S E A S O N  F I N A L  

— ¡Pues claro! La única vez que sale gratis la pizza es cuando tu madre nos invita — se quejó Benny, mientras se sentaba en el respaldo del sillón.

— Todavía le quedan... — dijo Ethan y miró su reloj — ...Dos minutos y cuarenta y nueve segundos.

Estaba tumbada en el sillón, con mis pies en el regazo de Ethan, sin hacer nada, simplemente pensando. Pensando en algo que no ha dejado mi mente desde la noche en que nos metimos en problemas con el tablero del espíritu. La noche en que Sarah se posesionó. La noche en que mis padres conocieron a mis amigos.

La noche en que mis padres arruinaron mi feliz vida, aunque no muy normal.

No estoy enfadada con ellos exactamente. Lo estaba al principio, pero no hay nada que yo pueda hacer.

— ¡Alice! — gritó Benny tratando de llamar mi atención.

— ¿Eh? — dije, saliendo de mis pensamientos.

— ¿Me has oído? ¿Limusina o Jet packs? — preguntó.

— ¿Qué? — pregunté completamente perdida porque no estaba escuchando su conversación.

— Para ir al baile de vuelo a la luna — dijo Benny como si fuera obvio — Estaba pensando en Jet packs porque es "vuelo a la luna", pero las limusinas son elegantes y---

— ¿Tienes dinero para todo eso? — lo interrumpí.

— Buen punto. Entonces en el coche de mi padre —  dijo él.

— "¡A continuación! Añadiremos otro nombre a la lista de personas desaparecidas de Whitechapel. ¿Quién? No se lo pierdan" — dijo el presentador de noticias en la TV y Benny suspiró y se rió.

— ¿Personas desaparecidas? Pizzas desaparecidas. Voy a llamar — se levantó para mirar por la ventana, sacó su móvil y comenzó a marcar el número.

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Doblé la esquina en los pasillos del instituto para encontrarme a Benny. Quien estaba de espaldas a mí y estaba llamando a Ethan que se alejaba de él.

— He hecho cuentas — dijo él — tienes una entre 2.173 posibilidades de que acepte.

Caminé un poco y me puse al lado de Benny.

— ¿De qué estás hablando? — debo haberlo asustado porque él saltó un poco del susto cuando me escuchó.

— Oh, estoy tratando de convencer a Ethan para que le pida a Sarah que vaya al baile con él —dijo mientras comenzábamos a caminar para alcanzar a Ethan.

Cuando lo alcanzamos, los tres caminamos por el pasillo y vimos a Sarah y Erica.

— ¡Vaya! Hola, Sarah — dijo Benny — ¿Irán al baile, señoritas?

— No con vosotros — dijo Erica — me voy al zoo. Es hora de comer — ella pasó junto a nosotros, pero se detuvo y se dio la vuelta — Hey, ¿los pandas siguen en peligro?

— ¡Sí! — respondimos los cuatro al unísono.

— Que pena — dijo ella y se fue.

— Que, ¿vais a alguna.. chorrada para chapones después de clase? — preguntó Sarah.

— No — dijo Ethan a la defensiva — Para tu información, vamos... Sip, club de ajedrez — dijo él cediendo.

— Yo no — dije — el ajedrez es abuuurridísimo — arrastré.

— Ajedrez láser — corrigió Benny — Y nos vamos antes de que se acaben los láseres. Así que...

— Puedes venir si quieres — le dijo Ethan a Sarah.

— No estoy tan desesperada. Además, tengo que estudiar — dijo Sarah.

— ¿Estudiar para qué? ¿Historia vampírica? — bromeó Benny y Ethan y él se rieron sin convicción.

— Me he perdido clases, el Sr. G dice que suspenderé todo el semestre si no apruebo el examen del Lunes. Que os divirtáis — dijo ella antes de irse.

— Tiene que relajarse — dijo Benny — el Conde Drácula no se licenció. Y tenía un castillo.

Rodé mis ojos ante el comentario de Benny.

— Tengo que irme, tengo que hablar con el director Hicks — me volví para alejarme.

— ¿Por qué necesitas hablar con el director? — preguntó Benny, haciendo que me congelara.

Debería decírselo ahora. Pero aún no estoy preparada y tengo que decírselo antes de que sea demasiado tarde.

Me volví levemente.

— No es nada. No te preocupes por eso. — mentí, agité mi mano despreocupadamente y caminé hacia la oficina del director.

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Salí de la oficina después de una larga conversación con el director Hicks. Esto es más difícil de tratar de lo que yo pensaba. Desearía que Benny lo supiera para poder ayudarme a superarlo, pero que él lo sepa hará que las cosas sean diez veces más difíciles.

Fui a caminar pero choqué con alguien. Los libros que esa persona estaba sosteniendo se cayeron al suelo.

— Oh Dios, lo siento mucho — dije disculpándome inmediatamente y empecé a recoger los libros.

Levanté la vista y vi que era Sarah. Ella se inclinó y me ayudó a recoger los libros.

— Es mi culpa. Mi mente estaba en otra persona — dijo ella.

— El mío en otro lugar — dije y me puse de pie sosteniendo algunos de sus libros.

— ¿Qué? — preguntó ella mientras se levantaba con el resto de los libros.

— Yo dije en otro lugar y tú dijiste "en otra persona" — dije.

— ¿Lo hice? — preguntó y yo asentí — Supongo que estoy tan cansada de todos los estudios que ni siquiera puedo hablar bien — dijo y soltó una risa seca.

Ella fue a tomar los libros que yo estaba sosteniendo, pero me los acerqué.

— Yo los llevaré — dije.

— No tienes por qué--

— Yo quiero. Además, ¿para qué están las amigas? — dije.

Ella sonrió un poco y comenzamos a caminar por el pasillo medio vacío.

— Eh, chicas — escuchamos que dijo la voz de Ethan detrás de nosotras. Las dos volteamos para verlo a él y a Benny — Sarah, ¿estás bien?

— Estoy bien. Solo que estudio demasiado — respondió ella.

— ¡Relájate! Tienes... ¿cuántas? ¿Un millón de opciones en el insti? — dijo Benny — Quiero decir, ¿a quién le importa si fallas esta?

— ¡A mí! Hay cosas que quiero hacer en la vida. Bueno, en caso de que me cure — dijo Sarah de vuelta.

— Perdona, él no quería-- Ethan comenzó pero lo interrumpí cuando una idea apareció en mi cabeza.

— Sabes, Ethan podría ayudarte a estudiar — le dije a Sarah.

— Sí — me respaldó Benny — Es un cerebrito de primera, incluso para ser novato.

— ¡Eh! — dijo Ethan algo ofendido.

— No, tienen razón — dijo Sarah tomándome un poco por sorpresa — ¿Podrías preguntarme?

— Oh, claro. Es Viernes, así que vendrás a cuidar a Jane como siempre.

— Gracias — dijo ella tomó los libros que yo le estaba sujetando y se fue.

Benny le dio un empujón a Ethan y yo tenía una sonrisa descarada pegada en mi cara. Ethan solo rodó sus ojos hacia los dos y se fue pasando junto a nosotros.

— De nada — dije sin rodeos mientras se alejaba.

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— ¿Crees que se están besando en este momento? — preguntó Benny sin apartar los ojos de la pantalla.

Me encogí ante las imágenes que pasaban por mi mente.

— No, y no quiero saberlo dije, sin apartar los ojos del juego.

Ambos estábamos sentados en su cama jugando a un juego intenso de 1 contra 1 del Call Of Duty. Estaba sentada ligeramente frente a él con las piernas cruzadas. Estábamos en empate, solo quedaban 10 segundos para que acabase la partida pero seguía sin encontrar a Benny. Incluso hice trampa al mirar su lado de la pantalla, pero era solo oscuridad. Ese hijo de puta es un campero de mierda.

Justo antes de que terminara la partida, Benny saltó de una esquina y me mató. Inmediatamente estalló en carcajadas pero yo solo mantuve una expresión de enfado en mi cara, lo que lo hizo que riera más.

— Hiciste trampa — gimoteé como una niña pequeña, golpeándolo repetidamente.

— No lo hice — soltó una risita, echándose hacia atrás en la cama en un intento de bloquear mis golpes veloces.

— Acampaste en un rincón — crucé los brazos.

— Técnicamente no es hacer trampa.

— Sí, pero molesta mucho — hice un puchero a pesar de que ya no estaba enfadada y él solo sonrió.

— ¿Por qué sonríes? — pregunté.

— Te ves muy linda cuando estás enfadada — dijo, haciendo que rodara los ojos.

— Cállate — dije y lo golpeé con una almohada haciéndolo reír como una chica.

Cruzó sus brazos detrás de su cabeza y solo siguió mirándome con una pequeña sonrisa.

— ¿Qué vas a ponerte para el baile de mañana? — preguntó.

— No sé, todavía no me lo han pedido — dije inteligentemente. Técnicamente aún no me ha preguntado.

Sus ojos se abrieron cuando la comprensión lo golpeó. Se levantó de la cama y agarró mis manos, tirando de mí también.

— ¿Qué estás--

— ¡Shh! — me interrumpió. Bien, me quedo callada entonces.

Con ambas manos sostuvo mi mano derecha. La besó dulce y delicadamente mientras se apoyaba en una rodilla. Comencé a reírme de lo dramático que era.

— Alice Gilbert, — dijo, haciendo todo lo posible para estar serio — ¿Me harías el honor de ir al baile de vuelo a la luna conmigo?

Por ahora estaba sonriendo y riendo sin control. Hombre, me encanta este idiota. Justo cuando me estaba calmando y estaba a punto de dar una respuesta inteligente de algún tipo, algo vino a mi mente. Mi sonrisa desapareció lentamente y la expresión de Benny cambió de aturdido a confuso. Tiré de sus manos, tirando de él hacia arriba. Examinó mi expresión triste y se acercó un paso, poniendo una mano sobre mi mejilla.

— ¿Qué sucede? — preguntó en voz baja.

Fue entonces cuando me rompí a llorar. Algunas lágrimas escaparon de mis ojos cuando miré hacia abajo.

— ¿Alice? — su voz sonaba más preocupada.

Me agarré con fuerza a su otra mano y miré sus ojos llenos de preguntas.

— Yo--- comencé pero mi voz se quebró.

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— Me mudo.

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-Se cubre con el escudo del Capitán América- No me maten todavía. Sé que soy una hija de puta por hacer algo así, pero nunca se sabe, podrían resolverlo.