Capítulo 14 - Oficialmente Juntos I

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— Nene, despierta por favor, mira la hora que es. — Jimin llevaba media hora aproximadamente intentando despertar a su pareja.

Todo el grupo se había ido a dormir alrededor de la 1:00 de la madrugada cuando salieron del estudio De grabación y tenían que salir para el aeropuerto a las 5:00 a.m., actualmente eran las 4:30 a.m y Namjoon era el único que aún no sabía despertado.

— ¡Kim Namjoon lo juro por lo más sagrado, como no te levantes en este preciso instante no me vas a tocar por más de un mes! Te olvidas del sexo hasta que yo me acuerde.

Aquellas palabras resonaron como tambor en los oídos de quien no quería despertarse, levantándose como un resorte de la cama. ¿Cómo se podía ser tan descarado? Jimin no se lo podía creer después de casi una hora intentando levantarlo y con esas simples palabras lo hizo instantáneamente. Tuvo deseos de castigarle o realmente evitar contacto durante todo un mes, de no ser porque él mismo no lo soportaría lo hubiese hecho. Rodó sus ojos y se separó de la cama.

— ¿Cómo puedes ser tan mezquino con tu hombre amor? — Preguntó Nam procurando no sonreír.

— No tengo ningún hombre. Tú a mí no me hables, quedan 15 minutos para irnos al aeropuerto. ¡Apresúrate! — Sacaba una a una sus maleta de la habitación. – Ya saqué tus maletas solamente aséate rápido y sal, otra cosa... No olvides llamar a tu madre para que la felicites. Es su cumpleaños. Espero que no se te haya olvidado.

— Amor como lo iba olvidar. – Realmente lo había olvidado pero quién lo aguantaba si se lo aceptaba. – Ya salgo.

Todos fueron en el autobús de la compañía al aeropuerto, yendo el líder junto a Jin que iba de invitado del grupo y como supervisor de las nuevas coreografías. Los otros cuatro integrantes Como era de esperar se sentaron en pareja todo el viaje, no solamente en el bus. Casi estaban llegando al aeropuerto cuando Namjoon comenzó a preocuparse.

— Estoy jodido. – Se le oyó decir.

— ¿Qué sucede? — Volteó a preguntar Hoseok preocupado.

— Olvidé darle mi pasaporte a nuestro representante. Creo que lo olvidé en el dormitorio pero ni siquiera sé a dónde exactamente o si me da tiempo regresar por él.

— ¡Siéntate! — Jimin suspiraba cerrando los ojos con fuerza. – Yo se lo entregué hace una semana porque sabía que no te acordarías. Yo no sé qué fuera de ti sin mí. Porque eres un maldito desastre, siempre dejando todo para última hora.

Nam parecía como una tortuga que se ocultaba en su caparazón por el miedo cuando su pareja lo regañaba. Todos los miraban riendo.

— Si no fueran los mejores amigos juraría que eran una pareja, parecen un matrimonio discutiendo. – Bufaba el líder sin saber que sus palabras tenían más verdad que broma, ellos realmente eran pareja.

Hoseok era el único que no se enteraba de nada y a decir verdad los chicos se sentía muy apenados por él, por lo que pensaban revelarle todo lo antes posible, no obstante temían de su reacción, pues todos creían que al ser el único que había tenido novia y hablaba todo el tiempo de chicas que era inequívocamente heterosexual y no deseaban que la atmósfera del equipo se quebrara por ello.

...

Todo un mes de gira presentándose por toda Asia oriental, incluyendo las dos dependencias así como el país no reconocido y el grupo Fire estaba retornando a casa finalmente. Todos se encontraban exhaustos pero al escuchar de su director decir que todos podían retirarse por su cuenta desde el momento que aterrizaran en Seúl, por 72 horas interrumpidas antes de comenzar a prepararse para el concierto de regreso a Corea, todo se revitalizaron milagrosamente en cuestiones de segundo. Poder tener tiempo libre a su antojo era algo digno de alegría y celebración para los muchachos.

Hoseok disculpó por no poder acompañarlos, había decidido ir directamente a ver a su familia después de todo ese tiempo sin verlos, por lo que se despidió de todos en el aeropuerto y se marchó. En cuanto a los otros integrantes todos decidieron irse juntos para el dormitorio.

— Oigan, ¿qué les parece si para mañana hacemos una cita doble? — Preguntaba Jimin.

— Tú siempre de jefe de la comisión de embullo. — Replicaba Nam, tomando a su novio de la mano sentados en los últimos asientos de la gran furgoneta negra que siempre los transportaba.

— A mí me parece bien, así podré ir por primera vez a una cita formal con Taehyung. — Jungkook sonreía mientras hablaba mirando a Tae que le correspondía feliz, viéndose tímido y ligeramente sonrojado luego de que Jimin le empezara hacer señas provocativas para molestarlo.

— Kook... — Susurraba Tae al oído de Jungkook. — ¿Puedo preguntarte algo?

— Ya lo estás haciendo. — Bromeó. — Dime...

— No quiero ir para el dormitorio. ¿Podríamos ir para tu casa? – Mostrándole un lindo puchero para tratar de convencerlo.

— ¿Para qué? Hoy estaremos tranquilos Hoseok no está y los JJ seguro que no saldrán de su cuarto.

— ¿Realmente eres bobo o simplemente estás fingiendo serlo? – El menor despegó su cabeza del hombro de Jungkook para mirarlo seriamente. – ¿Me vas hacer decirte y explicarte cada palabra? Necesitamos privacidad absoluta.

— Ya te dije que hasta que no estés totalmente seguro no pasará nada.

— Si te estoy pidiendo que vayamos es porque estoy seguro de lo que quiero hacer. Pero primero pide que nos dejen por aquí.

Jungkook lo miró con algo de duda. Ese pedido era repentino, quería hacerlo, hacía demasiado que no tenía relaciones sexuales, pero no quería hacerlo de esa forma. Con Tae en su casa ocurrió algo pero desde entonces no habían vuelto a tener ese tipo de acercamiento físico.

Lo cierto era que él no quería trascender de los besos, si iba más allá sin estar seguro y luego se arrepentía su Tae iba a sufrir, la amistad quedaría rota y al final, él también sufriría nuevamente. No obstante llevaba una semana pensando en la forma de pedirle que fueran novios y por un momento pensó hacerlo en la cita doble que propuso Jimin pero, si Tae quería ir más allá esa noche tendría que adelantarse y no sabía de que manera hacerlo.

— Primero iremos al dormitorio, dejemos las cosas y tomemos lo necesario para pasar los próximos tres días en mi apartamento. — Necesitaba ganar tiempo y organizarse. – Mañana le decimos a los JJ que se queden allá con nosotros, ya que Jimin sabe todo y quiere que pasemos el día juntos esa sería una buena idea.

— ¿Estás hablando enserio? — Se lanzó a darle un beso en los labios por la emoción pero Kook se echó hacia atrás.

— Tranquilo, no es el lugar. Nos pueden ver.

— Lo siento, es que me emocioné.

— No pasa nada, déjame hacer una llamada.

Jungkook llamó al asistente de su padre para decirle que estuviera al tanto de su teléfono ya que le enviaría una lista y quería que en una hora de ser posible todo estuviera organizado o terminándose de organizar. Tae estaba algo intrigado pero se abstuvo de preguntar. Ya estaba más que feliz con saber que tendría a su compañero tres días para él.

Taehyung vació su maleta y preparando una nueva con ropa limpia y todo lo necesario para pasar esos días en casa en casa de Kook, por alguna extraña razón estaba sumamente nervioso y batallaba escogiendo cada cosa que se llevaría. Jungkook por su lado hizo rápidamente su maleta pero no puedo evitar caminar de un lado para otro.

— ¿Te sucede algo? — Sus manos lo abrazaron por su cintura pero este se corrió apartándose.

— No para nada. Termina tu maleta que yo debo hacer una llamada.

Jungkook salió de la habitación sin decir una palabra dejando su compañero pensativo y algo preocupado, cada vez Kook rechazaba más su toque y esto lo entristecía. Aproximadamente 15 minutos después regresó con cara de tragedia preocupándolo aún más.

— ¿Estás listo? Si es así vamos. – Este arrastro su maleta, tomando también la de Tae consigo.

Cuando llegaron al garaje del dormitorio Taehyung se encontraba desorientado, no entendía porque estaban ahí en vez de salir a tomar un taxi pero el sonido de la alarma de un carro al desactivarse y unas luces parpadeantes proveniente de un Maserati Lavante blanco lo sacaron de sus pensamientos. Miró a su compañero que acaba de presionar el botón de una llave, mirando después al coche como si tratara de organizar sus ideas.

— Espera... ¿Tú vas a conducir? ¿Este auto es tuyo?

— Así es. ¿No dijiste que querías verme conduciendo? — Kook le guiñó el ojo para después ir abrirle caballerosamente la puerta del automóvil. — Adelante. — Hizo un dulce ademán que le indicaba a Tae que se subiera, cerrando la puerta una vez que se había sentado.

Los primeros cinco minutos mientras salían del aparcamiento los dos se mantuvieron en silencio. Con su chaqueta y pantalón de cuero negro a juego, su cabello cayendo su rostro, el pendiente en forma de argolla que le resaltaba y su mano con aquel anillo plateado sosteniendo el timón tenían a Tae babeando literalmente. Esa era una imagen totalmente sensual y erótica. Lo había imaginado muchas veces pero la realidad superaba su fantasía.

Sin saber si lo que hacía estaba bien, de una forma atrevida el menor llevó su mano izquierda hasta el muslo derecho de Kook, dejándola allí Durante unos minutos pero cuando vio que éste no dijo nada se aventuró a ir más allá, necesitaba tocarlo y ver esa sexy reacción en su cara. Tae apretó levemente su entrepierna logrando que este intentara cerrar las piernas por inercia pero sin retirar la mano.

— Tae... — Susurró soltando un suspiro.

— Sabes, he estado pensando y como será mi primera vez y aún tengo algo de miedo al dolor quiero que la primera vez me dejes ser el activo.

De golpe el conductor de aquel auto apartó la vista de la carretera y lo miró sorprendido. Se aparcó unos segundos frente a una parada de autobús desolada para mirarlo bien.

— ¿De qué estás hablando?

— Estoy seguro que quiero hacerlo, no pienses que no, pero quiero ir arriba.

— De acuerdo. Respondió seriamente, poniéndose otra vez en marcha.

— ¿Estás molesto? Me dijistes que te daba igual estar arriba que abajo. Pero si no te gusta yo igual traje lubricante conmigo, lo intentaré. Solo... – Realizó una pausa. – Solamente déjame sentirte, quiero sentir que nos volvamos uno.

— No estoy molesto, simplemente estoy procesando todo.

...

Esta vez en la recepción había una chica que Jungkook no había visto nunca pero era claro que ella si lo conocía y estaba esperando por él. Saludos los trabajadores como siempre hacía en cada sitio y subió hasta su Penthouse con su amigo. Una vez que se encontraban delante de la puerta, el mayor le tapó los ojos a Taehyung, dejando de lado las maletas.

— Aguanta un momento. ¿Qué piensas hacer?

— ¡Shhh! — Kook introdujo el código y se adentró en el apartamento llevando al otro de la mano.

Una vez adentro la melodía de "I love you" por Just comenzó a sonar en los altavoces. Ambos corazones latían como caballos desbocados, estaban nerviosos y era imposible ocultarlo. Cuando Tae abrió sus ojos cayó de rodillas en el suelo comenzando a llorar. Era un llanto de felicidad y sorpresa. Estaba rodeado por flores y conejos negros, verdes y blancos que eran sus colores preferidos por toda la sala, estando al final de esta una foto de ellos dos en una pantalla, con subtítulos de colores que decían... "¿Quieres ser mi novio?

Las lágrimas de Taehyung acariciaban su rostro incesantemente provocando que aquella escena hiciera que el corazón de Jungkook diera un vuelco, no esperaba que su compañero reaccionara de esa forma, sentía que todas las emociones que estaba sintiendo se las estaba transmitiendo a él, logrando que una lágrima perdida besara su rostro. Se arrodilló a su lado, haciendo a un lado uno de los conejos que tanto le gustaban a Taehyung y lo abrazó.

— Me gustas. — Musitó

— ¿De qué forma? — Sollozaba aún Tae.

— De forma romántica. No deseo alargar más esto. ¿Quieres ser mi novio?

— ¿No tienes miedo de que si no funciona perdamos un buen amigo?

— La verdad sí, pero ya no tengo inseguridades con respecto a mis sentimientos por ti. Tú también sientes algo sincero por mí y si no lo intentamos jamás sabremos que tan lejos llegaremos. No hay nada eterno en este mundo y por el tiempo que dure quiero que lo intentemos. Si no lo hacemos creo que nos arrepentiremos la vida entera.

Taehyung lo miró con nuevas lágrimas formándose en sus ojos pero esbozando una amplia sonrisa.

— Entonces sí quiero ser tu novio, el tiempo que dure.

Llevó sus manos alrededor del cuello de Jungkook y lo besó, lo besó como si fuera la primera vez, como si no hubiera mañana, con la añoranza y el deseo de sentir esos labios que se habían acumulado durante días. Sus labios eran como la flor más exquisita y su saliva era como el néctar que derramaba, del cual se había vuelto adicto.

— Me gustas. — Susurró esta vez Tae entre suspiros.

Los besos que Jungkook le estaba dando por todo su cuerpo eran sofocantes, su piel vibraba bajo su tacto y lo hacían desear más y más. Intentó quitarle la chaqueta a Jungkook pero este lo detuvo.

— Espera, ven.. — Musitó recomponiéndose.

— ¿Ahora? Necesito sentirte por favor. — Le pidió.

— Lo harás pero no aquí. Sígueme. — Lo tomó de la mano, dejando un suave beso en el torso de esta para luego ponerse en dirección a una de las habitaciones, en cambio no era la misma de la otra vez. — Esta será a partir de ahora nuestra habitación siempre que desees venir. — Tras una leve pausa, sacó una tarjeta con varios códigos y algo escrito a mano.

"En estos tiempos modernos, ya no existe una llave que entregar, no obstante aquí te entrego los códigos de este lugar que ya no es solamente mío. Me has ganado, así que tendrás que hacerte responsable de mí y de todo lo que tengo. Si estás recibiendo esta nota es porque aceptaste ser mi novio, gracias... No olvides que me gustas y desde este momento estamos oficialmente juntos. Besos novio. - De Jeon Jungkook para Kim Taehyung."

Tae leyó detenidamente el contenido de la tarjeta dos veces sin podérselo creer. Lo miró nuevamente con los ojos cristalizados.

— ¿Estás seguro de esto? — Le preguntó

Jungkook se acercó, quitándole la tarjeta de las manos y estrechándolo hasta él.

— Completamente seguro. Este será nuestro espacio. El dormitorio lo debemos respetar pero aquí no tenemos restricciones, podremos ser y hacer cuanto nos plazca. No solamente será nuestro refugio. Será nuestro hogar.

— Nues- ¿Nuestro hogar? — Tragó saliva.

— Algunas veces un hogar no está compuesto por cuatro paredes, son simplemente dos ojos y un latido del corazón cuando dos personas se unen así como lo estamos haciendo nosotros en este momento. Por ende...— Lo besó. — Este será nuestro hogar. Tú eres mi hogar, empezamos como completos desconocidos y luego como rivales sin quererlo, pasamos a ser compañeros, luego amigos y ahora pareja. Siempre nos hemos sentido bien el uno con el otro y por eso mi mayor temor era perderte. Así fuera como amigos quería tenerte a mi lado, porque eres mi hogar, mi tranquilidad, mi paz, mi-

Taehyung lo interrumpió dándole un beso, de esos largos que los dejaban sin aliento.

— Estás hablando... — Lo besó — Demasiado... — Le mordió el labio. — Si sigues así, terminaré irremediablemente enamorado como un bobo de ti.

— Perdona, es que simplemente las palabras fueron saliendo de mi boca con gran elocuencia y no pude detenerme, creo que es porque aún estoy nervioso y también emocionado. — Rió tímidamente.

Tae también sonrió para luego besarlo nuevamente. Sensual y suavemente fue despojando a Jungkook de su ropa, comenzando por esa chaqueta negra que ya tanto le estorbaba, dejándola caer al piso, acariciando con sus manos aquellos brazos. Sus dedeos lo acariciaron por encima de la camiseta rozando suavemente esos botones que sentía en su pecho, observando su bien formada clavícula y como bajo sus leves roces la garganta de su ahora novio tragaba saliva.

Jungkook tenía los ojos cerrados, por mucho que quería deborar a Tae lo estaba dejando que llevara la batuta para que se sintiera tranquilo, seguro y fuera incrementado su experiencia. Además, sus manos se sentían muy bien, cuando le quitó su camiseta todo su cuerpo se tensó, su piel estaba erizada cual puercoespín, vibrando baja cada suave caricia.

El broche de aquel pantalón de cuero negro estaba algo reacio, Tae intentaba desabrocharlo torpemente sin éxito a causa de su nerviosismo, miró hacia arriba cuando las manos del dueño lo ayudaron a terminar el trabajo, le estaba dando una tierna sonrisa que causó que se sonrojara, estaba apenado por su torpeza.

Aún así no se amilanó y llevó los pantalones hasta el suelo, acariciando primero una pierna para que la retirara del pantalón para luego pasar a la otra. Besaba sus pantorrillas y sonreía cada vez que Jungkook se contraía, aquello le producía satisfacción.

Subió hasta la barriga, ignorando completamente la zona que iba desde la pelvis hasta mediado de muslo para con su lengua dar una vuelta alrededor de su ombligo, no podía evitar oler cada poro de ese cuerpo, besarlos y acariciarlos. Siguió subiendo hasta sus pechos, besando cada pectoral pero sin detenerse ahí con su boca, había dejado que sus manos se encargaran de ellos mientras el lamía todo el cuello de su pareja, esta, suspiraba y respiraba de forma ahogada, levemente acelerada.

— Tu cuerpo me fascina, todo en ti me encanta. — Susurró al oído de su novio antes de morderlo. — Tengo el novio más sexy en todo el planeta.

Jungkook sonrió pero aquellas palabras lo estaban provocando demasiado. Sintió como una lengua recorría sus labios de un lado a otro antes de hacerse camino hasta el interior de su boca. Gimió cuando sintió que una mano lo acariciaba por arriba de su calzoncillo negro y fino, la fricción de la tela y la calidez de esa mano lo estaban torturando. Sus suspiros se ahogaban en la apetitosa boca de Tae.

Este dejó ir su boca para retomar el camino de regreso a su posición inicial, yendo hacia abajo esta vez deteniéndose en aquello lugares que había olvidado e ignorado la vez anterior. Besaba y dejaba pasar su lengua por toda la extensión presionada dentro de sus calzoncillos sin retirarlo. Su grosor se había duplicado desde la última vez que pasó por ahí, estaba húmedo y no era por la saliva de su lengua.

Cuando su boca fue retirando la única prenda que quedaba en el cuerpo de Jungkook asistida por su mano, dejando ver ese hilo espeso proveniente de su miembro, aquel potente miembro que se liberó. No pudo evitar mirar hacia arriba cuando su pareja dejó escapar un potente gemido.

Sin dejar de observarlo, llevó sus dedos hasta su perineo, presionándolo antes de seguir hasta sus testículos y envolverlos en su manos mientras su boca recorría cada costado de su miembro. Jungkook ahora había abierto los ojos, no quería perderse esa imagen de ver a Tae agachado mientras su boca acariciaba su falo.

Aquella lengua juguetona iba dando vueltas alrededor de la parte más sobresaliente del cuerpo de Jungkook, a decir verdad la admiraba, le parecía perfecta. Tae posó su boca en el glande, dejando que su lengua jugara nuevamente con la corona del mismo antes de ir descendiendo poco a poco sin parar hasta llegar a la base donde apretó fuertemente su boca, aguantando la respiración. Kook tuvo que contener las ganas de presionarlo contra su miembro una vez más cuando este lo abandonó.

Para ser sinceros, aquel hombre masturbándolo mientras empujaba contra su cuerpo tembloroso lo estaban haciendo llegar a su límite, más rápido que nunca. Intentaba hacer lo mejor que podía para aguantar aunque estuviera a punto de venirse y, su determinación a llegar cuando Tae se apoderara de él era todo lo que le daba fuerza y lo hizo aferrarse a ese pensamiento.

Aún así, en el preciso momento que había logrado controlarse los golpes de Taehyung se intensificaron. ¡Maldita sea! - Pensó - Se sentía demasiado bien, no podía aguantar más.

— ¡Mierda Tae! Me voy... Me voy a venir...

Extendió su mano como si buscara consuelo. Su brazo derecho se aferró al cabello de Taehyung, haciéndolo subir, para luego envolver el cuello del mismo, mientras que su mano izquierda agarró la mano de su pareja que quedaba libre y entrelazó sus dedos. Un placer abrumador se apoderó de él mientras que Tae no dejaba de tocarlo con su otra mano, en el proceso, lágrimas sin saberlo escaparon de sus ojos. Su espalda se arqueó cuando sus caderas se sacudieron hacia un lado y, en ese instante, un líquido blanco brotó sobre su estómago.

Como si el cuerpo tembloroso de Jungkook lo hubiera excitado de sobremanera Taehyung llevó su mano hasta su miembro, liberándolo torpemente de su pantalón, para estimularlo aún más, estallando casi al instante apoyando su cabeza contra el pecho de Kook. Como no se había tocado en tanto tiempo la cantidad y la fuerza con que salía era el doble de la de su compañero.

Todo llegó hasta Jungkook, cubriéndolo desde su pecho hasta su cara. Habiendo perdido sus fuerzas enterró su cabeza contra el cuello del mayor tratando de recuperar la respiración. Cuando Taehyung levantó su cabeza y vio el rostro de Jungkook cubierto por sus fluidos se tambaleó hacia atrás, palideció ante ser testigo de lo que había hecho.

— ¡P- perdóname Jungkook! — Intentó limpiarlo rápidamente. — ¡Oh no! Incluso llegó hasta tu cara. — Estaba tan avergonzado como asustado.

— Ven aquí... — Kook lo agarró fuertemente de la mano y lo abrazó. — No pasa nada, es algo normal. Además, lo que estás haciendo con tus manos solamente hace que me ensucie más. — Comenzó a reír al ver el pánico en los ojos de su novio.

¿Dónde estaba el hombre seguro que hacía unos momentos le había realizado la mejor masturbación de su vida? Cuando pensaba en todo eso y lo gracioso que era comenzó a reír dándole un beso.

— Vamos, que esto recién empieza. La noche es larga y el tiempo hoy no apremia. — Jungkook le dio una nalgada a su novio para luego tirarlo a la cama.

Este capítulo ya estaba demasiado largo así que la continuación será en el próximo capítulo... Espero que les haya gustado y hasta el próximo capítulo.

Pd: Perdonen si en estos capítulos han habido y habrán demasiados encuentros sexuales, es parte de la trama e historia así que espero que lo comprendan.

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