Shalley Brown

Podría asegurar que pasar tiempo con Gael era lo mejor que me podía pasar, sí, me ha metido en problemas y tiene su maldito vicio de drogadicción, pero tal vez con un poco de amor y comprensión todo eso puede cambiar, incluso hasta me permita conocer a sus padres y tratar de averiguar la razón por la que él tiene ese problema. Gael y yo caminamos un rato hasta llegar a mi casa, se despidió de mí y beso mi frente para luego irse, Gael era un caballero y nadie lo quería ver de esa manera.

Estaba lista para abrir la puerta con las llaves, pero una mano fuerte y fría me impidió que lo hiciera, rápidamente quité su mano y miré fijamente a la persona que claramente era mi ex mejor amigo, su semblante era oscuro y enfermizo, tenía ojeras bajo los ojos que alguna vez me parecieron tan lindos, sus labios color carmesí ahora eran opacados y dañados ¿Qué había pasado con el mejor amigo del que estaba enamorada? Ese chico guapo y respetado, pareciera que nada de ese chico quedaba ahora.

—Perdoname Shalley — Susurró — nunca debí dejar el amor sincero que tú me ofrecías solo por noches de pasión.

—Te perdono Han, pero sinceramente no me interesa tener algún contacto contigo — dije sería volviendo a lo mío.

Han tomó mis hombros y me atrajo hacía él, sus ojos brillaban mientras los míos lo miraban confundidos, pero todo eso fue olvidado cuando sus labios se unieron con los míos, traté de quitarme de encima, pero claramente yo era mucho menos fuerte que él ¿Qué le estaba pasando? Ya no tenía ni el más mínimo interés en él, en mi mente y corazón ahora estaba Gael. Nuevamente trataré de zafarme, pero fue imposible, hasta que alguien más lo arrojó al suelo con toda su fuerza.

—¡¿Qué demonios te pasa?! — gritó con fuerza.

—Mira Han, tal vez no sepa mucho del respeto, pero a una dama no se le trata así — la voz de Gael sonaba gruesa firme —, veo que tu novio no te lo enseñó, claro, ella si no se hace respetar.

—No quiero hablar de Hamilton ahora, pero esto no es tu problema — musitó envuelto en ira — ahora lárgate que necesito hablar con Shalley.

Gael se opuso a irse y dejarme sola con él, así que lo próximo que hicieron fue irse a los golpes, traté de pararlos, pero no pude, era demasiado débil y tonta para parar esto; sin embargo mi madre escuchó todo el ruido de la calle y se interpuso entre los dos, sus manos temblaban al tocar a Gael, incluso era incapaz de mirarlo a los ojos, mientras que Han lo miraban fijamente sin agachar la cabeza.

—Han, tú no eres el chico que yo creía que eras — confesó impactando a Han — y tú, chico, no te quiero volver a ver cerca de mi hija.

—¿Qué? — fue lo único que dije tras las palabras para Gael.