ᴰᵒˢ

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Cómo todos los viernes con su psicóloga, Yoon Gi se había liberado, renovado fuerzas y con la cabeza más fresca. Aunque solo era temporal.

"No deberías ser tan duro contigo mismo" pensaba en aquella frase que le decía cada que iba a verla.

Sana le bailaba de millones de formas diferentes posibles para seducirlo, pero Dios sabía que Yoon Gi era tan difícil de complacer y poner duro fácilmente. El tipo llevaba trabajo, pero cuando estaba predispuesto a complacer, siempre dejaba con ganas de repetir.

Su novia o chica del momento, ya se había bebido unos cuantos mojitos y ya estaba de la tanga, como dirían por ahí. Yoon Gi había recorrido lo que podía con sus ojos de aquel subsuelo con luces intermitentes y de neon para ubicar a Seok Jin, pero no lograba verlo.

El cumpleañero por su parte, encontraba la zona VIP dónde Namjoon yacia muy guapo y etéreo con dos tragos en la mesa ratona principal. El lugar tenía unas oscuras cortinas que no dejaban mucho a la imaginación, solo para pretender brindar privacidad a los presentes que estuvieran allí.

—Namjoon–ah —llamaba en tono neutro y amistoso.

El más alto de cabello ceniza sonreía adorablemente señalandole un lugar a su lado. Tomaba ambos tragos dándole uno al mayor y lo levantaba insitando a Seok Jin a hacer lo mismo.

—Felices veintinueve, Hyung.

SeokJin asentia con sonrisa dulce y bebía junto con el menor quién lo miraba de forma intensa, necesitaba controlarse porque estaba mal interpretando las miradas del más joven.

A eso se refería Yoon Gi siempre.

"Te embobas tanto con un tipo que no te das cuenta de ciertas cosas y para eso, estoy yo"

Ahora lo comprendía mejor, se encontraba necesitado y con ganas de follar, hacía ya un par de meses que no estaba con nadie porque cada que salía, Yoon Gi salía con él y le reprochaba no pensar con su polla a ver si se contagiaba con alguna ETS. Joder, a decir verdad Yoon Gi estaba tan asfixiante que Seok Jin ni ganas de hablar con nadie.

Pero más tranquilo y viendo hacía la pista a la gente tan consumida y en su mundo, se metía en una charla trivial con Namjoon mientras iban pidiendo rondas de tragos. Con el pasar del tiempo Seok Jin creía que la sonrisa de Namjoon era diferente en ocasiones, cada vez más tierno y coqueto de lo que ya era.

Así que ahora se encontraba malinterpretando a Namjoon y debía de relajarse.

—¿¡No te gusta el lugar!? ¿¡Muchas gente!? —preguntaba el castaño bebiendo de su vaso ya que Namjoon no parecía tener intenciones de moverse de allí.

El peliceniza hacía una mueca acercándose más a él y tocando su propia oreja, claramente no escuchaba una mierda.
Seok Jin tragaba y se acercaba para hablarle no tan alto ni tan bajo.

—¿Estás aburrido y no te gusta el lugar?  —repetía suavemente.

Su subconsciente estaba coqueteando, mierda, necesitaba follar o ahuyentaria a la única persona que estaba interesado en prestarle atención a él y no al alcohol gratis que daban.
Rápidamente se alejaba de Namjoon quien lo miraba fijamente.

Obviamente si deseaba dejar de gritar debía de acercarse a la oreja del mayor para que pudiera oírlo, así que lo llamaba con su dedo índice otra vez y se acercaba a contestarle.

—El lugar es genial, Hyung —decía con aquella voz grave—, es bueno que nadie haya venido a buscarte, hablemos de tí ¿Cómo has estado?.

Si, necesitaba coger urgentemente.

—¡Bien, trabajando! ¡¿Y tú trabajo fuera?! —no quería volver a acercarse a aquel hombre.

Namjoon tenía una fragancia exquisita, el mismo sonreía tímidamente al ver que Seokjin evitaba el contacto, pero él no estaba interesado en alejarse.

Tomaba a Seok Jin de la nuca y lo atraía nuevamente para hablarle en su oído.

—Ando bien ¿Estás saliendo con alguien? —preguntaba sin mucho preámbulo.

Seok Jin sentía demasiado calor, quizás si, quizás Namjoon estaba coqueteando. Adorablemente negaba con su cabeza y una sonrisa delicada.

—Tu primo ya ni me deja coger —soltaba nuevamente acercándose al menor—, tiene miedo de que me contagie de algo.

Se alejaba y ambos comenzaban a reír ante lo sobre protector que era el más bajo. Namjoon terminaba su bebida y Seokjin igual pidiendo otra ronda para ambos.

—Él sin embargo, si sale con quién se le antoje —susurraba nuevamente.

—No puede estar muy lejos de las mujeres —respondía cerca encongiendose de hombros.

—No deberías hacer todo lo que Yoon Gi dice, Hyung —soltaba Namjoon en su oído y con el brazo en el respaldar detrás de la nuca de Seok Jin, acercaba su mano y aremolinaba sus dedos en el cabello ajeno provocando al castaño deliciosos escalofríos—, eres un hombre demasiado apuesto para estar solo.

El mayor tragaba duro y negaba, volvía a alejarse al notar que traían la cuarta ronda pedida y el cumpleañero se bebía de un sorbo casi la mitad de su trago. Namjoon lo notaba esquivo, quizás debería ser más directo con su hyung.

—¡¿Cómo es la relación con mi primo?! —preguntaba intentando no acercarse esta vez.

Seok Jin alzaba sus cejas en sorpresa, Namjoon sabía cómo era la relación.

—¡¿A qué te refieres?! Tu sabes cómo nos llevamos

—¡¿Sigue metiéndose en tus relaciones?! —preguntaba sin intención de ofender.

Seok Jin no podía evitar reír, acercándose a Namjoon, asentia junto con la frase—: Solo es más observador que yo y ve cosas que a mí se me pasan por estar caliente.

Se alejaba apenas y se dedicaban otra mirada fija e intensa, el mayor inconcientemente relamía sus labios y Namjoon bajaba sus ojos a estos. Carnosos, rosados y con un brillo tentador.

Seok Jin sonreía apenas y pensaba—con todo su cuerpo sintiendo ese calor particular— «Es mi cabeza, no está coqueteando contigo, Jin»

Luego de unos largos y tortuosos segundos Namjoon se alejaba sonriendo y sobando su nuca nervioso, el mismo calor lo había atacado y viajado a la zona sur de su cuerpo. Seok Jin era tan jodidamente apuesto que él quería saltarle encima, arrodillarse ahí mismo o si Seok Jin se lo pedía, ponerse en cuatro.

Lo que fuera por el amigo gay de su primo, él era bisexual ¿Yoon Gi lo sabía? no ¿Namjoon lo gritaba a los cuatro vientos? tampoco, era su vida y no tenía que dar explicaciones del porque ahora le gustaba follar con hombres atractivos.

Y Seok Jin había estado en su lista de crushes por un tiempo considerablemente largo. Era ahora o nunca.

Yoon Gi podría despertar de su letargo y sabía que no tendría chances si eso sucedía.

Volvía a beber todo su vaso y Seok Jin igual, tomaba coraje y se acercaba una vez más—. ¿Quieres salir a tomar un poco de aire?.

Seok Jin fijaba sus ojos en él y asentia totalmente hipnotizado por el chico de labios carnosos y piel acaramelada. Se levantaba sin prisa y el cumpleañero seguía al menor a la salida que desconocía por haber bajado por el ascensor secreto.

En la pista y algo elevada por el alcohol, Sana reconocía a los hombres apuestos caminando juntos entre la gente y viendo cómo Namjoon tomaba dos cervezas de un mesero que estaba repartiendo las botellas individuales y le entregaba una a Seok Jin con una hermosa y adorable sonrisa, el mayor le respondía con otra igual.

—¡Wow, wow, wow! —gritaba de la nada la chica.

El pelinegro quería salir corriendo o empujarla lejos, Sana era algo insoportable para él cuando estaba ebria. Era pegajosa, pero no como Seok Jin.

Él era... él era el pegajoso más tierno estando ebrio y él adoraba eso porque sobrio, a veces Seok Jin no era tan demostrativo como él, por eso siempre lo acompañaba a beber, porque el alcohol lo golpeaba fuerte y comenzaba a abrazar a quien estuviese cerca.

Y ese sería siempre él, o sea cualquiera podría llevárselo por ahí y hacerle quien sabe que cosas. No, no, por dios.

Sana lo tomaba por los hombros y lo acercaba a ella de nuevo y susurraba a su oído—. ¿No sabes lo que ví? —mordía su lóbulo.

Yoon Gi suspiraba, ya lo había toqueteando demasiado y estaban en público, eso solo la dejaba mal parada a ella.

—No lo sé, Sana —resoplaba sosteniendola de la cintura—. Ya has bebido demasiado y recién arranca la noche

—Namjoon se fue con un hombre muy atractivo —volvia a susurrarle.

Yoon Gi fruncía muy confundido su entrecejo.

—No es gay, quizás era un conocido —se encogía de hombros volviendo a buscar a su amigo entre el tumulto de gente.

Sana tomaba su rostro y le plantaba un apasionado y desordenado beso, Yoon Gi estaba intentando dejarse llevar, ya lo había hablado con la psicóloga.

"Debes relajarte, deja de pensar tanto y todo fluirá. Tienes que intentarlo si no, no entiendo que haces aquí viernes por medio"

La tomaba fuerte de la cintura e intentaba responder. Él realmente estaba intentándolo.

Los atractivos Kim se encontraba en una banqueta fuera del bar, no había ningún conocido para ninguno fuera así que se relajaban bebiendo su cerveza y mirando el cielo poco estrellado.

—Me gustas, Seok Jin —soltaba el peliceniza haciendo que el mayor escupiera de repente lo que estaba bebiendo y manchara su camisa—, mierda, lo siento yo–...

Las palabras de Namjoon morían en sus labios los cuales estaban siendo devorados con cierta parsimonia por parte de Seok Jin.
Pese a que había sido tomado por sopresa y totalmente desprevenido, ese beso no era torpe, ese beso era justo y preciso saboreando los labios ajenos y de a poco permitiéndose abrir más sus bocas para sacar sus lenguas a pasear y conocerse.

Las manos del mayor acunaban el rostro de Namjoon quien apenas gemía bajito al sentir aquellos esponjosos labios moviéndose sobre los suyos propios. Seok Jin inclinaba la cabeza y el beso se hacía más profundo haciendo que ambos comenzarán a respirar más agitados, aún sentados Namjoon tomaba la angosta cintura de Seok Jin intentando apretarlo más hacía su cuerpo.

Ahora el beos se aceleraba y se volvía más pasional con mordidas de por medio, Seok Jin estaba muy perdido en el sabor alcohol que emanaban de los labios de Namjoon y soltaba sus labios con una mordida para comenzar a bajar por el cuello del chico que ahora le costaba mucho calmar todas las sensaciones de su cuerpo.

Namjoon posaba una mano en la nuca de Seok Jin dejando escapar un leve gemido.
El mayor estaba volviendo a rehacer el camino de besos para volver a sus labios...

—¡Hey! —el grito rasposo de Yoon Gi los obligaba a abrir sus ojos y mirar en su dirección.

Si el pequeño fuera una caricatura podrías ver el humo saliendo de sus orejas. Estaba enojado, estaba jodidamente cabreado y tenía muchas ganas de golpear a su primo, un sentimiento que jamás había experimentado hacía Namjoon.

Seok Jin limpiaba la comisura de sus labios y se ponía de pie, Namjoon estaba seguro que recibiría un puñetazo a la primera que Yoon Gi se le acercará.

—Hey, Yoongi-ssi —decía ronco Seok Jin mientras rascaba su nuca.

Namjoon se paraba detrás de él evitando los furiosos ojos rasgados de su primo.

Noche larga, había dicho Jisoo y no estaba equivocada.

Perdón poca gente sigue esto.
Pero necesitaba sacar la historia de mi sistema 💕

Con amor Niñita Nany 💜

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