━ twenty-five: big fun

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CHAPTER TWENTY-FIVE
BIG FUN

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LA NAVIDAD ERA MÁS TRANQUILA cuando Briar no podía pasar el día con cualquiera de su familia. Livvy no había hablado con ella, el único contacto que había tenido con sus padres fue a través de cartas, se sentía extraña en comparación a tener todo el día a su familia. Sus regalos de Navidad se habían intercambiado con sus padres por el día veinte, pero no estaban listos para abrirse.

Todo el periodo previo era raro. Cada pulgada había sido agradable, pero extraña. Briar lo veía extraño era que se había hecho amiga de Fleur, incluyendo a Cedric, y los tres hablando a menudo. Briar se sentía como una groupie. También se sentía cool. Mucha gente miraba con admiración, incluso si era del tipo oh, wow, son geniales.

Una gran cantidad de personas, desde los artículos de Rita Skeeter sobre el torneo, la detenían en los pasillos para hacerle preguntas. La mayoría de las veces, era la misma materia que a Rita le gustaba comentar. ¿Cómo haces para tener el pelo así? (Lo vi en una revista muggle...), ¿de dónde consigues el maquillaje? (En tiendas muggles al azar... MAC y Chanel no son cruelty-free... ¡No confíes!), ¿cómo está tu hermano...?

La última pregunta, en los últimos tiempos, la respondía con una risa incómoda y mintiendo. "Oh, está bien," decía ella, y se alejaba antes de que preguntaran otra cosa.

Pero a Briar le gustaban las preguntas. Le gustaba hablar de maquillaje y moda con alguien interesado en el tema. Eso fue originalmente porqué entabló amistad tan rápido con Fleur, porque nadie sabía que a ella le gustaba hablar sobre el tema. Lo cuál era una lástima, la verdad. Briar sólo quería secretos comerciales.

Se cruzó de brazos y se puso al lado de Fleur y Cedric. Fleur hablaba sobre el Baile de Navidad y Briar estaba de pie cerca de Cedric para robar su calor. Brillantemente, Fleur dijo—Mi abuela compró este hegmoso vetido de una parisina de diseño hace unos años. No le segvía así que lo guagdó en caso de que sigviega paga sus hijos o hijos de sus hijos.

Cedric preguntó:

—¿Era la abuela veela?

Fleur asintió.

—Ah, oui. Es encantadoga. Un día espego que vosotros lleguéis a conocegla. Tiene siempre la mejog selección de comida y vino.

—¿Nos estás invitando a emborracharnos con tu abuela? —Briar preguntó. Alzó las cejas. Fleur dejó escapar una risa mientras asentía en un ¿por qué no? elegante. Briar y Cedric se miraron y chocaron las palmas—. ¡Vamos a olvidarnos del baile para emborracharnos con la abuela de Fleur!

—Suena mejor que mi abuela —dijo Cedric—, a la mía le gusta quejarse de que no estoy comprometido todavía. No, en serio, no bromeo.

Fleur y Briar se habían estado mirando la una a la otra, sin saber si podrían reírse o no. Briar puso las manos en los bolsillos.

—Bueno, la madre de mi padre murió casi al mismo tiempo que finalizó la primera guerra y nunca he hablado con mi otra abuela —se encogió de hombros. Fleur frunció el ceño y Briar rápidamente dijo—. Mi madre fue echada por sus padres. En Navidad. Me concibieron un par de días más tarde, así que no me quejo por no ver a mis malditos abuelos.

—Eso no es agradable —dijo Fleur. Briar frunció el ceño—, le dijegon que se fuega en Navidad. ¿En diferente en el Reino Unido? En Francia es cómo un día paga celebrag a Cristo, y obviamente, en familia.

—Se supone —dijo Cedric. Sonrió ligeramente—. Ahora es más como una trampa para los consumidores.

Briar se quedó sin aliento.

—Me casaré platónicamente contigo. Díselo a tu abuela.

Fleur rió hacia Briar, a lo que Cedric también y Briar sonrió torpemente. Eran esos momentos en los que Briar se sentía total y absolutamente en la luna con el hecho de que era la mejor amiga de esos dos. No tenía que salir con ellos. Pensó que la única razón por la que apreciaba a Cedric en el pasado era porque realmente disfrutaba de hablar con él.

(No era que lo de la flor era lindo.)

(Eso no se olvidaría.)

—Briar, ¿sabes de donde sacaste las habilidades de Vidente? —cuestionó Fleur. Cedric parecía como si él hubiera hecho la pregunta, si alguna vez lo había pensado. Briar pensó que era lindo. La cantidad de veces que ella había explicado cómo sus visiones y predicciones trabajaban y nunca le habían preguntado la causa. No pensaba que fuera malo, porque no había razón definida—. Mi abuela es la gazón pog la que soy veela. Sólo me lo preguntaba.

Briar explicó:

—No lo sé muy bien, pero mi madre dice que su abuela era Vidente. Pero bueno, mi madre también dijo que su abuelo, el esposo de la Vidente, era metamorfomago. Así que, sí... tengo dos genes extraños en la sangre para dictar.

Cedric le dijo:

—Tus hijos serían raros.

—Ellos hubieran sido perseguidos por el futuro —dijo ella, sonriendo con amargura—. O tendrían el pelo de colores. Yo sé cuál hubiera elegido si me hubieran dado la maldita opción.

Fleur sonrió débilmente. Dejando escapar un suave suspiro, dijo a ambos—Sí, pego al menos, con sus habilidades, no tendrás que usag tus podeges y manipulaglos cada vez que intentes hablag con un niño. Todos piensan que me gusta la gente sí es sólo atractiva.

—Bueno, eres nuestra amiga —dijo Briar. Ella y Cedric le dieron un pulgar hacia arriba. Fleur rió. Al mismo tiempo, Briar tuvo un recuerdo extraño de Molly y Bill que no entendía. No entendía por qué Molly o Bill tenían que ver con Fleur. No a menos qué—. Definitivamente encontrarás a alguien que te quiera tanto cómo tú a él. Confía en mí.

Sus cejas se fruncieron. Fleur comenzó a preguntar:

—¿Quién es...?

—¡Hey, Fleur! —Ron dejó escapar. Fleur, horrorizada, miró a Briar para su confirmación. Briar sacudió la cabeza y Fleur suspiró—. ¿Quieres ir al baile conmigo?

Fleur se quedó en silencio. Briar no estaba segura de si ella había muerto. Se preguntó si debía ponerle dos dedos en el cuello para comprobar el pulso. Intercambió una mirada con Cedric y luego a Ron, cuyos ojos se habían ensanchado.

Briar sonrió tórpemente a Ron.

—Tiene pareja, amigo —explicó. Los ojos de Ron estaban todavía del tamaño de unas naranjas—, ¿no hay ninguna Gryffindor sin pareja? —ella formó una sonrisa—. Hey, pregúntale a tu hermano donde puedes encontrar pareja ya que él fue rechazado.

Ron asintió.

—Sí, le preguntaré.

—Era una broma —dijo ella.

—Sí, era una broma —dijo Ron.

Briar frunció el ceño. Ginny corrió torpemente, pero antes de que pudiera dar paso hacia Ron, él había girado sobre sus talones y se fue. Briar sonrió torpemente a Ginny, quién rápidamente salió corriendo en la dirección de su hermano en un intento de calmarlo.

Miró a Fleur y Cedric.

—Creo que debería ir a ver cómo está —murmuró Briar.

Cuando comenzó a alejarse de ellos, Cedric sonrió.

—Comprueba eso en tus cuñados.

—Oh, que te den, Cedric —murmuró ella.

Briar trató de ponerse al día con Ginny, pero Ginny era malditamente rápida y Briar no se atrevía a correr apropiadamente cuando no era cuestión de vida o muerte. La última vez que corrió cuando su vida dependía de ello, porque lo hizo, fue durante el ataque del camping. Antes de eso, fue cuando tuvo la visión y trató de salvar a Sirius.

Pero, cuando llegó al pasillo que conducía a las escaleras, Briar vio a Fred y George. Si supieran de Ron, se burlarían de él. Así que Briar corrió hacia ellos, poniendo un brazo alrededor de los dos.

—Están envolviendo vuestros regalos en la sala común... Ron y Ginny, quiero decir... por lo que me han enviado a que os distraiga.

Fred frunció el ceño.

—¿Se supone que debemos saber que están envolviendo nuestros regalos?

George preguntó:

—¿Qué regalos son?

—¿Qué regalos no son? —Briar preguntó.

Ambos se miraron confusos. Briar sonrió.

✪ ✪ ✪ ✪

El día de Navidad, todo el día se sentía fuera, por el hecho de que Briar no había despertado en casa para celebrar con su familia. Sin embargo, este año, Briar estaba abriendo sus regalos en su dormitorio junto con Angelina, Alicia y Katie. Y Sergeant, quién había recibido un hueso como regalo de las otras tres chicas y estaba felizmente masticándolo en la cama de Briar.

Había intentado todo lo posible por abrir sus regalos al mismo ritmo que las otras chicas, pero lo que realmente quería hacer era buscar a los gemelos e ir a desayunar. Briar sentía que abrir los regalos en ese momento era ligeramente triste. La hacía sentir sola. También se sentía basura porque Livvy sólo le había enviado una tarjeta y estaba segura de que ni siquiera su letra estaba en el interior — ella presumía que alguno de sus amigos le había dicho que lo hiciera, pero él no estaba interesado, por lo que lo animaron y terminó haciéndolo.

Cuando las otras tres comenzaron a vestirse, Briar hizo lo mismo. Sirius — después de haber sido informado en gran medida el año pasado de que Briar tenía un profundo amor por el delineador de ojos brillante — le había comprado un conjunto de ellos. Había dado lugar a Briar consiguiendo uno de los delineadores y saltar de cama en cama haciendo la línea de los ojos de las otras chicas en función de sus colores favoritos.

Briar finalmente apareció en la habitación de la residencia, llevando orgullosa el delineador de ojos brillantes, mientras caminaba por las escaleras donde por lo general se reunía con sus amigos. Fred vio a Briar abrazarlo con fuerza y exclamando en voz alta—¡Feliz Navidad, inmundo animal! ¡Y Feliz Año Nuevo también! —dio un paso hacia atrás, sonriendo—. ¿Dónde están los otros?

Fred le dijo—Lee y George se estaban cepillando los dientes cuando me fui. Todavía están en pijama, así que podrían tardar —Briar asintió—. Bueno, Feliz Navidad.

Ella lo miró. Él la miró. Ella evaluó la situación y sonrió levemente. Ambos se fueron acercando, para besarse. Una pequeña voz en el cerebro de Briar realizaba la cuenta atrás, pero otra voz más fuerte se alteró, Ron aparecería en tres, dos...

Briar saltó hacia atrás al instante. Ron apareció en el último escalón y frunció el ceño ante Fred y Briar. También parecía no darse cuenta de que su hermano mayor parecía molesto. Briar se reía con torpeza.

—¿Habéis ido a desayunar?

Briar negó frenéticamente.

Ron dijo—Bueno, acabo de ver a George con Angelina Johnson, por lo que podría tardar unos minutos...

—Se ha preparado rápido —dijo Fred.

Por un momento, Ron miró a ambos. Él frunció el ceño, negó con la cabeza y dijo—Eh, Harry y Hermione están allí... Feliz Navidad...

Ron se alejó. Fred miró a Briar, la cuál se había acercado más a él, después de considerar y aceptar el gran hueco que se formó entre los dos cuando ella saltó hacia atrás—Deberíamos habernos ido a otra parte —dijo Fred.

—Sí, bueno, el momento se fue —dijo Briar. Le palmeó el hombro—. Otro día será.

George tardó en llegar y fueron a desayunar con los dos chicos quejándose de tener que vestirse y Briar encantada por hacerlo. Lee les dejó a la hora del almuerzo y la mayoría de los Weasley se sentaron juntos, con la adicción de Briar, Harry y Hermione.

Después del almuerzo, la mayoría de ellos se fueron. Hermione había tomado sitio al lado de Briar y le había preguntado si podía volver con ella porque no sabía que hacer con el maquillaje o su pelo; la cuestión había dado lugar a Briar estallando en una conversación acerca de lo que Hermione estaba usando y acerca de los delineadores y sombras (y otros productos relacionados con la belleza de Hermione que no tenían conocimiento) que se adaptaran mejor a ella.

Briar había perdido todas las bolas de nieve ya que Sergeant disfrutaba saltando y tratando de atraparlas, pero terminando con el hozico lleno de nieve. Mientras Briar arrojaba bolas de nieve, Sergeant cogía las dirigidas a ella. La mayoría de bolas eran destinadas a Sergeant en lugar de Briar — George había tirado una a Briar y Sergeant saltó sobre él y le lamió la cara como venganza.

A las cinco en punto, Hermione se puso en pie y Briar hizo clic con sus dedos para que Sergeant las siguiera. Las dos comenzaron a hacer su camino de regreso a la escuela—¿Por qué necesitáis tres horas? —dijo Ron. Hermione se quedó en silencio. Briar mantuvo la mirada en Sergeant—. ¿Con quién iréis?

—¿Con quién vas tú? —Briar preguntó una vez entraron al interior.

Hermione miró a su alrededor con rapidez antes de dejar escapar—Viktor.

—Oh, ¡bien! —dijo Briar. Ella sonrió—. Si ayuda, estaré allí, ya que voy con Cedric. Y luego está Fleur... no creo que le hayas hablado, pero Fleur es encantadora, es muy amable, sólo que las costumbres y modales son diferentes en Francia y Gran Bretaña.

—Oí el otro día a Livvy en clase —explicó Hermione. Briar sintió más frío del que había—. Creo que llevará a Astoria Greengrass, una de las Slytherins jóvenes.

Briar frunció el ceño—Supongo que quiere mezclarse en el fondo —dijo. Hermione parecía confundida—. Es gay, y si lleva a alguien le guste, se sentiría diferente al resto y se le quedarían mirando. Al menos, creo que ese es el caso. No hemos hablado en un mes.

Después de años de práctica, Briar no había tenido tiempo para preparar el maquillaje de Hermione. Había tomado más tiempo el prepararse a sí misma, ya que se distraía con Sergeant, hasta que Alicia recuperó el hueso de debajo de una de las camas y se lo dio.

Alrededor de las siete y media, Briar bajó a la sala común. Aquellos con pareja de la misma casa estaban de pie junto a la otra, y la mayoría de los estudiantes en su año estaban de pie alrededor de una esquina, ya que la mayoría iban juntos. El otro chico que compartía habitación con Fred, George y Lee se había ido a casa por Navidad, por lo que Briar era la única de pie sin pareja.

Su plan era encontrarse con Cedric una vez bajase. Por ahora, no estaba demasiado preocupada por quedarse de pie por su cuenta mientras que sus amigos estaban con sus parejas para el baile. Briar se distraía observando. No solía sentirse como Aurora. Por lo general, se sentía como los brezos.

A las ocho, todos bajaron al comedor. Briar barajó entre la multitud para encontrar a Cedric, quien estaba de pie junto a Fleur y su pareja, Roger Davies. Fleur dejó escapar un suspiro—¡Briar! —exclamó—. ¡Estás preciosa!

—¡Viniendo de ti! —respondió Briar—. ¡Te ves como una maldita princesa...!

Harry y Parvati aparecieron. Briar y Fleur los miraron.

—Te ves bonita, Parvati —dijo Briar. Parvati no respondió. Fleur intercambió una mirada con Briar. Briar compartió una mirada con Harry y se sonrieron el uno al otro.

Livvy apareció con Astoria, ambos rieron de algo cuando llegaron. Briar seguía de pie junto a Cedric y se aferró a su brazo cuando apareció su hermano. Livvy no habló con Briar ni reconoció su presencia. Miró a Cedric, pero Cedric miraba a Briar, ambos tratando de comunicarse sin hablar. Livvy también miró a Harry y Fleur. Harry no estaba al tando de lo ocurrido y negó a Livvy, pero Fleur lo fulminó.

Briar amaba a Fleur con todo su corazón.

Viktor y Hermione llegaron. Cedric y Fleur sonrieron a Viktor y los tres se saludaron, pronunciando Feliz Navidad entre sí. Livvy estaba a punto de abrir la boca, para tratar de incluirse a sí mismo, pero Viktor miraba a Briar y dijo:

—No hemos hablado, en realidad, pero Feliz Navidad.

—Feliz Navidad para ti también —dijo Briar.

Le envió a Livvy una mirada de reojo. Se veía molesto.

Hermione dejó escapar—¡Hola, Harry! ¡Hola, Parvati! ¡Hola, Briar!

Briar comentó—Te ves muy bien, Hermione.

—¡Tú también! —dijo Hermione.

Briar sonrió cálidamente. Se les dejó entrar al comedor y Briar y Cedric se sujetaron entre sí cuando entraron. Briar miró a Fred y George, quiénes enviaron pulgares arriba. Cedric y Briar se sentaron en la mesa, los dos sonrieron por lo extraño que era el asunto—Me siento como mis padres sentados con los profesore s—dijo Briar.

—O cómo si hubiera roto las normas de la escuela —dijo Cedric—. Y estuviera siendo observado por los profesores.

—Creo que lo hice el año pasado —respondió Briar, con voz tranquilizadora—, y todos los años, con los gemelos.

Percy estaba sentado en el asiento para Barty Sr. y parecía haberse enderezado ante la mención de sus hermanos pequeños. Briar se mordió la lengua—Lamento tener que decir que el señor Crouch no se encuentra bien, nada bien —dijo Percy. Había estado hablando con Harry, pero Briar echó un vistazo para explicar la ausencia de su abuelo—. No se ha encontrado bien desde los Mundiales. No me sorprende: es el exceso de trabajo. No es tan joven como antes. Aunque sigue siendo brillante, desde luego: su mente si que es la misma de siempre. Pero la Copa del Mundo resultó un fiasco para el Ministerio, y además el señor Crouch sufrió un revés personal muy duro a causa del comportamiento indebido de su elfina doméstica, Blinky o como se llame.

Mientras había una pausa para respirar, Briar le dijo—Winky. Se llamaba Winky. Y ella no se porta mal, es buena... ella solía jugar con mi madre porque sus padres no estaban lo suficientemente interesados...

—Como era natural, él la despidió inmediatamente después del incidente; pero, bueno, aunque se las apaña, como yo digo, la verdad es que necesita que lo cuiden, y me temo que desde que ella no está en la casa su vida es mucho menos cómoda —continuó Percy. Briar y Cedric compartieron una mirada. Cedric sonrió suavemente—. Y a continuación tuvimos que preparar el Torneo, y luego vinieron las secuelas de los Mundiales, con esa repelente Skeeter dando guerra —tanto Briar como Cedric rieron ante eso—. Pobre hombre, está pasando unas Navidades tranquilas, bien merecidas. Estoy satisfecho de que supiera que contaba con alguien de confianza para ocupar su lugar.

La comida se presentaba a través de la comida pedida en el menú, cosa que Briar veía innecesariamente extravagante. No era la cena de Navidad como para preguntarle a alguien si podía pasarte un plato de algo.

Por suerte, había opciones vegetarianas. En diferentes lados de la mesa, Briar y Livvy exhalaban suspiros de alivio al mismo tiempo.

Briar y Cedric tenían una conversación sobre los estudios muggles y quidditch hasta que ella oyó decir a Dumbledore—Esta misma mañana, por ejemplo, me equivoqué al ir a los lavabos y me encontré en una sala de bellas proporciones que no había visto nunca y que contenía una magnífica colección de orinales. Cuando volví para contemplarla más detenidamente, la sala había desaparecido. Pero tengo que estar atento a ver si la vuelvo a ver.

Lo primero que pensó el cerebro de ella fue, mierda, mierda, mierda, mierda, mierda, esa es la Sala de los Menesteres.

—Tal vez sólo sea accesible a las cinco y media de la mañana —dijo Dumbledore—. O aparezca cuando la luna está en cuarto creciente o menguante, o cuando el que pasa por allí tiene la vejiga excepcionalmente llena.

Briar metió una cucharada de queso de colifror en la boca para detenerse torpemente antes de decir algo y terminar la frase declarando que dejó a Sirius esconderse en esa sala durante la mayor parte del año pasado.

—Sí, por lo general, en Navidad nos quedamos en casa —continuó Briar una vez había tragado el queso de clifror. Miró hacia Cedric, quién asentía. Ambos hablaban sobre lo que hacían en casa, así que no se perdían mucho. Al menos, Briar lo hacía. No estaba muy segura por parte de Cedric—. Después, um, los amigos de mis padres murieron, ellos se fueron a Godric's Hollow y he estado viviendo en una ciudad en medio del campo desde entonces. Es muy agradable. Deberías visitarnos el próximo verano. Pues ver los campos con caballos desde la ventana de mi habitación.

Cedric sonrió—Hemos usado ese campo como práctica de quidditch. He pasado muchas noches jugando al quidditch, ha sido genial —explicó. Briar asintió a lo largo—. En realidad, está bastante cerca de Londres. El año antepasado, le hablé a mi padre de ir en torno a los acontecimientos de la Navidad que tenían los muggles. Hay una masiva capa de hielo y si consigues zapatos con cuchillas en la parte inferior puedes moverte por el...

—¿Te refieres a la pista y a los patines de hielo? —ella preguntó. Tímidamente, Cedric asintió. Briar se rió—. Nunca he estado. Suena genial. Y no sólo porque sea hielo.

Ella le había dado un codazo mientras lo decía y él sonrió hacia ella—Te llevaré la próxima Navidad —dijo Cedric—, después de nuestra platónica boda —se detuvo un minuto antes de tirar de su cara—. Bueno, si no se lo has pedido a Fred todavía...

—Oh, Dios mío, cállate...

Los ojos de Percy se ensancharon—¿Fred?

—¡Absolutamente no! —exclamó ella. Harry se mofó—. ¡Es Ced! ¡Abreviatura de Cedric! ¡Cómo este chico, aquí! —Briar frenéticamente hizo un gesto a Cedric, quién iba rojo—. ¡No Fred! Oh, ew, ¡definitivamente no!

Percy frunció el ceño, luego se encogió de hombros—Me parecía haber escuchado otra cosa —dijo. Briar lo escuchó atentamente—. De la mejor manera posible, eres preciosa, Briar, pero no me podría imaginar que saldrías con alguien cómo mi hermano.

Antes de que ella pudiera decir algo, Harry entró—Es tú hermano, Percy —señaló. Cedric había puesto una mano en el antebrazo de Briar. Ella tenía dos cucharadas en la boca para guardar silencio.

—Bueno, sí, es cierto —dijo Percy—. Pero rompe las reglas, no sé que hará cuando salga de la escuela... quiere hacer una tienda de bromas con George para ganar dinero con eso.

—Nunca se sabe —dijo Briar.

Después de la cena, las mesas se trasladaron mágicamente a un lado de la sala y una serie de instrumentos musicales aparecieron en un escenario. Cedric maldijo entre dientes. Briar rió. Las Brujas de Macbeth aparecieron en el escenario. Cuando empezaron a tocar sus instrumentos seleccionados, Cedric tomó la mano de Briar y los dos compartieron una mirada de bien, esto va a ser jodidamente horrible.

Empezaron a bailar. Tanto Briar como Cedric se sonreían mutuamente con los labios apretados, intentando no reír. Si se echaban a reír, terminarían con un ataque de histeria mientras que estaban siendo destinado a representar a la escuela.

Otros comenzaron a unirse a la pista de baile. Briar sintió un peso levantado de sus hombros. Era difícil mantener una cara seria mientras te miraban y cuando bailabas correctamente. Para la música clásica, algo que ni siquiera le gustaba. Podría ser Nirvana o David Bowie. O bien algo alternativo o la banda sonora de una película adolescente plagada de angustia. O un musical. Siempre había eso.

En un momento dado, Cedric y Briar fueron a pararse a un lado, ambos sonriendo y riendo y mirando como que no estaban al tanto de toda la mierda a la que normalmente tenían que enfrentarse. Briar no se molestó con lo cerca que había estado de Livvy y cómo lo había borrado completamente toda la noche. Estaba disfrutando. No iba a arruinar su propia diversión porque su hermano pequeño estaba siendo un imbécil.

—Como eres un buen amigo —dijo Briar—, no seré ofendida por la respuesta... ¿pero querías preguntar realmente a alguien por esto?

Cedric se la quedó mirando—Mierda, sí —murmuró. Briar fue sorprendida por la toma de posesión. Se dio cuenta de que ella abría sus ojos y él los rodó—. Quería preguntarle a Cho Chang, pero ella ya iba con otra persona de Ravenclaw. Y, sabes, muchas chicas se han estado alejando porque piensan que estamos saliendo.

—En un par de minutos, tu pareja irá a hablar con una de las chicas de Beauxbatons —dijo Briar. Los ojos de Cedric se abrieron—. No, de verdad, tienes una ventana de oportunidades. Lanzarte en picado, hacer presentaciones, enfrentarte a un dragón. Abraza tu poder.

Él entrecerró los ojos en la confusión—¿Qué diablos, Briar?

—¡Vamos, ve! ¡Habla con ella! —Briar dijo. Cedric sacudió la cabeza y se rió—. Está bien, no, no puedes hacer esto porque eres atractivo, ya que el atractivo puede atraerla. Bien. Probablemente. Mis sentidos arácnidos están fuera en este momento.

—Si hablo con ella, tú hablarás con Fred.

—Hecho —dijo Briar—. Vamos. Tú primero.

—No, primero tú —dijo él.

Briar frunció el ceño—No, irás primero hacia Cho.

—No —respondió él—, tú irás primero con Fred.

—Tú. Cho. Ve.

—Tú. Fred. Ve.

—No, ve tu a hablar con Cho.

—¿Por qué no lo hacemos al mismo tiempo?

—¡Así no es como funciona el mundo, Cedric!

—¡Entonces ve tú primero!

—No, tú primero...

—¿Podría saberlo...? —preguntó alguien. Briar se dio la vuelta y Fred tenía el ceño fruncido ante ambos. Miró a Cedric y sonrió maliciosamente. Cedric le lanzó una mirada y ella movió las cejas en respuesta. Briar se volvió hacia Fred—. George acaba de irse con Angelina... a lo mejor para encontrar algún sitio fuera, um...

—Y fuiste de incógnito —dijo Briar.

Fred le dijo—He optado por irme antes de ver a mi hermano liándose con alguien.

—Eso tiene sentido —dijo ella. Se dio la vuelta para hablar con Cedric rápidamente pero él ya estaba caminando hacia Cho. Cedric miró a Briar y Briar le envió un pulgar hacia arriba. Briar levantó al vista hacia Fred. Los dos comenzaron a caminar hacia las puertas de entrada del comedor y en dirección a la torre de Gryffindor—. ¿Has hablado con Percy esta noche?

—Por desgracia, sí —asintió él—. No ha dejado de hablar de su nuevo puesto. No lo entiendo. El señor Crouch es tonto. Sin ofender.

Briar se encogió de hombros—No me ofendo —dijo. Miró a su alrededor. La mayoría de los estudiantes también se iban; algunos tomados de la mano, algunos sostenían sus propios zapatos y caminaban descalzos. Algunos, figuraba Briar, probablemente aparecerían en los dormitorios de la mano y se quitarían la ropa en un par de horas. Romántico.

—¿Te diviertes? —preguntó Fred.

Ella dijo—Voy con uno de mis mejores amigos. Soy feliz —Briar miró a su alrededor, echó un vistazo a su bonito vestido y sonrió para sí misma—Para serte honesta, podría haber ido con Sergeant y habría sido feliz ¡por que este vestido es malditamente hermoso!

Briar hizo un giro. Ella tomó las manos de él y se dieron la vuelta, un baile improvisado. Su cerebro estaba tratando de contar los segundos antes de que la siguiente persona apareciera en el pasillo, pero se estaban divirtiendo demasiado como para concentrarse realmente en sus pensamientos de Vidente.

Así que, cuando se detuvieron, y su risa cesó lentamente, Briar dijo a Fred—No sé si alguien llegará. Mis habilidades de Vidente parecen boicotear cuando estoy realmente feliz.

Fred preguntó—¿Sería un problema si alguien nos viera?

Briar reflexionó ese pensamiento. Ella levantó la mirada hacia él, ahuecando su rostro en las manos y tirando de él en uno de los lados del pasillo, donde las paredes se fueron para proporcionar bancos de piedra. De pronto, se detuvieron más cerca el uno del otro y se miraron. Briar se movió hacia arriba para darle un beso al igual que Fred se inclinó para besarla.

Y luego se besaron.

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