Observando nuevamente las bolsas que descansaban en toda su sala de estar que era donde los guardias otorgados por Yoongi habían dejado sus compras, sonrió automáticamente al pensar en Taehyung, su nuevo amigo.

¿Le emocionaba el hecho de que Taehyung se hubiera autoproclamado como su mejor amigo luego de descubrir que tenían la misma edad, gustos e intereses similares?

Por supuesto que sí.

Había pasado toda su vida intentando seguir los pasos de su padre, deseando que este le prestara algo de atención y lo elogiara por sus logros hasta tal punto, en que no había tenido ninguna clase de amigo con quien compartir nada.

Eso era triste y algo solitario.

Pero como en ese momento sus prioridades eran otras, no le había dado mucha importancia a aquello hasta ese momento, en el que conoció a Taehyung, un agradable chico extrovertido, soñador y con personalidad fuerte.

Mientras hablaban, Jimin se había encontrado realmente disfrutando de su tiempo juntos, así sea mientras Tae le enseñaba sobre ropa, marcas y estilos, o simplemente le hablaba de vida en general, desde su relación con Jungkook, sus padres, Yoongi, etc.

Era algo nuevo, relajarse y no pensar en más trabajo o en sus padres, y realmente le había gustado.

Cuando Taehyung le había invitado a almorzar, su nuevo amigo contó parte de su vida revelando que sus padres habían sido unos granjeros bastante amorosos que lo apoyaron en su sueño de salir a conocer el mundo exterior, llegando a Seúl.

Por supuesto, con un rostro tan perfecto como el suyo Taehyung había capturado la atención de aquellos encargados de reclutar personas para modelaje y rápidamente su vida dio un giro de ciento ochenta grados.

Siendo el éxito del momento por varios años consecutivos, al contrario de lo que muchos pensaban, no desapareció porque la fama se le subió a la cabeza ni nada por el estilo, fue debido a que se enamoró de Jungkook, su actual pareja, y en un descuido terminó embarazado.

Taehyung desde un principio había sabido que era un m-preg, pero no le había dado tanta importancia aquello debido a que sus padres no lo habían hecho, Yoongi tampoco y mucho menos su pareja, pero eso fue hasta que su agencia lo despidió por el simple hecho de ser uno tras descubrir su embarazo.

Jimin inmediatamente se quejó ante tal injusticia, recordando que algo similar le había ocurrido en su trabajo ese día, con la diferencia por su puesto de que su padre había estado moviendo los hilos para que ocurriera.

Porque no veía otra forma para que lo despidieran cuando era malditamente bueno en su trabajo debido a que realmente le gusta hacerlo, y ser "maricón" como su jefe lo había acusado, no era un impedimento para trabajar.

Sin darse cuenta, le había contado su experiencia en el trabajo junto a la parte de su difícil situación familiar a Taehyung, y se había sentido tan... Bien.

El poder compartir sus problemas con otros le había quitado un peso de encima que ni siquiera sabía que tenía en sus hombros, en especial cuando a esta misma persona a la cual se lo había contado, le apoyó hablando mal de su familia e intentando animarlo, tal cual como él lo había hecho antes.

Hasta ese día, Taehyung seguía buscando un trabajo como modelo e incluso de actor, sin dejarse decaer ante los rechazos planos de los demás por el simple hecho de ser un hombre m-preg.

Y si un tipo como Taehyung luchaba tanto por sus sueños, por cumplir sus metas, ¿por qué él no podía hacer lo mismo?

Sí, tal vez sus metas eran muy diferentes a la de su amigo, pero el querer dejar de vivir bajo la sombra de su familia era muy importante para él, y realmente agradecía, que Yoongi estuviera dispuesto a ayudarle, así sea por el simple hecho de mantener el nombre de los Min limpio, no importaba, porque era el primer hombre y la primera vez, que alguien extendía su mano en su dirección para ayudarlo.

Era la primera vez que alguien lo veía realmente.

Por lo que, podía dejar pasar la "encantadora" personalidad de Yoongi con tal de tener ese apoyo que siempre deseó de algún familiar, de su madre, de su padre, y nunca obtuvo por parte de nadie excepto, un desconocido.

Soltando un suspiro, distraídamente acarició su pecho.

Yoongi tenía razón, había vivido hasta el momento tan patéticamente que sentía un poco de envidia ante la pasión y libertad que demostraba tener su nuevo amigo, siendo su embarazo para nada un impedimento para él y sus deseos de seguir a delante luchando contra el mundo.

Pero eso estaba a punto de cambiar.

Tomando tantas bolsas como pudo entre sus manos, las llevó a la habitación que se encontraba al lado de la suya, siendo unida por una puerta interna que lo llevaba a su closet.

Dejando las bolsas con el eslogan de una marca reconocida en el suelo, contempló los trajes y ropa que su padre le había obligado a comprar y recibir.

Pero ya no más.

Tomando los trajes colgados, los tiró al suelo sin pensarlo, y en seguida hizo lo mismo con las otras ropas hasta que tuvo sus muebles completamente vacíos.

—Un lienzo en blanco, listo para ser pintado —murmuro recordando las palabras de su nuevo amigo mientras lo veía desfilar con su ropa nueva.

Pues bien, esas palabras realmente le definían con exactitud.

Tomando las bolsas de sus compras, comenzó a sacar desde ropa interior, camisetas, chaquetas, corbatas, camisas, suéteres, calcetines, pantalones, etc. Guardó todo tipo de ropa nueva en los muebles, llenando cada uno de ellos con ropa de marca y que era de su estilo, algo que a él realmente le gustaba y encajaba con él, no como las prendas que su padre le había obligado a utilizar todo ese tiempo.

Terminando de guardar su ropa, Jimin salió de su clóset y entró en su habitación donde revisó la hora mientras desataba su corbata.

Necesitaba tomar un baño antes de ir a su cena con Min Yoongi.

Dirigiéndose al baño, tomó una relajante ducha rápida y salió con una toalla envuelta alrededor de su cintura.

Sabía que no debía de hacerlo, pero realmente quería vestirse bien y lucirse delante de Yoongi otra vez, quería mostrarle al verdadero Jimin que estaba llegando a conocer gracias a su apoyo.

Entrando en su closet, revisó su nueva ropa y los tantos conjuntos que Taehyung le había ayudado a armar según sus gustos, terminando por elegir finalmente unos pantalones negros algo ajustados, un cinturón delgado, una camiseta un poco apretada y una chaqueta abierta.

Como no sabía exactamente a dónde lo iba a llevar Min a cenar, aunque intuía realmente qué clase de lugar sería, el conjunto era perfecto, sofisticado para cena elegante, pero sin exagerar.

El adecuado en caso de que fueran a un lugar común, cosa que no creía mucho considerando la personalidad de alguien como Min Yoongi.

Colocándose su ropa interior, volvió a atar la toalla alrededor de su cintura cuando escuchó el timbre de su casa.

Maldición, tal parecía que Yoongi se había adelantado unos minutos o él se había retrasado.

Saliendo, se dirigió a la sala de estar y la cruzó deteniéndose en la entrada donde abrió la puerta ya comenzando a formular disculpas que no salieron de sus labios.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó frunciendo él ceño.

—No contestas mis llamadas ni mis mensajes, por supuesto que tenía que venir —contestó con aparente irritación mientras sus ojos recorrían su cuerpo sin disimulo.

—Eso debió de darte una pista de que no quería nada que ver contigo, ¿no? —resopló e intentó cerrar la puerta.

No sería bueno que alguien tomara fotos de los dos, mucho menos en las condiciones en las que se encontraba.

—¿Por qué no quieres tener nada que ver conmigo? —cuestionó impidiendo que Jimin cerrara la puerta.

—¿Qué crees que haces? —espetó con molestia cuando Kang simplemente se invitó a su casa.

—¿Qué? Ahora que estás supuestamente casado con el novio de tu prima no puedes recibir a tu verdadero novio en tu casa —se burló.

—Lo que hay entre Yoongi y yo no es tu asunto —gruñó—. Y nosotros terminamos en el mismo instante en que te follaste a Su-ji.

—¡Fue solo un error! —exclamó alzando sus manos y Jimin retrocedió instintivamente—. No puedes culparme por haberme acostado con Su-ji una vez.

—Dos veces —anunció cruzando los brazos sobre su pecho—. Aquella noche después de que se celebraba la fiesta por el pronto compromiso de Su-ji, te volviste a acostar con ella en el hotel que te cite para hablar —acusó.

—¿Cómo puedes saber eso cuando no te presentaste y me dejaste plantado? —exclamó.

—Por supuesto que fui, solo quería demostrar que ustedes dos se estaban acostándose —resopló.

—¿A quién?

—Es bastante obvio, ¿no crees? —le sonrió.

—Entonces aquellas fotos en las Vegas son reales —acusó—. Tú también me fuiste infiel e incluso te casaste con él, se acostaron.

—¿De qué fotos estás hablando? —frunció el ceño.

—¿De qué fotos? —repitió sacando su celular—. Por supuesto que de estas —exclamó y mostró las fotografías que rondaban en la internet de su momento en las Vegas.

—¿Cómo encontraste estas fotos? —preguntó con curiosidad.

—Así que no lo niegas —pronunció con molestia.

Jimin le observó—. Fue después de que tú me fueras infiel primero, no me puedes reclamar por ello, para ese momento ya habíamos terminado lo supieras o no.

—Tal vez tú creías que habíamos terminado, pero no es así y se lo diré a todo el mundo —amenazó.

—¿Y arruinar toda tu carrera de paso al revelar al mundo que eres gay? —alzó una ceja—. Un marica, así te dirán tal cual me dijeron a mí sin importar que estoy casado con alguien como Yoongi.

—Si, pero hay una diferencia entre tú y yo —sonrió con arrogancia—. Yo tengo a gente que me respalda —se acercó—. Personas que me quieren y apoyan —avanzó otro paso—. Tú, por el contrario, no tienes nada —se burló tomando su antebrazo—. Porque es tu prima la que siempre se lleva toda la atención y amor, no tú.

—Suéltame —demandó forcejeando.

—No —negó tranquilamente—. Te olvidarás de todo este asunto de tu falso matrimonio con Min y volverás conmigo, volverás a ser mi juguete en el closet con el cual puedo jugar —sonrió malvado.

—Bueno, encuentro eso algo realmente difícil —pronunció una voz a sus espaldas.

Observando sobre el hombro de Kang, Jimin contempló con cierto alivio a Min Yoongi. Chasqueando sus dedos, dos sombras aparecieron detrás de él e inmediatamente los dos guardaespaldas fueron al lado de Kang, alejándolo de él.

—Por eso te dije que podía encargarme de esta basura si era mucho problema —suspiró Min, acercándose a su pareja.

—No había sido realmente un problema hasta que forzó su entrada en mi casa al no aceptar el rechazo —bufó sosteniendo su brazo contra su desnudo pecho.

—Ve a vestirte para ir a nuestra cita —ordenó dejando de observar aquel maravilloso cuerpo semi desnudo.

No muy seguro, Jimin decidió obedecer y volvió a su habitación dejando a Yoongi a solas con su ex, nada le pasaría a ninguno desde que los guardias estaban ahí.

—Ahora, pensé que estabas feliz con ser el juguetito de Su-ji, ¿por qué vienes a molestar a mi esposo? —cuestionó chasqueando su lengua.

—Él no es tu esposo y lo que ocurrió entre Su-ji y yo fue un error —exclamó forcejeando con los dos hombres que lo sostenían de sus brazos.

—Bueno, hay que ser muy idiota para caer en el mismo error más de dos veces, ¿no? —resopló—. Como sea, Jimin ahora es mi pareja, por lo que me gustaría que lo dejaras en paz si no quieres que arruine completamente tu carrera —anunció.

—Toda la historia de amor que inventaron es falsa —se rió—. Lo sé porque aquellos momentos que supuestamente se veían a escondidas, yo estaba con Jimin tratando de meterme en sus pantalones.

—Ah, entonces te molesta que con tan solo una noche yo pude disfrutar de todo ese maravilloso cuerpo cuando tú no —asintió comprendiendo.

Kang dejó de luchar, su rostro rojo demostrando lo furioso que estaba por las acertadas palabras del contrario.

—Acabas de admitir que su historia de amor es falsa —atacó.

—Sí, pero nadie te lo va a creer sin importar lo que digas —sonrió con arrogancia—. Si hablas admitiendo haber tenido una relación con Park Jimin, estarás confesando que eres gay y aunque tienes un grupo de fans que te apoya, seamos honestos, en esta sociedad de mierda donde lo masculino está definido por sus propios criterios, todos te darán la espalda. Sin contar, que estarás ensuciando la imagen del senador Park.

—No más de lo que tú has hecho —argumentó.

—Tal vez, pero la diferencia aquí es que a mí no me puede tocar. En cambio, tú —sonrió ladino—. Piensa bien antes de actuar, ¿de acuerdo? —despidió volviendo a chasquear sus dedos.

Inmediatamente, los dos hombres arrastraron fuera de la casa al ex de Jimin, quien comprendiendo donde se estaba metiendo, salió silenciosamente, pero no por eso menos furioso.

Tomando su teléfono, Yoongi llamó a Jungkook.

—Quiero que mantengas un ojo en el ex de Jimin y que busques si algún paparazzi estaba fuera de su departamento ahora —ordenó.

—¿Destruyo cualquier cosa que encuentre? —preguntó Jungkook.

—Todo —aceptó y cortó la llamada.

Observando a su alrededor, encontró que la casa de Jimin era algo muy pequeña comparada con la suya, pero... A pesar de que su padre había influido en la mayor parte de su vida, tal parecía que no había logrado interrumpir en la decoración de la casa.

El edificio estaba colocado en un buen sector dentro de Seúl, no privado como le gustaría, ya que eso evitaría que los paparazzi lo acosaran completamente, pero el edificio de dos pisos estaba bien a pesar de que estuviera divido en dos casas independientes.

Era pequeño, pero acogedor.

—¿Terminaste de estudiar mi casa? —preguntó Jimin divertido.

—Es... Aceptable —anunció volteándose a verlo—. A pesar de lo pequeña que es.

—¿Pequeña? —alzó una ceja—. Tengo una sala de estar, un comedor, una cocina, mi propia habitación, un cuarto de closet, un baño y una habitación de invitado, todo con concepto abierto a excepción de donde debo tener privacidad ¿y me dices que es pequeño? —bufó—. Pues déjame decirte que para muchos esto es incluso un lujo, además ¿para qué quiero algo más grande cuando vivo solo? —expresó.

—De acuerdo —pronunció simplemente Yoongi, con su mirada recorriendo toda la altura del menor, admirando la belleza en la que se había transformado.

Joder, ¿acaso el dicho de Jackson sobre Jimin haciendo lucir la ropa se aplicaba en todo tipo de traje?

Porque tenía que admitir que el chico se veía muy bien.

—¿Yoongi?

—¿Qué? —contestó y se concentró en sus ojos.

—Te pregunté que, qué había pasado con Kang —repitió.

—No debes de volver a preocuparte por él —anunció con simpleza, acercándose y ofreciendo su mano—. ¿Nos vamos? —preguntó.

—Está bien —asintió tomándola—. Por casualidad, ¿sabes cómo se difundieron las fotos de nuestra boda en las Vegas? —preguntó curioso mientras se dirigían a la salida.

—Claro, yo lo hice —respondió.

Jimin le observó mientras cerraba la puerta de su casa y resopló.

—Por supuesto, debí de habérmelo imaginado —murmuró.

—También he empañado un poco más la imagen de tu padre, por lo que no te sorprendas si mañana las personas hablan mierda de él —pronunció abriéndole la puerta de su auto, un bonito deportivo negro—. También te conseguí una entrevista de trabajo.

—Espera, ¿qué? —exclamó mientras la puerta era cerrada en su rostro.

Esperando a que Yoongi rodeara el auto y volviera a su lado, Jimin le interrogó al respecto.

—¿Qué quisiste decir?

—¿Conoces la agencia The SMC Group?

—Es la agencia de publicidad más famosa y popular, por supuesto que la conozco —declaró.

—Almorcé con el CEO —anunció como si nada—. Le hablé de ti y quedamos en que te recibiría en una entrevista mañana a las nueve, en tu correo te enviaron lo que necesitas llevar —informó.

—Vaya... Supongo que gracias —parpadeo con sorpresa, confirmando que efectivamente en su correo estaba todos los detalles.

—Esa agencia es confiable y no responden a tu padre, por lo que no debes de preocuparte por eso —expresó conduciendo—. Pero si te molesta, solo me lo dices.

—Gracias, realmente —le sonrió perdiendo sus ojos en el acto, dándole una apariencia dulce.

—Y entonces —volvió su vista al frente—. ¿Te acostaste con tu ex ese?

Jimin parpadeó.

—¿Eso interesa?

—Curiosidad —se encogió de hombros—. Mencionaste en Jeju que no tenías experiencia, por lo que me pregunte si te había logrado satisfacer en nuestra boda en las Vegas, pero es obvio que sí —sonrió arrogante.

—¿Estás seguro? —se burló Jimin sin poder contenerse—. No tienes recuerdos de esa noche, podría haber durado menos de cinco minutos.

—Las marcas que dejé en tu cuerpo y las que tú dejaste en el mío dicen algo diferente —argumentó.

—¿Y qué sabes tú lo que pasó realmente esa noche si no lo recuerdas? Podríamos hasta habernos acostado con otros y luego volver al hotel —indicó.

—No, conozco las marcas que dejo en otros.

—Pero no sabes si realmente lo disfrute o me hiciste llegar —sonrió con burla.

—No necesito saberlo, sé que es así.

—Si me preguntaste es porque dudaste de tus capacidades.

—Te pregunté porque no sabía si era tu primera vez —argumentó sin perder el ritmo.

Sonrojándose levemente, Jimin observó a través de la ventana.

—Bueno, tendrás que recordar qué sucedió aquella noche para saber si me hiciste disfrutar o no —murmuró. 

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Espero que hayan tenido un buen fin de semana mis copitos! Se me cuidan un montón, un abrazote y besote <3