Después de salir de la clínica, Taehyung conduce hasta la casa de los padres de Jin mientras observa de a ratos hacia el asiento del copiloto, donde Seokjin está mirando por la ventana, parece estar aturdido, como si su mente estuviese lejos, pensando en muchas cosas. Al detener el coche, le toca el hombro y su amigo mira a su lado. Había estado tan metido en su mente que no se había dado cuenta de que habían llegado a casa de sus padres.

—Gracias, Taehyung— dice al tiempo en que se desabrocha el cinturón de seguridad.

—Por supuesto, ¿quieres que te espere? — preguntó, no sabía si Seokjin regresaría a su casa o no, pero sus cosas todavía seguían allí, así que tal vez vuelva.

—No, está bien. Esto puede tomar un tiempo, así que deberías regresar. Además, Jungkook me matará si te retengo para mí— intenta hacer una broma para aliviar la preocupación de su amigo, y funciona. Al ver que todavía puede bromear, significa que está bien.

Mientras los dos se despiden, la puerta de la entrada principal a la casa de los padres de Jin es abierta, pronto se puede ver a una mujer elegante de cuarenta años o más.

— ¿Jinnie? ¿Eres tú? ¿Por qué no me dijiste que ibas a venir? — chilla al ver a su hijo. Acababa de hablar con su pequeño hace solo unas horas, pero no le habría dicho que vendría. Sin embargo, eso no le parece poco común. A Seokjin le encanta sorprenderlos y hacerles bromas. 

Luego se concentra en la persona que se encontraba dentro del auto y piensa por poco tiempo, pues su rostro le parece familiar.

— ¡Oh, por Dios! ¡¿Es ese Kim Taehyung?! — su voz se vuelve aguda, conoce al chico; es el mejor amigo de su hijo. Durante el tiempo en la secundaria, Taehyung siempre iba a casa para pasar el rato con Jin, por lo que estuvo acostumbrada a ver a aquel chico frecuentemente, pero recuerda cómo despareció repentinamente justo después de graduarse.

Taehyung sale de su coche para saludar a la madre de Seokjin con un abrazo cálido y fuerte. Ama a la madre de su mejor amigo como si fuese la suya, cuando decidió desaparecer de la vida de Jin, también tuvo que cortar la conexión con el resto de su familia, se siente culpable, pero era necesario en ese momento. Taehyung estaba decidido a dejar ir a Jin y seguir adelante.

— ¡Mocoso ingrato! ¿Cómo te atreves a desaparecer así? ¿Sabes lo preocupada qué estuve por ti? — golpea el hombro del amigo de su hijo, quién intenta esquivarla, pero claramente ella es más rápida. Taehyung solo ríe, dándole otro fuerte abrazo. Realmente la extrañó, la señora pone los ojos en blanco, pero aun así le corresponde al abrazo.

Mientras tanto, Seokjin solo sonríe ante la escena, un espectáculo habitual para él. Bueno, al menos fue habitual hace siete años cuando Tae todavía estaba con él. 

Se siente nostálgico.

El menor luego explica que estaba dejando a Jin y que está a punto de irse a casa, por lo que la mujer insiste en que debería quedarse a cenar, pero se niega de forma amable diciendo que alguien le está esperando en casa. La señora sonríe y eleva una de sus cejas, está claro que quiere algo más de información, pero Taehyung se apresura a huir diciendo que se lo presentaría en otro momento.

Justo antes de que Taehyung entre en su auto, Seokjin habla. — ¿Está bien si sigo quedándome en tu casa? — los ojos de su amigo se iluminaron. Estaba feliz de que Jin regrese a su hogar.

—Estaremos esperando— no responde a su pregunta con un "sí", sino con ese tipo de respuesta. Para Taehyung, Jin no necesita pedirle permiso. Si quiere, puede volver allí en cualquier momento.

Seokjin se siente aliviado de alguna manera, y luego de aquella respuesta, lo único que puede ver es como el auto se aleja hasta que se pierde de vista, luego entra con su madre al hogar y ambos toman asiento en la sala.

—Mamá, ¿dónde está papá? —

—Estaba aquí, tal vez fue al- Oh, ahí está — su madre mira a su esposo, quién tiene una taza de café recién hecho en la mano y un periódico en la otra, deja la taza sobre la mesa y se sienta junto a su esposa, desdobla el periódico y comienza a leer los titulares. Uno parece llamar su atención.

—Papá, mamá, hay algo que necesito confesarles y también necesito un favor de ustedes— respira hondo, intenta contarles sobre su crisis matrimonial, pero ¿cómo? ¿Cómo puede decirle a sus padres que quiere divorciarse de su esposo? ¿Cómo puede decirles que él y Namjoon ya no funcionan? ¿Cómo puede decirle a sus padres que no quería la separación, solo está haciendo eso porque es lo correcto para su esposo?

Al escuchar que Seokjin no continúa con sus palabras, su padre dobla el periódico y lo deja a un lado. Ver a su hijo tan deprimido y al borde del llanto debe significar que algo grande acaba de suceder, o de lo contrario no estaría allí pidiendo su ayuda. Jin nunca pediría ayuda a menos que no pudiera resolverlo por sí mismo. Ambos padres solo intercambian miradas, claramente confundidos y preocupados.

—Necesito que me prometan que no preguntarán que está pasando o qué está mal, también necesito que me prometan que me ayudarán con lo que estoy a punto de pedirles que hagan— suplica con muchas lágrimas rodando por sus mejillas.

Sus padres están confundidos por su extraña petición, aun así, lo prometen preocupados. No están acostumbrados a ver a su hijo así.

—Le pedí el divorcio a Namjoon...— dice y luego agrega. — ¿Pueden ayudarme a enviarle la carta de divorcio? — la voz de Seokjin suena realmente rota.

Tan rota como lo esta su corazón.