₀₉

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No sé superar. No sé pasar página. No sé olvidar y no puedo ni quiero aprender a hacerlo. Sabes que sientes lo mismo y yo conseguiré que me lo digas mirándome a los ojos

(...)


-Entonces ....¿Me estas diciendo que Taehyung, Kim Taehyung, el hijo del CEO de una de las empresas donantes de millones y millones de dólares al país, es el padre de la pequeña Eun-Sang?- pregunta Jungkook.

-Oh. My. God! -habló Lisa despacio tapándose la boca.

-Ush, ¿por qué mencionas los millones?, lo importante es que él es su padre- dije

-Wow, es que.... ¡No me lo creo!. Ya me veo viviendo en un pent-house -puso sus brazos bajo su cabeza y se dejó caer en la cama con una sonrisa de ensoñación.

Estábamos en mi habitación platicando mientras Eun-Sang dormía en la suya. Así hablábamos sin cuidado. Jungkook prefirió acomodarse a una esquina de la cama y Lisa se encontraba en la otra, yo en el medio de los dos recostada en el cabecero con una cara de asco a la vida.

-Jungkook no habrá ningún pent-house. Deja de soñar.

- Aish, ya me lo estaba creyendo -hizo un puchero.

-¿No piensas decirle sobre Eun-Sang? -pregunta Lisa a mi Lado.

-No estoy segura... Es decir, si le digo... muchas cosas pueden pasar. ¿Que tal si no quiere una hija? ¿Y si Eun-Sang no lo quiere a él?  ¿y si- Lisa interrumpe

-¿Ves?, te estas haciendo historias en la cabeza. No puedo creer que seas tan pesimista contigo misma.

-No soy pesimista!. Solo digo lo que pienso y no veo un buen resultado si le confieso todo. Pero por otro lado... tengo a Eun-Sang, ella es la que menos se merece seguir viviendo sin saber que su padre vive entre nosotros.

-¡Entonces lo que tienes que hacer está clarísimo!.- exclama mi amiga- Dícelo a Taehyung y haz que lleguen a algo. Ahora...si el no quiere conocerla y no quiere saber nada de ella, es más patán de lo que ya creo que es. Ninguna persona por más que le cueste rechaza a una hija

-Yo sé que él no es así pero....-dije mirando mis dedos.

-Ahí está el otro "pero", ¿Cual es la inconveniencia ahora?, ¿Práctica algún tipo de religión? Bueno, en teoría, si practicara algún tipo de religión creo que eso mucho menos le da derecho a rechazar a Eun -rodó los ojos sentándose en la cama y cruzando sus piernas.

-Chicos...el pero es que él me gusta -confesé ahora mirándolos a ambos para saber sus reacciones.

Todo estaba tenso hasta que mi amigo habló.

-¿Y tu no le gustas? Porque mi parte heterosexual dice que estás... -vió mis cenos con una cara pervertida-....uff, ardes

-¡Jungkook!- reí apenada y que lancé una almohada en la cara

Día siguiente

Taehyung.

Mi celular vibró y comenzó a sonar sobre la mesa de mi escritorio. Suspiré al ver el nombre de Rachel y dejé el té en la vandeja para agarrar el celular con mi mano derecha y pensármelo dos veces antes de contestar

Lo primero que escuché fueron gritos por lo que aparté el teléfono unos centímetros de mi oído para luego volver incorporarlo. Ayer quedamos en que yo iría a su departamento pero después de la esa dichosa discusión con Tn no tuve cabeza para eso. En la mañana tenía 29 llamadas perdidas de ella pero tampoco quería escuchar sus reclamos así que no la llamé, igual los tuve que escuchar ahora.

-Está bien...umju, adiós -colgué la llamada y hundí mi cabeza entre mis brazos.

-¿Rachel? - me pregunta Jimin

-Vendrá al rato. Dios, ayuda.- respondí aún con la cabeza escondida.

Recordé la de trabajo que me falta por hacer hoy obteniendo un bufido bajo que solo escuché yo. Alcé mi cabeza como hace minutos y presioné el botón de llamada a Tn.

Faltó poco para que estuviera entrando a la oficina y mi día se volviera un completo caos. Saludó a Jimin amable. Le pedí el horario evitando mirar a sus ojos, la escuché fingiendo acomodar unos papeles

-El resto del día está libre. -culminó lo dicho y bajó la tableta mirando al suelo.

-Eh...bueno yo, creo que...tengo mucho trabajo que hacer. Hasta pronto, tengan un buen día.

Ninguno de los dos respondió. La puerta se cerró y estuvimos a solas.

Su ropa hoy constaba de un vestido azul que por supuesto a ella le quedaba estupendo, y unos tacones que compaginan a la perfección. En su brazo izquierdo yace una pulsera de un tipo de amarre ya conocido. Su cabello estaba suelto. Sus aretes eran distintos, más pequeños y sencillos en comparación a los que usaba el primer día. Su rostro tenía un leve maquillaje natural.

Y lo que más me impresionó y de alguna manera me alegró es que todavía conserva la cadena que le regalé en nuestro primer año siendo novios.

-Haz fotocopias de esto -le di un bulto de papeles- rápido, los necesito antes de las nueve. -hablé con voz demandante ; la vi poner la tableta sobre los papeles y cogerlos con sus dos manos- no he dicho que puedas irte -sentencié al verla hacer una reverencia.

Si para hacerla entrar en razón tengo que utilizar este carácter tan firme y severo con ella entonces lo haré. Ni siquiera musitó un "si" solo para no hablarme.

Se enderezó sumisa y me miró esperando por mi siguiente orden.

-Perdona lo de ayer -le dije sin hacer contacto visual, no tenía ganas de tocar el tema pero era necesario por lo menos eso- Tienes razón... disculpa si dije cosas que no debí... solamente fui sincero.

-...

- ¿No hablaremos como dos personas civilizadas nunca verdad? -no recibí respuesta- está bien...-asentí seguidas veces- A partir de este minuto, eres la Srta. Park, y yo el señor Kim para tí. ¿Querías que todo fuera estrictamente profesional ,no?. Eso vas a tener. Recibirás el trato de una secretaria y no el de mi exnovia, suponiendo que no te interese, claro.

-Como quieras... ¿Ya puedo irme?

La miré fijamente esperando por alguna otra respuesta pero su espíritu cortante se mantenía quieto

-Sí

Sin más se dio la media vuelta camino hasta la puerta sin por lo menos voltear. La sangre me hirvió de la impotencia. Lo que primero se me ocurrió fue darle un fuerte y áspero golpe a la mesa apretando mi mentón de la furia y ambos de mis puños. Me siento mal por tantas cosas que ya ni se porqué me da rabia, si por yo haber sido un estúpido hace cuanto años o por ella negar que me sigue amando.

Tomé un larguísimo suspiro inhalando y exhalando con la mayor de las lentidudes repitiéndome a mi mismo que debía mantener la calma y aplacar la rabia de motivo desconocido.

Justo cuando iba a poner atención a algo relacionado con el trabajo la puerta se abrió entrando Nam por ella.

-Hola Tae -me dijo con sus comunes buenos ánimos.

-Hola

- ....¿Todo bien? -pregunta extrañado y se sienta frente mío.

-No, todo mal

-Uhm -frunció el entrecejo- ¿por?

-Olvídalo, nada importante -miró al suelo divisando las cosas desparramadas por mí en mi momento de rabia, pero lo pasó por alto.

- ¿Vas bien de la resaca?

-Más o menos -dije tratando de concentrarme en lo que recién comencé a dedicar atención.

-Por cierto... vi a Tn -lo miré de inmediato- estaba... llorando, creo, no me fijé bien. ¿Tiene que ver contigo?.

Me quedé pensativo

-Depende.

- ¿Depende?, ¿por qué eres tan intrigante?

-Le duele escuchar la verdad, Namjoon. Y se hace la fuerte cuando hablamos. Por eso llora.

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