fallado en nada Bul! — Gritó exasperado. Quería paciencia, la necesitaba, pero todo su cuerpo temblando y el dolor que estaba sintiendo por todo su cuerpo debido al vínculo le imposibilitaba calmarse.

¿Por qué dolía si solo estaban conversando y no lo habían roto? ¿Se sentía tan traicionado y dolido?

— Si lo hacemos de mutuo acuerdo no habrá problemas. — Mencionó Jungkook tocando su propia marca, escuchando los pensamientos que el Theta sin querer liberó. — Podríamos removerlo y...

— ¡Cállate! — Demandó utilizando su voz de mando a un volumen tan fuere y potente que la pareja que se encontraba en la habitación continua calló obedeciendo su mandato. — Jamás podríamos estar de mutuo acuerdo con esa estupidez porque te amo. ¿No lo entiendes? ¿Por qué querría romper mi vínculo con la pareja que escogí para compartir mi vida?

— Por nuestro bien y el de todos...

— Amor, esta no es la forma. Nosotros dos separados no es la solución a nuestros problemas. Nos debilitaremos, perderemos la fortaleza adquirida juntos como pareja en el mundo espiritual y nuestros lobos tanto como nosotros mismos quedaremos devastados, vulnerables. Se irán por tu posición, por tu familia...

— No si la entrego, ¿por qué luchar contra mí si les estoy entregando lo que quieren?

— ¿Dónde mierda está el Alfa que me conquistó? Porque definitivamente este no es, no me importa qué tan débil puedas llegar a ser o todos los problemas que lleguemos a enfrentar, ¿pero darte por vencido cuando me enseñaste a mí a no dejarme vencer? Eso no lo acepto. ¿Dónde mierda están esos niveles que tanto me presumías? Me hiciste esforzarme porque realmente te admiraba y respetaba, pero esto... Este no es el Alfa de Alfas.

— ¡No quiero ser más el jodido Alfa de Alfas que no puede ni siquiera gritar, llorar o perder los estribos sin que le recuerden su jodida posición! Nunca aspiré convertirme en esto, Mul, no lo busqué, simplemente ocurrió y me tocó lidiar con el resultado. Esta posición me brindaba apoyo para cuidar de los míos, me daba las herramientas necesarias para ellos, pero ahora me doy cuenta de que solo los he puesto más en peligro. El poder solo acarrea una lucha por el mismo porque todos quieren tenerlo y aunque se quiera, jamás se podrá entregar por igual porque no habría equilibrio en el mundo. Porque siempre, siempre existe alguien que quiere más y alguien que no quiere entregar lo que ya le pertenece.

La voz del alfa se quebró ante los ojos azules que lo miraban. Cerrando sus párpados, Jungkook volteó su rostro logrando que el corazón de Taehyung diera vuelcos de tristeza. Quería darles palabras reconfortantes, ser quizás un poco más dulce, pero en una situación así no sabía cómo hacerlo. Además, si conocía en algo a su aún prometido, este lo escuchaba mejor cuando le hacía frente que cuando simplemente iba con la corriente.

— ¿Qué fue lo que te hizo tomar esta decisión? Si tengo que aceptarla, al menos debo saber la razón, el detonante final de todo esto. Porque no le resto importancia, mas por año has enfrentado miles enemigos, gente que quieren tu lugar e incluso tu vida. Nunca se los has permitido por mucho que tuvieras que luchar. Sé que pocos podrían ser como Lezle, pero necesito saber, Jungkook. Se trata de mi amor y vida lo que tendría que dejar ir, algo que no estoy muy dispuesto hacer. Dime el motivo, por favor.

Jungkook lo miró y ese llanto que estaba conteniendo comenzaba a hacer presencia. Tenía que decirle, él no le mentía a Taehyung, mas no sabía cómo comunicarle todo aquello que tanto asco y molestia le provocaba. Temía ver su reacción y que todo fuera mucho peor que cuando se enteró de la presencia de Jin y los niños en su vida.

— ¿Estás terminando conmigo por lo que te dijo Lezle mientras peleaban? — Los ojos de Jungkook se ensancharon y Taehyung solo pudo frotar su rostro incómodo. — No sé si lo olvidaste, pero cuando estamos vulnerable o queremos, podemos sentir a plenitud todo lo que el otro piensa o siente. — La culpabilidad en el rostro del Alfa le estaba haciendo pensar cosas que no eran y que no podía controlar, no sabía cómo reaccionar a eso. — ¿S-Se trata de que él está esperando un cachorro tuyo? Es eso, ¿verdad?

— S-Sí. — Su contestación fue simple y sin rodeos a pesar de que aquella sílaba única batalló por salir.

— ¿Piensas rendirte ante Lezle solo porque este lleva un hijo tuyo? — Cuestionó sorprendido. — ¿Quieres romper nuestro vínculo y relación porque vas a unirte a él? ¿Es por eso que estás tan seguro que todos tus problemas se resolverán de ese modo?

Dejando caer sus brazos sobre los costados de su torso, abrió su boca con una mueca de decepción antes de sobar su nariz para controlar el llanto y salir de aquella habitación sin mirar atrás.

¿De a dónde había el Theta sacado tal conjetura?

Negando, Jungkook se apresuró a desconectar los sueros en su cuerpo con brusquedad, logrando ponerse en pie pasa salir por la puerta cayéndolo atrás al peliblanco. Namjoon y Jimin que habían estado mirando al Theta, pasaron a mirarlo a él confundidos y preocupados. Hicieron además de pararse, pero elevando su mano el Alfa mandó a que se quedaran en su sitio.

— No es lo que piensas, esa no es la razón Tae. — Caminaba recuperando la fortaleza de sus piernas lentamente. — ¡Mul! Maldición... Musitó cuando se tropezó con una segunda puerta. — ¡Kim Taehyung!

El nombrado frenó su andar junto sus sollozos, volteándose para ver al Alfa que iba en su dirección con dificultad.

— N-No sé qué estés maquinando en tu cabeza, pero no tengo planes de unirme a Lezle, ¿estás loco?

— ¿Lo estoy, Jungkook? En serio me gustaría pensar que sí porque ese es el único motivo por el cual esta mierda tendría sentido. Esa es la única forma en la que a mi entender, Lezle se quedaría tranquilo y no te molestaría, de lo contrario, no lo comprendo.

— No, no se trata de eso. — Negó acercándose hasta sostener las mejillas del Theta que bruscamente se liberó. — No creo ser capaz de volver a unirme a nadie en mi vida, amor, eres todo para mí.

— Entonces explícame, ¿por qué mierda estás terminando todo conmigo cuando es juntos que debemos afrontar todos los problemas? ¿Qué es lo que te derrumbó de este modo, Kook?

— T-Te fallé... — Logró decir con voz y labios trémulos. — Y-Yo me acosté con Lezle y debido a esto es que ese psicópata está esperando un hijo mío. N-No c-creo poder volver a hacer el intento de matarlo con un cachorro mío en su vientre. Sé que debo hacerlo, por eso luché contra todos mis instintos en el momento que lo percibí. Pero no creo poder hacerlo nuevamente cuando crezca más, podría incluso escucharlo y... No tiene la culpa, no me permitiría matar a un niño a sangre fría cuando ya está completamente formado en su interior. Ahora recién está en gestación, p-pero más adelante yo....

— ¡Imbécil! — Murmuró el peliblanco abalanzándose contra sus labios furioso, a la vez calmado por conocer las verdaderas razones detrás de aquella decisión. — Ahora mismo quiero desgarrarte la garganta. — Musitó sobre sus labios un poco más calmado, abrazando al confundido alfa que puso espacio de por medio aún resintiéndose la fuerte succión a la que sus labios fueron sometidos.

— ¿Por qué lo haces? — Fue lo único que preguntó cuando hicieron contacto visual.

Con calma, Taehyung sacó su teléfono para mostrarle las imágenes que por falta de tiempo con todo lo ocurrido no había podido mostrar. Algo temeroso porque sabía que eso podría dañar a su pareja, dejó que viera lo que Lezle le había mandado cuando estaba en San Petesburgo.

— Cuando te rescatamos, valoramos la posibilidad de que esto pudo haber ocurrido, tú mismo me lo dijiste. No me fallaste porque nada de esto podrías haberlo evitado, tú eres una víctima, no eres quien debe sentirse culpable. ¿Se embarazó? ¿Qué le podemos hacer a eso? Tú sigues siendo mío, te amo a ti y a tus cachorros. Odio a Lezle, pero sabiendo que está en estado, no te mandaría a matarlo, lo haría yo mismo porque no tengo ningún lazo que me lo impida. Si naciera, seguiría siendo inocente, a quien tenemos que decapitar es a mi tío. ¿Por qué me molestaría contigo por esto?

— P-Pero...

— Estamos aquí porque tú lograste perdonarme pese a yo haber hecho algo similar y a la vez muy diferente a la tuya. Lezle me impulsó el estro, jugó con mi sentido del olfato y más, pero de cierta forma seguía estando consciente, solo que completamente cegado por todos los instintos que no me dejaban pensar con claridad frente a mi destinado. Tú no tenías ni idea de lo que estaba ocurriendo, recién bienes a saber a ciencia cierta todo lo que pasó por tu reacción tan radical. Aun así, puedo asegurarte que eso no cambia nada. Ya sabía esto y te seguí amando como ahora lo hago, esta no es razón suficiente para hacer que te aleje de mí. ¿Lo comprendes?

— T-Tae...

— Pregunté si me comprendes, Bul.

— Sí, Mul.

— Eso es todo lo que me importa, eso y que me sigas amando con tu vida. — Musitó dibujando una cuadrada sonrisa.

— Sabes que lo hago, te amo con mi vida.

— Entonces todo lo demás queda relegado a un segundo e incluso tercer plano. Nada de eso me interesa y quiero que juntos, superemos todo esto. ¿De acuerdo? — Jungkook asintió queriendo son reír sin poder hacerlo porque su cabeza aún estaba asimilando todo. — Te amo. — Susurró antes de unir sus labios casta y profundamente. — Ahora vamos a conectarte esos sueros, no puedes estar de indisciplinada. Tenemos que recuperarnos pronto, Alfa.

¿Cómo están?
He estado sacando cuentas y, si no me equivoco, creo que nos quedan entre 10 y 15 capítulos para llegar al final de esta historia. Trataré de poner todo de mí para acabarla antes o para el 14 de febrero. No prometo nada, ya me conocen😂 sin embargo, esos son los planes.

Espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy.

LORED

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