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9:30 p.m






—¿Cómo me veo? —preguntó BeomGyu colocando un anillo en su mano derecha, mirándose en el espejo, ya listo para la fiesta, al igual que su esposo.

Estaba usando un cuello de tortuga blanco, arriba de ello un saco, era una combinación que nunca esperó hacer pero, se veía bien y además, era la única prenda que cubría la cantidad de marcas que había en su cuello.

Estaba sentado en el regazo del vampiro, este apoyando su barbilla en su hombro mientras se encargaba de escarbar en el cajón para buscar la joyería de esa noche.

—Te ves igual de precioso que un diamante —contestó el vampiro mirando como su esposo sacaba uno de los collares de la colección que le había regalado, se irguió para colocarlo, BeomGyu se dejó hacer, mirando por el espejo a su esposo con una sonrisa pícara.

—¿Qué te gusta más? ¿Los diamantes o yo?

—Tú, precioso —contestó de inmediato, terminando de abrochar el costoso collar, BeomGyu sonrió mirándolos a ambos por el espejo, notó que el vampiro no tenía joyería en el cuello, solamente anillos.

En silencio, buscó otro de sus collares, se volteó, colocándose de lado en el regazo ajeno.

—No me gustan —negó el vampiro con el ceño fruncido.

—No recuerdo haberte preguntado si te gustaban o no —contestó el otro en un murmullo, abrochando la prenda y acomodándola en el cuello de su esposo, pasando sus manos por su pecho con cuidado— Eres hermoso, TaeHyun —soltó mirándolo a los ojos, el vampiro lo observó.

Esa vez, BeomGyu no estaba mintiendo.

TaeHyun era un hombre con un cuerpo bien trabajado y tonificado, un porte elegante que atraía a cualquiera, una mandíbula marcada que llamaba la atención, aunque no más que la mirada tan profunda que tenía, el cabello siempre bien peinado y arreglado, así como todo su estilo en general.

Era un hombre apuesto, hermoso.

Volteó a la puerta cuando alguien tocó, TaeHyun lo abrazó de la cintura.

—Pase —ordenó TaeHyun mirando a su padre abrir la puerta con una sonrisa educada.

BeomGyu trató de levantarse por respeto y educación, pero su esposo no lo dejó.

—Suelta —ordenó entre dientes dándole una mirada al vampiro que lo ignoró, dejándolo en su regazo.

—Buenas noches, hijo —saludó DakHo dejando una mano en el hombro de su hijo, pasó su mirada a BeomGyu— Kang BeomGyu —saludó de vuelta ampliando su sonrisa.

—Buenas noches, señor Kang, un placer tenerlo aquí —saludó con educación, haciendo una corta reverencia con la cabeza. TaeHyun se miró en el espejo en silencio.

—¿Qué sabes de los Kim? —preguntó el vampiro mayor con el ceño fruncido al recordar esos invitados no deseados que vendrían esa noche.

BeomGyu sintió el agarre de TaeHyun aflojarse, se levantó para recoger las cajas de joyas que dejó afuera, en silencio.

—No han informado más nada, seguramente vengan a la hora que quieran —contestó TaeHyun levantándose de la silla— Aún faltan... Veinte minutos, ¿Quieres beber algo? —preguntó el vampiro, BeomGyu se quedó en silencio, suponiendo que había sido con DakHo— BeomGyu.

—¿Uhm?

—Que si quieres beber algo —repitió el vampiro abrochando el botón del centro de su saco, BeomGyu asintió caminando a su lado, DakHo observó la escena en silencio— Vamos —invitó el líder a su padre que caminó a la par de ellos, con las manos atrás.

Esos siguiente veinte minutos, BeomGyu se encargó de estar en silencio y beber mientras se perdía en sus pensamientos.

TaeHyun y DakHo empezaron a hablar sobre el liderazgo, alianzas que TaeHyun negaba, la situación actual del territorio, cosas que no le importaban mucho.

Pero para no ser un maleducado se quedó sentado a un lado de Kang, solamente sintiendo la mano del vampiro apoyada en su muslo.

Haneul... Pensé que sería un pequeño estorbo. Pensó bebiendo de su copa de vino.

Ya había resuelto con la señora Che, y confiaba en que la mujer no se dejaría atrapar, y si pasaba, no lo delataría.

Aunque, ¿Qué le iba a delatar? La mujer no tenía idea de a dónde iba, con quién iba, tal vez la mujer hasta tuviera la suposición de que vivirían juntos, pero no sería así.

Pensando en Haneul era un definitivo no, no estaría escapando con una niña y cuando ya estuviera instalado en el lugar al que iría, tampoco se dedicaría a criar y cuidar a una niña.

Por eso, la entregaría a los cazadores.

No lo haría directamente porque no le resultaría, simplemente daría la información que tenía, una información que era muy amplia, demasiado.

Eso obviamente le traería problemas a TaeHyun en el territorio y atrasaría aún más su búsqueda.

Después de todo, él no podía dejar a su territorio de lado, era el líder y debía hacerse cargo quisiera o no.

—Creo que deberíamos salir —opinó dejando la copa vacía en la mesa de noche, levantándose junto a los dos hombres. Quedaba un minuto para las diez en punto, hora en la que se abrirían las puertas de la mansión.

—Adelántate —pidió TaeHyun dándole una mirada a su padre que solo le dió una mirada antes de seguir caminando, bajando las escaleras para quedarse al pié de ellas, en dónde recibiría a los invitados.

Por otro lado, TaeHyun lo tomó de la cintura, mirándolo fijamente.

—No te-...

—No me separo de ti, lo sé —interrumpió con una risa— Niegas el miedo a los Kim y me lo adviertes cada que puedes...

—No es por los Kim —negó el vampiro inclinándose a besar sus labios, BeomGyu rodeó sus hombros mirando de reojo un guardia, la seguridad ya había entrado y se estaba posicionando en sus lugares, se avergonzó un poco, separando al vampiro de él.

—Vamos —animó caminando a la par del otro, colocándose en el centro de ambos vampiros, en dónde TaeHyun lo colocó.

Miró hacia el frente, poco a poco empezaron a llegar y a entrar los invitados, sonrió con educación, saludando a todos los que iban hacia ellos, saludando y felicitando a DakHo, y dándoles respeto al líder Kang y su esposo.

—¡Pastelito! Hace tanto no te veía —saludó un vampiro trajeado, con el cabello bien peinado, sonriendo hacia él, YeonJun lo saludó a la distancia.

BeomGyu le sonrió, volteando a ver a su acompañante, el humano solamente les dió una reverencia educada, BeomGyu lo detalló, la camisa con la reverencia se despegó de su piel, pudo notar algunas marcas rojas.

Sonrió de medio lado volteando a ver a los demás invitados, saludando y apoyándose con total confianza de su esposo que no se quejó, solamente siguió saludando y dando la bienvenida a todos los líderes, conocidos y allegados que estarían en esa fiesta.

Casi una hora saludando a los invitados que iban a darle sus felicitaciones a DakHo que solamente sonreía y agradecía, bromeando con uno que otro invitado.

BeomGyu volteó a ver a su esposo en un momento, la misma expresión seria, el ceño fruncido.

—Deberías sonreír un poquito —opinó llamando la atención del vampiro que solamente le dió una mirada antes de detallar a quienes venían entrando a la mansión, BeomGyu sintió el agarre de su cintura apretar más, los ojos de su esposo cambiaron en cuestión de segundos, un rojo carmesí intenso y amenazante.

El lugar ya estaba un poco bullicioso por los invitados hablando, aún así, se sintió cuando bajaron el tono de voz con la llegada de los no deseados.

—Kang DakHo, feliz cumpleaños.

—Kim DongYul y Kim JeongIn... Señorita Kim, también está aquí... ¿No pudieron traer a la familia entera? —Dakho suspiró tomando una posición altanera, algo amenazante también, BeomGyu observó a los tres vampiros, elegantes, bien vestidos, con joyería y un porte elegante, observó a la mujer a un lado.

Cabello corto y lacio, negro azabache, además de un vestido ajustado a su figura de color negro, resaltando lo blanca que era su piel, bajó su mirada a sus pies, mirando sus tacones altos, que a pesar de ellos seguía siendo más baja que su esposo, el vampiro que tenía un inusual parche en su ojo izquierdo.

Lo obligué a ver como me cogía a su esposa y le arranqué un ojo.

Frunció un poco su ceño recordando la historia.

—Kang TaeHyun —habló el del parche, pasando su mirada a él, la mujer observó a TaeHyun.

—Buenas noches, señor Kang —saludó la mujer con un tono suave, BeomGyu solo le mantuvo la mirada a ella. TaeHyun solo le dió una mirada a la mujer antes de pasarla al otro vampiro que habló.

—Felicidades por su boda... Nos enteramos un poco tarde pero lo que cuenta es la intención —comentó con un tono de amabilidad fingida, BeomGyu hizo contacto visual con ese vampiro que sonrió, estirando su mano hacia él a modo de presentación— Kim JeongIn, ¿Cuál es tu nombre? —preguntó ladeando un poco la cabeza, BeomGyu sintió el agarre de su cintura apretar aún más, dudó en si darle la mano al hombre o no.

—Kang BeomGyu —se presentó dejando una mano en su pecho antes de hacer una corta reverencia, educado y sin tener que tomar la mano del vampiro.

—Escuchamos la historia, después de todo fue algo de qué hablar —comentó con una sonrisa— Mataste a tu propia familia y traicionaste al pueblo que te vió nacer... No me sorprendería que traicionaras este territorio también —burló, BeomGyu frunció el ceño.

Este cabrón...

La mirada del hombre pasó de su cabeza a pies y viceversa, una mirada lasciva.

—Eres afortunado, Kang...

—Veo que no aprendiste la lección, JeongIn, ¿Hace falta que te arranque el otro ojo? —preguntó TaeHyun en voz baja, pero amenazante, el vampiro solamente sonrió retrocediendo el paso que avanzó.

—Solamente tenía curiosidad por saber quién era tu esposo... Sin él no hubieras podido ampliar tu territorio después de todo... Solo que no esperé que fuera... Una preciosura...—habló volviendo a pasar su mirada de arriba a abajo por el humano, BeomGyu se quedó en silencio, TaeHyun lo atrajo a sus espaldas con fuerza, plantandose en frente al vampiro con una mirada amenazante y una posición de ataque.

—No los invitamos, por lo que no tienen puesto en las mesas, tampoco tienen un plato de comida y tampoco copas con las que beber... Tendrán suerte si una que otra copa sobra, o si alguien no quisiera de la comida... Así que los invito a irse —propuso DakHo en un tono de voz más calmado, BeomGyu miró la espalda de su esposo, suspiró quedándose en su lugar.

—Nos quedamos, después de todo, es el cumpleaños de nuestro honorable DakHo —decidió el otro hombre con una sonrisa, TaeHyun apretó la mandíbula aún observando a JeongIn.

—Entonces no estorben a los que sí son bienvenidos —fue lo único que dijo, mirándolos irse para integrarse en los grupos de personas que los saludaron por cortesía, algunos los ignoraron y muy pocos entablaron conversación con ellos.

DakHo solo le dió una mirada a su hijo antes de terminar de bajar el escalón y empezar a integrarse con el grupo de personas, ya había acabado el tiempo de recibir a los invitados.

TaeHyun volteó a verlo en silencio, ofreciendo su brazo.

Entrelazó su brazo al del vampiro, dejándose guiar por todo el lugar, ofreciendo una sonrisa leve y cortés a todos los que los saludaban, y quedándose en silencio las veces que TaeHyun entablaba conversaciones cortas con alguien.

—Oh~ Pastelito, te ves tan aburrido —rió YeonJun acercándose a ellos, con el brazo entrelazado con el de su acompañante, BeomGyu les sonrió con cortesía.

—No estoy aburrido —negó, TaeHyun volteó a verlos.

—Pensé que no vendrías —comentó el líder a YeonJun, el vampiro rió.

—¿Cómo no vendría? Si es el cumpleaños del padre de mi amigo, sería de mala educación no venir.

—No eres mi amigo —negó el vampiro sacándole una risa a YeonJun, BeomGyu solamente sonrió, sintiéndose en confianza para recostar su cabeza en el hombro ajeno, mirando alrededor.

Personas refinadas, hablando y hablando de negocios, dinero, comentando sobre sus vidas privadas, con una música ténue de fondo.

Los únicos dos humanos eran SooBin y él, y BeomGyu no tenía ni la más mínima intención de hablar con SooBin.

El tipo siempre andaba con una expresión de mala muerte, además de siempre estar en silencio, y las pocas veces que lo observó, le devolvía la mirada con amargura.

No iba a hablar con él.

—Señor Kang —una voz femenina lo hizo erguirse en su lugar, volteando a ver a la dueña de la voz, era ella, la esposa de JeongIn, sonriendo con colmillos blancos y largos, mirando exclusivamente a su esposo— ¿Quisiera bailar conmigo? —preguntó, BeomGyu solamente observó a TaeHyun fijamente.

—No he bailado ni la primera pieza con mi esposo como para bailar con usted, señora Kim —negó el vampiro con seriedad, la mujer solamente cambió su peso de pierna.

—Lo voy a esperar —prometió la mujer antes de retirarse a pasos seguros.

BeomGyu se quedó en silencio, ladeando la cabeza

Esa mujer se va a secar esperando... Solo va a bailar conmigo. Fue lo único que pensó mientras seguía con toda la fiesta, siempre junto a TaeHyun, como ya sabían.

Bebió de su copa, cambió un par de veces, comió de lo que ofrecieron, todo, en absoluto silencio.

—Entonces, eras cazador —una voz tras él lo hizo voltear, TaeHyun también lo hizo, tornando su expresión a una seria y amenazante con la presencia de JeongIn.

—Si, lo era —afirmó BeomGyu, hablando luego de tanto rato en silencio, el vampiro tenía una copa en manos, tal vez alguna sobrante o se la había arrebatado a alguien.

—Ahora eres un Kang... Un gran salto, ¿No?

—Así es...

—Me causa un poco de... Curiosidad el hecho de que hayas matado a tu familia por él... Y lo ayudaras a tomar lo que antes era tu territorio —comentó, TaeHyun dió un paso hacia el frente, BeomGyu también lo hizo, contestando antes que su esposo.

—A mi también me da curiosidad las razones por las que usted y su familia no son bienvenidas en casi ningún lado —contestó con una pequeña sonrisa— Pero, podemos tragarnos esa curiosidad con facilidad, ¿No? —preguntó ladeando la cabeza, TaeHyun se quedó a su lado, JeongIn relamió sus labios.

—Tan cortante como un Kang... —murmuró con una risa, acomodando su parche con su izquierda— Tal vez por eso el pueblo no ha dicho nada.

—El pueblo está a gusto con nuestro matrimonio, cualquiera estaría a gusto con la unión de dos hombres que consiguieron algo que nadie a logrado en años, no como la unión de dos mediocres que han perdido alianzas y han hecho que todos les den la espalda —habló TaeHyun, manteniendo una expresión que demostraba el disgusto que sentía con JeongIn ahí— No por nada somos la mejor familia del territorio vampiro, Kim.

—Claro, la mejor familia del territorio... Déjame decirte algo, Kang —el hombre se acercó un paso a él, TaeHyun alzó el mentón— Los humanos no son para siempre... Y quién fue traidor una vez, vuelve a serlo sin importar el tiempo que pase.

—¿Hablas desde tu propia perspectiva? —preguntó BeomGyu con el ceño fruncido, sintiendo poco a poco como el hombre lo estaba sacando de sus casillas. JeongIn se inclinó a él, con una risa.

—Hablo desde la perspectiva de un hombre que está ansioso por ver caer a su rival... —afirmó, TaeHyun dejó una mano en el pecho de JeongIn, arrugando su traje cuando cerró el puño, al estar muy cerca de BeomGyu— Han confiado plenamente en ti... El pueblo ha cerrado los ojos con ese gran logro, pero no ven que eres humano y que has sido un traidor con quién te vió nacer... Y cuando traiciones esta tierra, será la caída de los Kang… Pero no me hagas caso, para ti solo soy un loco hablando, precioso —finalizó alzando su mano para tocar su mentón, BeomGyu hizo su cara a un lado para evitar el toque, pero antes de que llegara, TaeHyun lo empujó, llamando la atención de los demás.

—Apártate —advirtió volviendo a empujarlo del pecho con fuerza. JeongIn lo tomó también del traje, BeomGyu observó en silencio disgustado por lo que había dicho JeongIn.

Porque había sido muy acertado al presente.

—Váyanse de aquí —ordenó él mismo, JeongIn lo observó, soltando una carcajada.

—Esta no es tu mansión.

—De hecho, si lo es —afirmó, sabiendo que los papeles de esa propiedad también estaban a su nombre desde hace tiempo— Nadie los quiere aquí, enserio están siendo un estorbo —comentó pasando su mano por el cuello de su esposo con suavidad, antes de tomarlo del brazo para apartarlo de JeongIn.

BeomGyu a lo largo de la noche había entendido a lo que se refirió TaeHyun con escandalosos.

A pesar de que nadie los quisiera estaban ahí, y buscaban molestar a todos, ¿Esa era su manera de ser o con qué intenciones lo hacían?

Estaban siendo más molestos de lo que imaginaron, por eso, TaeHyun los mandó a sacar luego de eso, ignorando la sarta de insultos que le llegaron cuando los guardias se encargaron de escoltarlos a la salida, incluso llegando a tener contacto para poder apresurar la salida.

—¿Para qué los dejaron entrar? —preguntó mirando a su esposo, TaeHyun lo observó.

—Información —fue lo único que dijo, BeomGyu se aguantó un bostezo, jaló a su esposo a los pasillos que iban a las diferentes habitaciones y lugares, en dónde no había gente.

—Ya no quiero estar ahí —explicó en voz baja volviendo a bostezar. Pasó sus brazos por los hombros ajenos, juntó sus narices, sonriendo levemente cuando TaeHyun separó sus narices con disgusto, abrazando su cintura— ¿Por qué no te gusta? —preguntó dejando su nariz en el cuello ajeno, suspirando por el fuerte aroma a perfume que había, le fascinaba esa fragancia, TaeHyun metió sus manos bajo su ropa, sintiendo la piel tibia que se estremeció por sus manos heladas.

—Esa mujer lo hacía mucho...

—¿Esa mujer?

—Mi mamá adoptiva —aclaró sintiendo un beso en su cuello, BeomGyu se irguió en su lugar, observando a su esposo directamente a los ojos.

—¿La extrañas? —preguntó pensando que era un recuerdo que volvía nostálgico a su esposo, ¿TaeHyun era capaz de sentir eso? ¿Era capaz de tener más sentimientos?

—No, pero lo hizo tanto que ahora lo odio, es molesto que te toquen la nariz  —negó inclinándose a él, besando su mejilla, subiendo hasta su oreja, BeomGyu ladeó un poco la cabeza, sintiendo un beso en su lóbulo, una lamida tras su oreja, jadeó.

—Ahora no... —negó, empujándolo de los hombros, TaeHyun siguió besando toda la zona.

—No pienso hacerlo —negó de vuelta, solamente besando y oliendo su piel sin cansancio, aburrido de estar en esa fiesta llena de gente.

Él prefería mil veces estar con su esposo y besarlo, tener su piel pegada a sus labios, sentir el aroma de su perfume, su calor corporal.

Podrían volver a salir en algún rato, pero por ahora se quedarían ahí.

Los humanos no son para siempre... Y quién fue traidor una vez, vuelve a serlo sin importar el tiempo que pase

Esas palabras empezaron a darle vueltas en la cabeza, una y otra vez, y no podía olvidarlas tan fácilmente, a pesar de estar siendo besado por su esposo, tocado por encima de la ropa.

No podía dejar de escuchar la voz de JeongIn, un vampiro que había aparecido de repente, que apenas estaba conociendo ese día y que había dicho cosas acertadas.

...quién fue traidor una vez, vuelve a serlo sin importar el tiempo que pase.











2...



















Espero les haya gustado! Ya falta poco!

¿Qué opinan de BeomGyu y TaeHyun?

The_Dark_Diamond04

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