Capítulo 59 - Liberaciones, amor es amor

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— No se preocupen, yo me encargaré de Tae y lo cuidaré bien. — Decía Kook para ambas familias, incluyendo a sus amigos que iban dos veces al día.

A decir verdad, prácticamente no salían del hospital, era como si hubieran trasladado el antiguo dormitorio de todos para la sala VIP del hospital que tenía Taehyung. Por idea de Namjoon y Hoseok los cuatros decidieron pasar la mayor cantidad de tiempo posible con ellos no para mostrarle su apoyo sino para darles un poco de alegría y hacerlos desconectar de la realidad luego de haber vivido experiencias tan fuertes en tan poco tiempo. Querían que su presencia ayudara a eliminar un poquito de ese sabor amargo, de esa tristeza que estaba consciente sentían.

Tae estaba aliviado de estar con sus amigos, de tener a su esposo y a su familia apoyándolo pero no estaba feliz. Estaba claro que había vuelto con Kook pero no hubo una reconciliación, no hablaron de las cosas que ocurrieron, no sabía todo lo ocurrido con Sehun, él no se había podido disculpar correctamente. En un momento estaba corriendo con un dolor intenso y un terror enorme recorriendo por su cuerpo, huyendo de un maldito que decía ser su amigo, que lo amaba pero aún así abusó de él y al otro momento abría los ojos en un hospital con su esposo llorando a su lado, sintiendo su cariño y sin saber si lo merecía.

Nadie era culpable de una violación, sabía eso pero de alguna manera sentía que sí había colaborado para que eso sucediera. Todas sus tontas acciones lo llevaron a eso, por haberse refugiado y confiado en un amigo más que en su esposo porque debía haberle confiado sus temores a Jungkook y no tratar de arreglarlo todo por su cuenta. Porque siguió siendo amigo de él e incluso vivió bajo el mismo techo aún sabiendo que él no lo miraba como un simple amigo, mismo si había pensado que todo estaba claro entre ellos. Culpable por tantas cosas.

— Vamos mi amor, apóyate en mí para que puedas sentarte en el auto. — Kook le extendió su mano a Tae quien con dificultad logró ponerse de pie.

— ¡Ay tan hermoso! Ya todas nuestras damiselas han estado en apuro, primero miss drama queen aquí presente. — Señaló Hoseok a Jimin como si mostrara una obra de arte mientras este era abrazado por la espalda por Nam. — Y ahora nuestra damisela encantadora TaeTae, creo que solamente falta la mía. — Le dio una nalgada a Jin. — ¿Y tú para cuando vas a estar en peligro para yo rescatarte? — Amplió su sonrisa mientras que su novio ponía los ojos en blanco. — Pero eso sí, a mí tienes que avisarme o darme una pista y no hace falta llegar al hospital, que se resuelva con una caja de primeros auxilios del hogar.

Era imposible no reírse con las estupideces que el líder decía de la nada, cuando las personas menos se lo esperaban y justo así por un momento todos se rieron olvidando todas sus preocupaciones. Hoseok se sintió satisfecho cuando observó de soslayo a sus compañeros y se sintió aún mejor cuando vio el guiño de su pareja quien le había seguido la corriente y ahora lo tomaba de las manos dándole también su apoyo.

Como en los viejos tiempos, cuando vivían con menos preocupaciones, cuando solamente estaban concentrados en su trabajo y cuando su vida más allá de las cámaras no eran tan complicadas.

— ¿Cómo te sientes amor? — Preguntó Kook una vez que estuvieron en el auto observando a su esposo con el corazón apretujado por la culpa.

Extendió su mano para tocar su muslo pero este brincó y aunque intentó disimular pudo ver el terror en sus ojos. Sabía lo que había ocurrido pero no quería tocarle el tema hasta que estuviera listo para hablar de ello aunque ya le había comentado la idea de ir a un psicólogo juntos aunque eso estuviera mal visto, no les importaba.

Desde el incidente con Sehun siempre que intentaba tocar o acariciar a Tae de la cintura haca abajo reaccionaba con miedo, asustado, trataba de mantener las apariencias pero él que lo conocía se daba cuenta perfectamente, sabía que algo de él se había roto ese día y deberían repararlo juntos y de ser necesario reemplazarla. Sus ojos se cristalizaron, así como estaban los de Tae pero no decían una palabra.

— Quiero estar en el juicio de Sehun. — Habló por fin Taehyung.

— Mi amor eso ya es mañana y no creo que estés en condiciones aún de enfrentarte a eso. Como se hizo público sus caso y ha causado tanto revuelo ese lugar estará infectado de periodistas y minado de cámaras.

— De igual forma mi nombre va a salir a relucir en ese juicio porque soy la víctima, además necesito enfrentar ese demonio ahora o no me dejará de seguir por el resto de mi vida y no pienso dejar que algo así me detenga. — Su mirada era fría aunque mirara al paisaje que rápidamente quedaba atrás según se movía el carro. — Por los medios ya no me preocupo, ya han despotricado lo suficiente de mi persona como para preocuparme, mi mayor preocupación siempre es que te afecte a ti.

Jungkook estaba impresionado, sorprendido por la actitud de su esposo por lo decidido que estaba, se sentía orgulloso de él por no dejarse caer.

— Por mi parte tampoco hay problema, no le temo a los medios. Si deseas ir yo estaré ahí contigo, seré tu pilar de apoyo en caso de que algo suceda. — Tocó sus mejillas porque sus manos estaban en sus muslos y no quería incomodarlo.

— No tienes que hacerlo.

— Lo sé, pero aún así quiero hacerlo mi amor. Quiero que tengas claro que te amo y ya sabes lo que te voy a decir, te recordaré nuestros votos y te diré que estaremos juntos en las buenas y malas.

Taehyung observó a su esposo y sonrió con pesar, conmovido una vez más por su forma de ser. A penas hacía una semana que su padre había fallecido y sin embargo ahí estaba, buscando colmarlo de cariño, haciendo que se sintiera bien, con una sonrisa en su rostro pero con tristeza en su mirar, su alma estaba sufriendo, no obstante a él lo cuidaba, siendo el mejor esposo que nadie pudiese desear.

Después de todo lo ocurrido sentía que no merecía algo tan bueno, no lo merecía, no era digno para Jungkook. Él era alguien único y aún no creía su suerte de haber encontrado una persona como él para compartir su vida.

Desde el comienzo siempre se sintió seguro a su alrededor, consentido con cada una de sus caricias, bajo sus manos había experimentado el mayor placer que nadie pudiera sentir así como el mayor de los cuidados. No hubo ser humano antes de él que lo hiciera sentir de esa forma, su cuerpo no había sido tomado por nadie más, en cambio ahora...

Lo observó nuevamente de soslayo, centrando la vista en sus manos... No existía tacto mejor que el de su esposo pero aún así no podía dejar que lo tocara aunque quisiera. Sin pensarlo o percatarse se asustaba, cuando su cuerpo percibía alguna cercanía de piel de su torso hacia abajo levantaba un escudo de protección para protegerse de un dolor tan horrible e insoportable como el que días atrás experimentó.

Incluso cuando Kook intentó ayudarlo a bañar en el hospital su cuerpo lo rechazó asustado y no pudo bañarlo al final, s cuerpo se tensó y sus lágrimas cayeron a medida que su pulso se aceleraba, terminando casi hiperventilando para el momento que Kook lo dejó solo sentado en la silla bajo la ducha para que pudiera asearse, pues con su pierna enyesada no podía sostenerse en pie. Continuó llorando frustrado, él quería que su esposo lo ayudara pero el pánico de su subconsciente lo traicionó.

Él mismo siempre que se tenía que bañar, tocar o vestir debía luchar con su propio cerebro, alejando los recuerdos de los golpes de Sehun, sus brutas embestidas que lo desgarraban cada vez y el horrible dolor que lo corroía, algo que en su vida había experimentado. El recuerdo de su rostro endemoniado, su asqueroso sudor, toda esa pesadilla.

Habló a solas con el doctor y este le dio la seguridad de que podía superarlo si se lo proponía, más con la ayuda de sus seres queridos ya que eso era un trauma, la secuela que había dejado ese episodio tan desafortunado pero aunque quería creer en ello tenía miedo de no lograrlo y que su esposo sufriera las consecuencias. No instante lo intentaría con todo su corazón, ellos merecían ser felices, no podían castigarlos de esa manera por sus estupideces.

— ¿Qué sucede? Por favor no llores, habla conmigo mi amor, habla conmigo.

Tae no se había dado cuenta de cuándo comenzó a llorar, intentó sonreír pero ver la angustia reflejada en la cara de su esposo simplemente hizo que su llanto rompiera sin contenerse.

Ya estaban aparcados en el garaje del edificio así que Jungkook se bajó corriendo del auto para sacar a Tae de allí, intentó cargarlo pero las manos de su esposo lo frenaron cuando fue a pasar su brazo por debajo de sus rodillas para sacarlo del asiento. No sabía que hacer así que solamente lo abrazó para consolarlo hasta que este se calmó nuevamente.

Una vez que Tae se recompuso un poco su esposo lo ayudó a salir del coche y lo llevó hasta el penthouse, dejándolo acomodado en el sofá. Yeontan recibió a su padre feliz, corrió hacia él y se encaramó en su regazo moviendo so bolita contento. El matrimonio lo miró risueño para luego intercambiar miradas de amor.

— Yo sé que debe ser difícil para ti querer hablar, debes estar pasando por un mal momento. Quizás es muy pronto para que te desahogues... — Decía Kook entregándole algunos analgésicos par sus dolores junto con un vaso de agua. — Pero yo necesito que te abras conmigo, que me permitas conocer y estar al tanto del dolor que sientes, de la terrible experiencia que tuviste y juntos superar esto.Tal vez no sea un psicólogo o la persona competente para ayudarte pero estoy seguro que puedo hacerlo si me lo permites.

— Kook...

— No tiene que ser ahora, solamente te estoy diciendo que lo pienses.

— Me gustaría pedirte perdón por todo. Fui un imbécil al alejarme de ti para intentar protegerte, un cobarde que no tuvo lo necesario para enfrentar sus temores y permanecer a tu lado como siempre lo has hecho tú. Me siento culpable por hacerte pasar por todo esto yo...

— Ya no me importa el pasado, lo único que necesito es que estés dispuesto a vivir el presente y a compartir un futuro conmigo, el pasado ya no se puede cambiar, por ende debes dejar de culparte.

— Pero esa noche... Por mi culpa él, yo, tú... — Las manos de Tae comenzaron a temblar pero el abrazo de Jungkook lo tranquilizó.

El castaño se acercó a sus labios y depositó un casto beso con una tierna sonrisa, sostuvo su mentó y lo hizo observarlo, sus miradas se cruzaron y ambas dejaron ver cuan cristalizados estaban sus ojos.

— Todo está bien mi amor, yo estoy aquí. — Murmuró Kook estrechándolo nuevamente entre sus brazos mientras que eran observados por el peludo que no entendía la situación y miraba a sus padres confundido.

Tras calmarse y con la fuerza brindada por su esposo, Tae pudo finalmente revelar todos los sucesos de esa noche, cada detalle, como si lo estuviera viviendo otra vez y lo narrara, temblando de vez en cuando pero tranquilizado por Kook quien estaba intentando controlarse para no ir a donde fuera que ese maldito estuviera recluido e infiltrarse para despellejarlo vivo. No podía siquiera imaginar todo por lo que su esposo había pasado, era alguien fuerte sin lugar a dudas.

— Tú no tuviste culpa de lo ese demente te hizo, quizás hubiera ocurrido incluso si hubieras estados a mi lado, los oficiales me dijeron que en el sótano de su casa tenía cientos de fotografías tuyas que había acumulado este hace muchos años, videos tuyos pero también de otras personas, tenía cámaras por toda esa casa y tenía a alguien siguiéndote los pasos pero ya no te podrá hacer nada más, me he encargado de que ese desgraciado reciba el castigo que se merece, para que no pueda hacerte daño a ti, ni a nadie más.

— Por eso necesito ir y testificar en la corte para que lo refundan en prisión, no me voy a conformar con testificar escondido tras las cámaras y sentarme a esperar por saber su condena, necesito verlo, necesito ver que irá a la cárcel, enfrentarlo, ver su mirada, creo que solamente así podré superar esto.

— Te entiendo mi amor y te apoyo. Sabes que cuentas conmigo en todo momento.

...

En la mañana siguiente llegaron a la Corte Suprema de Corea del Sur, el más alto tribunal del país con su sede en Seocho. Los dos observaban el enorme edificio desde el auto esperando que Tae calmara sus nervios. Habían sido llevados por el señor Kim quien también declararía en contra de Sehun y se había ofrecido a llevarlos.

— ¿Estás listo? — Preguntó Jungkook sosteniendo con fuerza su mano viendo como Tae asentía en respuesta a su pregunta. Le regaló una sonrisa y un beso. — Entonces vamos. Recuerda que estoy aquí y que estoy contigo.

Caminaron por los pasillos uno al lado del otro pero sin darse la mano, con paso firma atravesando a todos los periodistas que allí se encontraban. Ese era un caso que se había vuelto mediático pues no todos los días un ídolo famoso enfrentaba un juicio con todos los cargos que tendría Sehun.

Se le imputaron los cargos de abuso sexual, intento de homicidio no solamente a Taehyung sino también a Kai, acoso, invasión de la intimidad y extorsión. Jungkook había conseguido que todas sus víctimas, incluyendo las del pasado que no habían logrado demandarlo y a otra que tuvo simplemente miedo testificaran en su contra. Había colaborado con la investigación y entregado todas las pruebas que su padre había recolectado, las mismas que se quedaron en su auto el día que falleció.

Hizo uso de sus contactos e influencia para que nadie se tentara el corazón para juzgarlo, Sehun tenía que pagar todo lo que había hecho, todo el sufrimiento que había causado y si estaba mal matarlo al menos quería que no volviera a ver la luz del sol aunque tuviera ochenta años y llevara la mejor conducta.

Kai quien había ido a testificar fue acompañado por Suga, ya que él no tenía a nadie más debido que fue abandonado por sus padres y quienes lo adoptaron le habían dado la espalda. Él realmente estaba arrepentido de todas las cosas que había hecho, dejando que su odio y soledad tomaran el control de su vida. Había estado resentidos con todos, principalmente con sus padres biológicos que lo abandonaron y los adoptivos que solamente lo utilizaron para aparentar ser un buen y estable matrimonio de los que solamente había recibido su apellido y una tarjeta de crédito para limpiar sus culpas.

Él vivió una vida falsa, aparentando fortaleza con los demás y él mismo desde que el personal de su orfanato lo maltratara física y psicológicamente. Pensó que al ser adoptado por una familia pudiente su vida cambiaría pero no, todo fue peor, terminando metido en las drogas y con el consuelo de Min Yoongi y Jungkook que fueron las primeras personas que le dieron su amor incondicional, las primeras que lo habían tratado bien y las que había querido en su vida sin importarle lo demás, no quería vivir sin ellos pero se había percatado algo tarde que no podía hacer que todos lo amaran y permanecieran a su lado sin importar qué.

Se había disculpado con todos a pensar de que sabía que podrían no perdonarlo pero para su sorpresa si lo hicieron, tanto Taehyung como Jungkook y Min Yoongi a las persona que consideraba que más daño les había hecho, incluso se disculpó con Jimin y el resto de los chicos, llorando cuando a pesar de su seriedad aceptaron sus disculpas. Todo eso lo ayudó a tener el valor de revelar todo frente a la prensa en el juicio de Sehun.

El juez le dio la pena máxima por todos los delitos cometidos y acumulados, sentenciándolo a cuarenta años de privación de libertad sin derecho a apelación.

Cuando Taehyung escuchó la sentencia pudo volver a respirar, no supo en que momento había dejado de hacerlo pero volvió a respirar. Su postura fue fuera tanto a la hora de testificar como una vez que bajó del estrado, ignorando todas las miradas que Sehun le ofrecía. Se aferró fuertemente a Jungkook, con sus manos apoyadas en sus muslos.

Su esposo contempló todo el momento y no pudo evitar sonreír aliviado, con la esperanza de que todo mejoraría para ellos. Lo tomó de la mano para que se apoyara en ésa la hora de caminar y salieron de la sala.

Cuando salieron del edificio toda la prensa se les fue encima. El ruido de las cámaras y el bullicio era molesto.

Taehyung... ¿Puede decirnos como se siente? ¿Sehun era su amigo, habían trabajado juntos cómo se siente ahora? ¿Qué pueden decir de los rumores que están circulando? ¿A qué se debe que esté siendo acompañado por Jeon Jungkook y estén tomados de las manos?

Las preguntas llovían a borbotones, no solamente con respecto al juicio sino también con respecto a su vida privada. Las manos de Taehyung temblaban y su esposo podía sentir como se tensaba cada vez que alguien insinuaba que él y Sehun habían tenido algo que ver. Sabía que le pondría final a muchas cosas pero su esposo estaba por delante de todo así que sin pensarlo dos veces lo sostuvo más fuerte y le dedicó una mirada que dejó a Tae confuso.

— Agradecemos que muestren su interés en este caso ya que nadie tiene derecho para hacer y cometer todas las atrocidades y delitos realizadas por el ya condenado pero agradeceríamos que se abstuvieran de seguir sacando conclusiones con respecto a la vida privada de Taehyung. Ellos dos no tenían nada que ver y yo como su esposo se lo puedo asegurar. No responderé más preguntas, con permiso.

Sin importarle las personas a su alrededor ni el resto de preguntas que siguieron cayendo como lluvia cargó a Taehyung hasta que dejaron a los periodistas atrás y lo sentó en el coche.

Taehyung aún no salía del shock, miraba atontado a Jungkook por las declaraciones que acababa de hacer. Todo lo que había hecho para que no se le fueran arriba había sido en vano todo ese tiempo alejado había sido por gusto pero... Estaba contento de que su esposo diera así el paso al frente y confesara frente a la prensa nacional no solamente que era gay sino que también estaban casados.

— Ya no me mires más así. — Murmuró Jungkook acariciándole el dorso de su mano, jugando con sus dedos. — En algún momento se tendría que decir así que se dijo. Tarde o temprano saldría todo a la luz así que no tenía caso alargarlo durante más tiempo. Te amo y no voy a permitir que nada más le haga sombra a nuestro matrimonio y a nuestra felicidad.

Tae asintió cambiando la dirección de su mirada pero segundo después se abalanzó hacia él. — Te amo. — Repitió continuamente mientras lo besaba.

...

Las cuatro quijadas de sus compañeros de grupo cayeron cuando vieron en las noticias en vivo la declaración de Jungkook.

— ¡Ese es mi Kookie! — Exclamó Jimin tras salir de su sorpresa abrazando a su prometido. — La verdad es que he estado muy preocupado por ellos no he tenido cabeza para nada, ni sexo he podido tener. — Resopló pero al momento cayó en cuenta de la barbaridad que había dicho pero peor era en frente de quien la había dicho.

Cerró sus ojos con fuerza, maldiciéndose por ello para luego entreabrir sus ojos mirando a Seokie percatándose de la evidente sonrisa en su cara.

— ¡Qué barbaridad! Nuestros amigos pasando por tan malos momentos y tú añorando el sexo como liebre que no puede dejar de coger.

— No hables así, simplemente fue una expresión que salió de mí, yo he estado consternado y preocupado junto con mi prometido no soy como otros que no se contienen frente a nada.

— ¿Lo estás diciendo por nosotros? — Replicó Hoseok con cara de asombro.

— Por ustedes no, por ti. Jin es diferente pero tú solamente piensas en eso.

— ¿Que yo solamente pienso en eso? Ahora sí se puso bueno esto, mira quien habla, mientras yo ni siquiera tenía novio tenía que escuchar todas las noches durante más de cuatro año a la pareja que todas las noches intentaban procrear a pesar de que eso es fisiológicamente imposible.

— Eres un puerco.

— Puerco tú que hora te las estas dando de santo cuando siempre has sido peor que yo.

— ¡Bueno ya basta ustedes dos! — Exclamó Namjoon. — ¿Realmente es momento de ver quién tiene más relaciones íntimas?

— Nam tiene razón, deberíamos estar llamando a los chicos para ver como se sienten. — Lo apoyó Jin regañando a su pareja con la mirada quien bajó la cabeza como si fuera un niño a modo de disculpas. — Vamos a llamarlos.

...

Los días siguientes todos ignoraron las redes y a penas salían de sus casas puesto que las críticas y seguidores estaban siendo violentos tanto verbal como físicamente con ellos. Los fanáticos estaban totalmente decepcionados del matrimonio, es que una cosa eran los rumores, las fantasía e imaginaciones de algunos pero otra muy diferente era que ellos confirmaran que estaban juntos y casados, aunque en Corea del Sur no fuera válido.

Los comentarios de que debían abandonar sus carreras, de que ellos eran una vergüenza para su grupo y que Jungkook también debía dejarlo eran como una plaga que se expandía. Las peticiones se habían hecho virales y ellos deseaban ignorar todo eso por su estabilidad emocional. Los estaban matando después de todo el amor que les habían brindado pero sabían que eso podía ocurrir por lo que no podían dejar su vida en pausa por esos aficionados que realmente no los querían o para aquellos que los repudiaban simplemente por haberse enamorado de alguien que no iba con los estereotipos impuestos por la sociedad.

— Mi amor creo que esa es la mejor decisión. — Comentó Namjoon sentado en la sala de su casa con Jimin en su regazo.

— Tengo miedo pero aún así estoy de acuerdo, no tengo problemas con eso, siempre que nos tengamos a nosotros, nuestras familias y amigos tendremos todo lo que necesitamos para vivir.

— ¿Entonces?

— ¡Hagámoslo! — Exclamó para luego dedicarse a besarlo y bueno... Algo más.

Juntos se tomaron algunas fotos abrazándose, sosteniendo sus manos y otras en las que compartían uno que otro beso para luego publicarlas en sus redes con el siguiente comentario.

"Lamentamos profundamente decepcionar a nuestros aficionados pero no podemos decepcionar a nuestros corazones, tampoco vivir escondidos ni en una mentira. Sí, estamos enamorados, tenemos una relación y esperamos recibir las bendiciones de aquellos que realmente nos quieren y nos apoyan. Para ustedes, con el nombre que nos designaron un grande abrazo. — NamMin"

No era solamente una forma de apoyo para sus amigos quienes estaban enfrentado esa situación, era también por ellos, por su felicidad, para no tener que vivir más a las sombras ocultando el amor que se tenían como si estuvieran cometiendo algún crimen. Era una puerta que se abría para absortar a las personas que se amaran tal y como eran, que no dejaran que el temor al que dirán les impidiera ser feliz, que temieran amar. En el amor verdadero no hay diferencias sociales, raciales, no importa la edad o el sexo, importaba el amor que dos personas se tenían y nada más.

Un capítulo más y nos despedimos de esta historia. Lo sé, no he dejado de decirlo pero es mi forma de yo misma hacerme a la idea de que está llegando a su final aunque como dije, amo tanto esta historia, mi primer fic que el final no será el fin de todo. Haré varios capítulos extras por mí y para ustedes 🙈😘

Nuevamente los absorto a que continúen leyendo mis historias y que no me abandonen. Los amo 💋💋💋

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