Depredadores 2

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Beatriz, Lilian y Natalia seguían corriendo en dirección al supermercado. Los perros que las perseguían estaban cada vez más cerca. Natalia rápidamente usa sus poderes para ahuyentarlos con unos puñetazos. Los perros retroceden, pero nuevamente estaban preparados para perseguirlas nuevamente.

-¡No quieren irse!-dice Beatriz. Los bloquea con su escudo de energia, y retroceden.

-Ni modo. Los voy a tener que ahuyentar.-dice Lilian.-Sujetate fuerte, Samy. Voy a crecer de tamaño.-Acomodando a Samy en su brasier, y crece de tamaño. Ahuyenta lejos a los perros, y regresa a su tamaño normal.-Listo.-y continúan corriendo, sin saber que los perros estaban regresando.

Luego de correr varias cuadras más, las chicas logran llegar al supermercado. Habían personas saqueando el supermercado de manera desesperada. Por los alrededores, habían policías combatiendo a los monstruos con armas de fuego y otros con poderes. Las chicas entran corriendo, tomando unas bolsas que habian a la mano.

-Aquí tienen.-dice Natalia dandoles unas listas a Beatriz y Lilian.-Solo tomen lo de la lista. No podemos cargar con muchas cosas-

-¡Vale!-dicen Beatriz y Lillian.

Las 3 chicas se separan y comienzan a recolectar víveres de la lista, en diferentes partes del supermercado.

-Oye, Bea.-dice Paulo.-¿Y si llevamos marshmallows o porotos de dulces?-

-La Naty dijo que sólo llevemos lo esencial.-dice Beatriz.

-Pero es solo una bolsa. No le va a poner color por una sola bolsa.-

-...Quizas los porotos, ya que me caben en el bolsillo.-Y se guarda una bolsa de porotos de dulces.

-Ya po, unos mashmallow. Una sola bolsa.-

-...Ya, vale.-y la guarda.

Beatriz sigue recolectando cosas, pero Paulo le pedía algunas cosas más, como unas galletas, unos chicles, unas bebidas, entre otras cosas.

-¿No quieres también un biberón?-dice Beatriz a Paulo.

-Jajaja.-dice Paulo con sarcasmo.

Lilian recolectaba las cosas de su lista. Escucha algo romperse, y se asoma a revisar. Encuentra a unos hombres huyendo de unos cangrejos y langosta del tamaño de gatos y perros, los cuales atapran y devoran a los hombres. Un pez mutante con unos dientes filosos sale de una vitrina, y comienza a moverse con saltos. Una mujer que iba pasando lo ve, y el pez monstruoso se le tira encima, mordiendole el cuello y la mata.

-Mejor vamonos a esperar a las chiquillas.-dice Lilian apunto de irse.

-¡Mamá!-grita un niño pequeño, siendo perseguido por unos cangrejo monstruoso. Lilian rápidamente crece de tamaño, corre y alcanza a pisar a los cangrejos. La madre del niño llega. Había alcanzado a ver a Lilian salvar a su hijo, y lo toma en sus manos.

-¡Muchas gracias!-dice la madre, y se va corriendo con su hijo.

Natalia ya había recolectado las cosas de su lista. Estaba por llegar a la parte de las cajas, y nota a una mujer forcejeando con una madre que trabaja de retener a su hijo.

-¡Damelo, weona!-

-¡Suelta a mi hijo!-

-¡Que me lo di, weona!-y ambas parecían expresar sus poderes: cambio de color y resplandecer la piel.

Natalia rápidamente corre y ataca a la mujer con un puñetazo estirable. La madre huye con su hijo, mientras que la mujer se dirige a Natalia, sacando una cuchilla de un empaque.

-¡Ahora si cagaste! ¡Dame a ese weoncito!-y se lanza a Natalia, pero esta rápidamente la reduce con unas llaves de artes marciales, y la deja nockeada.

-La gente pierde la cabeza tan rápido.-dice Rodrigo.

-Es eso, o es una de esas secuestradoras de menores.-dice Natalia.

Beatriz y Lilian llegan. Las bolsas que cargaba Beatriz estaban pesadas y llenas de cosas.

-¿Y esto? Dije que solo lo de la lista.-dice Natalia.

-Es que...-iba a decir Beatriz, pero es interrumpida por una explosión.

Las chicas se asoman a ver lo que sucedía. El dragon de komodo gigante había llegado. Las policías tratan de enfrentarlo, pero el monstruo las atrapa con una larga lengua y se las come, y ahora se dirige hacia el supermercado.

-¡Grooooooaaaaaahhhhh!-

-¡...!-las chicas impactadas.

-¡Corran!-grita Natalia, y todas corren hacia atrás del supermercado, mientras el dragon de komodo comienza a entrar y destrozar el supermercado. La mujer que Natalia había nockeada estaba comenzando a despertar, y nota al dragon de komodo, el cual termina atrapandola y comiéndosela.

-¡¿Pa donde vamos?!-Pregunta Lilian.

-¡Salgamos por el estacionamiento!-dice Natalia.

Las chicas corren por unas escaleras que llevaban al subterráneo. Debido al peso de las bolsas, Beatriz casi cae, pero alcanza a ser sujetada por Natalia.

-¡Gracias, Naty!-dice Beatriz.

-Por eso dije que solo no necesario.-dice Natalia.-Mejor desocupemos esas bolsas antes de que se...-y se rompen.-...Rompan.-

-Veamos si caben algunas cosas en las otras bolsas.-dice Beatriz, tratando de acomodar algunas cosas a las otras bolsas, pero solo alcanzaron para algunas.

Las chicas corren por el estacionamiento. Algunos vehículos habían chocado adentro, y obstaculizan la salida. Beatriz genera una especie de escaleras con su escudo de energía, y pasan por los autos, hasta la salida.

-¡Guau guau guau!-ladra un perro humanoide saltando hacia Beatriz, pero esta alcanza a generar un escudo de energía, haciendo que el perro chocase. El perro se levanta y trata de volver a atacar, pero Natalia le da una patada lateral estirada, nockeandolo.

Las chicas salen del estacionamiento, notando al dragon de komodo seguir en la parte de adelante, devorando a más personas. Corren lo más que pueden, pero el dragon derrepente se percata de ellas, y comienza a perseguirlas.

-¡Grrrroooooooaaaahhhh!-

-¡Ahi viene!-grita Beatriz.

Lilian crece a un tamaño más grande, y toma a Natalia y Beatriz en sus manos, y comienza a correr, mientras el dragon de komodo seguía persiguiendolas.

-¡Tenemos que hacer que nos pierda!-dice Natalia.-¡De lo contrario podría destruir mi casa!-y Lilian corre por el sector, mientras el dragon de komodo iba tras ella.

Luego de correr varias calles, Lilian comenzaba a hacerse más pequeña.

-¿Que te pasa?-pregunta Beatriz.-¿Por qué estas reduciendo tu estatura?-

-Samy debe estar cansándose.-dice Lilian.-Mientras más grande me hago, más rápido se cansara él.-

-¡Ya se!-dice Beatriz sacando a Paulo de su pantalón y lo coloca en contacto con la mano de Lilian.-Asi podrás seguir grande.-

-Bien pensado.-Natalia sacandose a Rodrigo del pantalón, y lo deja en contacto con las manos de Lilian.

Lilian seguía corriendo por las calles. El dragon de komodo estira la lengua y le atrapa una pierna. Estaba por morderla, pero Lilian se suelta, haciendo más pequeña. El dragon repite lo mismo una y otra vez, y Lilian repetía la misma solución, por muchas calles, hasta que se hizo de tamaño normal.

-¡Los 3 están exhaustos!-dice Beatriz mirando a los chicos.

-¡Groooaaaaaaaahhh!-el dragon de komodo apunto de atacarlas, pero derrepente desaraparece. Notan que quien las ayudó, fue una mujer moribunda, la cual estaba llena de heridas en todo el cuerpo.

-Lo mande...pa otro lado...-decía la mujer, y se cae. Las chicas alcanzan a ayudarla.

-¡Está grave!-dice Natalia revisandola.-¡Hay que llevarla a un hospital rápido!-

-No...Ya es...tarde para mi...-mostrando que estaba sangrando demasiado. Muestra a su hijo, el cual es un niño de 12 años, de cabello negro, cubierto con un pañuelo.

-¡Mamá...!-

-Hasta aquí llego, Benjamín...-

-¡No, mamá! ¡Por favor no mueras!-

-Tarde...o temprano...los papás mueren...antes que los hijos...-

-¡Señora, resista!-dice Beatriz.-¡Trataremos de conseguirle ayuda!-

-...Cuiden...a mi hijo...por favor...-y deja al niño en manos de Beatriz. La señora se cae al piso. Natalia la revisa.

-...Ya no tiene pulso.-

-¡Mamaaaaaaaa!-grita el niño llorando. Beatriz lo abraza mientras llora.

-Tenemos que volver.-dice Natalia. Se escuchan gruñidos de diferentes monstruos.-Y rápido.-

Mas tarde, todos logran regresar a la casa. Estaban almorzando arroz con chuletas. La radio estaba encendida.

-¡Un extraño suceso ha ocurrido a lo largo de todo Xili! ¡La población masculina se ha empequeñecido, y han aparecido monstruos comecarnes en las ciudades y pueblos del país! ¡Están llegando comunicados de que esto también está ocurriendo en otros paises del mundo! ¡Las autoridades llaman a no salir a las calles, refugiarse en cualquier lugar que les permita mantenerse a salvo de los monstruos, y tratar de ayudar a cualquier hombre empequeñecido, mientras las fuerzas armadas se harán cargo de los monstruos!-

-Ya escucharon la radio.-Dice Rodrigo.-Nos tenemos que quedar aquí hasta que eliminen esos monstruos de afuera.-

-¿Entonces esto está ocurriendo en todas partes?-pregunta Ariel.-¿Hasta en la Capital?-

-Dijeron que si.-dice Matilda.-Y en otros países también.-

-De haber sabio que el paseo de curso iba a terminar en esto, habría faltado.-dice Paulo.

-Nos fugamos del paseo pa que buscarai el código de tu bicho.-dice Beatriz.

-...¡Mi código! ¡Creo que se quedó en la tienda!-

-Tranquilo. Lo tengo yo.-mostrandole la tarjeta.-Aunque con ese tamaño...dudo que podai seguir jugando.-

-La mayoría de los juegos si, pero aún puedo jugar algunos.-

-...Volviendo al tema de haber faltado,  conociéndote bien, igual te habríai levantao temprano pa ir a las tiendas a buscarlo. Pero suerte que fuiste conmigo, porque quizás te habríai quedado solo en la calle y te habrían comido vivo.-

-Tu fuiste la que me sapeo a mi vieja de que había un paseo.-

-Si. Y creo que me deberíai dar las gracias.-acercandose a Paulo con una sonrisa.-Por sapearte...y por el vistazo que te deje ver.-estirando el buzo por la parte de adelante y la suelta.

-...Bueno...si...pero igual mi vieja me castigó por tratar de hacer la cimarra (aunque si valió la pena lo del vistazo).-

-Hablando de los viejos...-dice Beatriz.-¿Como creí que estarán? Los míos estaban en el trabajo y las oficinas no están tan lejos, asi que quizás alcanzaron a encontrarse.-

-Mi vieja tiene varios colegas hombres, así que debe estar bien...espero.-dice Paulo.-Mi viejo igual tiene artas colegas mujeres.-

-Los míos están juntos.-dice Natalia.-Asi que no creo que tengan problemas.-

-Mi viejo está en la capital, trabajando en el terminal pesquero. Y mi vieja en el puerto de Paradiso. Tiene un colega que le ayuda con la pesca, así que debería estar bien...espero.-

-Nuestra mamá tiene colegas hombres.-dicen Lilian y Míriam.-Ella estará bien.-

-Pero papá estaría en problemas.-Dice Samy.-No se como estará él. Espero que haya encontrado una mujer que lo ayude.-

-Y papá...tiene a su pareja.-dice Matilda con algo de desánimo.

-¿Ocurre algo?-pregunta Beatriz.-¿No se llevan bien con ella?-

-Ella no es mala...pero...-decia Ariel.

-No les agrada que su padre esté con otra mujer que no sea su madre.-dice Rodrigo.

-...Si.-dice Ariel.

-Aunque trata de llevarse bien con nosotros.-Dice Matilda.-Pero ella no es nuestra mamá.-

-Miren, niños...-dice Rodrigo.-Se que puede ser doloroso que sus padres se separen. Y más aún, cuando ellos se consiguen a una nueva pareja. Y lo sé, porque yo también lo viví cuando era niño. Pero eso no significa que su padre o madre se olvidaran de ustedes. Ellos los van a seguir amando. Y el hecho de que salgan con otras personas no va a cambiar eso. No queremos ver a nuestros padres separados, pero es mejor eso, que ellos estén juntos en una relación sin amor. Aún tienen a su padre, y si esa mujer que dicen, trata de llevarse bien, al menos hagan el esfuerzo de aceptarla, porque...no cualquier mujer u hombre haría eso, y esa mujer no está obligada a llevarse bien con ustedes.-

-...-Matilda y Ariel mirándose.

-Tu pololo es muy maduro. Lastima que una personita que conozco no sea así.-dice Beatriz.

-...-Benjamin un poco deprimido.

-Lamentamos tocar el tema de los padres, Benja...-dice Paulo.

-No, tranqui. Estoy bien.-Dice Benjamín aun un poco deprimido.-Mi mamá fue una gran mamá. Y siempre la admiré con todo mi corazón. Hizo muchas cosas por mi...Muchas cosas. Hasta protegerme de esos monstruos gaviotas. En lugar de haberse ido a un hospital, uso sus poderes para ayudar a las personas a teletransportarse a un lugar más seguro, y la admiro por eso.-

-¿Y tu papá?-pregunta Paulo.

-...Se lo comieron los monstruos gaviota.-dice Benjamín.

-Lo lamento, Benja.-

-Yo no.-dice Benjamín.-Mi papá fue una mala persona. Le pegaba a mi mamá, me pegaba a mi, llegaba curao en las noches y nos pegaba, y mamá tenía que esconderme para que no me pegara, pero siempre escuchaba todo. Mamá lo aguantó por muchos años, porque por más ayuda que pidió, nadie se la dio. Ni los carabinas. Al final ese tipo obtuvo lo que se merece, y no lamento su muerte. Es más, me alegro que se muriera.-

-...-todos mirándose.

-No, Benja.-dice Rodrigo.-No digai esas cosas. Desearle la muerte a alguien, o alegrarte que una persona muera, solo te hace igual o peor que esas personas malas. La gente buena debe amar a sus enemigos.-

-Ojala fuera asi de fácil.-dice Benjamín.

-Nadie dijo que es fácil, pero una vida es una vida. Y es lo más sagrado que puede haber. Aún la persona más malvada del mundo merece un juicio justo.-

-¿No tienes a nadie más con quien quedarte, Benja?-pregunta Paulo.

-...Mis abuelos. Los de parte de mi mamá.-dice Benjamín.-Pero ellos viven en un acilo, y no pueden hacerse cargo de mi por discapacidad.-

-Te quedaras con nosotros, entonces.-dice Natalia.-Tu mamá nos pidió que te cuidaramos, y eso haremos.-

-Gracias. Los ayudaré en lo que pueda. Se los debo. Díganme en qué puedo serles útiles y ayudaré.-

-Que niño más trabajador y cooperativo.-dice Beatriz.-Ojala cierta personita también fuera así.-mirando disimuladamente a Paulo. Este solo frunce el seño.

Al rato, todos estaban haciendo diferentes cosas para pasar el tiempo: Natalia y Rodrigo estaban en la habitación de Natalia; Matilda, Ariel y Benjamín estaban en el living; los trillizos estaban en el sofá; y Beatriz y Paulo estaban en el comedor.

Los niños estaban jugando un juego de mesa. Mientras Matilda estaba usando una ficha, Ariel y Benjamín estaban moviéndose entre las casillas.

-¡Esto es como en los videojuegos!-dice Ariel. Toma un dado con ambas manos y lo lanza.-¡5!-y se pone a saltar por casillas.-¡1, 2, 3, 4, y 5!-

-¡Perdiste un turno!-dice Matilda a modo de burla, señalandole la casilla.

-¡Ahi, no!-se queja Ariel.

-Mi turno.-Dice Benjamín, tomando un dado con ambas manos y lanzandolo.-4.-y se pone a caminar.-1, 2, 3, y 4.-

-Avanzas 3 espacios.-dice Matilda. Benjamín los da.-Y ahora yo.-tomando el dado y lanzandolo con una mano.-6.-y mueve su ficha.-1, 2, 3, 4, 5, y 6. Puedo tirar el dado otra vez.-y vuelve a tirar el dado.-1.-y mueve la ficha.-Tu turno, Benja.-pasandole el dado.

-Realmente es entrete jugar con más niños.-dice Benjamín, lanzando el dado.-¡Un 6!-y se mueve 6 casillas.

-¿No hay jugado con más personas?-pregunta Ariel.

-No. No tenía a nadie con quien jugar juegos de mesa.-dice Benjamín, mientras Matilda tira el dado y mueve la ficha en 2 casillas.-Mi mamá siempre estaba ocupada, mi papá decía que los juegos de mesa eran pa los poco hombres, y no tenía ningún amigo a quien invitar, así que siempre jugaba solo. ¿Han jugado al Jenga?-

-Si, pero siempre se me cae la torre.-dice Ariel.

-Se le cae, porque siempre le tiembla la mano.-Dice Matilda.

-Yo he sido capas de mantener la torre con hasta 1 rectángulo por nivel.-dice Benjamín.-La clave está en equilibrar el peso. Podríamos jugar a eso.-

-Pero no creo que tengan un Jenga?-dice Ariel.

-Yo se como hacer uno.-dice Benjamin.-Aprendí a hacer un Jenga y otros juegos de mesa con materiales.-

-¿Me podrías enseñar?-dice Matilda.

-Claro.-

Beatriz estaba hablando por teléfono, hasta que termina la llamada.

-Mi mamá y mi papá están bien.-dice Beatriz.-Y dijeron que los tuyos también, Pauli.-

-Que alivio.-dice Paulo suspirando.

-Y como recado de tus viejos, me pidieron que por mientras, me hiciera cargo de su "chanchiguagui".-con un tono de burla. Paulo se molesta demasiado.-¡Jajajajajaja! No te molesti. Al menos tus viejos están sano y salvo, y los míos también.-

-Esos apodos que me da mi mamá...-dice Paulo molesto.

-Para mi es tierno y hasta entretenido que te llamen con apodos.-

-Lo decí, porque no te han llamado así en público.-dice Paulo recordando un par de veces en los que lo han llamado chanchiguagui y la gente alrededor se ha reído de mi.-

-No les hagas caso a esos pelotudos. Apuesto que te tienen envidia, porque no tienen una madre que los aprecie tanto como la tuya.-

-¿Tu creí?-

-Supongo. No todos tienen una buena relación con sus padres, como los tuyos tienen contigo.-

-Si...pero odio que me traten así en público. Es vergonzoso, y hasta me hacen sentir como si fuese un cabro chico.-

-Muchos padres lo hacen, Pauli. Y no te deberíai sentirte mal. Deberías agradecerles. A veces...yo también quisiera que mis viejos fueran un poco así conmigo.-

-...¿En serio?-

-No tanto, pero un poco más apegados a mi. A veces siento que se han distanciado conmigo.-

-Pero si son atentos contigo. He visto como te regalan cosas y te dejan ir a lugares como conciertos o expos.-

-Regalarte cosas o dejarte ir a tal parte no significa que te aprecien mucho, Pauli. Cualquier padre o madre podría regalarte un celular, o un boleto a un concierto de Los Refugios, pero no todos son atentos y preocupados contigo como lo hacen tus padres. No todos te dan consejos, no todos se preocupan de que vayas a la escuela, no todos se preocupan de que no tomes copete o fumes, y no todos pasan tiempo familiar con sus hijos.-

-...No conocía esa faceta tuya. Y...honestamente no me desagrada que mis viejos sean atentos conmigo.-

Ambos notan a los trillizos, los cuales estaban sentados en el sofá. Samy se había quedado dormido en las piernas de Lilian.

-Se quedó dormido.-dice Lilian.

-Es mi turno de cargarlo.-dice Míriam, tomando a Samy. Este había levantado aún somnoliento. Míriam lo acurruca en sus pechos.-Duerme. Duerme tranquilo. Nosotras estamos aquí, cuidandote.-y Samy se queda dormido. Míriam arma una especie de cama improvisada con unos pañuelos, y lo deja dormir en sus piernas.

-Esas tipas se creen mamá de su hermano trillizo.-dice Paulo.

-Al menos no se creen otra cosa.-dice Beatriz.-cof cof, del estero, cof cof.-en susurros.

En la habitación de Natalia, esta estaba recostada con Rodrigo al lado de ella.

-Fuiste muy amable en haber ayudado a esos cabros.-dice Rodrigo.

-¿Y que debia hacer? ¿Dejarlos a su suerte en una calle llena de monstruos?-dice Natalia.-El maestro estaría decepcionado de mi si lo hiciera.-

-Lo sé. Es que al ver a esos cabros, me acordé de nosotros cuando nos conocimos.-

-¿De verdad? ¿En qué sentido?-

-¿No te acordai cuando llegaste a la academia? Yo tenía como unos 11 años entonces. Tu había llegado junto a otra chiquilla. Y me encontraste lindo y tierno.-

-Es que te veíai tierno a esa edad. Me acuerdo que me gustaba abrazarte. Sentía que eras como un peluche.-

-Y eras más alta que yo. Parecíamos más una hermana mayor con su hermano mayor.-

-¿Era? Pero si siempre he sido más alta que tu. Ni tu salto de pubertad a la adolescencia te hizo más alto que yo. Y hasta diría que yo me hice más alta aún. Y ahora con este fenómeno, tenemos una abismal diferencia de estaturas.-

-Me acuerdo que siempre quería ser más alto que tu. Me ejercitaba mucho, dormía mucho, y tomaba mucha leche, y me comía platos enteros de ensalada. Siempre decían que nos veíamos raros por nuestra diferencia de estaturas.-

-¿Por qué el hombre siempre debe ser más alto que la mujer? Digo, ¿que tiene de malo que una mujer sea más alta que el hombre?-

-Supongo que es la costumbre. Y porque muchas mujeres prefieren hombres más altos que ellas...y muchos hombres prefieren mujeres más bajas que ellos.-

-Allá ellos con sus gustos. Yo tengo los míos.-

-¿Y...crees que esto tenga solución?-

-¿Que cosa? ¿Los gustos?-

-No. Esto. Lo que pasó conmigo y otros hombres. Volver a mi tamaño normal.-

-No tengo idea, pero si no la hay...habra que adaptarse. Y en tu caso, grande o pequeño, siempre estaré contigo. Y tienes un lugar privado solo para ti.-estirandose la calza por delante y soltandola.

-Por cierto...¿Como creí que esté el maestro? ¿Estará bien? ¿Me habrá pasado algo?-

-Ni idea, pero espero que se encuentre bien. Y creo que estará bien. El maestro siempre se las arreglaba para salir de los ataos. ¿Te acordai del delincuente que trató de asaltar la academia?-

-¿Como olvidar la sacada de cresta que el maestro le hizo? Y más encima el tipo tenía una pistola.-

-Asi que debe estar bien. Esperemos. Aún falta mucho rato pa la hora de la 11, así que hasta entonces...-levantándose, y poniéndose en posición de gateo sobre Rodrigo y con una expresión coqueta.-Tenemos mucho rato pa entretenernos tu y yo.-

Derrepente se escucha el techo crugir. Natalia y Rodrigo miran el techo, notando que algo pareciera estar metiéndose y queriendo entrar.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro