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Era conocimiento básico que los vampiros tenían una gran relación con el sexo, la lujuria era su mayor cualidad, era conocimiento general.

Algunos humanos llegaron a cruzar la tierra de nadie sólo con la curiosidad de saber qué se sentía tener sexo con un vampiro, en ese aspecto, eran los mejores después de todo.

Le repugnaba por completo a BeomGyu, admitir que sí, el sexo era increíble.

—¡U-un momento! —pidió arrojando la cabeza hacia atrás cuando el vampiro volvió a embestirlo, justo en su próstata.

TaeHyun ya había terminado dentro de él, y pensó que era suficiente, podrían dejarlo ahí.

Pero no, el vampiro solamente siguió, aún con una erección.

Ésta vez no estaba acostado en el escritorio, seguía dándole la espalda al vampiro pero estaba de pié, sus manos apoyadas en el borde del escritorio, un poco inclinado hacia adelante.

¿Qué era lo que estaba pasando?

Él mismo seguía con una erección, la cera ya se había secado en su cuerpo, dejando una salpicadura, su piel ya no ardía.

TaeHyun lo sujetó firmemente de las caderas para guiarlo con las embestidas, pasando su lengua por su nuca.

Él sabía lo que causaba en el cazador, sabía muy bien lo que hacía.

Movió sus caderas antes de dar una embestida rápida, golpeó su próstata de nuevo, sonriendo de medio lado al escuchar sus gemidos desesperados, su cuerpo tenso y temblando.

BeomGyu quiso cubrir su boca, pero el vampiro le había advertido ya. Por eso, solo bajó la cabeza tratando de contenerse.

¿Ese era su lugar? ¿Para eso se había casado? ¿Para ser usado como juguete sexual?

Cada día, se convencía más de que esa era su única misión.

Mordió su labio inferior, sintiendo su orgasmo cerca.

—Shhh, hay alguien afuera, lindura —avisó el vampiro, ambos miraron hacia la puerta, BeomGyu no escuchaba nada, pero TaeHyun sí escuchaba los pasos subir por las escaleras y acercarse hacia la oficina.

BeomGyu se tensó en su lugar cuando a los segundos tocaron la puerta.

—Sueltame... —pidió en un susurro, no podían ser encontrados así, mucho menos en esa posición tan comprometedora, semi desnudos.

TaeHyun rió jalándolo de la cadera, sin salir de él tomó asiento en su silla, dejándolo sentado en su regazo. BeomGyu gimió cubriendo su boca.

El vampiro los acercó más al escritorio, quedando el borde de este en el abdomen de BeomGyu.

Tenían sus partes superiores de ropa puestas, y el escritorio tapaba todo el desastre que había abajo.

—Pase —ordenó el vampiro mirando como su esposo se tensaba en su lugar.

El cazador apretó los labios sintiendo aún al vampiro dentro de él, miró al chef de la mansión entrar con la mirada gacha.

Que vergüenza.

Buenas tardes, señores Kang —saludó con una reverencia educada antes de verlos a los dos. Desde la perspectiva del hombre BeomGyu solamente estaba sentado en el regazo de TaeHyun, no se veía nada extraño.

—¿Qué necesita? —preguntó TaeHyun deslizando su mano derecha por el muslo de su esposo, pasó su dedo índice por el glande del cazador que se tensó aún más en su lugar, tratando de controlar sus reacciones.

—La señora Che me informó sobre la visita del señor Choi, pero necesito que me diga qué menú desean para esta noche, tengo entendido que es una cena especial —habló el hombre esperando la orden de TaeHyun, aveces, prefería ir directamente a preguntar sobre el menú que hacerlo solo, no le gustaba hacer la comida y que luego el vampiro le pidiera una completamente diferente.

Le había preguntado a la señora Che para evitar molestar, pero la mujer tampoco estaba muy segura de lo que quisiera el líder.

Y ahora, estaba ahí.

—Que mi esposo decida —dijo el vampiro tomando el miembro del mencionado en su mano derecha, empezó un vaivén suave, procurando que el movimiento no se viera o fuese muy obvio para el hombre frente a ellos— Hoy tenemos una cena especial con YeonJun, ¿Qué podríamos comer?

—L-lo que sea está bien —contestó con rapidez, mordiendo su labio inferior luego. TaeHyun se sintió inconforme con la respuesta.

—Pero el chef está aquí para saber qué preparar, pueden ser mariscos... Pasta... Comida Tailandesa tal vez, te gusta la comida Tailandesa, ¿Cierto? —preguntó, teniendo la voz completamente normal, sin inmutarse por lo que pasaba por debajo de la mesa. BeomGyu asintió.

—Comida... Tailandesa... Por favor —dijo en voz baja mirando al chef que asintió.

—Si necesita comprar algún ingrediente faltante, la señora Che se encargará —dijo usando su mano libre para hacer un gesto hacia la puerta, frunciendo el ceño un poco sintiendo al cazador apretarlo un poco más.

El chef asintió y se despidió con una reverencia, cerrando la puerta a sus espaldas siguiendo con su camino hacia la cocina.

—Que pervertido eres, precioso, el chef te estaba mirando y seguías apretándome —le habló el vampiro aumentando el ritmo en que lo masturbaba. BeomGyu gimió, soltando todos los alaridos que había contenido con la presencia del chef.

—¿P-por qué no se detuvo? —preguntó aferrándose al escritorio sintiendo cosquillas en su vientre, el vampiro rió besando su hombro por encima de la tela.

—Porque nunca dejaste de tener una erección, debo atenderte, ¿Cierto? —preguntó haciéndolo levantarse para retomar la posición anterior.

BeomGyu mordió su labio inferior sabiendo que no saldría de ahí tan pronto.

Aún así, en toda la sesión de sexo que hubo en el escritorio, las veces que tuvo un orgasmo en sus manos, las veces que gimió por su toque, las veces que lo vió a los ojos mientras lo embestía con rudeza.

Las manos que lo tocaban, eran frías, y eran las mismas manos que habían tomado sin piedad un martillo, eran las mismas manos con las que sacó los globos oculares de ese vampiro, con las que cortó la lengua de ambos prisioneros y las manos que lo guiaron para apuñalar y matar.

Eran las manos de un sádico, ¿Por qué lo disfrutaba? ¿Por qué tenía que reaccionar a su toque?

¿Qué le estaba pasando?

—Entra —ordenó el vampiro señalando la tina, llena de agua y algo de espuma, el vampiro lo había acompañado hasta la ducha, decidiendo que podían estar juntos en la tina.

Ya BeomGyu había retirado la cera de su cuerpo, solamente quedaba algo de escosor, también había retirado todo el semen que había en su interior.

Metió una pierna y luego otra antes de agacharse para tomar asiento en la tina, del lado contrario de TaeHyun.

Se quedó en silencio pasando sus manos por sus hombros, jugando distraído con las burbujas de espuma que había.

—¿Quieres saber por qué maté a mi hermano? —preguntó el vampiro apoyándose cómodamente de la tina, sus brazos en el borde.

BeomGyu lo observó fijamente antes de asentir, volviendo a ver las espuma.

—Él me torturó gran parte de mi infancia, me rechazó muchas veces... Incluso intentó matarme cuando estuve más grande —contó con una pequeña sonrisa burlona, BeomGyu escuchó todo el relato en silencio— Perdí la cuenta de cuántas veces quiso quemarme vivo, no tenía una relación buena con él después de todo, él me odiaba, yo lo odiaba —dijo restándole importancia con un gesto manual— Pero eso no es lo importante...

—¿Qué es entonces? —preguntó volviendo su mirada al vampiro que sonrió metiendo una de sus manos bajo el agua sujetando el tobillo del cazador miró al vampiro que lo hizo alzar la pierna hasta que tuvo su pié a nivel de su cara.

TaeHyun besó tu tobillo, mirándolo a los ojos.

—Él era el siguiente al mando, por lo cual, sería tu esposo y jamás voy a permitir que alguien, que no sea yo, te ponga una mano encima. Odio cuando tocan lo que es mío —habló con calma, pausado y preciso. BeomGyu alejó su pié del vampiro agradeciendo internamente que no lo detuvo a la fuerza.

—¿Cuándo pasó eso? —preguntó abrazando sus rodillas a su pecho, sintiendo el agua empezar a cambiar su temperatura a una más fría.

TaeHyun ladeó la cabeza quedándose en silencio unos segundos.

—En el dos mil quince, hace siete años atrás —dijo mirándolo fijamente, tal vez esperando una reacción.

BeomGyu frunció el ceño.

—¿E-en el dos mil quince? —preguntó recibiendo un asentimiento del vampiro que se levantó de su lugar, salpicando un poco de agua hacia afuera, BeomGyu desvió la mirada al tenerlo desnudo frente a él. TaeHyun tomó una toalla para secar su cuerpo con algunos toques, dejándola en su cintura.

—YeonJun llegará en una hora, tal vez unos minutos retardado, solo arréglate, te espero en la sala de estar —dijo saliendo del cuarto de baño satisfecho por todo lo que había pasado y todo lo que había dicho.

Por otro lado, BeomGyu quitó el tapón de la tina, mirando como el agua se reducía cada vez más hasta quedar sin nada.

TaeHyun había matado a HyeSeop, su hermano, en el dos mil quince, hace siete años atrás.

Frunció el ceño.

¿Cómo podía ser eso possible? ¿Acaso TaeHyun lo estaba engañando con las fechas?

Se supone que el líder vampiro, Kang Dakho cedería su puesto en el año actual, el dos mil veintidós.

Entonces... ¿Por qué TaeHyun mató a su hermano para esa fecha?

Él era el siguiente al mando, por lo cual, sería tu esposo...

¿En el dos mil quince ya estaba decidido que sería esposo del siguiente líder vampiro?

—Tenía quince años —murmuró dejando su mano en su boca.

No tenía sentido, ¿Por qué TaeHyun mató a su hermano para esa fecha? Podría comprender lo que dijo sobre el maltrato que recibió de él, incluso podría comprender que lo mató por venganza.

Pero la escusa final, sobre que sería su esposo, no tenía sentido.

A los quince años, ¿Ya estaba comprometido? ¿Su padre ya tenía todo planeado?

Y más importante...

A los quince años, ¿TaeHyun ya lo conocía?

Hace tiempo atrás, TaeHyun le había mencionado sobre que no era la primera vez que los vampiros pedían un tratado de paz, entonces, ¿Era eso?

Pensó en su padre, ¿Por qué le había ocultado eso? Si resultaba ser verdad lo que TaeHyun había dicho, ¿Por qué no había sabido nada hasta ahora?

¿O acaso TaeHyun quería volverlo loco?

Suspiró mirándose al espejo, bien vestido y peinado meticulosamente, optó por una camisa a botones negra, con unos pantalones del mismo color, una que otra prenda dorada, y ya estaba.

Después de todo, no saldría de la mansión, sería una cena.

Salió de la habitación aún dándole vueltas al asunto, debía ir con su padre mañana mismo para aclarar esas dudas.

No quería confiar en Kang, no lo haría, podría estar mintiendo para su conveniencia.

Aunque, ¿Qué razón tenía para mentirle?

—Te ves precioso —alzó la mirada cuando escuchó la voz del vampiro, Kang estaba a los pies de las escaleras, con un traje azul marino, bien peinado igualmente.

Terminó de bajar los escalones, dejándose hacer cuando el vampiro se inclinó a dejar un casto beso en sus labios.

—Mañana iré con mi padre —dijo de inmediato mirándolo a los ojos, TaeHyun lo rodeó de la cintura con una sonrisa pequeña.

—Está bien, ¿Quisieras ir en otro auto que no sea el mío? —preguntó empezando a caminar con lentitud, BeomGyu lo siguió mirando las paredes y cualquier mínima decoración cercana.

Prefería eso a verle la cara.

—Si eso es posible, si lo quisiera —respondió mirando las velas puestas estratégicamente en el pasillo que llevaba a la sala de estar, uno que otro cuadro de algún paisaje o abstracto, todos con tonalidades oscuras, paletas de color que se inclinaban incluso a lo terrorífico.

—Puedes tener el auto que pidas, lo conseguiré para tí —dijo el vampiro siendo extrañamente amable para BeomGyu.

Luego de la situación en el almacén, TaeHyun respondía sus preguntas, se extendía a hablar con sus respuestas, lo halagaba, le decía apodos que en otras circunstancias y viniendo de otra persona le parecerían bonitos.

¿Por qué?

—Cualquiera está bien —contestó sin querer pedir un auto en específico, su mente en ese momento no estaba centrada en autos lujosos o marcas ideales para un auto.

—Como quieras, igual conseguiré uno bueno para ti, bizcochito.

—No me diga así...—murmuró. Desde el día uno había odiado ese apodo, odiaba todos los apodos que Kang le tenía, pero ese en específico lo odiaba más que los demás.

—¿Cómo debería decirte entonces? ¿Pastelito? ¿Capricho, Obsesión, Deseo? Eso es lo que eres para mí, eres mi más linda obsesión y mi capricho más grande, eres el deseo que esperé por años, BeomGyu —preguntó deteniéndose para quedar frente a él, TaeHyun lo sostuvo del mentón con su mano libre con una leve sonrisa.

—¿Desde cuándo me conoce? —la pregunta salió de su boca sin ser analizada por su cabeza antes, TaeHyun se quedó en silencio unos segundos.

BeomGyu lo miró a los ojos, esperando que TaeHyun respondiera así como lo había hecho antes con sus preguntas anteriores.

Pero ésta vez, el vampiro solo sonrió mostrando sus colmillos afilados, retomando el caminar quedándose en silencio, no le respondería.

¿Por qué? ¿Desde cuándo TaeHyun lo conocía? Debía ser a los quince años, ¿O era antes?

TaeHyun lo vió de reojo, sabiendo que estaba preguntándose mil cosas por minuto, sabiendo que BeomGyu aún no confiaba en él.

Pero no importaba, era cuestión de tiempo para que se diera cuenta que estaba siendo sincero.

—Iré el baño —fue lo que le dijo al separarse de él, tal vez molesto por no haber respondido antes. TaeHyun solo sonrió de medio lado.

BeomGyu era su más linda obsesión y su capricho más grande, pero también podría ser su rey, el dueño de todas sus acciones y fortuna.

Solo sería cuestión de tiempo para que se diera cuenta de ello y supiera controlarlo a su gusto.













































Hasta ahora... ¿Qué opinión tienen de TaeHyun? Me gustaría leerlos u.u

Procuraré actualizar de nuevo mañana!

The_Dark_Diamond

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