El gps le avisa que ya ha llegado a su destino. Es el club de la dirección que le habían dado. Estacionó su auto y se apresura en entrar. La música es muy alta y hay demasiada gente adentro a pesar de que ya son las tres de la mañana. Namjoon se encargó de buscar en todas partes, y una voz llamó su atención.

El hombre se le parecía familiar, pero no sabe precisar dónde. Al ver a Seokjin automáticamente corrió hacia su dirección.

—Vaya, que mundo tan pequeño, primero me encuentro con Jin, y luego contigo— dice Taehyung.

—Oh dios, ¿Taehyung? ¿Fue contigo que hable antes? ¿Qué demonios? Podrías haberlo dicho, me sorprendí—

Namjoon finalmente baja la guardia. Observa a Seokjin, quién está durmiendo sentado al lado de Taehyung, murmurando algo sobre el pastel de arroz que da miedo y está a punto de matarlo.

¿Con qué está soñando?

—Listo, vamos a llevarlo, te ayudaré —

—No, no, está bien, puedo hacerlo solo; gracias por quedarte con él— agradeció el mayor. —Jin, cariño, vamos a casa— dice mientras tocaba levemente el hombro de Seokjin, quien finalmente abre los ojos. —Bebé, vamos, levántate, vámonos a casa— susurró.

—¿A quién llamas bebé? — Seok claramente no recuerda a Namjoon. Está empezando a enojarse, pero se calma. Sabe que Seokjin no está en su sano juicio en este momento.

—Vamos, apóyate en mí, debemos ir a casa— trata de poner a Jin de pie, agarrándolo de los brazos, pero el menor se aleja rápidamente. 

—No me toques. ¡No puedes tocarme! — Arrastra las palabras. El moreno finalmente perdió la paciencia. 

—Sabes qué, vamos a dormirlo. ¡Sírvele otro trago! Necesito que se desmaye para poder llevarlo a casa— le dijo al barman. El mismo barman que sigue sirviendo la bebida de Jin.

— ¡Claro que no! Tiene que irse a casa. Se suponía que debía retirarse hace más de tres horas. Solo lleva a tu novio a la fuerza al auto ya— habla Taehyung comenzando a enojarse.

—Y paga por su bebida— se apresura en decir el barman.

—Esposo— corrige Namjoon.

—¿Qué? — Tae lo mira confundido.

—No soy su novio, soy su esposo— por alguna razón Namjoon siente la necesidad de corregir a Taehyung; no quiere que Tae piense en Seokjin como su novio.

Taehyung fue tomado por sorpresa. La palabra esposo duele, siete años y parece que aún no ha olvidado completamente a Seokjin.

—Esposo... Al coche— dice con una sonrisa que realmente trató de fingir.

—Sí, está bien— paga la factura de Jin. Se siente atónito por la cantidad total de dinero que tiene que pagar por las bebidas de su esposo. Seokjin odia beber. Por lo general, no lo hace, entonces, ¿por qué de repente se encuentra así? 

Seokjin lucha durante el viaje de regreso al auto, pero finalmente deja de pelear. Namjoon agradeció por eso y al otro chico por última vez, acomoda a su esposo en el asiento trasero. Jin se acuesta y continúa durmiendo, por lo que Nam llega sano y salvo a casa.

Llevo a Jin adentro, en la casa. Este se tambalea, pero encuentra el camino a la sala de estar y se tumba en el suelo. Namjoon va a la cocina para darle un vaso de agua, pero Seok lo ignora completamente. El mayor suspira y se da cuenta del estado de la ropa de Jin, lo que había bebido debió haberse derramado sobre su vestimenta.

Namjoon desabrocha su camisa, lo intenta, pero Jin le dio una palmada en las manos.

—No me toques—

—Tu ropa está mojada, necesito cambiarla— responde, intentando de nuevo desabrochar su camisa. 

Pero Seokjin volvió a golpear sus manos, con fuerza. Y Namjoon se siente enojado. No sabía que Jin borracho sería tan irritante. — ¡Dije que ya! —

— ¡Le dije que no me tocara! ¡Soy un hombre casado! — grita Jin para luego sentarse y enfrentar a Namjoon. —Por favor, no me toques, estoy casado— sus palabras aún son lentas, pero son lo suficientemente claras. 

El moreno es tomado por sorpresa y su cerebro deja de funcionar. Incluso en el estado de embriaguez de Seokjin, todavía recuerda que es un hombre casado. De alguna manera, Nam se siente orgulloso de él. Está orgulloso de que Jin defienda su honor y no dejaría que nadie lo tocara. El mayor sonríe.

Seokjin se recuesta en el frío suelo.

—Amo a mi esposo. Incluso aunque él dejó de amarme...— continúa murmurando mientras cierra los ojos.

Namjoon queda en silencio. Las palabras de Jin lo han sorprendido demasiado. Pero antes de que pudiera decir algo al respecto, el menor se sienta de nuevo, de espaldas en el respaldo del sofá.

— ¿Sabes? Se suponía que cenaríamos juntos. Quería sorprenderlo, así que fui a su oficina. Obviamente no se lo dije de antemano porque, ¡duh! Entonces no sería una sorpresa, pero supongo que Dios ha preparado su propia sorpresa para mí. Lo vi con una chica, sentados juntos en la cafetería de la oficina... No, no, no, no. Sé lo que vas a decir: Ella debe haber sido solo una amiga, nada más. ¡Pero no! Luego estaba esa niña sentada junto a ellos, los tres en una mesa. Reían, hablaban y seguían riendo. ¡Ni siquiera sabía que mi esposo es realmente capaz de reír! — Jin despotrica contra Namjoon como si fuera un extraño.

Namjoon quiere decir algo, pero Jin hizo un gesto de 'shh' que implica que aún no ha terminado de hablar.

—Supongo que no me notaron, quiero decir, por supuesto, ¿por qué lo harían? Estaban en su pequeño mundo perfecto. Mentiría si digo que no estoy celoso, pero no quiero especular, así que solo los miré desde lejos. ¡Gracias a Dios usaba una gorra y gafas de sol! De lo contrario hubiera sido obvio. Así que ya sabes, seguí observando y los vi tomados de la mano. Mi esposo y la chica. En ese momento no estaba seguro en qué pensar, pero entonces escuché susurros. ¿Sabes lo que oí? —

Namjoon solo asintió. Jin se acercó un poco más al moreno y susurra de tal manera que pareciera tener miedo de que alguien más pudiera escucharlos. 

—El CEO de la compañía Kim está engañando a su esposo con su secretaria desde hace casi un año. Eso fue lo que escuché. Sus empleados nunca me han visto antes, así que no me reconocieron. ¿Y sabes que más logré escuchar? Los empleados en realidad dijeron que los dos se veían tan bien juntos y tienen razón. Iba a irme, pero luego ellos se levantaron, se tomaron de la mano con la niña en el medio, y se fueron a Dios sabe dónde, y eso me duele, me duele aquí— Jin se señala la zona izquierda de su pecho, donde se encuentra su corazón.

Ya estaba llorando.

—Ashh, en serio me dije que no iba a llorar y aquí estoy, llorando frente a un extraño, ¡que bebé llorón soy! — se ríe a carcajadas, pero luego su risa lentamente se convierte en llanto. Se está secando las lágrimas, pero estas no dejan de salir por sus ojos.

¿Y Namjoon? Él también se encuentra llorando. Quiere calmar a Seokjin, pero el sonido de él sollozando... Simplemente no sabe qué hacer.

Después de un rato, Jin deja de llorar y observa al moreno antes de recostarse en el suelo.

—Así que me acobardé, abandoné la cena y lo evité; no respondí sus mensajes de texto, tampoco correspondí sus llamadas— continúa hablando, su voz es tan suave que parece casi estar dormido. — ¿Me haría un favor? —

—P-por supuesto— intenta sonar lo más calmado posible.

—Por favor, no le digas a mi esposo que voy a pedirle el divorcio—

Y Seokjin se duerme en el suelo al instante de decir esas palabras, en la sala de estar.

Dejando a Namjoon completamente sin aliento después de escuchar lo que acababa de confesar Jin.