— ¿A dónde vamos? — Indagaba Taehyung mirando el camino que transitaban desde el Chiron negro que el Alfa conducía. Su mano fue agarrada y acariciada, pero no obtuvo otra respuesta. — ¿No piensas decirme?

— Ya estamos llegando, ya verás. — Comentó el pelinegro con una sonrisa.

Desde que regresaron de Rusia, ellos habían estado trabajando como locos, ya había pasado dos semanas. Jimin todavía se negaba a hablar con Taehyung y estaba comenzando a ser envueltos por los malestares de su embarazo que llegaron como látigos para azotarlo.

Los líderes de manada habían estado trabajando en conjunto y con discreción para descubrir la guarida de Lezle porque ya habían confirmado que si bien había estado en China, ya no se encontraba en ese país tal cual les dijo Yoongi que sucedería. WayL estaba cerrado por supuestas reparaciones y, aunque entraron para revisar, fue poco o nada lo que pudieron encontrar, nada de uso.

El auto se detuvo justo en el perímetro que unía ambas manadas, usualmente esta zona siempre estaba oscura o alumbrada únicamente por los faroles de la avenida. No obstante, había mucha más luz que de costumbre. Jungkook controló su teléfono antes de avanzar un poco más y girar. Confundido, Taehyung miró, no recordaba ningún atajo por ese lugar.

Avanzaron al interior del bosque por ese nuevo camino hasta que un gigantesco portón custodiado por no menos veinte alfas se levantó ante ellos. No tuvieron impedimento para continuar su camino hasta una mansión que superaba ampliamente la suya e incluso la del Bul, algo que ya era mucho decir. Fue entonces que su cerebro hizo "clic" y se volteó en su asiento sorprendido para mirar a su pareja.

— No, no es posible, no hay forma... — Decía mirando a su alfa pasando de la risa a la seriedad, de ahí a la confusión y comenzaba a reírse de nuevo con torpeza. — ¿E-Esta es?

Jungkook estacionó frente aquella imponente arquitectura contemporánea rodeada de luz y el Theta descendió a gran velocidad sin mirar atrás. Todo eso había sido construido en gran parte de su territorio y él ni siquiera estuvo enterado hasta que todo estuvo concluido. ¿Qué clase de líder era él?

Gracias a la noche, podía ver a la perfección todas las luces, la gran iluminación que todo el sitio tenía, al menos lo que él veía hasta el momento.

— ¿Cómo es posible? ¿Hace cuánto fue que hablamos sobre esto? — Preguntó Taehyung tapando su boca con sorpresa antes de voltearse con una amplia sonrisa para ir en busca del Alfa que rebosaba de alegría al ver su reacción. — ¿Un mes?

— Justo cuando acabamos nuestro estro. Hace unos dos meses ya. — Habló aceptando que el Theta tirara de él para ir al interior.

— ¿Cómo la construyeron tan rápido? ¿Cuánto mide 800 u 850 metros cuadrados?

— Mide 890 metros cuadrados. Si incluimos los jardines y otras zonas, pues serían mil. Las viviendas industrializadas fue mi elección para nuestra nueva vivienda. Precisábamos de sus ventajas, rapidez de ejecución, contención de costes, eficiencia energética y sostenibilidad ambiental, una que protegiera también nuestra hábitat sin necesidad de poner en riesgo la fauna que nos rodea. Creo que resultan imbatibles frente a la construcción convencional. Hoy en día es posible crear una casa prefabricada sin limitaciones estéticas ni de tamaño.

— ¿Fue prefabricada con hormigón? — Jungkook asintió. — ¿Qué tan estable es? Porque la construcción fue demasiado rápido.

— Amor, se puede construir mansiones prefabricadas en quince día e incluso menos. Estamos en una situación donde sería un desgaste innecesario una construcción convencional que tardara meses e incluso años. Hubieran hecho una innecesaria tala de árboles entre otras tantas cosas que no quería. Los prefabricados de hormigón confieren estabilidad, resistencia y durabilidad a los edificios, y además son fáciles de reciclar. Por no mencionar su excelente inercia térmica, que tiene efectos beneficiosos en la regulación de la temperatura dentro de nuestra casa y en consecuencia aporta un mayor ahorro energético. Por último, no necesita revestimiento, el hormigón emite niveles muy bajos o nulos de Compuestos Orgánicos Volátiles.

— Siempre piensas en absolutamente todo. — Se rio abrazándolo, besándolo. — Me encanta...

— ¿Pero? — La voz del ahora nuevamente castaño no lo convencía. — ¿Qué sucede?

— ¿No crees que es exageradamente grande para nosotros solos? — Preguntó desde la entrada de la casa.

No tenía que recorrerla en su totalidad para saber que era enorme para solo dos personas. Le gustaba que tanto por fuera como por dentro fuera blanca, todos los detalles eran agradables y bien logrados. Jungkook realmente pensó en todo, no tenía quejas en verdad de la vivienda. Los espacios fueron bien aprovechados, pero era demasiado.

— Es que nunca somos nosotros solos. ¿Cuántos hombres deben estarnos protegiendo constantemente? Ellos necesitan tener su espacio sin que moleste el nuestro porque necesitamos privacidad. Tenemos una familia que cada día crece más. Podemos darle un lado de la mansión a Jin, Hobi y tu tío. Podemos darle también uno a Jimin y Nam. Cuando empiecen a llegar nuestros cachorros tendrán espacio suficiente sin que estén obligados a compartir sus dormitorios.

— Pensé que a ellos podríamos darles las mansiones donde solíamos vivir. ¿Qué vamos a hacer con esas viviendas entonces?

— No quiero que por ahora mis hijos vivan lejos de mí. Si tienen que estar aquí cerca por todo lo que ha pasado, prefiero que se queden en la misma casa que yo y no a varios kilómetros. Necesitamos cerca a nuestros hombres de confianza, ellos no pueden vivir tan lejos, al menos no con las constantes amenazas sobre nosotros. No solo será Lezle ahora, en cuanto se sepa que nos unimos, sabes que muchos se vendrán contra nosotros. Esto viene con ser los líderes de manada y mucho más si entre esos está el Alfa de Alfas. Me dijiste que tomara las decisiones.

— Lo sé, no me estoy quejando de tus decisiones.

—- Esto fue lo mejor que pude brindarnos. La tecnología y seguridad de esta casa es genial, con los días solo mejorará. Si tengo que luchar, necesito seguridad para los míos. No quiero que estemos dispersados aunque comprenda que todos necesitamos privacidad. Aquí podemos tener todo eso.

— Si es así entonces me parece genial, mi amor. — Comentó risueño, jugando con la tensada mandíbula del alfa para besarlo. — Ya, no te pongas bravito conmigo.

— Pero si yo no estoy bravito. Es solo que quiero hacer lo mejor para todos y siento que cada vez me equivoco más.

— No te has equivocado, no seas exagerado, fue solo un comentario lo que hice y no quiero que te lo tomes mal. Me explicaste y ahora entiendo mucho mejor tus razones, las comparto. Estás acostumbrado a esto y por consecuente tu mente muchas veces va por delante de la mía, captando cosas que yo sao por alto. —- Besó sobre su marca y pudo sentir como inmediatamente el alfa se relajó. — ¿Tenemos búnker antiexplosivos y esas cosas?

— Sí, ven, te enseñaré el resto de nuestra nueva casa.

Tomados de las manos, ambos comenzaron a recorrer el primer piso. La mansión contaba con tres piso sobre tierra y dos subterráneos. El primero bajo tierra era el típico sótano que se dividía en varas partes incluyendo una gran cava que, aunque innecesaria a ojos del menor, este no dijo nada más con respecto a esto.

El siguiente, era un larguísimo búnker que fue lo que más tiempo tomó construir. Dentro de esto, había tres pequeños apartamentos por si les tocaba pasar a todos mucho tiempo allá bajo pudieran tener también privacidad. A su vez, se comunicaba con dos túneles, el primero los llevaba a bosque abierto a dos kilómetros de allí y el segundo tenía dos desviaciones. Uno a la mansión Bul y la otra a un hangar por detrás de la colina perteneciente hasta ese momento a la manada Fuego.

El lugar también contaba con su pequeño helipuerto y una zona de aterrizaje para helicópteros en un lado de la azotea. Realmente estaba condicionado para que tres familias diferentes vivieran allí, además de que la zona dirigida a los que estarían a cargo de seguridad también estaba muy bien protegida y amueblada. Jungkook había pensado en todo y todos.

Después de recorrer todo el interior del sitio, se dirigieron al exterior comenzando nuevamente por la entrada, viendo la piscina y el pequeño arroyo que Jungkook se rehusó a que quitaran, pertenecía a la naturaleza y ahí se quedó, si lo seguían, llegarían a un caudaloso río a unos kilómetros de allí. Había un mini parque de diversiones que le sacó una gran sonrisa al Theta porque no podía negar el amor de su prometido por los niños.

— Es para todos nuestros hijos, los mío, los de Jimin, incluso los de tu tío, los de todos nosotros. — Comentó besando su nuca. — ¿Cree que les guste?

— Lo amarán, Alfa. — Confirmó volteándose para besarlo. — ¿Te he dicho que eres increíble?

— Sí. — Ambos rieron entre besos.

— Entonces lo repetiré, eres increíblemente asombroso, mi amor. — Mencionó viendo como su pareja miraba el reloj. — ¿Qué sucede?

— Ya es hora.

— ¿Hora de qué?

— Acompáñame. — Fue lo único que le dijo tomándolo de la mano para llevarlo al jardín trasero.

— ¿Fuegos artificiales?

— No, Mul, sabes que no me gustan. Muchos animales sufren con ellos ya sea por el ruido o los residuos que dejan. No pienso lanzar ninguno en nuestra casa. — Sonrió tirando fuertemente de su cachete, recibiendo un manotazo del contrario que reía torpemente hasta que vio a su padre llorando frente a él.

— ¿Papá? ¿Qué hace aquí, qué ocurrió? — Se acercó preocupado, confundiéndose más cuando el mayor lo abrazó.

Se volteó para ver al pelinegro, pero este solo se cruzó de brazos con una sonrisa nostálgica que el castaño continuaba sin comprender. Es que su padre era un hombre frío, por así decirle. Ver esas muestras de afecto eran extrañas.

— ¡Enhorabuena, mis más sinceras felicitaciones! — Lo felicitó su padre volviendo a su semblante de siempre, secando todo rastro de lágrimas. ¿Por qué lo felicitaba? ¿Por tener una nueva casa? — Les auguro solo lo mejor en el futuro. — Mencionó acariciando la alianza que adornaba el dedo de Taehyung. — Ella estaría muy feliz y sé que su alma está aquí con ustedes.

— G-gracias, padre. — Fue lo único que dijo antes de que el jardín que quedaba frente a él y a espaldas de su progenitor se alumbrara dejándole ver a los hijos de su pareja en primer lugar. Al segundo que vio fue Jimin, luego Namjoon, Yoongi, Hoseok y Jin.

La mano de Jungkook se posó en su espalda compartiendo un asentimiento con el señor Kim para que ambos dirigieran al menor hacia el exterior. No comprendía qué hacían todos allí aunque suponía que era un tipo de celebración por el nuevo hogar que todos compartirían. Sin embargo, cuando divisó a sus abogados acompañando a una notaria, tuvo que mirar al alfa que entrelazó una vez más sus manos en busca de respuestas.

— Cada día para nosotros es preciado, a cada momento corremos riesgo de dejar este mundo y por eso no quise esperar más. No obstante, no debes sentirte presionado, sé que fue tu idea casarnos cuanto antes. No hablamos mucho del tema y yo preparé todo esto justo hoy que es el aniversario del día que te vi por primera vez hace más de una década porque no quiero alargar más nuestra unión legal.

Los ojos de Taehyung viajaron por todo el lugar, viendo aquellos rostros desconocidos antes de volver a mirar a Jungkook. Su estado de estupefacción le dio paso a uno de alegría que venía con lágrimas incluidas antes de abrazarlo.

— No tienes que aceptar hoy, puedo preparar todo esto mil veces más hasta que estés listo o las veces que tú me lo pidas. No pasa nada.

— Te estás volviendo lento. ¿Has descendido varios niveles? — Jungkook lo miró confundido logrando que Taehyung se carcajeara contra sus labios. — Idiota, mis lágrimas son de felicidad, estoy feliz. Ya sabes que si por mí hubiera sido, te hubiera echado el lazo desde hace mucho tiempo.

— ¿A-Aceptas casarte hoy, aquí y ahora conmigo? — Preguntó el pelinegro sonriente y a la vez incrédulo de que realmente fuera a pasar.

— Acepto una y mil veces, Bul.

El aludido lo cargó girando en su sitio desbordando felicidad, mas cuando volvió a dejar que su pareja tocara el suelo, fue Taehyung quien lo cargó a él haciéndolo reír torpemente. Imposible no sonrojarse cuando incluso sus hijos lo estaban mirando con complicidad. No obstante, sintió que ese momento era solo de ellos dos.

Todo fue bastante rápido, sencillo, extremadamente simple, pero ambos estuvieron desbordantes de felicidad.

Jin dejó caer una lágrima con nostalgia y dolor cuando era testigo del momento en que ellos estaban firmando aquel documento. Estaban rodeados de allegados y el pelinegro no solo tenía las comisuras elevadas o sonreía castamente. Se carcajeaba por cualquier tontería, abrazaba constantemente a su pareja y podía ver el brillo en sus ojos aunque de estos, lágrimas de alegría descendieran. ¿Cómo él no notó la gran diferencia el día de su boda? Estuvo tan entusiasmado y perdido en su propio mundo feliz que no se dio cuenta de la realidad.

— ¿Estás bien, bebé? — Preguntó Hoseok a su oído abrazándolo, dejando que Yoongi tomara las manos de los dos.

— Estamos aquí contigo.

— Lo sé y se los agradezco. — En su rostro una enorme sonrisa apareció cuando ambos besaron cada una de sus mejillas.

En verdad estaba bien y bastante feliz en ese instante, era solo que lo ponía sentimental recapitular su vida y notar lo porfiado, lo ciego que fue aferrado a algo que jamás hubiera funcionado. Así se veía un licántropo enamorado y estaba feliz de poder atestiguar al padre de sus hijos siendo feliz de ese modo porque lo merecía.

— Mira el papel que estás firmando. — Regañó con una sonrisa el pelinegro que estaba perdido en la mirada que su Theta le daba mientras tiraba del cuello de su camisa ay lo besaba. — El beso viene después de que firmes.

— ¿Has olvidado que el Theta crea sus propias reglas? — Preguntó jocoso, plantando un beso en sus labios para luego voltearse a mirar a la notaria que tenía cara de irse ya de ahí. — ¿Algún problema con que bese a mi esposo, señora? Es mío. — Dijo riéndose, haciendo que Jungkook rodara los ojos. Cuando finalmente firmó, volvió atraer al alfa a un beso. — Te amo.

— Quiero ver... —La voz de una Ryujin que protestaba los hizo voltear, encontrándose con un Yoongi que le tapaba los ojos a los niños desde que Taehyung comenzó a besar a su ahora esposo sin demasiada castidad. — Tío Yoon...

— Queremos ver el beso. — Agregó Jisung logrando que Jungkook se carcajeara y reprendiera al castaño que lo abrazó risueño. — No es justo.

— Eso no es algo que ustedes puedan ver todavía.

— Las princesas siempre besan a sus príncipes, lo vemos. ¿Por qué no podemos ver a dos príncipes?

— Porque esas princesas son muy precoces al igual que ustedes. — Los seguía mortificando el Kappa.

Ambos evidenciaron su gran decepción cuando pudieron ver nuevamente y su padre no estaba besando a Taehyung. Ellos fueron los primeros en felicitarlos cuando Jin les indicó con la mirada que se acercaran. A estos les siguió el antiguo líder de la manda Mul y poco a poco, cada uno los fue felicitando.

— J-Jimin, lo siento. — Musitó el castaño cuando su amigo se acercó para felicitarlo. — Lo que dije hace algunas semanas lo hice cegado por la molestia, realmente no pensé a cabalidad la magnitud de mis palabras, pero aunque yo no sea el padre biológico de tu cachorro, quiero que sepas que de igual forma lo amo tanto como te amo a ti. Por favor, perdóname.

— Fue doloroso, pero confío en que solo hayas estado hablando por hablar. Además, yo también he estado asquerosamente sensible por culpa de esto que traigo adentro creciendo a la velocidad de la luz, así que puede que también haya exagerado un chin mi reacción. — Mencionó restándole importancia a todo aunque en su interior, aún se sentía un poquito decepcionado. Sabía que Taehyung siempre dio la vida por él y viceversa, eso no cambiaría porque él tuviera un hijo. — Felicitaciones, imbécil.

Abrió sus manos con una mueca y aliviado, feliz y risueño, el castaño se perdió en ellos levantándolo, plantándole un pico algo duradero para luego besar su barriga que comenzaba a hacerse notable.

— Oye, mocosito, tu tercer padre te ama mucho a ti y a quien te lleva en su vientre. Perdona si tu tío es algo idiota a veces, igual, solo espera a que conozcas personalmente a tu padre, verás que eso es casi de familia. — Jimin le golpeó la cabeza y ambos rieron, volviéndose a abrazar, besándose incluso. — Te quiero.

— Yo a ti, idiota.

— ¿No piensan darme exclusividad ni siquiera el día de mi matrimonio? — Preguntó Jungkook llegando desde atrás para abrazar a Taehyung.

— Te la estoy dando, no le metí la lengua. Eso significa que solo tú podrás besarlo con lengua y todo incluido. — El alfa le mostró los caninos intimidantes aunque todos sabían que no era más que un juego.

— Alfa, tu omega necesita ayuda con unos alicates. !Necesito sacar algunos dientes! — Gritó a Namjoon, pero este solo se reía a lo lejos hablando con Hoseok y Yoongi.

Todos permanecieron por varias horas bebiendo, riendo, pasando el rato juntos. Sin embargo, a la hora de dormir, todos prefirieron que por esa noche, solo ellos estrenaran aquella mansión mientras que todos regresaban a las otras. De todas maneras, solamente quedaban dos días para la mudanza colectiva organizada por Jungkook.

Los que sí se quedaron fueron los hombres que los estarían cuidando, un gran número de ellos. Podrían estar de boda, mas no podían bajar la guardia por completo. Tras despedir a todos, Jungkook cargó a Taehyung en un estilo nada romántico, sino que el Theta se sentó sobre sus hombros y así avanzaron al interior de la casa, por suerte, las puertas, así como el espacio entre el suelo y el techo, era gigantesco.

A diferencia de otras veces, no acomodó con dulzura y suavidad al castaño en la cama, sino que lo tiró como este siempre le hacía y ambos rieron como niños chiquitos mientras forcejeaban por un beso que se rehusaban a dar.

— Muévete... — Demandó el Theta.

— Muéveme.

— No, en serio, Kook, muévete. — Lo empujó con fuerza antes de levantarse corriendo al baño seguido de un pelinegro preocupado que acarició su espalda mientras Taehyung vomitaba todo lo bebido y comido durante ese día. — Mierda, creo que bebí demasiado.

¡Sorpresa! Doble actualización para los que siguen despiertos🙈🙏🏾

¡Mul y Bil se casaron! 🎉🎁 Felicidades a los esposos.